martes, 18 de mayo de 2010

LA CUARTA PREGUNTA

Más de una vez hemos oído eso de "Estar a la cuarta pregunta" y ya sabemos, más o menos, lo que quiere decirse con ello: Que uno anda mal de efectivo, vamos que no tenemos un ochavo.
Una de las explicaciones que encontré al buscar el significado, lo relacionaba con el Padre Nuestro que parece ser que contiene siete peticiones: 1) "Santificado sea tu nombre...", 2) "Venga a nosotros tu reino...", 3) "Hágase tu voluntad..." y 4) "El pan nuestro de cada día danosle hoy..." En realidad esto no son preguntas y si de verdad tiene alguna relación el dicho con todo esto, es a través del catecismo del Padre Astete, que decía: -"¿Qué pedís en la cuarta petición?
-Que nos dé Dios el mantenimiento conveniente para el cuerpo, el espiritual de la gracia y sacramentos para el alma"
No sé qué opináis vosotros, a mí no me convence.
Yo creo que el origen está en una especie de formulario tipo que se aplicaba sobre todo en los tribunales y al que se ajustaban los escribanos al comparecer los declarantes. Se les hacían una serie de preguntas que eran, más o menos, estas:
1) Nombre.
2) Edad.
3) Religión y estado.
4) Rentas y patrimonio.
Si a lo largo del proceso el juez hacía alguna pregunta que implicara que el declarante tenía que haber efectuado algún gasto, este respondía que aquella actuación, no podía haberla efectuado por estar a la cuarta pregunta.
Hay otra explicación relacionada con la costumbre de los estudiantes, que antes de comenzar con las novatadas propiamente dichas, hacían cuatro preguntas a sus compañeros: ¿Tenemos salud?, ¿Tenemos ingenio (o sabiduría)?, ¿Tenemos amores? y ¿Tenemos dinero? A las tres primeras solía responderse afirmativamente, pero claro, a la cuarta, fuera cierto o no, todos alegaban no tener dinero.
Evidentemente esto era una parodia estudiantil de los interragotorios judiciales, lo cual no quita para que, tal vez, fueran estas parodias las que popularizaron el dicho.
Me imagino a los estudiantes, parodiando al tribunal y lo que más me gusta es cómo eran hechas de verdad las preguntas, que mola más, porque lo hacían en latín y queda mucho más chulo:
-¿Salutem habemus?
-¿Ingenium habemus?
-¿Amores habemus?
-¿Pecuniam habemus?


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