MAMÁ MARÍA

 

Patience Portefeux (Isabelle Huppert) es una traductora de árabe especializada en escuchas telefónicas para la brigada de estupefacientes de París. Es un empleo mal pagado y con exceso de trabajo. Un día, se da cuenta de que conoce a la madre de uno de los narcotraficantes y, para encubrir al joven, acaba involucrada en una gran operación de drogas, lo que le deja con una tonelada y media de cannabis en su poder. Mientras mantiene su trabajo en la brigada anti-droga, Patience cruza al otro lado y se convierte en traficante, utilizando su conocimiento interno y los recursos policiales para construir su propia red criminal.

El guión adapta la novela "La madrina", de la autora francesa Hannelore Cayre.

La película nos presenta unos escenarios parisinos alejados de los que habitualmente vemos en el cine, con una variedad de personajes y situaciones que, seguramente, habrían dado más empaque e interés a la película, de haber profundizado en ellos, cosa que apenas hace, hasta el punto de que algunos de ellos, apenas aportan nada al film: Las hijas de la protagonista; la multiculturalidad del ambiente en que vive Patience, en un edificio habitado enteramente por chinos (salvo ella, claro); el mundo marginal del trapicheo con drogas; la madre ingresada en una residencia y atendida por una trabajadora magrebí que sirve de nexo entre la vida privada de Patience y su incursión en el negocio del narcotráfico; la policía y sus métodos...

Ya digo que, todo esto, apenas queda señalado en la narración sin que se le de mayor protagonismo.

A pesar del endeble guión, el film resulta entretenido, incluso en algún momento tiene algún giro que resulta divertido y es gracioso en ciertos tramos, pero da la sensación de que es una ocasión perdida para haber hecho una comedia más divertida y haber sacado más partido, incluso en el plano crítico, de las situaciones que apenas plantea. 

No obstante, si algo hay verdaderamente destacable es la interpretación de Isabelle Huppert, omnipresente a lo largo de toda la película, interpretando a esta mujer cuyo rasgo más llamativo, aparte de la fortaleza que demuestra para desenvolverse en un ambiente casi exclusivamente masculino, es la inteligencia con que lleva a cabo sus planes y sortea las dificultades que se le plantean, si bien es cierto que, en ocasiones, algunas de ellas están solucionadas de manera un tanto interesada en el guión.