viernes, 22 de septiembre de 2017

MEMORIAS DE UNA GEISHA

Japón, 1929. Chiyo, una niña de nueve años, perteneciente a una familia muy humilde, es vendida por sus padres para trabajar en la casa de Geishas de Nitta Okiya. Su hermana mayor Satsu (Samantha Futerman) no es aceptada y es enviada a un prostíbulo. En la casa Chiyo (Suzuka Ohgo) conoce a Calabaza (Zoe Weizenbaum), otra niña que va a ser instruida para ser geisha, así como a las famosas geishas Hatsumomo (Gong Li) y su rival Mameha (Michelle Yeoh).
Al principio es una simple sirvienta que no recibe nada a cambio de su trabajo, hasta que quienes regentan la casa decidan si tiene calidad suficiente para servir a la clientela, los hombres que pagan por la conversación, la danza y la canción de estas mujeres.
Desde el primer momento, Hatsumomo se revela como una rival traicionera que casi consigue quebrar su entereza. Tras años de riguroso entrenamiento, aquella niña se convierte en la legendaria geisha Sayuri (Zhang Ziyi). Hermosa y dotada de un gran talento, Sayuri cautiva a los hombres más poderosos, pero sobre ella se cierne la sombra de un amor secreto, un hombre al que ella no puede aspirar que se convierte en el amor de su vida, todo el mundo le conoce como el Presidente (Ken Watanabe), y hará que desde ese momento sólo desee convertirse en una famosa geisha para estar más cerca de él.


Adaptación del famoso best-seller de Arthur Golden.
Cambian algunos detalles respecto a la novela, por ejemplo, en el libro se nos habla de lo que le ocurrió a la hermana de Chiyo cuando logró huir del prostíbulo en que estaba y también del futuro de la protagonista tras declararse mutuamente su amor con el Presidente; pero en general, el espíritu de la obra literaria, se mantiene en el film.


Esta es una historia romántica aderezada con sus buenas dosis de drama ya desde el inicio, cuando las niñas se ven arrancadas de su casa en plena noche y bajo un aguacero de los que hacen época.
Es cierto que, para mi gusto, la película se hace un poco larga, media hora menos le hubiera venido al pelo para que no lo pareciera, pero el realizador, Rob Marshall, opta por la pausa y por recrearse en escenas muy plásticas pero que nada aportan a la narración, aunque es cierto que contribuyen, en algún caso, no en todos, a esa belleza que envuelve al film, con escenarios muy logrados y de una innegable hermosura (las estampas de los jardines son auténticas maravillas), a la que contribuyen una exquisita fotografía y una estupenda banda sonora que firma el maestro John Williams, junto a un guión que contiene no pocos pensamientos profundos y diálogos cargados de intención.
Magníficas también las interpretaciones de las cinco mujeres que tienen roles más importantes: Gong Li, Kaori Momoi, Yûki Kudô, Zhang Ziyi y Michelle Yeoh y también de la niña Suzuka Ohgo, el resto de los actores también lo hacen muy bien, pero ellas nos embelesan con su trabajo.
Película de gran belleza formal y con un argumento que la hace muy amena e interesante para el espectador gracias al partido que saca de la rivalidad entre Sayuri y Hatsumomo.
La curiosidad más llamativa de la película es que son actrices chinas las que interpretan a personajes japoneses y que ninguna de ellas tiene como idioma materno el inglés, lengua en la que está rodado el film.




8 comentarios:

  1. Curioso lo que cuentas en la parte final. Que cosas tiene el cine.

    Salud Trecce y buen fin de semana.

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  2. Pues, sí, debe de ser muy interesante ver lo que describes : " La curiosidad más llamativa de la película es que son actrices chinas las que interpretan a personajes japoneses y que ninguna de ellas tiene como idioma materno el inglés, lengua en la que está rodado el film."

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    1. Creo recordar (no estoy seguro) que en China estuvo prohibida. Hay muchas heridas abiertas entre ambos países y a mí también me llamó la atención que, a pesar de todo, fueran actrices chinas las que interpretaran caracteres propios de la cultura japonesa.

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  3. Las películas orientales, y de manera muy especial las japonesas suelen ser tan delicadas y tan impactantes para el público occidental. Son por supuesto muy cautivadoras. Pasa lo mismo con la literatura

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    1. La temática de la película es oriental y de algún modo, han querido imitar esa pausa con la está realizado ese tipo de cine, pero es cien por cien norteamericana, producida nada menos que por DreamWorks SKG, la productora de Spielberg, con música de un mito de Hollywood como es John Williams, dirigida por Rob Marshall, el director de "Chicago" y basada en una novela de Arthur Golden, que nació en Chattanooga (Tennessee), así que a pesar de la temática y de las actrices, es más americana que un perrito caliente.

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  4. Las geishas no serán prostitutas, pero bien puteadas sí que están.

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