jueves, 5 de julio de 2018

DON PANCHO (LIGHTNIN')

Lightin' Bill Jones (Jay Hunt) y su mujer son dueños de un modesto hotel cuyo edificio está asentado justo encima de la frontera que separa Nevada de California.
Jones, es un viejo bebedor aficionado a contar historias, hace tareas domésticas y trabajos ocasionales en el Hotel Calivada, que es administrado por su esposa y su hija adoptiva, Millie (Madge Bellamy). El hotel se había hecho famoso de la noche a la mañana, cuando las damas infelices que querían divorciarse, descubrieron que podían camuflar su residencia, recibiendo correo -y varones- en la parte californiana del hotel, mientras sus habitaciones del lado de Reno, las clasificaban como residentes en Nevada. Un par de estafadores, al enterarse de que el hotel se encuentra en un lugar por el que va a pasar el ferrocarril, invitan a la Sra. Jones (Edythe Chapman) a vender la tierra, pero, siguiendo el consejo de John Marvin (Wallace MacDonald), un joven abogado enamorado de Millie, Bill se niega a firmar la venta. La Sra, Jones lo toma como una afrenta y Bill abandona la casa y se va a vivir a un albergue para soldados veteranos. Los intrigantes persuaden a la Sra. Jones para que se divorcie de Bill, y ella lo lleva al juzgado. Sin embargo, la Sra. Jones cambia de opinión y se reconcilia con Bill. Los estafadores son arrestados y John y Millie se comprometen.
Un argumento sencillo para una comedia con algunas gotas melodramáticas.


La película trata de ser graciosa y, por momentos, lo es, aunque son contadas las ocasiones en que el humor alcanza cierta categoría y además, pierde mucho debido a su duración, no porque sea larga (poco más de hora y media), sino porque el argumento no da para tanto y en algunos pasajes pierde bastante ritmo.
La verdad es que tiene algunos momentos en que la gracia gana cierta altura, comenzando por el nombre del protagonista, al que alguien apodó "Lightnin", mote con el que se ha quedado. Lightnin es relámpago y no deja de ser una broma este apelativo cuando estamos hablando de un tipo que no da palo al agua y que se mueve como a cámara lenta. Como dice su esposa al contemplar el retrato de su boda, en que se le ve sentado y a ella de pie: "hasta para la foto tuviste que sentarte".
Voy a citar un breve diálogo que se produce en el juicio para el divorcio de una actriz, llamada Margaret Davis (Ethel Clayton) que se hospeda en el hotel:

Juez: - ¿Cuándo comenzó su marido a dar señales de que no la quería?

Margaret: - Un año antes de casarnos.




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