sábado, 31 de octubre de 2015

LA TABLA DE FLANDES

Julia, una joven restauradora que está trabajando en un cuadro titulado La partida de ajedrez, que el maestro flamenco Pieter Van Huys pintó en 1471, descubre una inscripción oculta en el mismo: QUIS NECAVIT EQUITEM (QUIÉN MATÓ AL CABALLERO?), algo que revalorizará el cuadro, que va a ser subastado próximamente, pero que también encierra la solución a un misterio, el del caballero Roger de Arras, que juega la partida del cuadro frente a Fernando de Ostenburgo, con la presencia de la esposa de éste, Beatriz, en segundo plano. Parece que el pintor ha dejado en la partida, la clave para desenmascarar al asesino de Roger, que murió asesinado en Ostenburgo, curiosamente dos años antes de que el cuadro fuera pintado.
Julia y su inseparable amigo César, un anticuario homosexual de edad madura que es como su segundo padre, tratan de resolver el misterio y para ello recurren a un jugador de ajedrez, un socio del Club Capablanca apellidado Muñoz, un oscuro oficinista, que viste de manera descuidada, pero que se transforma a la vista de un tablero en el que se juegue una partida interesante.
Entre los tres irán desenmarañando el misterio, un enigma que se traslada a la actualidad, cuando Álvaro, un antiguo amante de Julia, de quien fue profesor de arte y a quien ella acude en busca de datos sobre el cuadro y sus personajes, aparece muerto en extrañas circunstancias en su propio domicilio.
Comienza un juego macabro en el que las piezas reales, los personajes de carne y hueso, se ven amenazados, con un cuadro de inmenso valor de por medio.
Pérez-Reverte, construye un gran relato, con dos historias separadas por 500 años y una interesante panoplia de personajes, que pinta con destreza de maestro de las letras. El libro, que tiene su envoltorio de novela policiaca, va más allá del mero suspense, para describir un mundo en el que se integran la pintura, la música, la literatura, el humor y la muerte.
Es cierto que algunos de los detalles no cuadran demasiado bien, pero en general, el trabajo del autor es digno de encomio, con la partida de ajedrez planteada de manera impecable y la historia real construída de manera que atrapa el interés del lector desde el inicio, para mantener el suspense hasta un final en el que se contrapone la justificación de una actuación guiada por el amor protector hacia otra persona y el horror de ésta, al comprobar hasta qué punto de inmoralidad ha llegado quien creía un héroe de cuento de hadas.



viernes, 30 de octubre de 2015

LA LEYENDA DEL ALCALDE DE ZALAMEA

Mario Camus dirige esta coproducción de TVE y la RAI, sobre un guión de Antonio Drove que adapta las obras de Lope y, sobre todo, de Calderón, con exteriores rodados en la localidad cacereña de Garrovillas.
La adaptación queda un tanto desdibujados a algunos personajes secundarios, como Rebolledo (Luis Marín) o Chispa (Josele Román), que en el original calderoniano ponen el contrapunto humorístico; por otra parte, las hijas de D. Pedro son tres, en lugar de una sola; tampoco se detiene en explicar demasiado las obligaciones que los villanos tenían con las tropas de paso, lo hace de forma somera, para centrarse en el asunto que de verdad le interesa al realizador que son los lances de honor, asunto, por otra parte, que es el que ha dado fama a la obra.
Ambientada en la época del reinado de Felipe II, narra la llegada al pueblo de Zalamea de la Serena, de una tropa avanzada que acompaña al monarca español en trayecto a Portugal, donde va a hacerse cargo de la corona del país luso.
Tres capitanes de dicha tropa, deshonran a las hijas del alcalde Pedro Crespo (Francisco Rabal), que ordena prenderles y encarcelarles. El film comienza poco antes de que se llegue a la conclusión de los hechos, cuando Don Lope (Fernando Fernán Gómez), que comanda las compañías, vuelve grupas y entra en el pueblo pidiendo que le entreguen a los capitanes, pues pertenecen a la jurisdicción militar, pero el alcalde se niega y está dispuesto a enfrentarse con las consecuencias; ahí comienza un largo flashback, en el que se nos narran todos lo acontecimientos, para cerrar el círculo acabando donde empezó y relatando el desenlace de la historia, con la llegada del Rey Felipe a Zalamea.



Creo que es una magnífica adaptación, bien concebida y desarrollada, transmitiendo el mensaje de la obra original y que además del texto clásico, que entresaca aprovechando la calidad del mismo, los momentos descollantes, son los diálogos y la relación en sí, que se establece entre los dos grandes protagonistas del film, los personajes interpretados por Rabal y Fernán Gómez, con unas actuaciones impecables y convincentes.





jueves, 29 de octubre de 2015

IZQUIERDA INSOLIDARIA

En mis no tan lejanos años de devaneo con el Digesto, la Economía Política o la Historia del Derecho, ya que me acompañaron en plena madurez; o en mis sempiternas lecturas (vicio que aún practico), si algo me quedó claro al leer cualquier manual medianamente serio o las lecturas históricas en general, es que el nacionalismo va unido a un determinado tipo de burguesía acomodada que se apoya, en no pocas ocasiones en fascismos, nazismos y otros ismos de triste recuerdo y que el azote de aquellos planteamientos, siempre fue la izquierda y cuanto más radical, más opuesta a los mismos, por mor de sus principios de internacionalismo y de defensa de un mundo único e igual en el que los trabajadores encontraran una vida menos dura, sin fronteras ni banderas.
Por eso no deja de ser curioso el caso de esta llamada izquierda que en Cataluña, no sólo se une alegremente, sino que se pone al frente de un nacionalismo furibundo y demodé. Claro que todos sabemos de qué ubres mama esta Esquerra y cuál es su deriva a lo largo de la historia y de izquierda tiene el nombre y poco más, pero a su vera se alinean otros que sí se sienten izquierdistas y que, disculpen mi perplejidad, se contradicen a cada palabra y cada gesto que hacen.
Sabemos que la izquierda, cuando le ha interesado, se apunta al carro que le conviene, si no que se lo pregunten al difunto Stalin, el líder del país de los trabajadores por antonomasia que, cuando venían mal dadas y los alemanes se plantaron a las puertas de Moscú, contempló atónito cómo ni internacionalismo proletario, ni zarandajas por el estilo, lo que paró al enemigo a costa de una inmensa sangría, en la que la gente entregaba su vida sin rechistar, fue el nacionalismo de los rusos y se convirtió en el padrecito (nombre heredado de los odiados zares), resucitó la Iglesia nacional y dejó que los curas ortodoxos, animaran a la grey a entregar su vida por la amada Rusia.
Ahora, salvando las distancias, que no pretendo establecer odiosas comparaciones, esta llamada izquierda catalana, se echa en brazos de lo más corrupto de la burguesía nacionalista y se pone al frente del Espanya ens roba, identificando, de manera interesada y perversa, a todo un país con el PP, con Rajoy, con el PSOE o con un Felipe González que navega en yate y ha cambiado la pana por el Gas Natural. Buscan la parte del pastel que les correspondería en un nuevo estado y dejan al resto de los hermanos de clase de Andalucía, Extremadura o Galicia, que se pudran en el estercolero de una España mediocre aduciendo que no tiene solución y que ellos no van a echar una mano a nadie. Sivergüenzas, esa es la palabra que se me viene a las mientes, porque solución la hay y la izquierda catalana debería estar al frente de la búsqueda de esos nuevos caminos y no saliendo por la tangente y caminando del brazo de unos políticos mediocres que tiene preparado para el día siguiente de un hipotética secesión su lema: "Catalans, ho tenim malament durant uns quants anys, ens hem de sacrificar per Catalunya". Mientras Pujol y sus hijos rompen los autos judiciales que les inculpan.
Esta es la izquierda catalana, la que quiere ser revolucionaria, pero no quiere revolución.



