lunes, 5 de diciembre de 2022

HAPPY TIMES

 


Zhao (Benshan Zhao) es un pobre y maduro solterón que no ha tenido suerte en su vida amorosa. Cuando piensa que al fin ha encontrado a la mujer de sus sueños, la engaña haciéndole creer que es un hombre rico y accede a celebrar una boda por encima de sus posibilidades. Desesperado, tratará de conseguir el dinero como sea con tal de no decepcionar a su amada. El mejor amigo de Zhao, Li (Xuejian Li), tiene la idea de recaudar dinero renovando un autobús abandonado, el Happy Times Hotel, que alquilarán por horas a parejas jóvenes necesitadas de privacidad. Desafortunadamente, este plan sale mal porque Zhao es demasiado anticuado para permitir que las parejas dejen la puerta del autobús cerrada. Mientras tanto, la prometida de Zhao le presenta a su hijo mimado y su hermosa hijastra ciega Wu Ying (Dong Jie), a quien ve como una carga. Para deshacerse de la niña, insiste en que Zhao la lleve al hotel Happy Times y le dé trabajo. Zhao acepta a regañadientes, luego organiza una serie de engaños para mantener a la chica ocupada, incluido hacerla actuar de masajista y reclutar a sus amigos para que finjan ser sus clientes. Todo lo que está sucediendo entre Zhao y Wu es pura farsa, pero gradualmente crece una empatía real entre la joven y el anciano.


El guión adapta un texto del Premio Nobel Mo Yan (seudónimo de Guan Moye), integrado en una colección de relatos titulada Shifu, harías cualquier cosa por divertirte. Precisamente es el relato que da título al libro, el que se adapta. En él ser narra la historia del anciano Ding, cuyos 43 años de dedicación al servicio de la Fábrica Municipal de Equipos Agrícolas le han valido el honorífico apelativo de Shifu, o maestro trabajador. A pesar de este elogio, Ding es despedido abruptamente un mes antes de su jubilación. Después de contemplar sus opciones, incluida la de prenderse fuego como protesta, Ding decide adoptar un enfoque más pragmático, convirtiendo un autobús abandonado en un lugar de encuentro para amantes. Como un anciano que prueba por primera vez el capitalismo, es una especie de símbolo para muchos de los que afrontan estas nuevas situaciones en la China moderna.


En la adaptación cinematográfica, el mejor amigo de ZhaoLi (Xuejian Li), tiene la idea de recaudar dinero renovando un autobús abandonado, el Happy Times Hotel, que alquilarán por horas a parejas jóvenes necesitadas de privacidad. Desafortunadamente, este plan sale mal porque el vehículo acaba siendo retirado del lugar en que estaba para hacer unas obras de remodelación y convertir el sitio en un parque. Cuando Zhao acepta llevarse a la niña a trabajar con él, como quiera que el sucedáneo de hotel ya no existe, organiza una serie de engaños para mantener a la chica ocupada haciéndola creer que trabaja de masajista, para lo que entre sus antiguos compañeros y él mismo, improvisan una sala de masaje en las antiguas instalaciones de la fábrica en que trabajaban, en la confianza de que la joven, como está privada de la vista, no se dará cuenta de la farsa.


Zhang Yimou mantiene en el film un tono divertido con cierto sabor agridulce, consiguiendo arrancar la sonrisa, incluso la risa del espectador, mezclada con una gran punzada de tristeza. A pesar de estar poco valorada por la crítica, resulta muy agradable, en buena parte por el magnetismo del personaje interpretado por Dong Jie, de frágil belleza, una delicada pieza de porcelana de la que se enamora de manera paternal el protagonista y que acaba llegando al corazón de sus amigos y también del espectador.
De nuevo, Zhang Yimou consigue hacer arte de la sencillez en una historia a un tiempo conmovedora y divertida.




2 comentarios:

  1. Parece divertida. Aunque, a priori, no suela relacionarse al cine chino con la comedia.

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    1. Como digo, tiene ese cierto aire de tristeza, pero sí, es divertida.

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