El príncipe Stepan Kasatsky está predestinado a ser un gran hombre. Sin embargo, la víspera de su boda, descubre la relación de su novia con otro hombre, la condesa Mary Korotkova ha tenido amores con el Zar Nicolás I. Esto daña enormemente su orgullo y Stepan decide abandonar todo lo le que ata al mundo, cede sus derechos de herencia a su hermana e ingresa en un convento.
A pesar de su vida humilde, Kasatsky piensa que el orgullo le sigue dominando y, buscando una vida más ascética, se convierte en ermitaño. Pero no consigue que el mundo se olvide de él, porque cobra fama de hombre santo y milagroso y la Iglesia, pretendiendo sacar beneficios de la estima que le tiene la gente y de las limosnas que le entregan, le rodea de toda una parafernalia que molesta al padre Sergio, que acaba escapando del lugar donde vive, disfrazado de mujik, en busca de la auténtica verdad del ser humano.
Tolstoi retrata, como sólo él puede hacerlo, un problema básico de la condición humana, que transciende el ejemplo religioso que le ocupa, y se expande a todo el entramado de excesos, obsesiones, perfeccionismos y manías que no solo existían en su época sino que son extrapolables a cualquier otra.
De esta novela, el cine de la primera etapa de la URSS realizó una película en 1918. También en Francia en 1945 se realizo una película con guión de Pierre Laroche y dirigida por Lucien Ganier-Raymond.
No hay comentarios:
Publicar un comentario