miércoles, 6 de marzo de 2019

BOYHOOD (MOMENTOS DE UNA VIDA)

Acompañamos durante doce años, algunos de los acontecimientos por los que pasa una familia de Texas: el padre Mason (Ethan Hawke), la madre Olivia (Patricia Arquette), la hija mayor Samantha (Lorelei Linklater) y el hijo pequeño, Mason Jr. (Ellar Coltrane), a los que vemos, desde los primeros años como escolar del pequeño Mason, cuando tiene seis años, hasta que llega a la mayoría de edad y comienza sus estudios universitarios. Esta fase de su historia comienza en 2002 cuando Olivia y Mason, quienes tomaron la decisión de casarse porque ella estaba embarazada, ahora están divorciadas. Un matrimonio que estaba predestinado a no durar demasiado debido, principalmente a estas circunstancias. Olivia tiene la custodia de los dos niños, y cuando el padre está cerca, Mason tiene derechos de visita durante el fin de semana, lo cual no ha ocurrido en el último año, debido a que durante este tiempo ha estado "lejos en algún lugar de Alaska", supuestamente tratando de encontrarse a sí mismo. Olivia aspira a conseguir una vida mejor para ella y los niños de una manera que también satisfaga sus propias necesidades emocionales. Los dos padres también intentan seguir adelante con su vida sentimental y de pareja en la seguridad de que nunca se va a producir una reconciliación entre ellos, en contra de las necesidades de sus hijos. El crecimiento de MJ se ve afectado por estas circunstancias y como él también se acaba convenciendo de que sus padres no volverán a estar juntos, debe aprender a vivir con esa realidad y concentrarse en vivir su propia vida y tratar de lograr sus sueños.


La película se rodó durante 45 días, de mayo de 2002 a agosto de 2013, que, en términos generales, abarca más de 4.000 días.
El método detrás de la producción de Richard Linklater fue esencialmente hacer varios cortometrajes de 10 a 15 minutos a lo largo de 12 años, cada uno representando un año en la vida del niño, y luego editarlos juntos como un largometraje.


Más que la vida del muchacho, es el retrato de una familia tipo americana, una madre que tiene un ojo pésimo para elegir a sus parejas, un padre inmaduro y unos muchachos que van pasando por estos tragos como buenamente pueden, gracias sobre todo a que la madre, a pesar de sus desastrosa vida sentimental, es una persona luchadora que consigue realizar sus sueños profesionales y que quiere a sus hijos y lo mejor para ellos a pesar de todos los tropiezos que sufre.
La idea del film no está nada mal, pero en el fondo tampoco cuenta tanto como para las casi tres horas que dura. Vemos ir creciendo al niño y a su hermana y eso habrá a quien le parezca un gran hallazgo, pero seguramente otros opinarán que se podría haber hecho igual con diferentes actores.
De otra parte, el interés que puede tener asistir al día a día de esta familia y sus pequeños y grandes conflictos, pierde algo de interés visto desde aquí debido a las diferencias culturales y a que el retrato es demasiado estereotipado, a mi juicio. Es cierto que tiene sus momentos y algunas magníficas secuencias, pero junto a ellas hay otras cuantas que tampoco es digan demasiado.


Tras un par de años de reivindicaciones igualitarias en las ceremonias de los Oscar, quiero traer aquí a colación el discurso que hizo Patricia Arquette al recibir el suyo como mejor actriz de reparto por esta película, en el que llamó la atención sobre la llamada brecha salarial, reclamando una mayor igualdad en los sueldos entre actores y actrices. Esto le supuso perder algunos contratos, pero la actriz dice que no se arrepiente de haber hecho lo que hizo.
Una actitud pionera, aunque bien reciente, ya que fue en 2015, pero fue antes de que todas estas cosas del me too alcanzaran eco en las redes sociales, pues aunque el arranque de este movimiento venía de 2006, no fue hasta 2017 cuando tuvo repercusión en Hollywood, algo en lo que influyó, sin duda, la actitud de Arquette y otras como ella.
Volviendo a hablar de la película, decir que no está mal, que está bien hecha, que las actuaciones de los dos padres están muy conseguidas y que además, en ella se puede ver la evolución del propio realizador en su trabajo, pero que me ha parecido demasiado larga para ofrecer tan solo pinceladas de calidad.




2 comentarios:

  1. Pues igual que tú: la película es correcta, pero con excesivo metraje y un cierto tufillo autocomplaciente. Me gusta más la trilogía antes del anochecer, del amanecer, etc. Otro experimento acerca de cómo el tiempo, el paso del tiempo, influye en los seres humanos y en la relación entre ellos; un tema que parece ser la obsesión de este director, cuya virtud es, precisamente la de ser un realizador personal.

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    1. Se vendió mucho eso de que los actores fueran los mismos a lo largo de más de diez años, pero, como otras cosas del film, creo que aporta poco al resultado final.

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