miércoles, 28 de octubre de 2015

LA GUERRILLA

El Coronel Etienne Santamour (Jacques Destoop), está destinado en España durante la invasión de 1808, su hermano ha desaparecido y se sospecha que ha sido asesinado por patriotas españoles, pero no hay evidencia de ello, aunque los franceses tienen sospechas firmes de quienes son los culpables. El coronel se hace pasar por un soldado que regresa a su país convaleciente de unas heridas y se detiene en la venta de Valentín (José Nieto) para pasar la noche, entonces se pone en marcha el plan que los lugareños tienen para hacer desaparecer a los franceses, se trata de que aparezcan una serie de personas y establecer una tertulia que acabará en fiesta, mientras se hace beber al francés hasta que pierda el sentido y cuando esté en la cama, asesinarlo y tirarlo al pozo de la venta.
Sin embargo, Santamour, cuando le llevan a su habitación, se provoca el vómito para despejarse y hace una señal convenida a una patrulla que está a la espera en los alrededores, de manera que cuando el alcalde, el ventero y algún otro que se ha añadido al grupo, suben a su cuarto para asesinarle, el coronel les recibe a punta de pistola, al tiempo que sus soldados penetran en el patio de la venta.
Los detenidos son sometidos a juicio sumarísimo y condenados a muerte.


El guión, de Bernard Revon y Rafael J. Salvia, se basa en una obra de teatro de José Martínez Ruiz "Azorín", estrenada con gran éxito en el madrileño Teatro Benavente el 11 de enero de 1936.
Algunos críticos han querido ver en ella una obra de carácter pacifista, una especie de aviso a navegantes premonitorio sobre los trágicos hechos que estaban a punto de asolar España.


La película, rodada en la última etapa del franquismo, es una coproducción hispano-francesa. El pretexto esgrimido para escoger esta obra, fue el centenario del nacimiento de Azorín, al que se pretende rendir homenaje.
El guión cambia algunos aspectos del original, introduce al personaje de El Cabrero (Francisco Rabal) desde el principio (Azorín lo hace bastante más avanzada la obra); a los militares ingleses (que en el texto teatral no están) y algunas otras cosas de menor entidad, respetando en general el espíritu de la obra.


Con unas actuaciones correctas, en las que el gran plantel de secundarios, destaca por encima de los protagonistas y una fotografía que, a pesar de estar firmada por José F. Aguayo, tampoco es que sea nada del otro mundo, como la partitura musical, del maestro Parada que incluye algunos temas folclóricos para mayor lucimiento de La Pocha, protagonista femenina del film.
Los exteriores se filmaron en La Alberca, Buitrago y Mora de Toledo y la ambientación tiene algunas cosas que llaman la atención por lo excéntricas, como introducir de repente la tradición de la alcaldesa que se nombra en Zamarramala, así de buenas a primeras o los fusiles que utilizan los guerrilleros españoles, que parecen carabinas, mucho más modernas del armamento utilizado en la época y, más por los guerrilleros que, del trabuco no pasaban por lo general.


La película trata de huir de clásico patrioterismo, porque aunque se muestran desmanes por parte de la tropa de ocupación, el protagonista es un tipo de cierta integridad que se presenta rescatando a un niño de perecer ahogado y cuya actuación final, prefiriendo morir fusilado con sus hombres a escapar, le dota de una altura ética y moral que en otras ocasiones no se da a la figura del gabacho.
A pesar de todos los esfuerzos, La guerrilla da la impresión de un producto trasnochado y al que no se ha sabido dar el tratamiento que requería, ni a través de sus personajes; ni de la historia de amor entre Juana María (Julia Saly "La Pocha") y el coronel, a la que le falta fuerza dramática; ni mucho menos al acto de valor y entereza del militar francés pues, a pesar de la expresividad que sabe darle a la escena final, con los franceses cantando A la claire fontaine, creo que Jacques Destoop, tampoco es que sea un dechado de garra a la hora de afrontar su actuación.







martes, 27 de octubre de 2015

JOSÉ TRIGO

José Trigo es evocación, una imagen que se mira y se guarda en la memoria para ser contada algún día, para ser oída por oídos atentos, por ojos curiosos. José Trigo es la palabra del escritor que viene indagando su historia para contarla, para ser su testigo, mezcla de imaginación y de memoria, José Trigo es producto de la capacidad de recuerdo y de visión de los demás, de su facilidad para olvidar, inventar o mentir. Asi, no es sorprendente que el lector de José Trigo se vea remitido al Ulises, a Manhattan Transfer, a El Siglo de las Luces, a El tambor de hojalata, a Rayuela o a Pedro Páramo, por ejemplo, pero Fernando del Paso, ha partido de experimentaciones expresivas ya conocidas para llevar a cabo sus propias experiencias narrativas, sus propias búsquedas de lenguaje, de manera que ese lenguaje se convierte en un personaje más de la novela, quizá en el principal. Lenguaje realista y lineal para relatar la historia de los Cristeros; telegráfico casi en el caso de las cronologías; lenguaje mítico para referirse a los tiempos originarios, a la infancia; épico cuando se trata de las hazañas y reivindicaciones de los ferrocarrileros; lenguaje poético cuando son los sentimientos amorosos los que se expresan; alegórico cuando concierne a la naturaleza y al paisaje. Su lenguaje no se puede calificar, sin más, de barroco, no pretende hacer un alarde de conocimientos, cada palabra lleva la intención precisa de estar ahí donde se la ha colocado y de contribuir al retrato de los personajes, de ser ellos mismos. Personajes que son arquetípicos; seres cuyas actitudes y reacciones no son sólo típicamente mexicanas, sucesos que no se desarrollan únicamente en el plano nacional, puesto que son actitudes, reacciones y sucesos que se inscriben en la dimensión universal de cualquier tipo de lucha social e ideológica.
Escrita de manera concienzuda, como todas las obras del autor, Fernando del Paso estuvo enfrascado en su libro desde 1959 hasta 1966 y es una especie de búsqueda, búsqueda de la historia mexicana, de sus raíces, de sus luchas plagadas de fracasos y de constancia y fe en un futuro mejor. Dos situaciones anecdóticas le sirven para ir avanzando en la narración, dos revoluciones poco conocidas, no como las de Villa o Zapata, en este caso la Guerra de los cristeros o Cristiada (1926-1929) y el movimiento ferrocarrilero de 1960.
El libro es una especie de extensa parábola, no recomendable para lectores primerizos (palabras del propio autor) por su lenguaje sumamente complicado.




