jueves, 8 de septiembre de 2011

EL HUNDIMIENTO

Me queda una rara sensación después de ver este film, las primeras cosas que acuden a mi mente son todas negativas. Los comentarios, las opiniones... todo negativo.
Y tengo que dejar pasar tiempo, reflexionar y tratar de ordenar ideas, porque evidentemente la película no es mala. ¿Entonces qué me ocurre? ¿Por qué siento esa especie de mal cuerpo?
Está claro que es por lo que nos cuenta, la historia en sí misma es lo que me produce esa especie de bloqueo, de decirme a mí mismo que no quiero hablar de esto, ni recordar lo que he visto, deseo borrarlo.
Y en ese momento, cuando llego a asimilar lo que me está ocurriendo, es cuando me doy cuenta de toda la magnitud de lo que he visto, cuando soy consciente de que me lo han contado de un modo tan acertado que siento horror, nausea y rechazo por una persona que es eso, exactamente eso, lo que produce.

El Hundimiento es una apuesta arriesgada, los prejuicios (fundados) que hay sobre los personajes que protagonizan la historia hacen que, en todo momento, uno se mueva en el filo de la navaja y la prueba está en que no ha estado libre de controversias.

Controversias centradas en el tratamiento que se da a la figura de Hitler, por un lado y, por otro, a la situación que se vivía en el Berlín del momento, que en algún instante puede mover a ponerse del lado de los vencidos, precisamente porque lo son.

Entiendo todo esto, hay mucha gente que jamás podrá perdonar, pero voy más allá, hay muchas personas, no sólo directamente implicadas, sino descendientes de aquellos que vivieron el horror en sus carnes, a las que yo no sé hasta qué punto tenemos, los demás, capacidad moral para pedirles que perdonen. Lo que ocurrió en aquella época, e aquella Europa de la II Guerra Mundial, por mor de la locura de uno y la complicidad o el silencio de muchos, es tan nefasto que es difícil hablar de este asunto con objetividad y no dejarse llevar por otro tipo de sentimientos.

Se le achaca a la peli que la imagen que nos da del Führer es la de un hombre enfermo, un casi anciano, que en algunos instantes mueve a lástima. Bueno, eso es quedarse en una parte. Yo la imagen que he sacado se acerca más a la de un demente, ególatra, egoísta, que si demuestra cierta ternura a la hora de tratar con los niños, por ejemplo, da siempre una imagen de hacerlo de una manera forzada, como aquel que sonríe y la sonrisa no le pega.

Los ramalazos que nos retrata de histeria, al verse acorralado y sentirse traicionado; las pataletas, los arranques de cólera, la injusticia de sus juicios sobre algunos de los que han entregado hasta su propia vida por las ideas que él defiende, son el fiel retrato de un desequilibrado peligroso.

Pero es que es precisamente esa mezcla de irracionalidad y humanidad, lo que nos crea un gran desasosiego, porque, sin que nos demos cuenta, le vemos como a una persona, un ser humano como hay varios por ahí, que no hacen lo que él hizo porque no se dan las circunstancias, pero que si se dieran, quién sabe. Y eso es lo que nos deja ese mal cuerpo al que aludía yo al principio.

Eso y la segunda parte de toda esta historia que es el coro de personas que secundan la locura que fue aquello.
Desde los más cercano, hasta los más alejados. Todo un pueblo, como he dicho en otra ocasión, ni más, ni menos que el pueblo alemán, gente culta, que si venían de una situación en la que habíanse sentido humillados, su respuesta fue pisotear todo lo que encontraron a su paso.
¿Pero a quién se le ocurre querer dominar el mundo manu militari? Y mucha gente, muchas personas de la calle, sintieron que aquello se podía hacer, sin mirar a quien machacaban, así que cuando se encontraron en el lado perdedor, se sorprendían, algunos, de la falta de consideración del Ejército Rojo que entró en Berlín a sangre y fuego y cuando los vencidos pedían clemencia, les miraban como diciendo: Haberlo pensado antes.

