miércoles, 29 de junio de 2011

DOCE DEL PATÍBULO

Cuando veo esta peli, que narra la incursión de un comando aliado tras las filas alemanas, siempre recuerdo que en la realidad, las más famosas infiltraciones y gestas heroicas en acciones tras las líneas enemigas, fueron protagonizadas por soldados alemanes, sobre todo por cuerpos especializados de las SS. Baste recordar la Operación Gran Sasso u Operación Eiche, en la que un grupo de paracaidistas alemanes, sin disparar un sólo tiro, rescató a Mussolini, prisionero en Campo Imperatore, tras haber sometido a sus guardianes e inutilizado la radio. Al mado de aquel operativo, estaba el capitán Otto Skorzeny, todo un mito a partir de aquel momento entre amigos y enemigos que reconocieron y admiraron lo espectacular de la acción.
Una de tantas acciones que tuvieron lugar en los frentes europeos y que seguramente dieron pie a que los americanos hicieran pelis como esta, en las que escriben no lo que pasó, sino lo que les hubiera gustado que ocurriese.


La peli no es, por tanto, un dechado de fidelidad histórica, pero dudo que fuera eso lo pretendido, pues lo que vemos es, sobre todo, una obra de acción y de entretenimiento, tan del gusto de la época y que en medio de algún que otro defecto, tiene unas cuantas virtudes que la han convertido en lo que es: Un film de los más recordados y apreciados por los amantes del cine bélico y del cine de acción.
















La idea del relato en el que un grupo de convictos (algunos condenados a la horca), son elegidos para integrar un comando que se infiltre en la retaguardia enemiga con una misión suicida, magistralmente llevada por Aldrich, hace que el espectador empatice de inmediato con estos personajes indisciplinados, incluso peligrosos, porque aquello promete entretenimiento más allá de las convencionales películas del género.
Y así es. En la primera parte del film vemos como el peculiar mayor Reisman (Lee Marvin), logra que aquellos despojos de la sociedad, adquieran cierto espíritu de equipo al tiempo que, como indicaba antes, nos pone de su lado frente a los altos mandos que les menosprecian y les tratan con altivez.
Toda una lección de cómo mezclar acción y comedia, con un destello del genial Donald Sutherland, que nos arranca la sonrisa cuando se hace pasar por general y revista las tropas.


Toda la última parte de la película, narra el asalto a la residencia de recreo para oficiales, con algunas escenas tan espectaculares como poco creíbles y una de ellas, muy controvertida en la que, literalmente, asan vivos a los oficiales alemanes, algo que en palabras del propio Aldrich, le costó el oscar.


Una de esas películas que nos encantan de crios y que con el paso de los años vemos con otros ojos, más críticos, sin duda, pero jamás podemos olvidar el momento en el que la vimos con menos prejuicios y lo bien que nos lo hizo pasar.
Un reparto lleno de figuras acaba por hacer de este film una pieza muy recomendable para quien pretenda pasar un rato entretenido.




12 comentarios:

  1. Esta es una película en la que te ríes a la vez que vas viendo morir a los protagonistas... muy peculiar la verdad.

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  2. El reparto llena la pantalla de nostalgia cinéfila. Trecce esta confeccionando un buen programa de cine bélico-veraniego

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  3. Sin duda grandes nombres de la cartelera, Manuel.

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  4. Estoy de acuerdo; buen reparto pero yo la calificaría como simplemente entretenida. Saludos.

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  5. David, sin duda para pasar un buen rato es una buena elección.

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  6. Mil veces habré visto esta película gracias a mi padre y a mi "santo" esposo, confesos devotos de la misma.
    Un film correcto, con una buena dirección de Aldrich y con extraordinarios secundarios como Cassavettes.

    Saludos.

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  7. Es que el plantel de secundarios es de lujo.

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