viernes, 17 de abril de 2020

TÍO BOONMEE RECUERDA SUS VIDAS PASADAS


El Tío Boonmee (Thanapat Saisaymar) sufre una insuficiencia renal aguda y decide acabar sus días entre los suyos en el campo. Sorprendentemente, el fantasma de su mujer muerta se le aparece para cuidarle, igual que su hijo, desaparecido hace tiempo, reencarnado en un ser mezcla de animal y humano, su aspecto es el de una especie de yeti o simio con el cuerpo cubierto de espeso pelo negro. Mientras medita sobre los motivos de su enfermedad, Boonmee atraviesa la jungla con su familia hasta llegar a una misteriosa cueva en la cima de una colina, el lugar donde vino al mundo en su primera vida.


El guión se inspira en el libro "Un hombre que puede recordar vidas pasadas" de Phra Sripariyattiweti, un monje del monasterio del bosque Sang Arun, Khon Kaen, publicado el 23 de agosto de 1983.
Apichatpong Weerasethakul, realizador y guionista del film, cuenta que un hombre llamado Boonmee se acercó a Phra Sripariyattiweti, el abad de un templo budista en su ciudad natal, alegando que podía recordar claramente sus propias vidas anteriores mientras meditaba. El abad estaba tan impresionado con la habilidad de Boonmee que publicó un libro sobre el tema. Cuando Apichatpong leyó el libro, Boonmee había muerto. La idea original era adaptar el libro a una película biográfica sobre Boonmee, sin embargo, pronto decidió cambiar para hacer una película más personal, sin dejar de utilizar la estructura y el contenido del libro como inspiración.
A pesar del título de la película, el tío Boonmee no describe ninguna de sus vidas pasadas.
Ganador de la Palme d'Or 2010 en el Festival de Cine de Cannes. Sin embargo, hay que señalar que parte del público que asistió a la proyección en el festival, comenzó a abandonar la sala a los 6 minutos de comenzar la película.
Quizá a quien se fije, le llame la atención que esta entrada vaya etiquetada como "cine español", pero es que el film es una coproducción entre Tailandia, España, Alemania, Reino Unido y Francia. El productor catalán, especializado en cine indie, Luis Miñarro, fue la representación española a través de su lamentablemente desaparecida productora Eddie Saeta.


Laaaargos planos de naturaleza con gran profundidad de campo; historias que, en apariencia nada tienen que ver con el resto, como la de la doncella copulando con un pez; escenas en las que nada ocurre, como la del monje budista que va a ver su familia y al que contemplamos duchándose durante más de un minuto; la excursión, porque eso parece, a lo largo de la misteriosa gruta...
Puesta por las nubes por un sector de la crítica, si te pilla tras una noche de haber dormido poco, se te cierran los ojos seguro. Pero bueno es lo que tiene este tipo de cine que se parece más al arte abstracto que a otra cosa. Es cierto que el cine ha apostado más por su faceta comercial que por la artística en los últimos tiempos y quizá películas como esta nos pillen descolocados o poco entrenados para apreciar eso, el arte que tiene el cine y por el que apuesta el film, olvidándose de cualquier aspecto comercial.
Si la ven y consiguen no dormirse, tal vez disfruten con muchas de sus imágenes o con diálogos como este en el que el protagonista habla de su enfermedad:

- Esto es producto de mi karma.
- ¿A qué te refieres?
- A mi enfermedad. Tal vez he matado demasiados comunistas.
- No importa, lo que cuenta es la intención.
- También he matado infinidad de bichos en mis plantaciones.

Esta claro que es una película difícil y en la que se ofrecen al espectador multitud de interpretaciones, desde los que ven en ella una representación de la pérdida de identidad de los países orientales, Tailandia en este caso, en favor de una occidentalización de la sociedad, hasta quienes observan simplemente su carácter experimental.
De cualquier modo hay que estar bien predispuesto para verla y tratar de descifrar lo que, en muchos momentos, parece indescifrable en su mensaje, si es que lo tiene.




4 comentarios:

  1. me extraña que le den solo 6 minutos de paciencia algunos... es para tanto?

    parece algo incoherente pero me gustan estas películas difíciles, saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El público de Cannes tiene fama de visceral, los abucheos no son infrecuentes, como tampoco lo son los aplausos entregados cuando se rinden ante alguna película. Son así.

      Eliminar
  2. A mí no me pareció una película tan difícil. Obedece, eso sí, a un estilo muy personal, bastante inclasificable. En todo caso, yo siempre he creído que no hay películas lentas, sino espectadores acelerados.

    ResponderEliminar