lunes, 26 de octubre de 2015

FUENTEOVEJUNA

Tomando como base un hecho histórico ocurrido en la localidad cordobesa de Fuente Ovejuna en 1476, Félix Lope de Vega y Carpio, escribió en el siglo XVII, una obra teatral titulada Fuenteovejuna, que es la que toma como base el guión del film.
Ambientada en la época de las luchas por el poder en la corona de Castilla entre los Reyes Católicos y los partidarios de Juana la Beltraneja, la película narra el levantamiento del maestre de Calatrava contra Isabel y Fernando, la toma de Ciudad Real y la posterior reconquista de la ciudad por parte de los monarcas Católicos. En esta disputa interviene el Comendador de la Orden Fernán Gómez (Eduardo Fajardo). Este hombre es un tipo despótico que vive en sus dominios de Fuete Ovejuna, donde somete a sus vasallos a todo tipo de tropelías y desmanes.
En una ocasión, reclama su derecho a yacer con Laurencia (Nuria Torray), que acaba de contraer matrimonio con Frondoso (Eusebio Poncela), ante la negativa de ella y la resistencia del recién casado, prende a este y rapta a la muchacha, a la que deshonra.
El padre de la chica es uno de los regidores del pueblo y se pone al frente de sus conciudadanos para tomarse la justicia por su mano, en vista de que nadie se la concede. El pueblo asalta el bastión del Comendador y da muerte al tirano, un hecho muy grave en la época, pues los vasallos no pueden levantar la mano contra su señor. Los Reyes envían a un pesquisidor al pueblo, pero a pesar de someter a tormento a hombres, mujeres y niños, no logra arrancarles confesión alguna, ya que todos se han juramentado para responder que todos ellos son responsables del crimen.


Es una película producida para la televisión entre TVE y la RAI italiana, lo que ocurre es que decidieron estrenarla en salas de cine para tratar de amortizar su coste mediante la difusión cinematográfica.
El caso es que se queda nadando entre dos aguas, creo que por un error de planteamiento, pues el realizador, Juan Guerrero Zamora, conocido por sus numerosas adaptaciones para el programa Estudio 1 de TVE, no se conforma con hacer un telefilm y quiere hacer una película de cine, con movimientos de cámara, grandes aperturas de planos, etc., cuando la adaptación pedía otro tratamiento, que dibujara mejor los personajes y otorgara más valor a lo que dice Lope.
Las actuaciones son correctas y la fotografía muy lograda, plasmando con belleza los magníficos escenarios reales de Calatañazor, castillo de Belmonte y los monasterios de Santa María de la Huerta y San Juan de Duero.


En Fuenteovejuna queda patente el talento de Guerrero Zamora, pero debería haber acudido a la moderación y no recrearse en una narración ampulosa y en un relato que, a pesar de que los productores le recortaron 40 minutos de metraje, resulta a ratos, lento y aburrido, con una deficiente adaptación del verso a la edición cinematográfica.
Una idea interesante, para unos resultados discutibles.




sábado, 24 de octubre de 2015

LA HIJA DEL CANÍBAL

Ramón y Lucía, un matrimonio que lleva diez años de casados, va a emprender un viaje para pasar el Fin de Año en Viena. La desaparición de Ramón en los urinarios del aeropuerto de Barajas cuando se disponían a embarcar, sume a Lucía en una especie de drama, que la autora nos presenta en una narración cargada de humor, emoción y situaciones insospechadas. Ella, escritora de cuentos infantiles en plena crisis de los cuarenta, no dudará en emprender la búsqueda por su cuenta, tras verificar la poca efectividad de la policía. Contará con la fiel ayuda de dos de sus vecinos que se han encontrado por casualidad, uno de ellos, Félix Roble, un ex­-anarquista octogenario que busca demostrar una vez más sus capacidades y sacar a relucir su experiencia y el otro, Adrian, un joven de veintiún años que demostrará que el amor no sabe de edades. Así, mediante este trío tan particular, Lucía buscará desesperadamente a su marido, a la vez que se intenta encontrar a sí misma.
Planteada en dos niveles, la historia en tiempo real y una serie de flashback en los que Félix nos cuenta sus peripecias como activista de la CNT y la FAI, época en la que conoció a Durruti, Ascaso y otros históricos líderes anarquistas.
Aunque tiene muchos momentos de intriga, bastante bien construídos y que ayudan a que la narración atrape al lector, la novela es algo más, porque en ella, la autora reflexiona sobre la soledad, la crisis de identidad, el envejecimiento, la amistad... De hecho, el final de la misma se centra en estas reflexiones, abandonando de forma definitiva el tema de la desaparición de Ramón, transmitiéndonos un mensaje de esperanza, en el que nos invita a disfrutar de lo positivo de cada momento de nuestra vida, porque en todo instante, hasta en los que nos parecen más desesperados, hay una lección que aprender y una nueva oportunidad para crecer como personas, si sabemos apoyarnos en aquellos de quienes rodean que de verdad nos quieren y respetan.
Hay un recurso narrativo que me ha llamado la atención, porque permite a la autora establecer una especie de complicidad con el lector sobre la forma de escribir un relato inventado, me refiero a las ocasiones en que, de forma recurrente, la protagonista se refiere a ella misma como una mentirosa, explicándonos que tal o cual cosa que nos ha referido con anterioridad no fue así, sino de otra manera. Me ha parecido interesante porque la novela tiene unas cuantas de esas "trampas" que de forma legítima utilizan los escritores para que avance el relato, me explico: nuestra vida es lo que es, sobre todo en lo que a hechos inesperados y a situaciones que se presentan de improviso se refiere, porque no podemos ni prever todo, ni manipular la realidad que nos rodea, mientras que el autor de una novela puede establecer un control sobre lo que les sucede a sus personajes, introduciendo situaciones que le resulten convenientes para el devenir de la narración. Esto me ha parecido una especie de confesión y una manera de pedir disculpas al lector por esas "trampas", al reconocer Lucía y, a través de ella, la autora, que es una mentirosa, siempre en el sentido piadoso de término.



