lunes, 28 de agosto de 2017

CHARLIE Y LA FÁBRICA DE CHOCOLATE

Charlie Bucket (Freddie Highmore) vive junto a su madre (Helena Bonham Carter), su padre (Noah Taylor), y sus dos abuelos y abuelas en una vieja casa diminuta, destartalada y con corrientes de aire, pero llena de amor. La mayoría de las noches en el hogar de los Bucket, la cena es un tazón de sopa de repollo aguada, que ellos comparten con mucho gusto. Tras la frugal cena, cuando se va a la cama, lo último que Charlie ve desde su ventana es la gran fábrica de chocolate, y se queda dormido soñando con lo que habrá dentro. Desde hace casi quince años, nadie ha visto entrar o salir de la fábrica a un solo trabajador, y tampoco han visto al propio Willy Wonka (Johnny Depp), y sin embargo, misteriosamente, se siguen elaborando grandes cantidades de chocolate que se envían a tiendas de todo el mundo. En casa de Charlie sólo entra una tableta de chocolate al año, justo por su cumpleaños, pero tendrá la suerte de encontrar uno de los cinco billetes dorados que acreditan a los ganadores del concurso para disfrutar de una visita de un día a la gigantesca fábrica de chocolate del excéntrico Willy Wonka y su equipo de Oompa-Loompas. Cuatro niños más de diferentes partes del mundo lo acompañan a través de un mundo fantástico y mágico lleno de diferentes sabores.


Basada en la novela homónima del británico Roald Dahl, de la que se han vendido más de 13 millones de ejemplares y ha sido traducida a 32 idiomas. Existe una versión de 1971, titulada Willy Bonka y la fábrica de chocolate.


Dicen que Tim Burton se dedica a adaptar al cine las historias que le gustaban cuando era niño, seguramente este es el caso.
Es cierto que ya había una versión anterior y que a unos cuantos les parece que no hacía falta este remake, pero he de señalar que, coincidiendo en lo primordial, Burton construye una historia diferente a la de la anterior película, aquí vemos una especie de sublimación del amor fraternal que se vive en una familia pobre, en contraposición con la infancia infeliz del señor Wonka, algo que se inventa Burton y que junto al castigo que van recibiendo los otros niños que acompañan a Charlie, todos ellos bastante repelentes y malcriados, viene a subrayar lo que es el principal mensaje de la película.
Nueva versión, por tanto, de este villano de los que empatizan con el público, correctamente realizada, y con horribles números musicales, se podía haber esforzado un poco más mister Burton o, sencillamente, haber prescindido de ellos.
Seguramente a los niños les gustará la historia y la película, a mí me impactó más la versión de 1971.




6 comentarios:

  1. Bonito argumento y sospecho que también bonita película.

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  2. No la he visto, pero según tu criterio, creo que vale la pena.

    Salud Trecce.

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    1. Está entretenida, pero va perdiendo a medida que avanza, creo yo.

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  3. A mi me gusta bastante, y a los niños le puedo asegurar por mi experiencia que en general también. El cuento y la moraleja se pillan bastante bien desde el principio y en ese sentido creo que se podría decir que es algo educativa. En cuanto a ciertas actuaciones y a los horrores de los números musicales, creo que Burton buscaba el esperpento y parodiar a los musicales clásicos, de una forma surrealista. Desgraciadamente no he visto la versión de 1971 y no puedo comparar

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    1. Yo estoy seguro que a los niños les encanta esta película.

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