miércoles, 10 de diciembre de 2025

SALVATORE GIULIANO

 


La película sigue los pasos de algunos acontecimientos en la vida de Salvatore Giuliano (Pietro Cammarata) (1922-1950), un mítico bandido e independentista siciliano, cuyo cadáver, abatido a tiros, apareció en el patio de una vivienda siciliana de Castelvetrano el 5 de julio de 1950.


Tras la muerte de Giuliano habrá un juicio por la conocida como "Masacre de Portella della Ginestra", en el que 11 personas (entre ellas cuatro niños) resultaron muertas y 27 heridas, por los hombres de Giuliano, cuando asistían a las celebraciones del 1º de Mayo, pocos días después de que el Bloque Popular (coalición entre comunistas y socialistas), ganara las elecciones a la Asamblea Constituyente de la recién declarada Región Autónoma de Sicilia. 
Y es que nada es lo que parece en la vida de este peculiar bandido utilizado por unos y por otros (la derecha conservadora, los independentistas sicilianos, la C.I.A., los carabinieri o la mafia). ¿Ese juicio servirá para aclarar la verdad o el código de silencio servirá para proteger a los poderosos?


Francesco Rosi toma distancia sobre la figura del bandido, al que solo vemos el rostro cuando está muerto, aunque, bien en figura, con esa especie de gabardina blanca, bien de espaldas, o con el rostro tapado o a través de su voz, o bien en espíritu, está presente en casi todo el film.
La frialdad con que transcurre la narración forma parte del plan de Rosi de mostrar y dejar al espectador analizar lo que está sucediendo ante sus ojos, sin demostrar mayor o menor empatía con Giuliano y es que, al fin y a la postre, lo que al realizador italiano le interesa no es tanto la figura y la trayectoria de Salvatore, sino que centra la atención sobre el atraso endémico de Sicilia, sobre las relaciones entre mafia, bandolerismo, poder político y poder económico, es decir, sobre las causas de lo que los italianos llaman el "problema meridional".




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