domingo, 23 de mayo de 2021

EL FACTOR PILGRIM

 


Francisco (Alex O'Dogherty) es un español que lleva un tiempo viviendo en Londres. Sus amigos son un italiano, un sueco y un inglés. Todos malviven de trapicheos sin demasiada importancia: esencialmente, recogen, compran y venden artilugios de segunda mano. Un día, a Francisco un hombre trajeado le ofrece una gran cantidad de dinero por una simple foto que ha comprado en el mercadillo. A partir de aquí, empieza una aventura delirante para Francisco y sus amigos.


Francisco sobrevive en Londres en gran parte gracias a la basura que genera la propia ciudad, allí todo se compra y se vende y él se ha convertido en un experto en el trapicheo. En una de sus expediciones en busca de una ganga, Francisco compra en el puesto ambulante de su amigo Giusseppe (Enrico Vecchi) una foto de un pintoresco grupo de músicos y una caja de madera llena de papelajos. Todo por una libra. Buen negocio. Y mucho mejor cuando instantes después un insistente y ansioso yuppie de la city londinense le ofrece 100 libras por la cajita que acaba de comprar. Francisco es español y claro, así piensa: "si este tipo me ofrece 100 libras por esta caja es porque vale 500...". Comienza entonces una divertida aventura en la que se desvelará uno de los secretos mejor guardados de la segunda fuente de ingresos de la Gran Bretaña  en los años 60: Los Beatles.


Hay películas que deben ser enjuiciadas con cierta benevolencia y esta es una de ellas. Hecha con cuatro perras, tampoco se le pueden pedir peras al olmo, pero es que además, siempre teniendo en cuenta esto, no está nada mal. 
Con una buena idea de arranque, es cierto que hay momentos en que parece que se atasca algo, pero no cabe duda que aporta cierta frescura en su propuesta y que su ritmo de desarrollo no decae, haciendo que esa pequeña intriga que le sirve de base cale en el espectador hasta cierto momento, ya casi al final, en que todo parece quedarse un poco más plano. 
Si atendemos al posterior desenvolvimiento de la carrera de Alberto Rodríguez, uno de sus codirectores y también coguionista del film, la película cobra aún más valor, pues asistimos al inicio de la carrera del entonces joven director. Hoy, el sevillano, tiene espacio propio en el cine español y cada uno de sus estrenos es esperado con expectativa por el público que parece preveer que este cineasta aún tiene recursos, ideas y saber hacer suficientes para abrigar la fundada esperanza de que nos seguirá entregando productos de calidad e interés.




2 comentarios:

  1. A pesar de sus limitaciones, es una película original que transmite frescura.

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