martes, 15 de octubre de 2024

EL TURISTA ACCIDENTAL

 

Tras la pérdida de su hijo, un aburrido escritor de guías de viaje para hombres de negocios, se sumerge en una crisis de tristeza y melancolía que desemboca en la ruptura de su matrimonio. Justo entonces conoce a una adiestradora de perros jovial y dicharachera con la que entabla una relación que le lleva a recuperar el optimismo y las ganas de vivir. Macon odia viajar y escribe las guías porque son su medio de vida. 
La novela está poblada de personajes secundarios muy interesantes: La propia Muriel, la adiestradora de perros, una mujer que podríamos considerar algo rara, quizá un poco hippie, madre de un niño que sufre un montón de problemas físicos, pero que ha tenido que luchar e ingeniárselas de mil maneras para salir adelante; la propia mujer de Macon, Sarah; sus hermanos y su hermana Rose, una familia un tanto excéntrica y Julian, el editor de Macon, un personaje también entrañable por el que acabamos teniendo simpatía.
Y también está Edward, el perro de Macon, que antes lo fue de su hijo fallecido y del que Macon no quiere desprenderse de ninguna forma a pesar de los quebraderos de cabeza que le da. Edward es un personaje muy importante en el devenir de los acontecimientos, está muy bien descrito y seguro que a aquellos que tengan un perro por mascota les hará disfrutar con sus andanzas.
Macon, el hombre al que incomoda que le saquen de su zona de confort, descubrirá a través de Muriel, que hay otra forma de vivir la vida y que no todo tiene por qué estar clasificado y ordenado, a veces un poco de descontrol, te hace sentir más vivo, sobre todo en momentos en que tu vida entra en declive por alguna circunstancia concreta.
Un libro con momentos muy divertidos y una historia a la que Anne Tyler sabe sacar mucho jugo.
La novela fue llevada al cine en 1988 por Lawrence Kasdan, con William Hurt, Geena Davis y Kathleen Turner en los papeles protagonistas. 



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