LA MUERTE OS SIENTA TAN BIEN

 

La actriz Madeline Ashton (Meryl Streep) le "roba" el prometido, el cirujano plástico Ernest Menville (Bruce Willis), a su amiga Helen Sharp (Goldie Hawn) y se casa con él. Siete años después, Madeline solo vive por y para su físico, Helen tiene sobrepeso y depresión, y Ernest es un borracho que maquilla cadáveres. Pasan otros siete años, Helen ha escrito un libro y, para sorpresa y horror de Madeline, está delgada y guapa. Presa de la envidia y los celos, acude a visitar a Lisle Von Rhuman (Isabella Rossellini), una moderna bruja, cuya dirección le han facilitado en el centro de estética al que acude. Lisle le proporciona un elixir que le hace recuperar la juventud, pero descubre que la inmortalidad tiene un precio.

Película que marcó la senda de futuro en los efectos digitales. Estaba la tecnología, pero apenas se había hecho un uso somero de ella en el cine y este film, que ganó el Oscar a los mejores efectos visuales (por delante de films como Alien o Batman Returns), supuso el despegue de la utilización de los nuevos medios digitales que fue seguido de forma imparable hasta el presente.

Comedia en tono negro sobre el mito de la eterna juventud ambientada en el hipócrita mundo de Hollywood. Ni siquiera el trio de superestrella que encabezan el reparto, a los que se une el nombre de Isabella Rossellini, o la siempre espléndida puesta en escena, sello inconfundible de Robert Zemeckis, logra elevar el nivel de un film que es difícil tomarse en serio. Quizá la escena más divertida sea en la que interviene Sidney Pollack, interpretando a un médico que intenta hallar una explicación al enigma de que Madeline siga viva cuando su corazón no late. 

Parodia divertida solo a ratos y con un tono bastante exagerado.