jueves, 15 de agosto de 2019

IF...

Mick Travis (Malcolm McDowell) es uno de los alumnos que regresan al internado del colegio donde se desarrolla la acción de la película, para iniciar el nuevo curso.
Los novatos, por mor de las rancias tradiciones británicas que aún perduran en muchos de estos establecimientos privados, deben acatar las órdenes de los veteranos del colegio y algunos de ellos son asignados como una especie de sirvientes sin sueldo de los llamados supervisores, para los que tienen que hacer encargos y recados del tipo de servir el te o calentarles la taza del váter.
El director es una persona lejana a los alumnos, mientras el nuevo rector parece ser una persona más tolerante y cercana, pero los supervisores no están de acuerdo con sus métodos y convencen al director para puentearlo y castigar a algunos alumnos que consideran como una mala influencia para el resto.
También se nos muestra que muchos de los profesores, educadores y otros miembros del personal, sufren diversas perversiones.
Un día, después de escabullirse del campus y visitar la cercana ciudad (un acto estrictamente prohibido por las reglas de la casa), Mick roba una moto del concesionario donde se halla expuesta y conoce a una camarera local. Mientras tanto, Wallace (Richard Warwick) tiene un romance adolescente con Bobby Philips (Rupert Webster), un niño menor, a quien lleva a la cama. Se entregan a pruebas algunas veces peligrosas, como ver cuánto tiempo pueden sostener una bolsa de plástico sobre sus caras.
Mick odia todas estas situaciones, los abusos de veteranos y educadores, las ridículas pruebas y juegos en las que se ven obligados a participar, las tradiciones anticuadas... Junto a sus amigos, planea la rebelión contra este sistema.


Basada el cortometraje de Jean Vigo, Cero en conducta (1933), en el que el cineasta francés retrata sus recuerdos infantiles a través de la historia de cuatro jóvenes estudiantes que, sujetos a un estricto régimen escolar, deciden rebelarse contra la institución.
If..., obtuvo la Palma de Oro en la edición de 1969 del Festival de Cannes.


Aunque la película no tiene nada que ver con los sucesos de Mayo del 68, pues se rodó un año antes, es evidente que sigue los signos de los tiempos convulsos que corrían.
El film da la vuelta al poema de Kipling, toda una evocación del estoicismo victoriano, para llamar a la rebelión contra los valores tradicionales que incluyen unas cuantas tradiciones rancias. El discurso del general, previo a los acontecimientos que cierran la película, es toda una declaración de los principios contra los que se levantan los jóvenes contestatarios encabezados por Travis. El general habla de que los privilegios no son malos, sino que hay que saber usarlos y llama a los jóvenes colegiales a la obediencia y la sumisión.
Las secuencias en blanco y negro que se incrustan a lo largo de la película y que han dado lugar a interpretaciones de todo tipo sobre su significado, al parecer fueron incluídas de manera aleatoria.
Interesante película, por lo que tiene de testimonio de una época, lo que ocurre en el colegio es toda una metáfora sobre la sociedad del momento y los cambios que en ella se están produciendo.




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