martes, 3 de junio de 2014

EL TIEMPO ENTRE COSTURAS

La novela narra la historia de la joven modista Sira Quiroga quien, meses antes del inicio de la Guerra Civil, abandona Madrid para instalarse en Tánger por amor, donde, tras una traición, sus dotes como costurera unirán su destino al de personajes como Rosalinda Fox, Juan Luis Beigbeder o Alan Hillgarth.
Con ingredientes históricos, románticos, de intriga y aventuras, el libro nos habla de una época casi olvidada, la del Protectorado español en el norte de Marruecos. La vida de la protagonista, siempre entre hilos, telas y patrones, va tomando un rumbo cada vez más apasionante merced a los contactos con las damas de la alta sociedad, primero en Tetuán y después en Madrid, a través de ellas, se convertirá en una baza muy apetecible para los servicios de información británicos, al ser la mayoría de sus clientas esposas o amantes de altos dignatarios nazis en España y por la condición de su trabajo que ofrece una tapadera poco llamativa.
Arrancando del artículo que el periodista Domingo del Pino escribió sobre una intrépida inglesa que conducía un pequeño Austin rojo camino de las fronteras del norte de África como posible espía al servicio de Su Majestad británica, María Dueñas construye un relato de trama apasionante en el que mezcla personajes históricos y otros, sobre todo el de la protagonista, fruto de su imaginación, engarzando hábilmente lo real y lo imaginado, con personajes bien definidos y con una gran capacidad descriptiva, por más que en algunas ocasiones se la vaya un poco la mano, pero estamos hablando de su primera novela y el trabajo final, en conjunto, es realmente notable.
Magníficamente ambientada (parte de la familia de la familia de María Dueñas vivió en Tetuan) y bastante bien documentada, aunque alguna vez esté en el filo de dejarse llevar por cierto convencionalismo, casi siempre sabe salir a tiempo de la trampa. Precisamente en los momentos en los que parece que el ritmo narrativo va a decaer o a entrar en una deriva poco imaginativa, la introducción de ciertos personajes en momentos adecuados, hace que la historia remonte y, además, en mi opinión, hay dos cosas que la sostienen en todo momento y que como lector le agradezco, lo tremendamente interesante que resulta la trama y que no se extienda más de la cuenta en los episodios de intriga y suspense, eso da viveza a la narración y nos libra de esa sensación molesta que le queda a uno cuando parece que el autor ha encontrado un filón y se explaya con cierta autocomplacencia en el mismo.
De cualquier manera, mi preferencia personal es la primera parte de la novela, incluso, la segunda, me han parecido de gran nivel, no sé en qué fuentes ha bebido la autora, me refiero a fuentes literarias, a su estilo, no a la propia trama de la novela, pero para mí, en algunos momentos, sobre todo de estas dos primeras partes, me han traído a la cabeza recuerdos galdosianos y creo que no es gratuito que el amigo y vecino de Sira, Félix Aranda, cuando intenta introducirla en el gusto por la lectura, el primer libro que le presta es "Fortunata y Jacinta". Expresado mi gusto personal, debo añadir que quizá a muchos de los lectores la parte que más les atraiga se precisamente la cuarta y última, donde la acción se vuelve trepidante.
También me han gustado mucho los diálogos de Sira con Rosalinda Fox, con su peculiar spanglish, que nos proporcionan algunos de los momentos más divertidos de la novela, junto a los protagonizados por la impagable Candelaria.
Hay un pasaje en el capítulo 16, que me ha llamado la atención, un reflejo en palabras de la película de Woody Allen Match Point y si no, vean: Como una pelota de tenis disparada por la modelo del figurín pintado por mi vecino, una pelota fallida propulsada por una grácil jugadora vestida de Schiaparelli: una bola que no cruza el campo, sino que, durante la eternidad de unos cuantos segundos, se mantiene haciendo equilibrios sobre la red antes de precipitarse a uno de los lados, dudando entre otorgar el tanto a la tenista glamurosa esbozada con trazos de pastel o a su anónima contraria.
Es evidente que a la novela, pese a su gran nivel y más viniendo de una autora novel, le falta algo para ser esa gran novela que en algunos momentos se intuye pudo llegar a ser, quizá ciertos altibajos en algunos instantes, quizá haberse excedido con algún capítulo del que se podría haber prescindido o enfocado de otra manera, desde luego, desde mi punto de vista, por el epílogo que no me ha parecido a la altura y que yo hubiera suprimido, de cualquier modo, repito que me ha gustado y me ha parecido una magnífica novela con una prosa de gran nivel.



8 comentarios:

  1. Te doy, una vez más, la razón: la conclusión regular sólo, pero la obra está, sobre todo muy bien escrita, bajo mi punto de vista. La forma prevalece sobre el fondo y a mí me convence.
    Una curiosidad: Álvarez Beigbeder; su descendiente es mi editor. Sorpresas te da la vida jajaja.
    Otra coincidencia: lo de Match Point también me sucedió, cinefilos "semos"
    Saludos.

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  2. Ni he leído el libro ni he visto la serie de televisión y eso que le dieron bombo.

    Saludos Trecce.

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  3. A mí me gustó, pero tampoco me pareció para el bombo exagerado que le dieron...la serie no la vi porque casi nunca están a altura de lo que tu imaginación ya se ha forjado, si sucede al revés y ves primero la película el resultado es menos decepcionante porque adaptas los personajes a lo que has visto como me ocurrió con El Clan del Oso Cavernario.

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    1. El bombo se lo darían a la serie, porque el libro fue sacado al mercado con bastante economía de medios y apenas publicidad, pero funcionó eso que llamamos el boca-oreja y fue cuando empezaron las ventas que superaban lo esperado, cuando el libro empezó a tener mucho eco en los medios, algo lógico, llama más la atención que se venda un libro que apenas ha sido publicitado porque lo primero que pensamos es qué tendrá para que se venda así.

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  4. A mi me ha gustado mucho la reseña.
    Coincido en la gran aportación que supone descubrir el Protectorado español como lugar literario (en eso esta novela es pionera y hay que reconocerle el mérito) y también la buena construcción de la historia. Sin embargo, para mi gusto, el personaje de Sira Quiroga es demasiano actual, en su lenguaje y conducta.
    Y no es que resulte inverosímil que en aquella época una mujer sufriera tantas peripecias, es el modo de transmitirlo; no termina de convencerme. Y bien que lo siento porque eso marca la diferencia entre una buena novela y una obra maestra.

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    1. Buen apunte, pero a mí me han rechinado tantas pequeñas cosillas que esta me parece una más, aunque es cierto que tiene gran importancia al tratarse de la protagonista. Son pequeños detalles, situaciones concretas a lo largo de la novela que, al leerlas, me producían una pequeña sensación de decepción, pero no porque estuvieran mal resueltas o no transmitieran bien lo que la autora quería decir (que también), sino porque pensaba en eso que comentas y me decía a mí mismo: ¡Ay que pena!, has podido ser una de las grandes, María y estos detallitos te alejan del Olimpo.

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