miércoles, 29 de diciembre de 2021

LABIOS ARDIENTES


Harry Madox (Don Johnson), un hombre enigmático y atractivo, llega a un apartado pueblo de Texas. Pronto consigue empleo como vendedor de coches usados. Dolly Harshaw (Virginia Madsen), la apasionada mujer de su jefe, urde un meticuloso plan para seducirlo y lo consigue. Sin embargo, Harry está enamorado de Gloria Harper (Jennifer Connelly), que está al frente de la financiera del mismo negocio. Cuando Harry se convierte en el principal sospechoso de haber atracado el banco local y es arrestado, Dolly apoya su coartada con el fin de chantajearlo y retenerlo a su lado, aunque sea a costa de la vida de su marido.


El guión adapta la novela Hell hath no fury, de Charles Williams, publicada en 1953. 


Un triángulo amoroso con una pareja de amorales y una tercera persona, aparentemente una chica modosa, guapa y discreta que, sin embargo, guarda un secreto que la mantiene atada de pies y manos a una circunstancia del pasado. 
Un buen relato noir, sobre un tipo de turbulento pasado que ha tenido problemas con mujeres de vida disipada y que recala en un olvidado y reseco pueblo de Texas. Cree que es dueño de su destino y que puede controlar los acontecimientos y manejar a Dolly, el problema es que ella, que apenas oculta sus deseos sexuales para con Harry, es mucho más intrigante y vengativa de lo que él pueda pensar.
La película, en la mejor tradición del cine negro, plantea la imposibilidad de escapar del destino cuando éste despliega su pegajosa red.
A pesar de ello, uno tiene la impresión de que no es la gran película que la trama ofrecía y a pesar también de la belleza innegable de sus protagonistas, de esa femme fatale tan en la linea clásica de este tipo de relatos, del atractivo de la presencia de Don Johnson, entonces en lo más alto de su carrera por su protagonismo en la serie televisiva Miami vice, aquello no acaba de tomar altura. Es cierto que Johnson no está considerado como un gran actor (lo mejor que pudo decir de él y de su trabajo en este film el realizador Dennis Hopper, fue que no era tan malo) y quizá eso lastra el conjunto de una película que, por otra parte, resulta entretenida, con alguna escena de alto voltaje, una vistosa fotografía y una llamativa banda sonora con tonos de jazz, compuesta por Jack Nitzsche e interpretada, entre otros, por Miles Davis y John Lee Hooker, que aporta al conjunto calidez pero también sirve para recrear un entorno turbio.


 


4 comentarios:

  1. No sé: creo que Dennis Hopper tampoco podía hablar muy fuerte respecto a lo bueno o malo que fuese Don Johnson. A fin de cuentas, su currículum como director (salvo una o dos excepciones) no es que sea nada del otro mundo.

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    1. Seguro que el otro había dicho algo de él, ya sabes cómo se las gastan los de la farándula cuando se ponen egocéntricos.

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  2. Buena película la que comentas en tu blog,desde luego el cine americano siempre esta un paso por delante,un saludo,y feliz año nuevo,

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