miércoles, 6 de enero de 2016

MARATHON MAN

Thomas Babington Levy (Dustin Hoffman), un joven que está realizando su tesis doctoral sobre la tiranía en los EE.UU., entrena diariamente en Central Park, preparándose para correr marathón, como sus ídolos Abebe Bikila y Paavo Nurmi, ambos campeones olímpicos.
El hermano de Babe, Doc (Roy Scheider), trabaja en un departamento del gobierno conocido como la División, que se encarga de casos extralegales que quedan fuera del ámbito de la CIA o del FBI, aunque Babe cree que se dedica al negocio petrolífero.
Un accidente en las calles de Nueva York, vendrá a cambiar la vida de Babe, sin que éste sepa por qué le está ocurriendo aquello a él. En el accidente de tráfico, mueren dos ancianos que conducían temerariamente por las calles del barrio judio en plena celebración del Yon Kippur, estrellándose ambos vehículos contra un camión de fuel. Uno de ellos es hermano del Dr. Christian Szell (Laurence Olivier), un antiguo nazi, cuyas prácticas sádicas con los prisioneros judíos tuvieron lugar en el campo de Auswitch, donde era conocido como "El ángel blanco", por el color de su pelo. El hermano de Szell, le enviaba periódicamente a su refugio en Paraguay, diamantes que tenía escondidos en una caja de seguridad de un banco de Nueva York, pero al fallecer, se interrumpen los envíos y Szell se ve obligado a viajar a Nueva York, pues es el único que poseé otra llave para abrir la mencionada caja.


Basado en un best seller del escritor William Goldman que, a su vez, firma el guión del film, aunque los productores encargaron a Robert Towne que reescribiera el final, algo que, lógicamente, no gustó a Goldman que, por otra parte, consideraba que esos cambios empeoraban el conjunto de la película.
De lo mejor del film, la fotografía de Conrad Hall y ver en pantalla a Laurence Olivier que tuvo que hacer no pocos esfuerzos para sacar adelante su papel, pues estaba en tratamiento contra el cáncer. Su actuación le valió la nominación al Oscar como mejor secundario.


Intenso thriller de John Schlesinger, en el que maneja muy bien el ambiente opresivo que consigue a partir del secuestro del protagonista, aunque quizá la primera parte de la película es algo lenta.
En general, se observan la cantidad de manipulaciones (en el buen sentido, claro), que hace el guionista y autor del libro, para llevarnos a donde quiere, con un montón de situaciones que no quedan explicadas y que parece que se saca de la chistera según conviene.
Ponga un nazi en la trama y obtendrá éxito y así fue con el libro superventas de Goldman. La película es entretenimiento por encima de todo (que no es poco), pero no intenten entender todo lo que ocurre.
Como curiosidad, entre un montón de periódicos del día que relatan el accidente en el que pierde la vida el hermano de Szell, se puede ver la portada del diario madrileño "Ya".




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