Cada cual puede hacer lo que de la gana, claro, pero mi opinión es que no siempre es bueno ir al cine a ver las películas con la misma predisposición.
Lo digo a cuento de esta película, porque aunque es cierto que las comparaciones son inevitables, ni estamos viendo Pulp Fiction, ni Snatch, cerdos y diamantes, ni estamos ante Tarantino, ni ante Guy Ritchie.
Ni los medios, ni los actores, ni el plantel técnico, son los mismos.
Pero, lo que sí vemos es una estética, una manera de hacer, de contar, de ofrecernos algo que algunos llamarán "frescura", otros de otras maneras, pero que a todos nos parece un algo diferente, distinto.
Es evidente que si tenemos que encasillar esta película lo haremos, entre otras, con las mencionadas, porque los parecidos son más que evidentes, sin embargo no lo es el mérito, ni el riesgo que se corre, porque el cine mexicano no es el inglés, ni mucho menos el de Hollywood.
Ese aire distinto que le pueda dar el ser mexicana, es lo que le imprime el sello diferencial, porque en ningún momento trata de huir de lo que sería idiosincrático. Los toques cutres, el argot, los giros en el lenguaje o en los gestos, las caricaturas de los estereotipos, todo eso, es mexicano y hay que agradecer que así sea, porque de lo contrario, nos podría dar la impresión de estar ante una copia de otros films.
Más que correctas las interpretaciones, a pesar de que casi todos los actores son bastante (si no del todo) nuevos en esto del cine, de hecho los dos consagrados (por decirlo de algún modo), Ana Claudia Talancón y Pedro Armendáriz Jr., hacen papeles secundarios, encarnando a Óscar Cabos y a su hija (una "niña de papá"), bastante bueno el guión y la peli en general que se desarrolla de una manera frenética (incluyendo una larga escena de persecución en automóvil que culmina con un espectacular choque en el estadio Azteca, grabado en toma única con siete cámaras), de tal manera que, entre eso y que su metraje no es largo para lo que se estila, hace que la hora y media que pasamos viéndola se nos haga corta.
Un grato descubrimiento el de este director, Alejandro Lozano, que es coguionista de la película y que al parecer (yo no la he visto), no ha llegado a cubrir las espectativas con su nuevo film "Sultanes del Sur"
Vaya Peliculón donde los haya!!jajajaja
ResponderEliminarLo que nos reímos viéndola.
ResponderEliminarEstá muy buena la peli, Matando Cabos no resultó un fiasco, más bien resultó ser una comedia muy bien atada y resuelta, combina elementos para que siempre tengan que ver con los otros de la historia. Aunque se ve la influencia de algunas películas extranjeras por ejemplo Pulp Fiction pero esta vez con el ingrediente, la picardía que sólo el mexicano le pone. Las situaciones apelan a todos y nos identifican en esa extraña mezcla de horror y comicidad. Además me impresionó un poco que uno de los co-guionistas fuera Tony Dalton, sinceramente no creí que este tipo fungiera como guionista, pero la verdad aportó muy buenas ideas.
ResponderEliminarNo se si te refieres a la reseña al decir que no resultó un fiasco, porque eso no se dice por ningún lado, más bien todo lo contrario, incide en la calidad del film, sobre todo teniendo en cuenta los medios con los que han contado.
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