sábado, 30 de enero de 2016

EL CAMINO

"El camino" cuenta la historia de un niño de 11 años, Daniel "El Mochuelo" (Fernando Aguilera), quien el día antes de dejar su pueblo para irse a un internado en la ciudad recuerda su infancia y las historias de los habitantes del valle en el que se ha criado. Son recuerdos alegres pero, a la vez, amargos, ya que a través de esa sucesión de imágenes el joven Daniel se despide no sólo de sus amigos y de sus vecinos, si no también de su propia niñez. Contó con una versión de 90 minutos que fue premiada en el Festival de Praga.
Basado en esta novela de Miguel Delibes, TVE estrenó en 1978 una serie de 5 capítulos dirigida por Josefina Molina que, en principio se ajusta bastante al libro, con unas transformaciones que responden en mayor medida a criterios estéticos, dramáticos y de puesta en escena.
A diferencia de la novela, donde el orden de las anécdotas está alterado, la serie ha optado por la linealidad de las historias. Una historia: un capítulo, que tiene principio y final, o como máximo continúa en el siguiente. Cada episodio atiende a una estructura narrativa clásica de presentación, nudo y desenlace, que no ofrece la novela. Con ello gana en claridad expositiva exigida por la propia naturaleza del texto audiovisual, que permite que el espectador comprenda lo que está viendo y al mismo tiempo no se pierda nada de lo que enriquece el relato. Así pues, la serie va tomando fragmentos de diversas partes de la novela, rompiendo por completo la sucesión de acciones que existe en el texto literario y concentrando en una misma escena acciones procedentes de espacios y tiempos muy diversos. En definitiva el texto audiovisual proporciona una sucesión temporal a los acontecimientos que en la novela se iban perfilando saltando de unos hechos a otros según el punto de vista y los recuerdos que evocaba Daniel. A pesar de la autonomía de las anécdotas, Josefina Molina se vale de ellas para ir hilvanando la historia. Para dar coherencia y cohesión al relato.
En la recreación de los espacios, se cuidó hasta el más mínimo detalle. Por ello se trasladó el rodaje hasta el lugar donde Delibes había situado la acción. Se cuidó tanto este aspecto que incluso el sonido es directo.
Aunque es una magnífica adaptación el lenguaje audiovisual adoptado no logra transmitir la emoción del lenguaje de Delibes, posiblemente por lo difícil que es trasladar la riqueza narrativa del vallisoletano a otro medio que el escrito. Aún así el propio Delibes dio el visto bueno a la visión de Josefina Molina, por la sensibilidad con la que trató su obra y que se vio plasmada en la recreación de ese mundo rural tan propio del autor.
Con el paso del tiempo, cobra además, un alto valor testimonial su puesta en imágenes, recordemos que estamos hablando de una novela escrita en 1950 y si algo tiene la serie es una buena ambientación. Como quiera que nos habla de un mundo que ya ha desaparecido como tal, ya que la vida en los pueblos no es como entonces y muchas de las imágenes tienen ese añadido de documento, porque algunas de ellas incluso parecen de documental, recuerdo ahora la boda de Quino (Juan Santamaría) y Mariuca (Enriqueta Carballeira), rodada cámara en mano que parece tal cual, el vídeo doméstico de una boda, además las personas que cantan coplas o bailan, son gente de pueblo, no actores profesionales.
Desde este punto de vista la serie de televisión es una creación audiovisual de calidad, que además nos permite, por su fidelidad a la novela, acercarnos a la obra de Delibes haciéndonos una idea muy fidedigna de la historia y de la intención del libro.




