miércoles, 20 de mayo de 2015

EL TÚNEL

Juan Pablo Castel (Carlos Thompson), expone sus pinturas en una galería de Buenos Aires y escucha aburrido los mismos comentarios de siempre, hechos por los críticos de siempre, sobre la calidad de su obra. De pronto ve a una desconocida contemplando uno de sus cuadros (una maternidad), fijándose en un pequeño detalle del mismo que nadie ha apreciado y que a Juan Pablo le lleva a pensar que aquella mujer es la única persona que de verdad puede entenderle. Ella desaparece sin que Juan Pablo sepa quién era, pero la obsesión por aquella espectadora de su arte, le impulsa a buscarla de manera obsesiva, hasta que la encuentra. Se trata de María Iribarne (Laura Hidalgo), una bella mujer, cuyo esposo ha quedado ciego hace unos años, que perturbará la vida de Juan Pablo.
Basada en la novela del mismo título de Ernesto Sábato, adaptada por él mismo y por Leon Klimovsky, también realizador del film, en un interesante intento de hacer un cine que se sale de los parámetros puramente comerciales para llevar al espectador la historia de un alma atormentada por su peculiar personalidad.
A mí me ha parecido reconocer en el protagonista, el tipo de un maltratador bastante habitual entre los de su especie, un tipo que bajo la pátina de intelectual que forma parte de la élite culta de la sociedad, sin embargo porta consigo instintos del más rancio machismo que se entrecruzan con algún problema de tipo psicológico.


Los personajes están bastante bien perfilados y junto al desequilibrado Juan Pablo, encontramos a la bellísima y enigmática María Iribarne, una mujer cuyo pasado acabará sacando a Juan Pablo de sus cabales, ya que su manera de ser, posesiva y desconfiada, le llevará a sospechar continuamente de su amante.
La película trata de un drama existencial, con una pasión amorosa que se llevará por delante a sus protagonistas, tiene un ligero toque policiaco, pero creo que el film está carente de cierta calidad a la hora de dramatizar la acción que resulta un tanto artificial y poco convincente.
Los decorados interiores, de gran calidad, son obra del gran Gori Muñoz, del que ya hemos hablado aquí en alguna ocasión y tiene algunos planos realmente conseguidos. Para mostrarnos lo problemas mentales del protagonista, utiliza imágenes caleidoscópicas y escenarios oníricos que sugieren opresión y agobio.
El film resulta interesante, a pesar de las carencias, por el intento que supone de hacer algo diferente y tratar de acercarnos la que para algunos es la mejor obra del escritor argentino.




2 comentarios:

  1. Trecce creo que no la he visto, porque según apuntas no creo recordar nada.

    Saludos.

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