jueves, 25 de enero de 2018

POESÍA SIN FIN

El peculiar cineasta Alejandro Jodorowsky cuenta la historia de sí mismo, aquel joven que, en un tiempo ya lejano, se convirtió en poeta en Chile, se hizo amigo de otros artistas y se liberó de los límites que le imponía su propia condición de joven.
En la década de 1940, en Chile, el joven soñador, Alejandro Jodorowsky (Jeremias Herskovits), ansía salir de la sombra de su padre insoportable, anhelando convertirse en poeta.
Cuando el adolescente de ojos despiertos descubra la poesía de Federico García Lorca, rechazará una vida predestinada y un futuro asegurado ejerciendo como médico.
Varios años más tarde, Alejandro (Adan Jodorowsky) se encontrará con su musa, la poetisa punk, Stella Díaz Varín (Pamela Flores). En el seno del bohemio Santiago, el aspirante a poeta reunirá a amigos y mentores como el poeta y novelista Enrique Lihn (Leandro Taub) y el también poeta Nicanor Parra (Felipe Ríos), por aquel entonces, prometedores artistas jóvenes pero desconocidos que más tarde se convertirían en figuras destacadas de la literatura hispana del siglo XX. Inspirándose en la belleza de la existencia junto a estos seres, explorando la vida juntos, auténtica y libremente, ellos serán sus acompañantes en una búsqueda interminable de elegancia, iluminación y Poesía sin fin.


Es el segundo largometraje en el que el cineasta chileno naturalizado francés, Alejandro Jodorowsky, se inspira en su propia biografía. Forma parte de un ambicioso proyecto, una pentalogía en la que el autor cuenta sus experiencias a lo largo de su vida.


En esta ocasión se centra en su adolescencia y primera juventud, hasta que emprendió el camino de París.
Para algunos, una muestra más de egolatría de este particular artista, para sus incondicionales, otra película de culto en la que el "maestro" nos acerca su particular visión de la vida ("la vida hay que vivirla"), llena de peculiaridades rodeado de una serie de personajes que marcaron una época en la cultura del país andino, sobre todo su gran amigo Enrique Lihn, pero también otros como Nicanor Parra o las hermanas Cereceda.
Como en otras películas de Jodorowsky, junto al resto de figurantes aparecen enanos y personas con minusvalías físicas, como si de ese modo quisiera subrayar el ambiente onírico que nos pinta, que recuerda, aunque sea de lejos el cine de Buñuel o Fellini, en el que también aparecen lugares emblemáticos de la ciudad de Santiago de aquella época.


Ambientación surrealista, muy cuidada, con un final en el que aparece un alegato contra el fascismo, con un alter ego de Pinochet rodeado de símbolos nazis, visualmente muy llamativo (como el resto del film), pero cuya inclusión me ha parecido forzada, dado que todo eso sucedió muchos años después del relato que centra la película, tal vez tenga dudas de poder realizar el resto del proyecto y no quería dejar sin tocar este asunto.
En definitiva, el film sigue la línea iconoclasta del artista chileno, desde luego no es para el gusto de todos los espectadores, lo que ocurre es que lo que antaño se veía como rompedor y en busca de una línea diferente del concepto cinematográfico, sobre todo con sus primeras películas (El topo), ahora suena un poco a más de lo mismo.


P.S.: Anteayer, martes 23 de febrero de 2018, a la edad de 103 años, falleció el poeta chileno Nicanor Parra, Premio Cervantes 2011, miembro de una saga familiar muy vinculada al mundo del arte (era hermano de la cantautora Violeta Parra). El personaje de Nicanor Parra tiene un breve papel en esta película, valga esta referencia como un pequeño homenaje a su figura. D.E.P.



2 comentarios:

  1. Muy claro lo tenía que tener, dedicarse a la poesía, teniendo más cerca una profesión como la de médico que es mucho más segura. Me enteré de la muerte del poeta chileno, bueno al menos el hombre ha tenido una vida muy longeva.

    Salud Trecce

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    1. De hecho, cuando le concedieron el Cervantes, la opinión generalizada es que le llegaba muy tarde, ya entonces era muy mayor.

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