viernes, 29 de enero de 2016

UN HOMBRE LLAMADO FLOR DE OTOÑO

Lluís de Serracant (José Sacristán), es un joven abogado barcelonés que tiene un tanto escandalizados a sus tíos por sus ideas avanzadas y por no querer dedicarse al negocio familiar en vez de defender a obreros y sindicalistas y eso que nada conocen de sus actividades nocturnas, pues Lluis, durante la noche se transforma en Flor de Otoño y actúa en el Bataclán, un teatrucho de poca monta donde se reúne parte de la canalla local.
Modesto (Fernando Sánchez Polack), un viejo activista libertario, tiene madurado un plan para atentar contra Primo de Rivera que, de un momento a otro, se espera llegue a la Ciudad Condal para hacerse cargo de la Capitanía General. Modesto está en la cárcel y en una visita que le hace Lluis, le cuenta lo que pretende, pero el abogado le indica que no le van a soltar y que el juez ha rechazado imponerle fianza, por lo que le apremia a que le cuente el plan para llevarlo él a cabo. Modesto se resiste, no es trabajo para aficionados, pero al final acaba poniéndole al día de los detalles y Lluis, junto a su amante y a un antiguo boxeador que hace las veces de criado de la pareja, comienzan a preparar el atentado, roban el polvorín de una cantera y entierran los cartuchos y el detonador en un lugar cercano a la vía del tren hasta que llegue el momento de utilizarlos
Mientras tanto, es asesinado uno de los cantantes del cabaret y Armengol (Roberto Camardiel), la pareja del muerto, piensa que el asesino ha sido Lluís porque habían discutido el día anterior y el finado le había amenazado, por lo que le da una paliza y le revela a la madre de Lluís su condición de homosexual y travestido. Lluís, en venganza, organiza un atraco a una farmacia y urde un plan para inculpar a Armengol. Cuando este último se ve perdido ante la policía, denuncia las actividades anarquistas de Serracant lo que provoca su seguimiento policial.



Pedro Olea escribió junto con Rafael Azcona el guion de esta película, a partir de la pieza teatral del mismo título que José María Rodríguez Méndez había relatado en 1973, pero que la censura franquista le impidió estrenar hasta una década después.
La película cambia algunas cosas con respecto al original teatral, aunque el espíritu de la obra permanece.


Aunque la acción se sitúa en los inicios del siglo XX, la película es de todo menos nostálgica, más bien le sirve a Olea para reflexionar sobre algunos de los problemas que eran actuales en la sociedad inmediata a la muerte de Franco, la hipocresía de ciertos sectores y la lucha por las libertades, con esa eterna disyuntiva entre los activistas sobre el uso de la violencia.
Con interpretaciones que fueron muy alabadas, sobre todo la de José Sacristán, yo me atrevo a añadir la de Carmen Carbonell, que interpreta a la madre del protagonista.
Una buena banda sonora de Carmelo Bernaola y una magnífica ambientación, para un film que suponía una apuesta por el cine de compromiso.




jueves, 28 de enero de 2016

LOS SÓTANOS DEL MAJESTIC

Prosper Donge trabaja como encargado del bar del lujoso Hotel Majestic y ha de pasar por la desagradable experiencia de encontrar un cadáver en una taquilla del vestuario de personal.
Se trata de la Sra. Clarke, la esposa de un rico empresario norteamericano que, según todos los indicios, ha sido estrangulada. Pero ¿qué hacía esta mujer en una zona reservada exclusivamente al personal del hotel, situada en los sótanos del mismo? Simenon nos hace recorrer con sus descripciones una zona del lujoso establecimiento que queda fuera de la vista de los huéspedes, como las bambalinas de un teatro, donde una maquinaria bien engrasada, hace que todo funcione a la perfección. Dos mundos, el del personal y el de los clientes, que jamás deben tocarse entre sí fuera de los espacios establecidos.
Pero Maigret tiene a alguien por encima de él, se trata del poder judicial, representado por el juez Bonneau, que indica al comisario que puede interrogar a cualquier persona en el Majestic, pero cualquier persona se refiere a ese personal que trabaja en el hotel, en cuanto al viudo, el Sr. Clark, es demasiado importante, por tanto el juez en persona se encargará de tratar con él (ya se sabe, los contactos que tiene en la embajada estadounidense y esas cosas). Sin embargo, un nuevo cadáver, el de un empleado del hotel, hace que Maigret abandone la cautela que le ha recomendado el juez y ya no ponga cuidado alguno en que el caso sea aireado por la prensa.
Bonneau seguirá una pista falsa, la que le conviene seguir para dejar al margen al Sr. Clark y detener como principal sospechoso a Donge sin que la policía haya presentado ninguna prueba sólida en su contra, pero al juez le ha resultado cómodo cargarle el doble asesinato sin otra base que su humilde origen, una prueba que para el juez resulta suficiente.
Simenon nos muestra a un Maigret compasivo con la clase desfavorecida, esa que trabaja en los sótanos del Majestic, que no ha llegado más arriba porque no son suficientemente inteligentes, en parte porque su origen humilde y la vida misma, les ha cortado toda oportunidad de formarse. En esa lucha por ascender en el escalafón social, algunos logran asomarse a la clase media, pero los de arriba procuran siempre no mancharse con los que suben que a veces tratan de hacerlo mediante estrategias nada limpias, en parte para vengarse de una sociedad que no reconoce sus méritos.
Se trata de vigésimo libro de la serie.




