miércoles, 15 de agosto de 2018

CUATRO HIJOS

En Burgendorf, un pequeño y tranquilo pueblo de Baviera, viven la señora Bernle (Margaret Mann) y sus cuatro hijos. Franz (Francis X. Bushman Jr.) está en el ejército, Johann (Charles Morton) trabaja en la forja, Andreas (George Meeker) cuida las ovejas. Joseph (James Hall) viaja en un carro de heno con una chica guapa cuando parte del heno cae, aterrizando sobre el temible comandante Von Stomm (Earle Foxe) y Joseph recibe una bofetada del oficial.
El jovial cartero (Albert Gran) ha traído una carta de Estados Unidos que anuncia a Joseph una oferta de trabajo en aquel país, pero no es fácil llegar hasta allí, el viaje resulta muy caro. Es el cumpleaños de la madre Bernle y la mayor parte de la ciudad se reúne para bailar. La madre le da a Joseph el dinero que ha estado ahorrando durante toda su vida para que pueda hacer el viaje hasta el otro lado del mar. Es "Der Tag", el día en que se declara la guerra. Franz y Johann están entusiasmados con sus nuevos uniformes. Pero Estados Unidos sigue siendo neutral. Joseph ya en el país que le acoge, trabaja en el Delicatessen alemán-estadounidense con su esposa Annabelle (June Collyer). Los informes de las primeras batallas alemanas con los rusos son buenas. Entonces, ¿por qué el cartero lleva una carta de bordes negros para Mother Bernle? Cuando Estados Unidos entra en la guerra, Joseph se alista. Los tiempos son muy malos en Burgendorf. Von Stomm acusa a la madre Bernle de ser la "madre de un traidor" ...


El guión se basa en una historia de I.A.R. Wylie titulada "Grandma Bernle learns her letters" ("La abuela Bernle se aprende sus cartas de memoria"), publicada por primera vez en el Saturday Evening Post.


La película es todo un homenaje al cine de Murnau, que había estado trabajando un año para la Fox y en muchos tramos de ella, los expertos ven una descarada imitación (en el mejor sentido del término) del cine que hacía el maestro alemán. Ford experimenta con la cámara y lleva a cabo planos que no estamos acostumbrados a ver en sus films. El director se fue de viaje a Alemania, junto a su esposa, a costa de Fox, en teoría para rodar exteriores para esta película, no se ve ni uno, pero todo el film parece una imitación inadvertida del estilo de Murnau, al que Ford visitó, quedando muy impresionado por sus bocetos, diseños y métodos de producción.
En general, los actores tienen muchos tics del cine mudo, exagerando los gestos y, en ocasiones, demasiado acartonados, en busca de transmitir con su expresividad los sentimientos al público, salvo en el caso de Margaret Mann, que consigue una actuación muy espontánea, haciéndonos llegar sentimientos de amor, dolor, pena o alegría, sin necesidad de caer en amaneramientos. Es el personaje más entrañable de la película.
Gran parte de la historia transcurre en Baviera y el hilo conductor de la misma es el cartero del pueblo, un simpático Albert Gran que en las primeras escenas del film, nos va presentando a algunos de los personajes con los que se encuentra en su recorrido por las calles cuando se dirige a casa de Frau Bernle, en unas secuencias muy divertidas en las que se va saludando con inacabables y aparatosas reverencias con el alcalde, el maestro...
Del mismo modo que algunas otras películas de Ford, nos pinta un mundo rural idílico y vista hoy, contiene muchas cosas que remarcan de manera exagerada la actitud acogedora de los norteamericanos, con varios sinsentidos que no se explican, dando saltos argumentales que quedan bastante inadecuados, pero en su momento fue todo un éxito y la revista Photoplay la eligió mejor película del año.




4 comentarios:

  1. hola Trecce! que maravillosa entrada que puedes apostar lo que quieras que la veremos, somos cinefilas y si gustas acercarte al blog veras unas entradas que hicimos hace muy poquito sobre los efectos especiales de esas epocas, se disfruta mucho con esas historias simples y sentidas!! gracias y un afectuoso saludobuho!!

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  2. Les tuvo que costar bastante a los actores y directores de la época el pasar del cine mudo al sonoro, y supongo que a los espectadores también.

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