viernes, 4 de junio de 2010

M.A.S.H.

Si algo caracteriza a esta película es la irreverencia, el romper con los esquemas establecidos hasta ese momento. No debemos olvidar que se rodó en 1969 y aunque la Guerra de Vietnam estaba en un punto álgido de impopularidad, los viejos corsés aún apretaban. Robert Altman es un director que no goza de unanimidad, ni mucho menos, a la hora de juzgar sus trabajos, podemos encontrar críticas de todo tipo y en el caso concreto de M.A.S.H., no me extraña en absoluto, porque es de esas pelis que o te cae en gracia o te resulta un pestiño, no hay término medio. ¿Qué cómo es posible esto?, pues sencillamente por el planteamiento, Altman se decide a hacer una crítica de la guerra llenando la película de gags, de chistes, algunas veces de humor negro, de situaciones un tanto surrealistas, mezclándolo con el dolor y la desesperación de los muertos y heridos que llegan "de aquella manera" a este Mobile Army Surgical Hospital. Hay un fondo de verdad en todo esto, y es que ante el dolor, uno ha de defenderse, aunque sea a base de indisciplina y de montar juergas con sexo y alcohol en las horas libres, para así cuando lleguen los heridos, tener algo de moral para sumergirse en ese maremagnum de vísceras, miembros desgarrados y otros sinsentidos que tiene todo conflicto, claro que todo ello está caricaturizado y llevado al extremo.

Pero, sobre todo me quedo con su crítica a la guerra. Y no a cualquier guerra, Altman hace una crítica a una guerra en concreto, la del Vietnam. Pero claro, estamos en 1970, no se pueden hacer las cosas así como así. En realidad, la novela en la que está basada narra las experiencias personales de Richard Hooker como médico militar en la guerra de Corea. Altman borra toda referencia a Corea y situa la acción en un territorio neutro que puede valer para cualquier conflicto. La FOX, que producía la peli, no había puesto mucho interés en ella, estaban embarcados en proyectos como Tora!, Tora!, Tora! o Patton y por si fuera poco, se cree que más de 15 directores (nada menos), habían rechazado el proyecto con anterioridad. Con ello Altman, de manera un tanto subrepticia, cambió el guión a su antojo. Con la peli acabada, los respetables directivos de la productora, se encontraron con algo totalmente iconoclasta, escenas de sexo, palabras malsonantes, críticas a la beatería de alguno, indisciplina en un puesto avanzado en plena guerra, planteamiento de los problemas de readaptación a la vida civil de los combatientes, pero sobre todo esa crítica a una guerra a la que no se menciona nunca, pero en la que todo el mundo piensa. Para alejar un poco el "cante" que daba aquello, consiguieron que Altman hiciera una mención expresa a Corea en la introducción a la peli, pero con ello, yo creo que lo que se consigue es que el espectador piense que le están diciendo: Aunque te diga que es Corea, esto es Vietnam. Hay una buena colección de anécdotas alrededor del film, comentaré sólo alguna de ellas. Como digo, Altman alteró el guion, casi de tapadillo y el guionista se cogió un buen rebote, hasta el punto que se planteó quitar su nombre de los títulos de crédito. Resultado: El único Oscar que consiguió, es el de Mejor Guión Adaptado. Pero vamos a ver, estos de la Academia se fuman de vez en cuando, se lo toman a cachondeo o lo hacen a propósito. Donald Sutherland (el único actor de cierto "nombre", junto a Robert Duwall y qizá Tom Skerritt), al parecer aceptó el papel porque andaba un poco corto de efectivo. El caso es que Altman, tuvo algunos problemas con él y con algún otro que reclamaban más protagonismo y es que entre que el director confiaba más en el equipo, en el conjunto digamos y su particular forma de rodar, los traía un poco desesperados, les daba la impresión de que todo andaba descontrolado. Ya sabemos cómo son algunas estrellas y es que, por ejemplo en las escenas de quirófano, dejaba que todos hablaran a la vez, sin saber a quién se estaba enfocando. Esto en realidad es un truco, pero claro te la juegas a que te salga mal. En este caso salió bien, pues le daba mayor sensación de realidad y espontaneidad, de hecho tanto la crítica como el público quedaron encantados con este "efecto".

Una peli que superó las expectativas, que inauguró una nueva manera de hacer antibelicismo, rodada con un presupuesto bastante ajustado y bajo la batuta de un director recién llegado de la tele, que asustó a los productores por su humor, a veces incluso chabacano, por su crítica al sistema y por el lenguaje y que a pesar de todos los pesares, da pie a una serie de TV que tuvo gran éxito y se lleva, nada menos que la Palma de Oro en Cannes, no está nada mal.

4 comentarios:

  1. Si señor. Una peli de culto para los que nos gustó los movimientos que modificaban los viejos clichés de los géneros. Humor. Terror. romantico, etc. Un saludo

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  2. Una gran peli y de las pocas que tuvo muy buena continuación en la TV (y eso que los actores principales eran diferentes, cosa que no ocurria con "Madigan", por ejemplo).
    Saludos!

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  3. Sólo repitió un áctor, Gary Burghoff, que hacía el papel de "Radar".

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