domingo, 28 de abril de 2013

CALLAR EN VIDA Y PERDONAR EN MUERTE

En uno de los barrios más centricos y de mejor vecindario de una populosa ciudad, vive una familia compuesta por un comandante, su mujer, tres hijos pequeños y su suegra.
Era él todo un caballero en su porte, así como en su conducta; al cariño que demostraba a su mujer, que era muy joven y muy sencilla, se mezclaba la gravedad de un padre, y así formaban una familia tan unida como feliz. Era ella una paloma sin hiel, como dice la poética definición popular, y se hallaba tan satisfecha y dichosa en ser la escogida de aquel digno marido, como en ser la madre de los tres ángeles que sin cesar la rodeaban.
Un buen día se produce un crimen en la casa que habita la familia: La suegra aparece asesinada.
La justicia acudió al lugar, pero nada halló sino el mudo cadáver; vio sangrientas heridas, bocas que acusaban el crimen, pero no al criminal; y era lo extraño, que ni aun las más remotas sospechas pudieron caer sobre nadie, ni encontrarse el más leve indicio que sirviese de luz para seguir pista alguna.
Una coincidencia hará descubrir a la esposa quién es el asesino de su anciana madre, un secreto que se llevará a la tumba porque de hacerlo público arruinaría la estabilidad familiar y la buena fama y honra de uno de sus miembros.
Una historia triste, que pretende ser ejemplar, con el habitual tono moralizante con el que Fernán Caballero (Cecilia Böhl de Faber) impregna sus escritos y que vistos de la perspectiva actual resulta, cuando menos chocante. Un marido que en nuestra sociedad sería tenido por un maltrador psicológico y una esposa que lo sacrifica todo por lo que ella entiende que es el bien de su familia.
 
 
 

6 comentarios:

  1. En toda su obra se aprecia ese tono costumbrista y moralista que le fue dictando su progresivo conservadurismo católico.
    Y este cuento es un ejemplo.

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  2. Así que la suegra asesinada, la novela en vez de final feliz tiene comienzo feliz.
    Parece interesante.

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  3. ¡Hola!
    Yo creo que te puse un comentario aquí... ¿no lo has visto? A lo mejor no se grabó porque como no me acuerde de poner en modo "anónimo" esto del bloger me hace un lió tremendo... y eso que tengo cuenta de google y de wordpress...

    Te decía que no había leído nada de Fenán Caballero desde el colegio y que va siendo hora de reparar tamaño descuido.
    Gracias por el recordatorio.
    AlmaLeonor

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    Respuestas
    1. Está publicado, Alma, en la entrada en la que lo hiciste que era la del libro "Adivinanzas infantiles", con la adivinanza que enviabas incluída.
      Muhas gracias.

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