jueves, 28 de enero de 2021

ALTA SOCIEDAD

 


Jang Tae-joon (Park Hae-il), profesor de economía en la Universidad Nacional de Seúl, respetado y querido por los estudiantes, se convierte en un héroe a los ojos del público en un debate televisivo y cuando salva a un hombre que se ha prendido fuego. A raíz de la popularidad, decide dedicarse a la política, participar en las elecciones parlamentarias y supervisar la creación de un banco social. Mientras tanto, su esposa Oh Soo-yeon (Soo Ae), subdirectora de una galería de arte contemporáneo, intenta por todos los medios ocupar el lugar de su directora. Por esto, le ruega a Shin Ji-ho (Jin-wook Lee), un conocido fotógrafo, que haga una exposición con ellos y tiene una aventura con él. Ambos cónyuges ingresan en la alta sociedad, donde políticos, bandidos y herederos de familias adineradas realizan transacciones secretas; ambos hacen todo lo posible para llegar a la élite, pero para ello, habrán de pagar un precio.


Una guapa y exitosa pareja de profesionales con alto nivel de formación, cultos e inteligentes, pero con ansias de ascender en la escala social, se verá arrollada por el mundo turbulento que se esconde tras los oropeles de la riqueza y el poder. Toda la porquería oculta bajo las alfombras de la política y el mundo de las artes plásticas sale a relucir. Si eres invitado a participar en el festín de dinero y poder y procedes de un nivel inferior, tendrás que pagar un precio, el de aceptar las ruindades y manejos que todos conocemos, que de cuando en cuando, incluso llegan a los tribunales, pero que la mayoría de las veces se quedan en más que fundadas sospechas, incluso realidades, que los poderosos a base de dinero e influencias, se encargan de que sean imposibles de probar y si hay que matar, pues ¡qué se la va hacer!
De fondo, la relación amorosa de ambos protagonistas, con infidelidades y reproches que no son sino reflejo de la situación que atraviesa la propia Corea del Sur y otros países asiáticos con economías emergentes, cuyo éxito en los mercados viene de la mano de las tremendas desigualdades sociales que genera y de pisotear los derechos laborales y sociales de quienes aportan su esfuerzo para que unos pocos se lleven los réditos.


Bien interpretada y con un guión bastante sólido y bien trabajado que lleva la firma del propio realizador, Byeon Hyeok, la película tiene un elevado nivel técnico y artístico, con algunas secuencias realmente llamativas, como el trávelling aéreo del comienzo, las que se centran en detalles concretos o las abundantes en que el juego de espejos que multiplican las imágenes o las paredes traslúcidas que representan el mundo de falsa realidad en que se desarrolla la narración. Se muestra un ambiente sofisticado, con decoraciones modernas y fastuosas, aunque muchas veces exageradas y fuera de sitio, que muestran el mundo de estos personajes poderosos que llevan los símbolos de ese poder a todos los lugares y ambientes en que se desarrollan sus vidas. 
Una película muy interesante, plagada de simbolismo, con diálogos de alto nivel, que se hace entretenida a pesar de sus más de dos horas de duración y que deja al descubierto todas las miserias de la política y sus conexiones de dependencia con los centros de poder financiero.




2 comentarios:

  1. Hola... he seguido tus huellas y aquí estoy.
    No he visto un gran qué de películas asiáticas, más allá de los clásicos de samurái y así... tendré en cuenta esta entrada la próxima vez que busque películas.

    Muy interesante espacio... con tu permiso, por aquí me quedo.
    Un beso.

    ResponderEliminar