miércoles, 27 de enero de 2016

EL EXPRESO DE MEDIANOCHE

Billy Hayes (Brad Davis), un joven norteamericano que está de viaje turístico en Turquía junto a su novia Susan (Irene Miracle), aprovecha el viaje para adquirir dos kilos de hachís, según él, para venderle a sus amigos. Ha elegido el peor momento para pasar los controles aduaneros, pues las medidas de seguridad se han incrementado debido al peligro de atentados terroristas y Hayes es descubierto en el aeropuerto de Estambul cuando se disponía a embarcar.
Detenido por la policía, es internado en una prisión donde las condiciones de vida son muy duras y el trato que dispensan los carceleros a los presos es brutal.
Sometido a juicio, Hayes es condenado a cuatro años de prisión. Su abogado insiste en que ha sido una sentencia bastante favorable, pero que el fiscal la ha recurrido y está pendiente de ser ratificada por el tribunal central de Ankara, algo que se produce poco tiempo antes de que se cumplan los cuatro años, cuando los jueces del tribunal de apelación ordenan que se repita el juicio y solicitan una sentencia de cadena perpetua que, al final, quedará en 30 años de reclusión.
Billy se desmorona ante aquella situación y pronuncia un duro alegato durante el juicio, no exento de insultos hacia los tribunales y el pueblo turco en general, a los que tacha de cerdos. A partir de aquel momento, su obsesión será la de fugarse del penal, único medio que considera que le permitirá salir de allí con vida.


Basada en la novela homónima del propio Billy Hayes que había escrito en colaboración con el escritor y periodista William Hoffner.
El guión es de Oliver Stone y fue premiado con el Oscar de la Academia de Hollywood, igual que la banda sonora, realizada por Giorgio Moroder.


El film, igual que ocurre en la novela, incluye escenas que nada tienen que ver con la realidad de lo acontecido, es decir, Hayes había novelado su propia historia, exagerando lo que le pareció y cambiando el sentido de algunas cosas, incluso tergiversando otras, de hecho, en 2007, hizo las siguientes declaraciones: "No escribí ni dirigí la película, pero debo aceptar mi parte de responsabilidad por el daño que ha causado. El retrato de la prisión y de los turcos no era exacto, y quedó la falsa impresión de que los turcos eran como los que aparecían en la película".


Independientemente de la veracidad mayor o menor de los acontecimientos que narra, el film está magníficamente realizado por Alan Parker, reflejando un ambiente duro y opresivo que acaba con la voluntad de los prisioneros, por medio de escenas de gran crudeza y alguna otra realmente conmovedora, todo ello envuelto en la magnífica partitura de Moroder y en las excelentes interpretaciones de Brad Davis, John Hurt, Paul Smith y el resto del reparto.




