jueves, 10 de agosto de 2017

EL PUENTE DE REMAGEN

Estamos en los meses finales de la II Guerra Mundial, cuando los ejércitos aliados han conseguido llegar a las puertas de territorio alemán.
Hasta ese momento, los alemanes han vivido una guerra que se libraba fuera de sus fronteras, si bien es cierto que los bombardeos, cada vez más continuos, ya les llevaban castigando desde tiempo atrás. Sin embargo, a partir de que las tropas aliadas llegan a las fronteras germanas, van a sentir en su propio suelo lo que ellos han estado haciendo durante años con las naciones vecinas: serán ocupados por tropas extranjeras.
Pero para que esto se produzca, los aliados buscan desesperadamente una manera segura de atravesar el Rin (Rhein en alemán), un río que se presenta como una barrera infranqueable. Los alemanes, en su desesperado repliegue, han ido volando todos y cada uno de los puentes que unen las dos orillas de este río, de modo que el 1 de marzo de 1945, sólo quedaban cuatro puentes sobre el Rin: en Colonia, Bonn, Urmitz y Remagen. Los alemanes hicieron estallar el puente Hohenzollern en Colonia el 6 de marzo; el puente de Bonn en la tarde del 8 de marzo; y el príncipe Wilhelm (un puente ferroviario) en Urmitz el 9 de marzo. Los norteamericanos descubren que, increiblemente, el puente de Ludendorff en Remagen, continúa intacto, aunque los alemanes se aprestan a su voladura a costa de quedar a 50.000 de sus soldados, lo que resta del XV Ejército, en la orilla equivocada. ¿Lo harán dejando a tantos hombres copados a merced del enemigo? ¿Lograrán los norteamericanos salvar el puente antes de que salte por los aires?


El film narra los hechos ocurridos alrededor del Puente de Ludendorff, el único que sobrevivió a la destrucción sistemática de las comunicaciones entre ambas orillas del Rin cuando el ejército germano comenzó el repliegue a su propio territorio. Hitler había dado la orden de que ninguna fuerza extranjera pisara el suelo de la amada patria, como si eso dependiera de su voluntad o de la fe ciega que en él mantenían aún una parte de los combatientes y de la población, cada vez menos, es cierto.
El caso es que el puente no pudo ser dinamitado porque la tubería metálica por la que discurrían los cables que unían los explosivos al detonador, había sido dañada por el fuego artillero y cuando se procedió a ejecutar el plan B, que consistía en encender una mecha al modo tradicional, la baja calidad y escasa potencia de los explosivos que les habían enviado, hizo que la detonación que, al final se produjo, no consiguiera derribar el puente.
En cualquier caso, debido a los daños estructurales, el puente se derrumbó diez días después de ser tomado por los aliados, no sin antes haber permitido el paso de vehículos y tropas al otro lado.


Los hechos históricos se recogen con veracidad a grandes rasgos y se nos cuentan a través del avance de un contingente blindado de reconocimiento, que los americanos envían por delante del grueso de las tropas.
Esta patrulla, al mando del teniente Phil Hartman (George Segal) y su segundo, el sargento Angelo (Ben Gazzara), no encuentra tregua en su avance, sin apenas descanso, muertos de sueño y fatiga, van quedando diezmados y serán la avanzadilla que hará posible la toma del puente defendido por un puñado de hombres, bajo el mando del mayor Paul Kreuger (Robert Vaughn).
La película narra la tensión que existe entre estos hombres, enviados al sacrificio, pues como dice un general norteamericano, más vale perder cien hombre si con ellos salvamos miles de vidas, que se enfrenta a las decisiones de sus superiores, pero que acaba acatando, a pesar de ver como van cayendo la mayor parte de los integrantes de la patrulla.
El film retrata con cierta ecuanimidad a los contendientes, los alemanes son tratados con respeto y como combatientes esforzados que cumplen las órdenes con valor. ¿Que barren para casa en algunas cosas?, bueno es lógico, pero no lo hacen con el descaro que en algunas otras películas, de hecho puede pasar desapercibido para el espectador medio y si se ve a los norteamericanos descontentos con las órdenes de sus superiores, lo mismo se refleja en los alemanes que esperan unos refuerzos que nunca llegarán, al tiempo que se les exige resistencia hasta más allá del límite.


Bastante bien fotografiada, con algunos planos realmente brillantes, las escenas bélicas son de gran calidad, de lo mejor que he visto, tanto los combates artilleros, como el avance de los tanques, sin recrearse en ese recurso tan típico de la colocación de los explosivos para crear tensión en el espectador, no le hace falta recurrir a ello, porque, sobre todo en la segunda parte, el film tiene suficiente brío como para mantener el interés.
Buena ambientación, con detalles muy cuidados en cuanto a uniformidad, armamento, etc. Un ejempo: Algunos de los jeeps que emplea la patrulla norteamericana, llevan una barra vertical en la parte delantera. Esto está tomado de la realidad y era para cortar los finos cables colocados por los alemanes entre dos árboles, que conseguían en algunas ocasiones decapitar a los soldados enemigos.
Una buena película bélica, sin grandes estrellas en el reparto, pero con algunos de los grandes secundarios del cine de Hollywood, lo que contribuye a dar protagonismo al conjunto sin centrarse especialmente en ninguno de ellos.
Como anécdota, contar que el film comenzó a rodarse en Checoslovaquia en 1968 y se vio interrumpido por la invasión soviética, el equipo hubo de ser evacuado deprisa y corriendo en 28 taxis y el rodaje continuó en tierras de Austria e Italia.
Los agentes soviéticos difundieron el rumor de que los soldados norteamericanos de la película eran reales, cuando la mayor parte de ellos eran extras contratados entre estudiantes checos. Además los accesorios utilizados en el film, fueron presentados como prueba de los envíos de armas a los "reaccionarios" locales e incluso se informó de que tanques estadounidenses estaban circulando por las calles y ocupando las ciudades.




2 comentarios:

  1. Qué cabrones son siempre los ruskis comunistas difundiendo falsedades. Como las que cuentas de Praga.

    Este tipo de pelis creo que gusta a todo el mundo y quizá porque en el fondo todos tenemos un determinado espíritu de guerra. Fíjate en que los video-juegos más vendidos son siempre los de armas destruyendo a enemigos.

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