viernes, 8 de enero de 2021

EL RÍO

 


Tres jóvenes adolescentes que se encuentran en India, verán alteradas sus vidas por la llegada del Capitán John (Thomas E. Breen), que ha perdido una pierna en servicio activo y cautiva a los tres muchachas: Harriet (Patricia Walters), de catorce años, tiene cuatro hermanos y espera otro, su padre es el director de la fábrica que transforma el yute; su hermosa amiga Valerie (Adrienne Corri), es hija de los dueños de la fábrica y está pasando allí sus vacaciones y Melanie (Radha), hija de un británico y de una hindú, acaba de llegar del internado británico donde su padre la había enviado. Cada una de ellas desarrolla sentimientos románticos hacia este joven heroico y enigmático.


El guión se basa en la novela del mismo nombre de la británica Margaret Rumer Godden que, en su momento, calificó de exquisita la adaptación de su libro a la pantalla. Adaptación en la que su realizador, Jean Renoir, introdujo varias novedades en el argumento, conservando magníficamente el espíritu de la novela y logrando una de las películas más bellas de la historia del cine, con un inolvidable uso del color y con unos medidos toques documentales.


A mí el argumento romántico de la película no me ha parecido nada del otro mundo, nos cuenta el despertar amoroso de tres adolescentes y sus devaneos con el joven capitán que ha llegado huyendo de sus fantasmas, aunque es cierto que tiene sus momentos. Con una utilización de la voz en off de Harriet , narradora de la historia, que me ha parecido reiterativo y que muchos, por contra, consideran adecuado al tono de la película. 
El símil del río y la vida es antiguo, ya Jorge Manrique dijo aquello de "Nuestras vidas son los ríos..." y aquí, Renoir conviete al Ganges en un personaje de la película del que hace una descripción muy emotiva y acertada, con toda la vida que se desarrolla en sus aguas, en sus orillas y la placidez de su discurrir contrapuesta al ímpetu pasional que viven las muchachas. Se nota el amor del realizador por el país asiático, plasmado en sus magníficas descripciones etnográficas, con explicaciones, incluso detalladas de usos y costumbres, del duro trabajo de los nativos, de la situación de dominio de los occidentales, de las fiestas, creencias, dioses (orígenes y significado de sus figuras) y del discurrir diario de las vidas de quienes allí habitan. 
Entre otros muchos detalles muy logrados, hay toda una declaración de principios respecto a la infancia, una especie de discurso que hace Mr. John (Arthur Shields), padre de Melanie y primo y anfitrión del capitán, cuando muere el hermano de Harriet a consecuencia de la picadura de una cobra cuando jugaba con su flauta intentando amaestrarla como había visto hacer en el mercado local y que no puedo menos que reproducir: 

Deberíamos celebrar que un niño haya muerto como un niño. Que un niño haya escapado. Les encerramos en nuestras escuelas. Les inculcamos nuestros estúpidos tabúes. Les enredamos en nuestras guerras y no lo pueden resistir. No tienen armaduras, así que los matamos. Masacramos a los inocentes. Y el mundo es de los niños... el mundo real. Trepan a los árboles y se revuelcan en la hierba. Son parecidos a las hormigas y libres como los pájaros. Son como los animales. No se avergüenzan. Saben lo que es importante. Que ha nacido un ratón o que una hoja cae en el estanque. Si el mundo estuviera hecho de niños... 

Un film muy emotivo, muy bonito y de una calidad técnica y estética de gran nivel. Una estupenda película, muy hermosa y a la que Martin Scorsese calificó como "una de las dos películas en color más hermosas jamás realizadas" y una de sus "experiencias cinematográficas más formativas".




9 comentarios:

  1. No dices el año de la realización, pero igual. Por lo visto, retrata muy bien un momento histórico de la India ¿acaso la época victoriana?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La película es de 1951 y está ambientada ya en época postcolonial.

      Eliminar
  2. Al margen de la indudable maestría de Renoir, conviene tener en cuenta que el gran Satyajit Ray (1921–1992), del que este año se celebra el centenario, trabajó como ayudante de dirección en esta película.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo hizo aunque no figure en los créditos. Los que si estaban acreditados fueron Bansi Ashe, Harisadhan Dasgupta y Sukhamoy Sen.
      Con tanto asistente, es difícil saber lo que cada cual aportó.

      Eliminar
  3. Que tal Trecce!
    Una de esas películas que cuando ves por primera vez te deja la sensación de que has presenciado algo extraordinario.
    Saludos!

    ResponderEliminar
  4. No sé qué opinaría el niño muerto de esa opinión acerca de su "fuga", no la veo de mucho consuelo para sus padres.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues visto así, la verdad, supongo que no se consuelan con eso.

      Eliminar