martes, 25 de diciembre de 2018

SHARPE EN TRAFALGAR

En 1805, Richard Sharpe, regresa desde la India a Inglaterra, donde se unirá a un regimiento de reciente creación, el 95 de fusileros (los Green Jackets, por el color de sus uniformes).
El viaje lo hará en el Caliope, un barco de la Compañía de la India Oriental, al mando del capitán Peculiar Cromwell.
A bordo viaja también, junto a su marido Sir William, la encantadora Lady Grace Hale.
Debido a la traición del propio capitán, el barco es apresado por el buque francés Revenant, que ha estado acechando a las naves comerciales inglesas en el Índico.
Sin embargo, un barco de guerra inglés, el Pucelle, que persigue al Revenant y que comanda un viejo amigo de Sharpe, el capitán Chaise, les rescata y será el que les lleve de regreso al hogar.
No obstante, antes se verán en medio de la histórica batalla de Trafalgar, la más decisiva de las batallas navales hasta Midway,  en la que el almirante Nelson conseguirá destrozar la flota combinada franco-española y que tuvo tal impacto en las flotas francesa y española que ninguna de las dos se recuperó en lo que quedaba de guerras napoleónicas.
Nelson, que murió en el combate, se convirtió en el héroe británico por antonomasia, lo que no resulta extraño, si tenemos en cuenta que aquella victoria hizo cambiar los planes de Napoleón de invadir Inglaterra, haciendo marchar a su ejército hacia el este, a su gran victoria en Austerlitz.
Como decimos, Nelson fue el héroe de las guerras napoleónicas, pero también era un famoso adúltero, y la última petición que le hizo a su país fue que Gran Bretaña  cuidara de lady Hamilton, pero los políticos no cambiaron de forma de pensar, de modo que lady Hamilton murió en la miseria.
La novela es una mezcla de acción, intriga y romance, en la que Bernard Cornwell nos muestra en primer plano el fragor de la batalla, por un lado y, por otro, los amores peligrosos del protagonista con la bella Lady Grace, que llegarán a poner en peligro la vida de ambos a manos del burlado marido.
Una aventura náutica, bastante bien ambientada, culminada con uno de los enfrentamientos navales más famoso y sangriento de la historia.
Sin duda, los amantes de la prosa del autor británico, disfrutarán con esta nueva aventura del fusilero Sharpe.
Como colofón, no puedo sustraerme a traer aquí una anécdota que el autor relata en la Nota Histórica del final de la novela:
Sólo tenemos constancia de un hombre que sirviera tanto en Trafalgar como en Waterloo, Don Miguel Ricardo María Juan de la Mata Domingo Vicente Ferre Álava de Esquivel, conocido como Miguel de Álava, oficial de la armada española en 1805 que sirvió a bordo del buque insignia del almirante español, el Príncipe de Asturias.
Cuatro años después, España había cambiado de bando y las armas españolas se habían aliado con el ejército británico comandado por sir Arthur Wellesley, el futuro duque de Wellington. El general De Álava fue nombrado oficial de enlace español de Wellington hasta el final de la Guerra de la Independencia. Cuando fue nombrado embajador español en los Paises Bajos, pudo unirse a los aliados en la batalla de Waterloo, donde permaneció al lado de Wellington durante toda la jornada. No tenía ninguna necesidad de quedarse allí, pero sin duda su presencia fue de ayuda a Wellington, quien confiaba en el criterio de De Álava y apreciaba sus consejos. Casi todos los ayudantes de Wellington resultaron muertos o heridos, pero él y De Álava, salieron ilesos.



2 comentarios:

  1. Ese personaje Miguel de Alava...es un protagonista de novela. tomo nota de esto

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    1. No, no aparece en la novela, la historia que cuento, la cita Cornwell en la Nota Histórica del final de la novela.

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