viernes, 23 de octubre de 2015

BLANCA POR FUERA Y ROSA POR DENTRO

Blanca (Esperanza Roy) y Ramiro (José Luis López Vázquez) son un matrimonio poco convencional. Discuten continuamente por el mero placer de la posterior reconciliación. Blanca tenía una hermana, Rosa, que falleció en accidente de tráfico unos años atrás, dejando viudo a Héctor Villarreal (José Rubio), un novelista de cierto renombre que antaño estuvo enamorado de Blanca y que, pese a su matrimonio, nunca la olvidó y continúa enamorado de ella.
Ramiro confiesa a su amigo Camilo (Rafael Alonso) que le gustaría que su esposa tuviera el carácter de su difunta hermana que, según él, aunque no era tan atractiva como Blanca, tenía una dulzura que te acababa enamorando.
Tras una de sus cotidianas discusiones matrimoniales, Blanca se marcha con la doncella camino de Algeciras y tiene un accidente justo en el mismo sitio en que su hermana lo tuvo años antes. Como consecuencia de dicho accidente, Mónica (Josele Román), la doncella, pasa de ser una despistada absoluta a poseer una memoria superdotada, mientras que Blanca, además de quedarse amnésica total, sufre una "distrofia psíquica ambivalente" que mentalmente la convierte en su difunta hermana Rosa. El sueño de Ramiro se ha cumplido, Blanca sigue siendo su guapa esposa, pero su carácter es el de su hermana Blanca. Sin embargo, esta nueva situación le traerá algún problema.


Es una adaptación de la comedia del mismo título, escrita por Enrique Jardiel Poncela. Los añadidos al original, casi siempre tomas de exteriores, rodadas sobre todo en Navacerrada, apenas aportan nada al original, de hecho hay una larga secuencia en que Esperanza Roy y Pepe Rubio dan tumbos de aquí para allá por la nieve, lanzándose bolitas e incluso retozando por ella, que podían habérsela ahorrado.
Es cierto que alguna actuación es un tanto histriónica, pero López Vazquez sabe sacar tanto partido de esas situaciones que es una delicia verlo. De hecho la pareja más divertida de la comedia es el tándem López Vázquez-Valeriano Andrés, éste interpreta a un médico despistado y un tanto plasta, llamado Anatasio Fonseca.
Triángulo amoroso, con lucha de sexos incluída, que quiere transmitir el mensaje de que la felicidad no siempre es identidad de caracteres y que las disputas pueden reavivar la llama del amor.
Durante el film, suena de forma recurrente la canción La Tierra es una bola de colores, interpretada por Jaime Morey y cuya autoría es del músico Antón García Abril y del escritor Antonio Gala.




jueves, 22 de octubre de 2015

MOUTON, LA MASCOTA DEL REGIMIENTO

A principios de diciembre de 1808, las tropas francesas atraviesan por un vado el río Esla, a la altura de Benavente, ya que el puente de Castrogonzalo había sido volado por orden del general inglés John Moore, se dirigían hacia Astorga persiguiendo al ejército británico que acometía una retirada estratégica.
Aún recuerdo ver, en casa de un amigo de mi padre, algunos vales escritos en francés y entregados a los lugareños por oficiales gabachos a cambio de cebada para los caballos, vales que, huelga decirlo, nunca serían canjeados por su valor en metálico.
Las tropelías que cometieron primero los ingleses y luego los franceses, son innumerables, la que más repercusión tuvo, la práctica destrucción del castillo-palacio de los Condes-Duques, en que los galos rapiñaron lo que quisieron, llevándose tapices y cuanto objeto encontraron, ocupando sus salas y utilizando todos el mobiliario, puertas y ventanas incluídas, para encender fuego, con el que aliviar las frías noches del diciembre mesetario. Las paredes de las dependencias interiores quedaron chamuscadas y fue el inicio de un lento declive para tamaña fortaleza de la que uno no se puede hacer más que una vaga idea de lo que fue por el único resto que pervive, la imponente Torre del Caracol, hoy parte del Parador Nacional Fernando II.
El caso es que el otro día, encontré en una página francesa (http://moustache-empire.pagesperso-orange.fr/mouton_la_mascotte.htm) una jugosa anécdota referida a la mascota de un regimiento, un perro llamado Mouton, que dice así más o menos:
Durante la campaña de Rusia, un sargento vio ante él a una persona, un soldado, al que reconoció, que caminaba encorvado bajo el peso de algo que llevaba en su mochila. Era un perro. «¿Es para comerlo?», preguntó el oficial. «No —respondió el soldado llamado Daubenton—. Preferiría la carne de cosaco» y, furioso, añadió: «¿No reconoces a Mouton? Tiene las patas congeladas y no puede andar». El caniche Mouton era la mascota del regimiento de fusileros. Recogido en 1808 en España, cerca de Benavente, había asistido a las batallas de Essling y de Wagram, antes de volver a España en 1810 y 1811.
Extraviado en Sajonia, siguió a un contingente de «su» regimiento que pasaba por allí y así reencontró a sus dueños en Moscú. En Wilna, a 28º bajo cero, las patas de Mouton se congelaron y Daubenton decidió abandonarlo, pero el perro trataba de seguirlo, cayendo una y otra vez sobre la nieve, Daubenton se dejó vencer por la ternura, y  se aventuró a llevarlo sobre sus hombros. Quiso la casualidad que un sablazo destinado a su dueño hiriera a Mouton, que desapareció en medio de la tormenta.
Cuando el soldado salió a buscar al perrito por la estepa, creyó oír el aullido lastimero de la mascota. Cuando la encontró, Mouton tenía el lomo cruzado por un tajo que dejaba al aire el espinazo. Al sentir la presencia del buen samaritano, el perrito trató de incorporarse y el esfuerzo lo fulminó.




miércoles, 21 de octubre de 2015

LA ARAUCANA

El guión del film se basa de manera bastante libre, en el poema épico del mismo nombre, del español Alonso de Ercilla y Zúñiga, cuya primera parte se publicó en 1569 y que narra la conquista de Chile por Pedro de Valdivia (Venantino Venantini) y sus enfrentamientos con los indígenas mapuches (llamados por los incas aucos y por los españoles araucanos), así como la defensa de la ciudad de Santiago de la Nueva Extremadura (más tarde Santiago de Chile), por Inés de Suárez (Elsa Martinelli), amante de Pedro de Valdivia, que hubo de hacer frente al ataque de los indígenas mandados por Michimalonco, cuando Pedro de Valdivia había partido con una expedición, dejándo la ciudad desprotegida.
En la película se cuentas algunos episodios conocidos de la historia, como la decapitación por Inés de los caciques que habían quedado como rehenes en Santiago o el juicio al que tuvo que hacer frente Valdivia, promovido por quienes envidiaban su ascenso, de cuyos numerosos cargos fue absuelto por la el tribunal presidido por el Virrey Lagasca (Eduardo Fajardo), excepto de la acusación de vivir amancebado con Inés de Suárez, imponiéndosele que no volviera a estar con ella bajo el mismo techo y, en ningún caso, sin presencia de otras personas.


