EL SIRVIENTE

 

El aristocrático Tony (James Fox) se muda a Londres y contrata como siriviente a Hugo Barrett (Sir Dirk Bogarde) para todos los servicios del hogar. Barrett parece ser un empleado leal y competente, pero a la novia de Tony, Susan (Wendy Craig), no le agrada y le pide a Tony que lo despida. 

Cuando Barrett lleva a su hermana Vera (Sarah Miles) a trabajar y vivir en la casa, la incita para que seduzca a Tony, que acaba teniendo una breve aventura con ella. Después de viajar con Susan y pasar un par de días en la casa de un amigo en las afueras de Londres, la pareja regresa inesperadamente y encuentra a Barrett y Vera, que en realidad no son hermanos, sino amantes, en la habitación de Tony. Son despedidos y Susan rompe con Tony. 

Más tarde, Tony se encuentra solo con Barrett en un pub y lo vuelve a contratar, y Barrett impone sus verdaderas y oscuras intenciones en la casa.

Basada en una novela corta de Robin Maugham, sobrino del famosísimo novelista W. Somerset Maugham y autor, a su vez, de gran éxito. El trasfondo homosexual de la historia, indignó a los críticos más recalcitrantes en aquel lejano 1963.

Drama psicológico sobre la manipulación y el dominio repleto de simbolismo en sus imágenes y con algunos planos realmente dignos de estudio y admiración por su cuidada composición. Joseph Losey, en el que quizá es su film más emblemático, realiza toda una demostración de dominio del lenguaje cinematográfico: espejos, sombras, personajes coincidiendo en imagen en distintos niveles gracias al aprovechamiento de espacios... de manera que, aunque es cierto que algunos diálogos son destacables, en otros momentos, la narración se explica únicamente en imágenes y lo hace de manera absolutamente clara para el espectador. A destacar también la espléndida fotografía de Douglas Slocombe y las interpretaciones, en este film que quizá decae algo en la segunda parte, a partir de que hemos descubierto la verdadera naturaleza del criado y comienza una especie de juego de roles entre señor y sirviente en la que entran en juego sentimientos y situaciones que también son de gran simbolismo.