jueves, 30 de agosto de 2018

EL HOMBRE SIN SOMBRA

Sebastian Caine (Kevin Bacon), es un biólogo molecular brillante, pero megalómano, y está trabajando en un suero de invisibilidad para el ejército de los EE. UU., así como en un suero que devolverá al sujeto a la visibilidad. Sebastian ha estado intentando perfeccionar la fórmula durante los últimos cuatro años, y lleva a cabo sus experimentos con animales mantenidos dentro de un laboratorio militar de alto secreto, accesible solo para él y su personal. Su proyecto actual está invirtiendo el efecto de invisibilidad en su sujeto de prueba, una gorila llamada Isabelle. Trabajando hasta tarde una noche en la reconfiguración del modelo molecular de la proteína irradiada que restaurará a Isabelle a la visibilidad, resuelve el problema e inmediatamente informa de su éxito a los mejores miembros de su personal.
Aunque el trabajo en el suero ocupa casi todas sus horas de vigilia, Sebastian se obsesiona con su ex novia la Dra. Linda McKay (Elisabeth Shue), una científica que está en su equipo. Sin él saberlo, ella ha iniciado una relación con el Dr. Matt Kensington (Josh Brolin), otro miembro de su grupo de investigación.
En lugar de reportar su éxito al ejército, Sebastian miente inexplicablemente ante el comité de supervisión, incluido su antiguo profesor, el Dr. Howard Kramer (William Devane), y convence a Linda y Matt para que le encubran.
Sebastian realiza algunas pruebas clínicas sobre sí mismo, pero cuando llega el momento de volver a la visibilidad después de tres días, la reversión falla y casi lo mata.


Para poder usar el título que lleva la versión original, los productores compraron los derechos de la novela "Hollow Man" de Dan Simmons. La novela no tiene nada que ver con hombres invisibles.
En realidad el guión se basa libremente en la novela de H. G. Wells "El hombre invisible", tratando de acercar la historia a finales del siglo XX.


En general, casi todo el mundo, incluso aquellos que dan por buena la película, están de acuerdo en que el guión es flojo y es que hay momentos en que el film se vuelve un tanto vulgar. Con un inicio que consigue mantener cierta intriga, después el protagonista deviene en una especie de obseso sexual, un pervertido que parece que su principal obsesión para sacar partido de su nueva situación es violar mujeres.
Lo mejor de la película son los espectaculares efectos especiales que consiguen dejarle a uno con la boca abierta.
Su realizador, Paul Verhoeven, nunca estuvo contento con el film que, según el, podría haber dirigido cualquier realizador con un mínimo de experiencia. Es cierto que obtuvo buenos resultados de taquilla, pero Verhoeven, en alguna entrevista, señaló que, tras fracasar algunos de sus últimos proyectos, aceptó el trabajo como un negocio.
La película es entretenida, pero un poco burda en algunos momentos, sobre todo en el tramo final.




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