
Hasta ahora se da por bueno que el pintor holandés se había cortado la oreja con una navaja de afeitar tras una pelea. Pero resulta que el principal sustento de la historia que conocemos es la declaración que el también pintor Paul Gauguin, prestó a la policía y lo que ahora dicen los investigadores es que, posiblemente, fue el propio Gauguin quien cortó la oreja a su colega, ya que se produjo una riña entre ambos dentro de un bar, continuando en la calle, cerca del burdel donde fue hallada y desde el cual la policía siguió el rastro de sangre que les condujo a la famosa "casa amarilla" donde ambos vivían.
Lo que sí parece claro es que el holandés no se autolesionó, ya que la profundidad de la fisura que tiene el cráneo de Van Gogh, unido al ángulo de incidencia, han llevado a los expertos a determinar que la herida fue debida a un golpe propinado por otra persona y no por él mismo. Kaufman y Wildgans, han supuesto que el autor de la lesión fue Gauguin, porque este era un experto espadachín, pero no deja de ser una hipótesis, ya que el pintor pudo haberse enfrentado con cualquier otro cliente del burdel.
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