Dirigida por el catalán Julio Coll, es una coproducción entre Italia, España y Chile, que aunque no puede tildarse de pobre, tampoco parece que contara con un presupuesto que permitiera grandes excesos.
Falla en algunos aspectos, los movimientos de cámara, en ocasiones, son un tanto llamativos por lo desafortunados, el montaje tampoco es que ayude demasiado, algunos personajes están mal definidos, confundiendo al espectador y, desde luego, quien no conozca previamente la historia que se pretende contar, no se entera muy bien de qué es lo que ha ocurrido.
Tiene algunos travellings aéreos interesantes, en los que se ve el avance de las tropas españolas, pero tampoco son demasiado buenos y las escenas de combate están rodadas pobremente.
En cuanto a la música del italiano Carlo Savina, contiene pasajes que parecen sacados de un spaghetti western.


Creo que fue una oportunidad perdida de hacer una película más ambiciosa. A su favor, el intento de aprovechar un pasaje de la de la conquista de América que, en mi humilde opinión, es un asunto poco tratado en el cine, en general, en el que estamos hartos (no lo digo en tono peyorativo), de ver cargar al séptimo de caballería o las guerras coloniales británicas.




martes, 20 de octubre de 2015

BELVER YIN

Aun recuerdo el revuelo que produjo la novela cuando apareció, allá en el ya lejano 1981, una brisa de aire fresco recorrió la literatura en castellano del momento, como si alguien hubiera abierto una ventana oculta y se hubiera renovado el aire que la poblaba.
Belver Yin es una novela de amor entre dos hermanos gemelos Belver Yin y Nitya Yang, ambientada en la China de la primera mitad del siglo pasado. Todo en ella resulta atractivo para el lector, desde la misma narración en sí, hasta sus personajes o los lugares entre decadentes y mágicos en que se desarrolla.
La novela está poblada de opuestos que, al tiempo, son complementarios; los dos protagonistas, cuyos nombres no están elegidos al azar, pero también lo masculino y lo femenino, el mando y la sumisión, lo transparente y lo opaco, la inocencia y la corrupción, el afecto y el desdén, lo bueno y lo malo.
Quizá las nuevas generaciones, lean con mucha más naturalidad, debido a la moral más abierta que predomina ahora, esta novela en la que el autor ni enjuicia, ni justifica a sus personajes, tratando de conseguir la complicidad del lector para que ponga algo de su parte y se implique de algún modo en el relato. Quienes sienten esa complicidad, a veces fría y distante, se verán enganchados por la lectura de un libro magníficamente conformado y compuesto, sin amaneramientos, que consigue engarzar (de nuevo la dualidad), la sencillez con lo culto, resultando a un tiempo ágil y profundo.



lunes, 19 de octubre de 2015

LA NARANJA MECÁNICA

Alex (Malcolm McDowell), Pete (Michael Tarn), Georgie (James Marcus) y Dim (Warren Clarke), están en el bar lácteo Korova consumiendo leche-plus, que lleva unos aditivos que les excitan y les dejan preparados para una noche de ultraviolencia. Durante ella, darán una paliza a un anciano borracho; se enfrentan en el viejo casino abandonado a una pandilla rival dirigida por Billyboy (Richard Connaught) que están preparados para violar a una chica y asaltan la vivienda de un escritor al que dejan inválido de la paliza que le propinan tras hacerle presenciar la violación de sus esposa.
Al día siguiente, Alex tiene una disputa con sus drugos (los miembros de su pandilla), tras la que acaba golpeando a dos ellos para reafirmar su autoridad, sin embargo, ellos no lo olvidan y esto tendrá consecuencias más adelante, cuando van a asaltar la casa de una mujer que vive con sus gatos, a la que Alex mata con una escultura. La mujer había sospechado de ellos y había llamado a la policía, que llega al lugar y pilla a Alex infraganti, porque había sido atacado por sus propios compinches en venganza de sus pasadas rencillas.
Alex es condenado a prisión, donde se hace amigo, por conveniencia, del capellán y, en una visita del ministro del interior, hace un comentario y es elegido para recibir experimentalmente el tratamiento Ludovico, que supuestamente le va a curar de su actitud violenta


El guión se basa en una novela del mismo título del británico Anthony Burgess. Para evitar problemas con la edición para norteaméricana, el autor autorizó en su día que el último capítulo de la misma fuera suprimido, al parecer esta era la edición que Kubrick leyó para redactar su guión, con lo cual, el final de la película toma un sesgo diferente al de la novela, algo que disgustó a Burgess, creyente católico, que había querido transmitir el mensaje de que el libre albedrío debe primar sobre la buena conducta cuando esta es condicionada y que el hombre debe aprender a perdonar las ofensas por duras que sean. Burgess sabía de lo que hablaba, porque en su propio entorno había sufrido una tremenda afrenta, cuando un grupo de soldados norteamericanos violó salvajemente a su esposa durante una noche de apagón en Londres en 1944, algo que le dejaría secuelas ginecológicas de por vida y que le hizo sufrir un aborto, ya que estaba embarazada.


El hecho más controvertido de los que originó el film (la novela era prácticamente desconocida cuando se estrenó la película), fue el de las interpretaciones a que dio lugar y las consecuencias que originó. El mensaje fue malinterpretado en algunos círculos, que se quedaron con lo que les convenía y dio origen a una serie de atentados contra indigentes y otras minorías en lugares, sobre todo, de Inglaterra, lo que originó amenazas a la familia de Kubrick y la posterior reacción de este, forzando a la Warner (hasta ahí llegaba la influencia que tenía el realizador en la gran productora), para que retirara la película de los cines británicos. En suelo inglés no se volvió a exhibir hasta la muerte de Kubrick.
Y todo esto, a pesar de que el realizador y guionista, suavizó algunas de las cosas que están en el libro de Burgess, como la escena en que invita a las chicas que están en la tienda de libros a su casa y allí montan una fiesta sexual; en el libro son dos niñas de apenas diez años, a las que droga y viola.