martes, 26 de enero de 2016

SOY PILGRIM

Pilgrim (Peregrino), es el nombre en clave de un hombre que no existe. Hijo adoptivo de una rica familia americana, un día dirigió "La División", una unidad del Servicio de Inteligencia de los Estados Unidos. Ahora, cuando está retirado e intenta borrar todo lazo con su pasado, es reclamado para prestar su experiencia a una investigación inusual. El Susurrador, nombre con el que es conocido el jefe de los servicios secretos norteamericanos, está convencido de que es el mejor agente de los últimos tiempos y entre él y el presidente de la nación, le encargan que actúe como explorador para desenredar una trama en la que se verá atrapado, una carrera contra el tiempo para salvar a los Estados Unidos de una amenaza terrorífica que pondrá en peligro la propia existencia de Pilgrim.
El reputado guionista Terry Hayes (Mad Max 2, Payback...), debuta en el mundo editorial y lo hace por la puerta grande con una extensa novela que se coló en todas las listas de best-sellers y que en apenas un par de años ha sido traducida a más de 30 idiomas.
Soy Pilgrim bebe en los clásicos del género de espías (Le Carré o Fleming), pero está directamente entroncado con los autores que han modernizado este tipo de literatura, como Robert Ludlum y su famoso espía Jason Bourne o Eric Ambler, el primero en utilizar al terrorista islamista como antagonista del espía moderno en "Chantaje en Oriente".
Claramente, Hayes utiliza algunos de los clichés típicos de la novela de espionaje, pero se decanta por un agente moderno, instruido, que se sabe desenvolver en ambientes elitistas, con cierto sentido del humor, frío y desalmado cuando la situación lo requiere y con una mente prodigiosa para definir con acierto lo que se esconde tras lo aparente de la escena del asesinato o de adelantarse a la acción criminal más compleja de su oponente.
Hayes no es el pionero a la hora de abandonar al típico espía de la Guerra Fría y apostar por la modernización del género, pero contribuye de manera notable a este nuevo capítulo que da impulso a un tipo de literatura que ha decidido pasar la página de la época gloriosa del espionaje tras el Telón de Acero y apostar por las nuevas amenazas que hoy convulsionan al mundo occidental.
El libro resume el estilo de Hayes en sus guiones cinematográficos: tensión narrativa, mucha inventiva y capacidad para darle la vuelta a las situaciones de forma imprevista, aunque en esto último, a mí particularmente me ha parecido que fuerza más de la cuenta en alguna de las ocasiones en las que mete otra vuelta de tuerca al argumento.
Tal vez la novela pueda parecer un poco larga, pero es que Hayes no duda a la hora de demorarse en contar de manera pormenorizada el enfrentamiento entre los dos protagonistas (Pilgrim y su rival, El Sarraceno).
Novela entretenida, no exenta de originalidad, quizá, como queda señalado, un poco larga, pero en la que la intriga y el suspense están garantizados.



lunes, 25 de enero de 2016

OCHO APELLIDOS CATALANES

Koldo (Karra Elejalde) regresa a puerto tras un largo viaje faenando en alta mar y se entera de que su hija Amaia (Clara Lago), se va a casar con un tal Pau (Berto Romero), así que decide viajar hasta Sevilla, donde vive Rafa (Dani Rovira), el antiguo novio de su hija para enterarse de qué es lo que ha ocurrido y que éste le devuelva un amuleto que siempre ha pertenecido a la familia y que le entregó cuando se iba a casar con Amaia, pues desea que lo lleve el nuevo prometido.
Cuando Rafa se entera de la próxima boda de Amaia, se pone en camino hacia Cataluña con Koldo, porque desea impedir a toda costa la boda de la chica a la que no ha podido olvidar. Cuando llegan al pequeño pueblo en el que tiene la masía la familia de Pau, les indican que han montado una pequeña farsa para hacer creer a la abuela, que lleva años sin salir de casa, que Cataluña ha alcanzado la independencia, pues era uno de los sueños de la anciana.
A tal tiempo, Koldo intenta recuperar el cariño de Merche (Carmen Machi) que está enfadada con él porque considera que le presta poca atención.
Rafa, por su parte, recurre a todo tipo de estratagemas y enredos a fin de enturbiar la relación entre Pau y Amaia y lograr su propósito de que la boda no se consume y Amaia le vuelva a dar otra oportunidad.



Secuela de la exitosa Ocho apellidos vascos, con los mismos protagonistas y alguna nueva incorporación.
Los productores tratan de aprovechar el tirón del film con esta nueva entrega.


