En medio de las calles neoyorquinas dominadas por la corrupción y la violencia, surge Mike Brennan (Nick Nolte), un oficial de policía que utiliza métodos poco ortodoxos. Después de matar a sangre fría a un ladrón de poca monta, alega que ha sido en defensa propia. De la investigación del caso se encarga Al Reilly (Timothy Hutton), el ayudante del fiscal del distrito. La inocencia de Brennan resulta difícil de probar, sobre todo cuando algunos testigos clave comienzan a estar amenazados. Todo parece apuntar a que alguien está tratando de encubrir a Brennan.
El guion adapta la novela Q & A, del escritor y Juez de la Corte Suprema de Nueva York, Edwin Torres, publicada en 1977, que trata sobre un teniente de la policía de Nueva York acusado de un presunto delito de corrupción.
Con música de Rubén Blades y diseño de vestuario de Ann Roth (El paciente inglés), Sidney Lumet nos acerca esta historia mil veces vista en el cine y que es una constante dentro de su obra: La corrupción policial. Pero lo hace con el pulso suficiente como para hacérnosla atractiva, sacando de los interpretes lo mejor de sí mismos (algo de lo que también tiene fama) y extendiéndola más allá del ámbito policial, hasta los grupos de poder que, en muchas ocasiones, toleran, si no alimentan directamente, esta compra de voluntades para manejar de cerca a quienes están llamados a mantener el orden.
Cuanto más bajo te halles en la escala social, más papeletas llevas para que te sancionen si te saltas una luz roja. Si eres de los de arriba, por contra, seguramente viajarás por la vida rodeado de patrulleros que irán parando a los demás en las intersecciones para que te puedas saltar, no una, sino todas las luces rojas que encuentres a tu paso.
Algo así nos viene a decir Lumet en esta pesimista y desesperanzada cinta que nos habla de un ingenuo y joven abogado, ahora trabajando en la oficina del fiscal, al que asignan un caso aparentemente sencillo: Un asesinato en defensa propia. Lo hacen por estar convencidos de que Al Reilly es un pardillo y que, por su condición de ex-policía, va a simpatizar con Brennan y sus métodos, siguiendo la senda que le marquen. Pero hete aquí que cuando va descubriendo los entresijos del caso y es consciente de cómo se las gasta el presunto homicida, está dispuesto a llevar a los corruptos ante los tribunales hasta que, con el alma partida, un amigo cercano a los círculos de poder oficiales, le revela la triste y cruda verdad: El sistema es capaz de enterrar este caso y otros de más grueso calibre. Algo que todos sabemos, porque cuando nos creemos curados de espanto, saltan a la palestra sospechosas decisiones de jueces y políticos sobre flagrantes actuaciones que quedan impunes o, como mucho, cargan con las consecuencias peones secundarios que son puestos a los pies de los caballos y a los que se tendrá en cuenta para futuras compensaciones.
No la he visto, pero la combinación Nick Nolte dirigido por Lumet suena muy bien.
ResponderEliminarNolte está inmenso en esta película.
EliminarHola Trecce!
ResponderEliminarYa la tengo localizada, incluida en el programa para este finde, genial!
Por cierto, me estaba fijando en esa imagen con los 8 personajes en el plano, ya casi no se rueda así, al menos esa es la impresión que tengo.
Saludos y gracias por traerla!
Está bien la película, con un final bastante realista y descorazonador.
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