miércoles, 26 de octubre de 2022

CRIMEN AL ATARDECER (SAPPHIRE)

 


Un solitario día de invierno, unos niños encuentran un cadáver en Hampstead Heath y su madre avisa de inmediato a la policía. Se trata de una joven y bella muchacha que ha sido apuñalada varias veces y cuyo cadáver ha sido trasladado posteriormente hasta allí. La única pista es un pañuelo teñido de sangre con la inicial "S". Su vestido, calcetines altos y zapatos planos corresponden al típico atuendo estudiantil. La investigación se pone en manos del superintendente Hazard (Nigel Patrick) y del detective inspector Learoyd (Michael Craig).


Tras dominar la mezcla de comedia, suspense y terror que ayudó a definir la edad de oro del cine británico, Basil Dearden (junto con su socio productor Michael Relph) dejó los legendarios Ealing Studios y, a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta, creó una serie. de películas apasionantes, innovadoras e incluso controvertidas, en las que el racismo, la homofobia y los efectos persistentes de la Segunda Guerra Mundial estaban presentes. Estos dramas teñidos de noir se ambientaron en rincones de Londres que rara vez se ven en la pantalla.
Así ocurre en este film, ya que en la década de 1950, la hostilidad racial hacia los inmigrantes de la Commonwealth en ciudades como Londres, se expresaba abiertamente. Cuando los detectives comienzan a investigar, descubren que la víctima, supuestamente blanca, es en realidad una joven mestiza y que, además, estaba embarazada. Los prejuicios de la gente y los de los propios oficiales quedan al descubierto.


La historia policiaca corre en paralelo con el retrato del racismo imperante en un segmento nada desdeñable de la sociedad, un asunto que Dearden trata de manera explícita y sin ambages de ningún tipo, pero huyendo del maniqueísmo y de las lecciones de moralidad en que tan fácil es caer cuando se abordan estos temas, incluso no tiene inconveniente en dejar caer que el racismo no es patrimonio exclusivo de los blancos, sino que se da en otras razas y culturas.
La película, como tal, tiene muchos momentos de gran brillantez: La persecución nocturna por los callejones de uno de los sospechosos, magníficamente iluminada, con un toque expresionista de gran fuerza; los diálogos con inteligentes reflexiones alrededor de los prejuicios raciales y la hipocresía que generan; la conseguida ambientación de los tugurios y de los domicilios de clase media baja en que transcurre la narración...
La historia criminal se sigue con interés, pero además, como queda señalado, el film se convierte al mismo tiempo, en una mirada devastadora a la forma en que el fanatismo trasciende las divisiones sociales y en una instantánea de la cultura cada vez más interracial de la Inglaterra de finales de los años cincuenta.




10 comentarios:

  1. Me encantan las historias policiacas. Gracias por compartir. Saludos

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  2. Estupenda entrada! A mí también me encantan esas historias. La buscaré el finde que tengo algo más de tiempo. Gracias por compartir.

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  3. La buscaré porque tiene muchos ingredientes que me gustan: policíaca, rincones de Londres poco habituales, toque noir y temas como el racismo. Muchas gracias por la información y feliz día.

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  4. Que tal Trecce!
    No la he visto. Desde luego incluir esos elementos en aquellos años no estaba exento de riesgo.
    Saludos!

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  5. Una de tantas gemas del cine policíaco británico.

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