Film oportunista donde los haya, en el que los guionistas parece que han perdido la gracia que pudieran tener en la anterior película.
Falta de frescura, sólo diré que con la anterior se escuchaban carcajadas en la sala, con esta, ni una sola risa y ni siquiera sé, porque no veía las caras de los espectadores, si es capaz de arrancar una mísera sonrisa.
Karra Elejalde se salva del desastre, pero ni siquiera eso puede salvar la película.





sábado, 23 de enero de 2016

MI AMIGO MAIGRET

Mr. Pyke, agente de Scotland Yard, ha viajado a París para conocer los famosos métodos del Inspector Maigret. Lo ha hecho correspondiendo a una invitación que el Prefecto de la policía parisiense ha hecho al Lord Alcalde de Londres. Mr. Pyke sigue a Maigret por todas partes, siempre discretísimo y manteniéndose a distancia, pero Maigret se encuentra incómodo, además nada interesante ocurre, hasta que se recibe una llamada teléfonica desde la isla mediterránea de Porquerolles. Maigret es informado del asesinato de un tal Marcellin y sus jefes le envían allí para que investigue el asesinato, ya que el difunto, un rufián de poca monta, el día de su muerte, dijo ser "amigo" del Comisario. Maigret recuerda que años atrás envió a Marcellin a presidio, al tiempo que se apiadaba de su compañera Ginette, enviándola a un sanatorio para que la trataran de la tuberculosis que padecía. La población cosmopolita de la isla poco a poco va revelando sus secretos al ojo atento de Maigret y Mr. Pyke.
El paisaje de la isla y sus descripciones tienen una parte importante en la novela, al modo de las de Conrad, los habitantes de Porquerolles viven en una especie de indolencia por mor de su clima paradisiaco que sólo se altera cuando sopla el Mistral.
Buena parte de la novela se desarrolla en el hotel L'Arche de Noé, donde se hospeda Maigret. El nombre no es gratuito, por allí desfila la variada "fauna" de habitantes de la isla.
Es uno de los mejores libros de la serie, contado de forma lineal y con el recurso del inspector Pyke, que el autor utiliza para que Maigret se pregunte a sí mismo por sus métodos.
Es el trigésimo primer libro de la serie.



viernes, 22 de enero de 2016

LA OSCURA HISTORIA DE LA PRIMA MONTSE

Paco Bodegas (Ovidi Montllor), llega a Barcelona tras pasar unos años en París. El viaje se debe a que los productores de una película en la que trabaja como guionista, le han encargado que gestione unos permisos de rodaje en España, un asunto en el que le ayudará Salvador Vilella (Xavier Elorriaga), un arribista que ha logrado acomodo entre la burguesía pudiente de la ciudad y que está casado con Nuria Claramunt (Christa Leem), prima de Paco y con la que este comienza a rememorar algunas partes de la historia de su pasado que tienen que ver con la hermana de Nuria, Montse Claramunt (Ana Belén), una asistente social (hoy se llamaría trabajadora social) que ayuda en una parroquia barcelonesa y que un día acude a la Cárcel Modelo, para entrevistarse con Manolo (Gabriel Renom), un preso que cumple condena por delitos comunes y del que Montse acaba enamorada.
La diferencia de clases y el estatus de Manolo como delincuente, hace que los cimientos de la familia Claramunt se tambaleen. El padre no acepta bajo ningún concepto la situación, dispuesto a desheredar a Montse y a expulsarla de la familia y la madre, que también está contrariada por la situación, la ve a escondidas, pero tampoco acepta las pretensiones de Montse que está decidida a seguir su vida con Manolo.
El film adapta la novela del mismo título de Juan Marsé.


Como buena parte de la obra de Marsé, la crítica a la burguesía acomodada barcelonesa, la defensa de su mundo para que nadie de fuera entre en él y menos si proviene de una clase considerada inferior, bien por motivos económicos o culturales.
La película retrata el mundo de la familia Claramunt, sobre todo de lo que podríamos llamar su sector femenino que trata de congraciarse con el mundo por medio de sus obras de caridad, como siempre se ha hecho en las familias tradicionales: echar una manita a los pobres, pero sin ensuciarse y guardando las distancias.
Bajo la pátina de acatar las normas, un universo de hipocresía del que forman parte las infidelidades a la pareja.
El catalán Jordi Cadena dirige esta adaptación con la que no se mostró muy conforme el autor del libro, pero que recoge bastante bien el desarrollo de la novela, con diálogos de cierta profundidad que, en ocasiones restan dinamismo a la película.
Una pena también que el film acabara dando tanto protagonismo a los desnudos de las actrices, de los que no nos vamos a escandalizar a estas alturas, pero que están rodados sin sutileza y sin atisbo de elegancia y dan a la película un toque ramplón.