Estamos ante una película que rompió muchos moldes, con una estética rompedora, una maravillosa adecuación de la música a las imágenes y unas interpretaciones muy logradas.
¿Que causó contestación en algunos ambientes?, pues sí, pero eso es harina de otro costal, en la que no deseo entrar, porque hay mucho de hipocresía alrededor de ciertas opiniones.
La naranja mecánica es una película de culto, para algunos críticos la película perfecta y su lugar en la historia del cine, nadie se lo va arrebatar, mal que les pese a algunos.




sábado, 17 de octubre de 2015

EL MUSEO DE CERA

El Marqués de Villa Rica, es un hombre del pasado, un ser anacrónico, arquetipo de una aristocracia que se niega a desaparecer. Un día sorprende a su bella y joven esposa, Gertrudis Velasco, una criolla adinerada, en adulterio con su profesor de piano, un artista de medio pelo con veleidades subversivas, del que tendrá una hija, Giulietta.
Sin apenas inmutarse, luego de expulsar a la pareja infiel, encarga a un escultor, que en sus años parisinos hacía esculturas que se exhiben en un cementerio para perros, que reproduzca la morbosa escena, con figuras de tamaño natural e idénticas a las protagonistas, incluído él mismo en el momento de tan comprometido descubrimiento.
El relato se sitúa en una época más o menos contemporánea, pero cargado de los anacronismos del Marqués, que viaja en calesa y viste levita, mientras los elementos del mundo actual le van cercando (automóviles, televisión e incluso los usos sociales). Con un poso que recuerda al realismo mágico por lo atemporal, mítico y legendario del entorno, el libro es todo él una pura alegoria que retrata la decadencia de una clase, desde la conmiseración que le produce al autor, la misma que siente por los revolucionarios que ocupan el palacio del Marqués y la propia cocinera de este, que acabará llevando el timón de las propiedades de su antiguo señor, tras despojarle sin rubor. Esas clases sociales inferiores, que cuando desalojan a las otras, lo único que quieren es vivir como vivían ellos, hasta que llega la contrarrevolución y todo vuelve a su estado anterior. No así para los que han quedado en el camino, el mismo Marqués, que sufre un síncope y es atendido por Gertrudis, de la que nunca se separó oficialmente, la única que le echa una mano cuando cae en la sima del olvido y sus propios correligionarios reniegan de él por su poca firmeza en oponerse a los revoltosos. Y es que el Marqués considera que aquello ya no va con él, que su mundo ha desaparecido para siempre, no quiere saber nada de lucha de clases, ni de preservar valores inmemoriales.
Lo mejor de Jorge Edwards (Premio Cervantes 1999) se concita en esta novelita, su espíritu reflexivo, su capacidad de fabulación y narración mediante un estilo fluído y un lenguaje muy rico de referentes simbólicos.




viernes, 16 de octubre de 2015

TRISTANA

Tristana (Catherine Deneuve), una jovencita que acaba de perder a su madre, va a ser acogida por Don Lope (Fernando Rey), un don Juan de pasado ilustre que intenta mantener las apariencias a pesar de que no pasa por los mejores momentos económicos.
A pesar de ello, como quiera que se considera un caballero, se hace cargo de Tristana porque así se lo prometió a su madre en su lecho de muerte.
D. Lope se considera a sí mismo como un hombre de honor, a pesar de haber tenido numerosos enfrentamientos con maridos y amantes a causa de su afición a las faldas.
Aunque al principio la trata como a una hija, no tarda en comenzar a mirar a Tristana con otros ojos, hasta que consigue, prevaliéndose de su posición, que ella le conceda sus favores, algo que quedará marcada a la chica el resto de su vida.
En uno de los paseos que da por la ciudad, acompañada de Saturna (Lola Gaos), la criada de D. Lope, que se ha convertido en su única confidente, Tristana conoce a un joven pintor llamado Horacio (Franco Nero), con el que acaba huyendo de la ciudad, a pesar de la oposición de D. Lope.
Al cabo de los años, Horacio se presenta ante D. Lope para comunicarle que Tristana está muy enferma, que se siente en peligro de muerte y que desea acabar sus días en casa del que aún es su tutor legal. D. Lope, que la ha echado mucho de menos en ese tiempo, accede encantado, prodigándole cuidados sin tasa, hasta que el médico le comunica que si le amputan la pierna, ella podrá sobrevivir. Así lo hacen y, aunque salva la vida, Tristana nunca volverá a ser la de antes.


Basada en la novela del mismo nombre de Benito Pérez Galdós.
Era la segunda vez, tras Nazarín, en la que Buñuel se acercaba a su admirado D. Benito, para hacer una película sobre una de sus obras, un proyecto este, largamente acariciado por el director de Calanda, desde los años 50 estaba buscando la manera de llevar la novela a la pantalla y cerca estuvo en 1963, pero era demasiado pronto para que las autoridades españolas lo permitieran, todo lo contrario, se opusieron al rodaje de una película que consideraban peligrosa, así que hubo de esperar hasta 1970, para conseguir su objetivo que no se vio libre de polémica, sobre todo tras el escándalo de Viridiana.


También la novela de Galdós estuvo prohibida en su momento, así pues llovía sobre mojado.
El libro del canario, hace sobre todo hincapié en la condición de opresión en que vive la mujer, algo que queda reflejado de soslayo en el film a través de alguna frase del protagonista (la mujer honrada en casa, con la pata quebrada) y de su oposición a que salga a pasear por la ciudad ella sola (aunque esto se puede interpretar como un síntoma de posesión sexual). Sin embargo hay otros aspectos del texto galdosiano que interesan más al cineasta: el anticlericalismo, las diferencias sociales, la crítica a la sociedad provinciana...


Con fotografía de José F. Aguayo, con su hijo como ayudante, que opta por tonos oscuros y fríos y ofrece algunos logrados encuadres de Toledo, sus calles y monumentos y una ambientación exquisita que recuerda los mejores films europeos (ingleses, franceses o italianos), son de destacar las interpretaciones, sobre todo de los dos protagonistas y de Lola Gaos. Fernando Rey nos ofrece, seguramente la mejor interpretación de su vida, con momentos realmente para el recuerdo y Catherine Deneuve, la musa de Buñuel, que pone al servicio de su papel esa belleza fría y distante que caracteriza a la actriz francesa.


La crítica al analizar la película, saca una y mil conclusiones sobre el simbolismo de ciertas secuencias (la boda, rodada como si fuera un funeral, etc.), pero a mí me parece que es quizá la película de Buñuel más fácil de entender y con menos metáforas. Apenas acude a escenas surrealistas, fuera de la cabeza de Don Lope colgando de la campana a modo de badajo, todo está claro para el espectador y sí que es cierto que la última parte del film, está plagada de elementos fetichistas pero, repito, todo está bastante claro y contado de forma explícita y con unos personajes perfectamente delineados. Don Lope que en un mundo donde la burguesía comercial, financiera e industrial y los profesionales liberales, han tomado el timón, representa a una nobleza fuera de sitio que defiende unos códigos de conducta que le llevan, al menos de palabra, a defender al débil frente al poderoso y que huye del trabajo como de una plaga; y Tristana, la mujer que con la virginidad pierde, no sólo la inocencia corporal, sino que deja de ser una niña, para convertirse en un ser despechado que ha sido obligada a someterse a quien veía como a un padre.
Con unas cuantas escenas memorables, yo me quedo con un par de ellas, aquella en la que Don Lope llega al café y se une a la tertulia de cotillas ociosos que representan a esa sociedad provinciana hipócrita y criticona y aquella otra en que los curas están tomando el chocolate con picatostes en casa del noble, como cuervos que huelen la muerte.




