lunes, 6 de mayo de 2019

JANE FONDA IN FIVE ACTS (JANE FONDA EN CINCO ACTOS)

Una mirada a la vida, el trabajo, el activismo y las controversias como actriz y como persona de Jane Fonda a través de 5 actos divididos en: su padre Henry Fonda, sus tres conocidos maridos -Roger Vadim, Tom Hayden y Ted Turner- y finamente ella misma.
La película es un documental original de la cadena HBO, que explora la trayectoria personal y profesional de la actriz. La hija del reconocido actor Henry Fonda y de Frances Ford Seymour, se dio a conocer en el mundo artístico por su interpretación sensual del personaje de Barbarella, pero la actriz norteamericana no solo ha destacado por una prolífica carrera que interrumpió (temporalmente) en 1991 y retomó en 2005 con ‘La madre del novio’ (Robert Luketic, 2005). Convertida en mito erótico de los 60, la intérprete se ha caracterizado por su acérrima defensa de las causas civiles y humanitarias. Antibelicista y feminista militante, ha participado en diversas manifestaciones contra las guerras de Irak y Vietnam..
Pero no todo son luces en la vida de la artista, fruto de 21 horas de entrevistas, Fonda habla honestamente sobre su vida y sus errores. Explora el dolor por el suicidio de su madre, la falta de disponibilidad emocional de su padre, 30 años de bulimia, y tres matrimonios con hombres públicos, pero muy diferentes a los que ella siempre trató de adaptarse. La película también incluye entrevistas con la familia y los amigos de la actriz, como Tom Hayden, Ted Turner, Robert Redford y Lily Tomlin, así como imágenes exclusivas de su vida actual, a sus 80 años.


Se ve la buena mano y la experiencia de la realizadora norteamericana Susan Lacy, que ya ha hecho este tipo de trabajos sobre las figuras de Paul Simon, Leonard Bernstein o Steven Spielberg. Es algo más que un documental, todo un repaso, somero, pero efectivo, a algunos de los acontecimientos de la segunda mitad del pasado siglo y principios de este, en que los EE.UU. estuvieron involucrados. Y es que la figura de Jane Fonda participó o estuvo presente en algunos de estos hechos, aunque quizá el más conocido fue la guerra de Vietnan, contra la que se mostró incansable luchadora, aunque no desde el comienzo, como muchos piensan, sino que fue descubriendo la irresponsabilidad de aquel conflicto que, al principio, veía como un acto patriótico por parte de su país. Tras comenzar su lucha en favor del fin de la guerra, acudió incluso a Vietnam del Norte en un viaje que tuvo tanto de valiente como de irresponsable, sin tener en cuenta los peligros potenciales a que se exponía y que le originó numerosos enemigos en su país. Pero como dice su ex-marido Ted Turner, Jane consiguió que Nixon anulase el bombardeo ya previsto de las presas vietnamitas, lo que hubiera originado inundaciones que se hubieran llevado por delante la vida de cientos de miles de personas y lo hizo poniéndose ante ellas.
La película dura más de dos horas y no voy a decir que se haga corta, pero para nada se hace larga, todo lo contrario, el documental está magníficamente planificado y muy bien hecho, de esos programas que cuando llevas cinco minutos viéndolo, eres consciente de que vas a seguir hasta el final.
Quizá se eche de menos una mayor explicación de la relación de Jane Fonda con su hija, que se ve que no es del todo satisfactoria y de la que mantiene o mantuvo con su hermano Peter, de la que apenas se habla.
Por lo demás, ya digo que es muy interesante asistir a la fascinante vida de esta mujer que habla sin tapujos de su pasado, del presente que está viviendo y lo hace sin malas palabras para nadie o casi nadie, agradeciendo a la vida las oportunidades que ha tenido y reconociendo más de un error en su existencia.
Toda una sorpresa descubrir que esta magnífica, escultural, siempre bella (belleza que aún mantiene con su edad), inteligente, talentosa mujer, se vio obstaculizada durante una buena parte de su vida por la inseguridad. Y que sabiendo lo valiente que ha sido en numerosas ocasiones, aún sigue siendo una persona vulnerable. Una mujer que acepta su pasado con todos sus errores y orgullosa de sus aciertos y que sabe reconocer la capacidad liberadora del perdón, de perdonarse a uno mismo, pedir perdón a los otros y perdonar a los demás.




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