Clásico de la literatura inglesa y universal, este libro de autor anónimo, recogió las baladas que circulaban en boca de bardos y juglares a lo largo de los siglos XII y XIII.
La época histórica en la que se enmarca es la del reinado de Ricardo Corazón de León y, concretamente, la regencia de su hermano, Juan sin Tierra que, supuestamente, se dedicaba a oprimir a los campesinos y artesanos y a los nobles sajones, en beneficio propio. Esta situación, de la que no escapó la familia del popular héroe, ya que su padre fue asesinado y confiscados sus bienes, propicia que Robin se refugie en el bosque de Sherwood, desde donde se dedicará a hostigar a los nobles partidarios de Juan, junto al grupo de gentes que se le han ido uniendo.
Robin Hood se ha convertido en el prototipo del proscrito que protege a los débiles frente a las injusticias de los poderosos, haciendo la guerra a quienes quieren imponer leyes arbitrarias en nombre del Estado, todo un precursor de la lucha por las libertades civiles.
Su amor por Marian, pone el contrapunto romántico y emotivo a la historia y, al final, será la muerte de ella, la causa del fin de Robin.
La primera edición de esta especie de recopilación de baladas, fue impresa hacia finales del año 1500 y llevaba por título The gest of Robin Hood.
Después ha dado pie a numerosas ediciones, siendo quizá el relato más conocido el de Walter Scott, la famosa novela Ivanhoe.
Lo mismo ocurre en el cine, desde la primera película, en tiempos del cine mudo, titulada Robin Hood and his Marry Men, hasta el Robin Hood de Ridley Scott, con Russell Crowe, no menos de 30 filmes de los más variados géneros, han recreado la figura del famoso héroe.
Hola Trece: una buena novela,más en inglés,y no deja de reflejar la necesidad que siempre hubo de rescatar mediante la figura del héroe ,de las injusticias habidas en toda la historia del mundo,de ahí tantas simpatías por este personaje ,pero no deja de ser ,para mí, un deseo mesiánico de cambio.Todo lo que no hagamos día a día y cada uno de nosotros,no habrá líder que lo aúne.
ResponderEliminarTal vez estos personajes pasen a la historia para ver otro tipo de revoluciones.
Un saludo Trece.
Sino ando mal encaminado, en cine, y hablando de las viejas estrellas de Hollywood, este papel lo interpretaron Errol Flynn y Burt Lancaster. Saludos Trecce.
ResponderEliminarSin duda un gran libro. Todo un clásico de aquella época.
ResponderEliminarHoy se repite alguno de los personajes aquí en España. Zapatero por ejemplo, que quiso hacernos creer que él era el Robin Hood actual, y no se da cuenta que no encaja en ese personaje. Zapatero es más bien Juan sin Tierra, ya que ha sido a los más débiles a los que ha exprimido sin compasión.
Un abrazo
De hecho, Claudia, los británicos han intentado buscar un soporte histórico, y lo que han encontrado son muchos Robin, gentes que luchaban cómo podían por lo que les habían quitado y, muchas veces, casi siempre, con menos fortuna que el héroe de los relatos.
ResponderEliminarY no olvidemos, años después de los que tú citas, Rafa, A Sean Connery en "Robin y Marian", cuya escena inicial tiene como fondo el Castillo de Villalonso en la localidad de zamorana de dicho nombre.
ResponderEliminarHombre, José Luis, lo que ha habido y hay, en esta piel de toro nuestra es mucho Robin versión española: Robar a todos para quedárselo ellos. Ahora, sin ir más lejos, tenemos al presi de Extramadura, colocando a sus familiares y, encima, nos lo explica para que lo entendamos, como somos gilipollas.
ResponderEliminarHola Trecce.
ResponderEliminarEsto de defender la libertad, a los pobres, a los débiles, siempre me ha encantado en este caso Robin. He visto un monto el del Burt Lancaster, un clásico lleno de acrobacias que cuando era chaval me encantaba. Si no la he visto 30 veces en el periodo de mi vida, por ahí andará.
Aquí ya vendría bien un Robin para quitarles nuestro dinero a los de la CASTA.
Saludos cordiales amigo Trecce.
Puede que las haya mejores, pero por mis recuerdos de infancia sigo prefiriendo la de Errol Flynn con esa sonrisa puntito canalla...por cierto, que sí defendía los derechos civiles de sus "conciudadanos", pero de "revolucionario"- como quieren ponerle algunos- tenía bien poco, era un noble contrario al usurpador y fiel al poder establecido en la persona del rey Ricardo.
ResponderEliminarme encantó el Robin y Marian, de Connery y Audrey.
ResponderEliminarsaludos blogueros
No estaría mal E.P., que tuvieramos a alguien para darles un repasito.
ResponderEliminarEn el relato, efectivamente, Maribel, Robin es hijo de un noble sajón, muerto por los partidarios de Juan sin Tierra, que confiscan sus bienes.
ResponderEliminarEn realidad Robin lucha contra la injusticia, pero es declarado proscrito y se ve impelido a huir al bosque y vivir como un bandido.
Es un enfoque original del relato, José Antonio.
ResponderEliminarLa verdad que el que robaba a los ricos para dárselo a los pobres tiene una larga retahíla de pelis y libros, pero eso de que Marian muera....prefiero los finales felices. Al fin y al cabo Robin y Marian son los amantes que van a la eternidad, nunca más que ahora haría falta un Robin Hood. Toda sociedad debiera tener uno. La película de Errol Flynn está estupenda pero yo prefiero la de Kevin Costner, de Reynolds. Tiene personajes añadidos y seguramente inncesarios pero es la esencia del héroe. Gran novela, ésta.
ResponderEliminarNo eres la única persona a la que los finales trágicos le dejan una especie de vacio.
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