viernes, 10 de marzo de 2017

CARRETERAS SECUNDARIAS

Estamos en la España de 1974, Patty Hearst está en las noticias, la salud del dictador empieza a dar los primeros síntomas de flaqueza, la televisión en color aparece en el mercado... Felipe (Fernando Ramallo) es un adolescente que viaja junto a Antonio Lozano (Antonio Resines), su padre viudo. Sú única propiedad es el Citröen DS (el mítico "tiburón") con el que van de un lado a otro. Su estrategia para vivir se basa en recorrer la costa mediterránea visitando todos los apartamentos cercanos a las zonas de playa que en temporada baja se encuentran vacíos. Por azares del destino se verán obligados a cambiar su ruta y dirigirse hacia el interior, lo que provocará una serie de cambios en su vida a los que les costará hacer frente.
Antonio pertenece a una familia pudiente, pero no se habla con ellos desde que tiempo atrás tuvo un lío con la justicia. Ahora hace trapicheos y trata de vivir a costa de los demás, lo que sea antes que ponerse a trabajar.
Su hijo, en pleno despertar sexual, no está de acuerdo con los caminos por los que transita la vida de su padre, él respeta a las mujeres y parece más inteligente y, desde luego, mucho mejor educado que su padre, a pesar de que, en parte debido a su juventud, es un rebelde.



La película está basada en la novela homónima de Ignacio Martínez de Pisón, que también es el autor del guión, tarea por la que estuvo nominado a los Goya de aquel año.
Aunque ha poco lugar al lucimiento en este apartado, el vestuario está diseñado por Lala Huete (El laberinto del fauno, entre otras).


Es una lástima que este film no logre despegar del todo, a pesar del prometedor arranque, la película se va diluyendo y entra en una sucesión de altibajos, alternando algunos tramos interesantes, incluso buenas secuencias, con otros que están bastante poco logrados.
La novela, al igual que hace la película, narra una especie de viaje iniciático de un joven, con un padre cuya vida es bastante irregular, que se mete en negocios que fracasan una vez y otra y se dedica a dar sablazos que le van metiendo en una espiral que complica su existencia cada vez más.
Creo que la historia trata de establecer un paralelismo con la situación de la España del momento, no es gratuito que la narración se sitúe en 1974, con el dictador a punto de morir y unos nuevos tiempos que aúnan ilusión y esperanza por un lado y cierto temor por otro.
Actuaciones correctas y algunos planos aéreos en los que se luce la cámara, para un film irregular, pero interesante.




4 comentarios:

  1. Recuerdo cuando publicitaron la exhibición de esta peli pero no la ví.
    Tenía buena pinta y parece por lo que dices que es mediana en sus logros.

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  2. No, no la he visto, pero parece ser la típica hecha a medida de Resines.

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    1. Aunque Resines conserva algunos de sus tics caraterísticos, es cierto que no es un film de esos hechos a su medida.

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