viernes, 27 de septiembre de 2019

DESPARECIDA (SPOORLOSS)

Rex Hofman (Gene Bervoets) y Saskia Wagter (Johanna ter Steege) viajan en automóvil por las carreteras de Francia donde piensan pasar sus vacaciones en bicicleta.
Se detienen en un área de descanso de la autopista para repostar gasolina y utilizar las instalaciones. Saskia entra a hacer algunas compras, vuelve al coche, pero decide ir al lavabo y comprar un par de latas de refresco, pero Rex jamás la ve regresar y aunque han mantenido una discusión seria ese mismo día, no cree que ella desapareciera por propia voluntad y está convencido de que ha sido secuestrada.
Las preguntas a algunas personas del área de servicio, proporcionan cierta información, pero Rex nunca averigua qué es lo que sucedió realmente.
Tres años después, Rex tiene un renovado afán por descubrir qué le ocurrió a Saskia, recurriendo a los medios de comunicación para solicitar al público cualquier tipo de información, viéndose además apoyado por su novia actual, Lieneke (Gwen Eckhaus).
La búsqueda de Rex se ve reavivada al recibir una postal de una persona desconocida que le cita en una cafetería de Nimes en la que nunca aparece, aunque finalmente se muestra ante Rex, se trata de Raymond Lemorne (Bernard-Pierre Donnadieu), un profesor de química, casado y con dos hijas, que admite que, en el pasado, utilizó rudimentarias artimañas, sin éxito, para atraer a mujeres a su automóvil, con el propósito de dejarlas inconscientes con cloroformo. Raymond promete contarle a Rex toda la historia solo con la condición de que Rex experimente exactamente lo que Saskia experimentó. Sin pruebas contundentes que relacionen a Raymond con la desaparición de Saskia, Rex tiene que decidir si aceptará las condiciones de Raymond para averiguar qué le sucedió a Saskia.


Basada en el libro "El huevo dorado", de Tim Krabbé, también guionista del film. El libro fue publicado en España con el título de "La desaparecida".


En todo momento la película cuenta con esa frescura propia de las películas del llamado cine independiente, sin grandes artificios y con una narración que resulta bastante natural, incluso con un lejano aire documental.
Gran parte de la película, más de la primera mitad de la misma, transcurre con un ritmo calmado en el que no ocurren grandes cosas y se pasa el tiempo presentando a los personajes y sus circunstancias de manera incluso detallada y, por momentos, algo tediosa, para entrar en la última media hora del film en que, de forma también lenta pero más intensa, vamos asistiendo a la revelación del misterio que nos ha tenido atrapados durante toda la película. Porque al contrario de lo que ocurre con otras películas de este tipo, en que se nos oculta la identidad del villano, aquí la intriga se centra un poco en el porqué, pero sobre todo en el cómo y no en el quién.
Por más increíble que pudiera parecernos la historia, no lo es, los archivos policiales así lo atestiguan, pues en ellos figuran miles de casos de personas desaparecidas de las que jamás se volvió a saber nada y los que, antes o después, hallan una solución, vienen a demostrar, casi siempre, que los culpables son personas que no levantaban ningún tipo de sospecha y que llevaban una vida bastante normal.
El interés del film se mantiene por esta intriga de qué es lo que le ocurrió a Saskia y un poco, cómo se produjo el secuestro. El caso es que con esos pocos ingredientes, con gran sencillez y economía, sin giros inesperados, el espectador se ve atrapado por una historia que nos lleva a uno de los finales más terroríficos que puedan imaginarse.




4 comentarios:

  1. suena muy pero muy interesante... esa clama de la que hablás no me asusta para nada, me gusta... saludos...

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  2. Parece interesante, pero tal vez empiece por el libro. Gracias.

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    1. Quizá un poco increíble, pero como yo digo, la realidad se encarga a veces de hacernos ver que, por increíbles que parezcan, historias de estas existen.

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