La película, en sí esta bastante bien, muy bien diría yo. Con una ambientación bastante buena, y un guión que trata de alternar las escenas del interior del bunker, donde en teoría, se está desarrollando la parte más importante de la historia, con la escenas exteriores en las que se empieza a entrever lo que va a ser aquello para la población civil, despreciada por una lado por algunos de sus dirigentes y acosada por los rusos, por otro. Ya hemos dicho con qué intenciones llegaban allí, ellos se acordaban de lo suyo, de cuando habían tenido a toda la Wehrmacht en su territorio. Como siempre, los paganos ya sabemos quienes son, sino que se lo pregunten a los cientos o miles de alemanas que fueron violadas en aquellos días.

Como digo, esta alternancia interior/exterior, trata, además de contarnos cómo fue la caída de Berlín, de dar cierto ritmo a la narración, cosa que en algunos momentos no llega a conseguir del todo, pero que se agradece mucho en un film de dos horas largas de duración y que contribuye, sin duda, a que no se nos haga pesada.

La banda sonora, que también está muy conseguida, tiene un algo especial, y ese algo son los disparos de las baterías rusas sobre el Berlín asediado, casi constantemente, desde el mismo inicio del film, están presentes y sus sonidos, forman parte del acompañamiento musical, macabro en este caso, de la película, contribuyendo a traspasarnos y hacernos partícipes de la sensación de agobio y de peligro constante.

Y, por fin, el gran logro del film, las interpretaciones.
Aquí sí que hay completa unanimidad en el gran trabajo que hace Bruno Ganz, que no interpreta a Hitler, él es Hitler.
Es de agradecer el gran trabajo que ha tenido que hacer este hombre, que se ha empapado del personaje y, sin duda, ha visto a todos los que le precedieron en ese papel, anotando aciertos y corrigiendo errores.

A ello, a su gran recreación del personaje, contribuye también el magnífico trabajo de caracterización que podemos ver en otro de los personajes, el de Heinrich Himmler.

Y después, todos los secundarios, absolutamente todos. Yo, por destacar a alguno, hablaré de dos mujeres, Corinna Harfouch, que da vida a Magda Goebbels y Juliane Köhler, que encarna a Eva Braun. Pero ya digo que todos los actores hacen un gran trabajo.

Película muy recomendable, de buena calidad general, con cuidado en los detalles y que nos desentraña algunas claves de la personalidad de este hombre nefasto, de su entorno más cercano y de la implicación de buena parte del pueblo alemán, por más que digan, en toda aquella horrible aventura.

4 comentarios:

  1. Era todas esas cosas que has dicho y muchas más, de modo que lo que hay que preguntarse es cómo el pueblo más culto de Europa seguía con escasa disidencia a semejante sujeto (las humillaciones y razones derivadas de sus roces con el gabacho y la Primera Gran Guerra no me parecen suficientes...)

    Por otra parte, en la actualidad hay multitud de gentes que siguen profesando el comunismo ,cuando aparte de su demostrado fracaso, tiene en su haber bastantes más millones de muertos de los que casi no se habla.
    Supongo que algo tendrá que ver Hollywood.

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  2. Los alemanes perdieron la guerra, los soviéticos (que habían firmado el tratado de no agresión, no lo olvidemos) estaban en el bando ganador. Esa es la diferencia principal en el tratamiento que reciben unos y otros.

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  3. Estoy de acuerdo y coincido en mucho de lo que dices (hace ya tiempo colgué un post sobre la cinta), una peli que te introduce dentro del búnker con Ganz de Hitler, metido en su piel, pedazo de actor! La peli tiene mucha miga, con metáforas muy bien llevadas.
    Saludos!

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  4. Lo que está claro es que el que no conozca la historia de lo que allí ocurrió, se perderá muchos detalles.

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