viernes, 29 de octubre de 2010

CORTINA RASGADA

Si no fuera por lo que es, indudablemente esta película habría ganado bastante.
¿Que de qué estoy hablando?
¡Ah, perdón! Creí que estaba pensando y resulta que hablo en voz alta.
Pues que Hitchcock no pudo por menos que echar su cuarto a espadas y se dedica a pontificar sobre lo malos que eran los comunistas, lo mal que se vivía en los países del este europeo y lo listos y buenos que eran los yankis. Si todo ese mensaje que tiene la peli, lo hubiera obviado un poquito, yo creo que habría ganado, al menos ahora sería considerada bastante mejor y, sin embargo es un film casi olvidado, cuando no denostado.
Y hasta ahí estoy de acuerdo con ese buen número de aficionados en general y entendidos en particular que pone a la peli de vuelta y media.
Porque mi lectura no para en ese punto, voy un poco más lejos y ese más lejos es, en primer lugar, el momento, estamos en 1966 y las cosas estaban tal cual las pinta el film, unos eran buenos y los otros malos, hubiera sido bastante suicida hacérselo entender de otro modo al público anglosajón. Sin embargo la película le da un buen varapalo al superman americano encarnado por Paul Newman, me refiero a que se carga toda una organización que se dedica a sacar hacia occidente a gente perseguida, pone en peligro las vidas de sus miembros y a punto está de conseguir que, por su culpa, por salvar su vida, se pierdan las de todos ellos.


Sutil, sí, pero ahí queda, aunque diluído en el contexto de la película y la mujer que durante el viaje en autobús no hace sino gritar que por culpa de unos extranjeros, de unos americanos los van a matar a todos, es como decir en voz alta lo que todos estamos pensando en ese instante.


La película tiene un ritmo trepidante, está construída a base de una sucesión de secuencias en las que nos mantiene en tensión permanentemente con toda una gama de recursos de los que tan bien domina el director: Peligro inminente, situaciones sin una escapatoria posible, persecuciones...


Hay algunas escenas de esas que merecen el calificativo de memorables. La muerte de Gromek, el hombre que debe vigilar a Newman, una verdadera chapuza de asesinato, donde el tipo no acaba de morir y, sin embargo eso lo hace real. Nadie nos vemos a nosotros mismos matando a quien nos ataca de un certero golpe en la cabeza, o con una puñalada dirigida al corazón, seguramente si nos viéramos en tal tesitura y lográsemos deshacernos de nuestro atacante, sería más bien al estilo que aquí se nos muestra, real como la vida misma y de forma bastante penosa y nada heroica.
Muy conocidas son también el viaje en autobús, la representación del ballet (magnífica la melodía que nos pone en tensión) o el desembarco de equipajes en el puerto sueco. Cualquiera de ellas es un prodigio de suspense que pone a prueba los nervios de quien la vea por vez primera.


Quizá el punto flojo esté en los protagonistas, Newman es un actorazo, esa mirada vale un mundo, pero es como si no acabara de encajar del todo y Julie Andrews, pasaba por allí.
Si quieres ver una peli entretenida, con suspense del bueno, aquí te presento "Cortina rasgada"




2 comentarios:

  1. La Andrews no encaja, pero Newman no está pleno. El guión tiene las dosis de ingenuidad (vista hoy). Recordar que hemos perdido la "inocencia" hace mucho. Desde esa ingenuidad, con el cariño cinéfilo y siguiendo el ciclo de Trecce... Revisitemos Cortina Rasgada. Un saludo

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  2. Es cierto, ya no la vemos con los ojos de quien sólo ve una peli, sabemos otras cosas y eso nos condiciona.

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