jueves, 15 de octubre de 2015

EL TRATAMIENTO

No se si habrán visto el vídeo, ya famoso, del PP, en el que presenta a España como el paciente que ha respondido a su tratamiento, pero bueno, da igual, tampoco se pierden mucho, es más, pueden evitarse un ataque de vergüenza ajena.
Lo primero decir que tampoco comprendo, desde mi ignorancia, por qué ha levantado polémica, cuando a estas alturas todos sabemos con los bueyes que aramos, si bien es cierto que alguien (seguramente muchos), se puede sentir ofendido, pero no por el vídeo en sí, sino por esa manía que tienen los partidos de tratarnos como a tontos.
¿Pero es que no se dan cuenta de que la gente no es tonta?, otra cosa es que les voten, por interés, por ideología e incluso convencidos, en su buena fe o en su ceguera, de que son el mal menor, pero de ahí a ser tontos, que haberlos haylos, pero son unos pocos y seguramente serán concejales en su pueblo.
En fin que lo del tratamiento a mí me ha recordado a las pelis de mafiosos, en las que someten a tratamiento a quien quieren dar un escarmiento o, lo que es peor, las historias de las policías totalitarias que sometían a tratamiento a los enemigos del régimen de turno. Aunque, quién sabe, quizá se refieren a ese tipo de tratamiento.




miércoles, 14 de octubre de 2015

EL HOMBRE QUE SE QUISO MATAR

Federico Solá (Tony Leblanc), modesto profesor de latín en un colegio privado de Segovia, se desplaza todos los días desde Madrid a la ciudad del acueducto, lo hace en tren, ya que sus posibilidades económicas son bastante limitadas, circunstancia que le impide contraer matrimonio con la que es su novia desde hace siete años. Ella le urge para que pida un aumento de sueldo, pero cuando plantea la demanda ante el director del colegio, este le sale con evasivas, dándole a entender que, de ningún modo está dispuesto a aumentar su salario.
La novia, le abandona por otro y, por si fuera poco, en el colegio le anuncian que como las horas de latín son pocas, van a prescindir de sus servicios y va a dar las clases el propio director.
Federico se siente fracasado, ve que nadie aprecia sus cualidades, su bondad y su espíritu sensible y toma la decisión de poner fin a sus días en este valle de lágrimas, pero pronto se va a dar cuenta de que la cosa no resulta tan fácil como suponía.
La película es un remake de otra que hizo el propio Rafael Gil en 1943, con Antonio Casal como protagonista y que fue el debut como realizador de Gil (antes había hecho unos cuantos documentales).
La nueva versión no mejora la anterior, simplemente pone al día algunas cosas, trasladándolas a la España de 1970, desde el arranque, con la inclusión de unas imágenes de la llegada del hombre a la Luna (apenas un año antes), hasta la propia ambientación.


La obra de Fernández Flórez ha sido ampliamente llevada al cine desde muy pronto, hasta fechas relativamente recientes (recordemos "El bosque animado", por ejemplo) y aunque era un hombre de derechas, su forma de pensar era bastante dispar con esa etiqueta. En sus novelas y relatos, sus personajes están marcados por la conciencia de la derrota, proyectando una visión pesimista y melancólica de la vida, algo que ni el propio film logra enmascarar aún tratando de edulcorarlo, a veces con una actuación algo histriónica de Tony Leblanc.
El reparto cuenta con un buen número de profesionales de renombre en el cine español (Garisa, Alfonso del Real, Elisa Ramírez, Emma Cohen, Aurora Redondo, Rafael Alonso...) y una fotografía con algunas buenas tomas de Segovia.
Entretenida, con ese humor un poco cruel de Fernández Flórez, pero sin que sea una gran película.





martes, 13 de octubre de 2015

MI PLANTA DE NARANJA LIMA

Zezé es un niño al que la ruleta de la fortuna le jugó la mala pasada de hacerle nacer en una familia muy pobre. Su padre, de edad ya madura, está sin trabajo desde hace mucho tiempo; su mamá se desloma trabajando por un mísero jornal para mantener a la familia, 5 hermanos además de Zezé, otra niña a la que enviaron a vivir con unos familiares y algún otro que no sobrevivió a la miseria.
A sus cinco años, Zezé es un niño de pequeña estatura para su edad, muy inteligente y que sueña con ser poeta de mayor. Como niño que es y dado el entorno en que vive, Zezé comete algunas travesuras por las que recibe brutales palizas, al punto de que está convencido de que un diablo vive dentro de él y le impulsa a cometer esas gamberradas, cree que el día de Navidad, en vez del niño Jesús, para él nace Satanás y que por eso no tiene regalos.
Sin embargo, hay lugares donde Zezé es otro, cuando está en el colegio, con una maestra que le adora, cuando va recorrer las calles con don Ariovaldo, y canta canciones de moda, vendiendo hojitas en las que están impresas las letras, pero sobre todo, cuando está con Minguito, su pequeño arbolito de naranja-lima, con el que habla y le cuenta sus peripecias diarias, sus sueños y sus frustraciones.
El libro, que a muchos les parecerá triste, por la reflexión que hace sobre la pobreza, es en realidad un relato cautivador, en el fondo lo único que hace es sacudir nuestras conciencias alrededor de una realidad, sólo tenemos que mirar el mundo que nos rodea y la cantidad de miserias que cada día podemos ver y oír en los noticiarios y que son únicamente una pequeña parte de las miles y miles de historias tristes que cada día se repiten por todos los rincones del planeta.
Zezé ha aprendido a vivir su miseria con cierto optimismo y no está ausente la alegría con la que encara la vida, a pesar de las palizas de quienes no comprenden su alma sensible. Como en toda desgracia, siempre hay un ángel de la guarda, para Zezé es su hermana Gloria y Manuel Valadares, al que apoda "Portuga", un hombre mayor que su padre, que comenzó siendo su enemigo y que ahora le lleva en su flamante auto, le compra refrescos y le da consejos sobre la vida.
Un día, Zezé recibe uno de esos golpes que da la vida y siente que de un momento para otro, su mundo de fantasía se ha acabado, como si alguien hubiera cortado de un tajo su árbol de naranja-lima, cuando apenas va a cumplir seis años, Zezé se convertirá en adulto.



lunes, 12 de octubre de 2015

LOVE STORY

Oliver Barrett IV (Ryan O'Neal) es un notable estudiante y gran deportista, apasionado del hockey sobre hielo. Un día, en la biblioteca de la universidad, conoce a una estudiante de música Jennifer Cavilleri (Ali MacGraw) surgiendo entre los dos una innegable atracción que les lleva a plantearse contraer matrimonio, aunque para ello, Jenny tenga que renunciar a una beca que la llevaría a ampliar estudios en París, ya que Oliver debe estudiar de firme, primero para conseguir su ingreso en Harvard y, más tarde, para sacar la carrera de derecho con notas brillantes, para lo cual, Jenny habrá de trabajar y ser el sostén económico de la familia.
Oliver mantiene una agria relación con su familia, sobre todo con su padre, Oliver Barrett III (Ray Milland), pues piensa que no valora su trabajo y que ve sus éxitos como algo a lo que está obligado, situación que Jenny trata de suavizar, sin conseguirlo.
Oliver y Jenny deciden tener un hijo, una vez que él ha encontrado trabajo en un prestigioso bufete, sin embargo, pasa el tiempo sin que Jenny quede embarazada, por lo que se someten a pruebas médicas. Los análisis serán mensajeros de malas nuevas para la joven pareja que verá como su felicidad sufre un traspiés irreparable.


