martes, 29 de marzo de 2022

EL DILEMA

 


Jeffrey Wigand (Russell Crowe), científico y directivo de la famosa tabacalera norteamericana Brown and Williamson, descubre el secreto que la industria del tabaco oculta celosamente: las sustancias que crean adicción en los fumadores. Lowell Bergman (Al Pacino), un productor televisivo, arriesga su carrera al invitar a su programa a Wigand, que ve cómo su vida se desmorona tras revelar la verdad a la opinión pública.


El guión, de Eric Roth y Michael Mann, realizador también del film, adapta un artículo periodístico de Marie Brenner publicado en "Vanity Fair", titulado "El hombre que sabía demasiado", que a su vez recoge la comprometida situación de una persona enfrentada a una poderosa empresa de tabaco afectada por haber desvelado ciertos secretos que atañen a la salud pública. La historia de un hombre, normal y corriente, enfrentado a una poderosa empresa que le hará la vida imposible si viola su contrato de confidencialidad.


Es la industria del tabaco, pero podía haber sido cualquier otra gran corporación la que sirviera de telón de fondo, porque la película, más que tratar sobre los peligros del tabaco, algo, por otra parte, conocido de sobra, lo que plantea es una especie de aviso a navegantes: Si te vas a enfrentar a los poderosos, a los que de verdad toman decisiones, los dueños del dinero y pretendes ponerles contra las cuerdas, átate los machos, porque aunque tengas suficientes pruebas para desenmascararlos, te van a hacer la vida imposible, el cerco a que te verás sometido resultará insoportable y va a afectar a todos los aspectos de tu vida hasta conseguir que desistas o, cuando menos, que te lo replantees. 
Paralelamente, asistimos a las situaciones que rodean el complicado mundo del periodismo. Al fin y a la postre, los medios de comunicación viven de las ventas y de la publicidad, si das cobertura a quien denuncia a quienes manejan los hilos, también los vas a tener enfrente o, lo que es peor, te vas a dar cuenta, si no lo sabías, que son los mismos, porque muchas veces tienen intereses directos en esos medios o los manejan entre bambalinas y el periodista se puede ver acorralado por las presiones de sus superiores o por la prohibición directa de que siga adelante con sus denuncias. 
Un film largo (son más de dos horas y media) que, sin embargo, mantiene el interés durante todo el metraje porque los elementos dramáticos que introduce en la historia real que sirve de fondo, están muy conseguidos gracias a un buen guión y a unas interpretaciones de gran nivel que sacan todo el partido de cada uno de los personajes. Un Al Pacino contenido, lejos de algunos de sus típicos histrionismo y Russell Crowe que completa una de las mejores interpretaciones de su carrera. 
Muy recomendable.




8 comentarios:

  1. Los americanos, cuando se ponen a ello, hacen cine de denuncia mejor que nadie.

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  2. Un peliculón! Y coincido con Richard.
    Saludos!

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  3. Fue nominada a siete Óscars y un BAFTA, pero no ganó ni un solo premio.

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    1. De esos films que se quedan sin nada, pero pudieron haberlo ganado todo.

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  4. Una de mis películas favoritas, y la mejor de Mann, lo que ya es decir. Brilla en todos los aspectos, y como dices mantiene la tensión durante todo el metraje. Que a Plummer no lo nominaran a Oscar no lo entiendo a día de hoy.

    Saludos.

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    1. Ya sabemos lo que pasa con los premios y más con los que mencionas, tantas veces cargados de contradicciones.

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