Erich Segal escribió el guión de Love Story, una película que sería rodada con unos medios limitados, algo que se nota en el rodaje por las calles de Nueva York, ciudad en la que no tenían autorización para sacar la cámara a la calle porque el presupuesto se había acabado y lo resuelven a base de planos largos e imágenes tomadas de forma "clandestina".
El caso es que entre productora y autor, deciden adaptar el guión en forma de novela, un proceso inverso al habitual. El libro salió meses antes del estreno y se convirtió en un superventas.


Love Story es un icono del cine, para disgusto de algunos que la tachan de película rosa y que juega con los sentimientos. En fin, no voy a entrar en eso, porque es difícil conciliar posiciones encontradas después de tantos años, el caso es que filmes de este tipo los hay a millares, ¿por qué otros no consiguieron lo que este? Supongo que algún mérito tendrá el guión que ha sabido conjugar una historia sencilla y cien veces contada, dándole un toque atractivo y humano.
Sea como fuere, la película consiguió que miles de jóvenes se enamoraran, ellas de Ryan O'Neal, pero sobre todo, ellos de Ali MacGraw.
Y, por último, la estupenda banda sonora de Francis Lai, con ese tema principal que se ha convertido en un clásico, además de valerle el único Oscar del film, le ha supuesto un lugar destacado en la historia de la música de cine.

sábado, 10 de octubre de 2015

BELTENEBROS

Vine a Madrid para matar a un hombre al que no conocía...
Así comienza esta novela de Antonio Muñoz Molina en la que el autor rinde un homenaje a aquellos luchadores antifranquistas que venían a España a jugarse el pellejo enviados por hombres que no sabían lo que aquí ocurría. Así les iba, claro. Ya lo señalaba Semprún cuando comenta que en en España, lejos de lo que se les decía por los dirigentes comunistas, que la gente estaba harta de represión, se encontró con un pueblo que lo pasaba bien, tratando de alejarse de las consignas políticas.
Beltenebros bebe de muchas fuentes, de la novela negra clásica tipo Raymond Chandler, Dashiell Hammett o Patricia Highsmith, pero también de las novelas de espías o relacionadas con con ese asunto (John le Carré o Graham Greene, por citar alguno). El ambiente de la novela es un Madrid tenebroso, en los alrededores de la estación de Atocha, más allá de Antón Martín, donde comenzaba la oscuridad.
Narra la llegada a la capital de un agente enviado para matar a un presunto traidor, un hombre que ha vendido a sus compañeros, que han ido cayendo uno a uno en manos del siniestro comisario Ugarte, un hombre invisible, del que nuestro hombre, el capitán Darman, irá descubriendo que no es el que parece.
Con reflexiones alrededor de este mundo oscuro de la lucha clandestina, en el que se mueven hombres mitad profesionales, mitad idealistas, estamos ante una novela de cierto nivel, con un final que me recuerda al Tercer Hombre y con un discurrir que va atrapando al lector para llegar a la resolución del misterio que supone, a la vez, un desengaño y una luz de esperanza para el futuro.




viernes, 9 de octubre de 2015

EL MENSAJERO

Leo Colston (Dominic Guard), un adolescente huérfano de padre y cuya madre tiene escasos medios económicos, es invitado a pasar unos días en su mansión de Brandham Hall, por su compañero de colegio Marcus Maudsley (Richard Gibson). La diferencia social se hace más evidente cuando al paso de los días observan que Leo no tiene ropa de verano y le regalan un traje.
De manera casual, Leo comienza a transmitir los mensajes que se intercambian la hermosa hermana de Marcus, Marian (Julie Christie), y su prometido Hugh Trimingham (Edward Fox), y más adelantes, será quien lleve las notas que se escriben la propia Marian y su amante Ted Burgess (Alan Bates), un rudo campesino que tiene arrendada una finca propiedad de Mr. Maudsley (Michael Gough), con el que Marian mantiene encuentros furtivos y del que está enamorada, aún a sabiendas de que su futuro en común es imposible y que ella deberá casarse con Trimingham.
Leo, adora a Marian y procura hacer cualquier cosa que esta le pida para mantenerla contenta, mientras ella, aprovecha su posición de superioridad y el cariño que el chico la profesa, para que continúe llevando sus notas a Burgess incluso cuando Leo se muestra renuente a hacerlo, pues desde su ingenuidad, sospecha que algo de lo que está haciendo no es correcto.


Basado en la novela The Go-Between, de L.P. Hartley, fue la tercera y última colaboración entre el guionista Harold Pinter y el realizador Joseph Losey, un hombre que emigró a Europa forzado por estar incluído en la famosa lista negra del macarthysmo.
El film nos retrata, de manera sutil y sin aspavientos, la vida del estamento acomodado británico de principios del siglo XX, la brecha social entre clases y la hipocresía que dominaba sus relaciones.
Los exteriores, rodados en Norfolk, nos acercan a la hermosura de la campiña inglesa, magníficamente fotografiada por Gerry Fisher, igual que los interiores, exquisitamente filmados.


Con unas magníficas interpretaciones, incluída la del niño Dominic Guard, el film evoca la transición de la adolescencia a la primera juventud del protagonista a través de sus recuerdos.
Con un lenguaje cinematográfico de gran calidad y muy original, hay varias cosas que me han llamado poderosamente la atención. El inicio, con ese cristal salpicado de gotas de lluvia que, después descubrimos es el del automóvil en el que un Leo ya anciano, llega de nuevo a Brandham Hall para reencontrarse con su pasado y, en esa misma secuencia, que corresponde a los títulos de crédito del inicio, la transición de luz que nos lleva del presente al pasado.
No menos atractivas, son todas las secuencias del partido de cricket y la fiesta posterior, además de lo bien rodadas que están, son como un compendio de la historia general del film y de lo bien planificado que está todo el rodaje, cada secuencia, cada plano...
Una película en la que se aprecia ese algo diferente y con esa clase especial que destila el cine británico, rodada con pausa, pero para nada lenta, con una logradísima ambientación y unos entornos, tanto exteriores como interiores que le dan ese aire distinguido, no por lo rebuscado, sino por los preciosista del entorno que logra transmitir una mezcla de realismo y distinción.