jueves, 21 de enero de 2016

LIBERTY BAR

Maigret llega en tren a la estación de Antibes. El motivo de su viaje es investigar la muerte de un tal William Brown que ha sido asesinado. Maigret ha recibido instrucciones de manejar la investigación con precaución, "Que no haya historias", le han dicho sus superiores. Durante la Primera Guerra Mundial William Brown había trabajado para la Oficina Deuxième -Servicio de Inteligencia Francesa- así los superiores de Maigret probablemente estaban preocupados por las posibles repercusiones políticas y diplomáticas.
A su llegada Maigret se reune con el inspector Boutigues, de la policía local, pero Maigret tiene una sensación de irrealidad entre la gente disfrutando de la luz del sol, el azul del mar y el aire de estar de vacaciones, junto con el lujo de la riqueza, las villas y los yates.
A pesar de tener oficialmente la ayuda de la policía local, Maigret prefiere vagar de un lugar a otro y tratar de entender cómo funcionaba la mente de William Brown.
Poco a poco descubre que el hombre muerto vivía en un mundo de contrastes. Comenzó a trabajar en el negocio familiar en el comercio de la lana en Australia, hasta que viaja a Europa y descubre un mundo diferente. Había venido aquí a resolver un problema de negocios, pero va demorando el regreso mientras se dedica a darse la gran vida. En la última década había vivido con su amante y la madre de esta, en una casa un poco deteriorado en Cap d'Antibes, sobreviviendo gracias a una asignación mensual de su familia australiana.
Maigret se entera de que durante este tiempo William Brown tuvo una rutina, conduciendo él mismo los once kilómetros que le separan de Cannes, donde pasaba unos días cada mes. Maigret va a Cannes recorriendo las barras de diversos bares, en busca del que William Brown había frecuentado. Finalmente se encuentra con el Liberty Bar. Este bar es como un submundo en el que se desenvuelven un puñado de personajes y en el que el difunto había encontrado una especie de segundo hogar
Más tarde Maigret se entrevista con Harry, uno de los tres hijos de William Brown que se hospeda en el hotel más lujoso de Jean-les-Pins, Le Provençal. A diferencia de su padre, Harry Brown es un modelo de eficiencia en la empresa y se encarga de los asuntos de esta en Europa.
A pesar de descubrir gran parte del estilo de vida y las actividades de William Brown, Maigret está disgustado, sintiendo que su investigación está en un lío a causa de la forma en que ha manejado las cosas. Obstinadamente sigue adelante, hasta que ciertos eventos aclaran la situación en su mente para que pueda finalmente resolver la investigación a su manera.
En la primavera de 1932, Simenon se trasladó a "La Richardière", una residencia situada no muy lejos del mar, a unos siete kilómetros al norte de La Rochelle. La alquiló e instaló agua corriente, electricidad y mobiliario adecuado para él, su esposa Tigy y su sirvienta y cocinera, Boule. El lugar se convirtió en su base durante casi tres años y fue aquí donde escribió una docena de novelas, siendo la primera de ellas esta de la que hablamos hoy.
La novela se ambienta a lo largo de la Costa Azul, en Antibes, Cap d'Antibes, Jean-les-Pins y Cannes (todos en el departamento de Alpes Marítimos). Simenon se había quedado en la villa des Roches Grises en Cap d'Antibes desde noviembre 1931 hasta febrero de 1932 y así llegó a conocer bien la zona.
Es la novela número 17 de la serie.



miércoles, 20 de enero de 2016

LA GUERRA DE PAPÁ

Un día cualquiera del mes de marzo de 1964, el pequeño Quico (Lolo García), se despierta como otro día cualquiera, gritando ¡Ya me he despertaoooooooo!, para que Vito (Verónica Forqué), la asistenta interna de la casa, acuda a sacarle de su cuna.
Quico tiene tres años y su puesto de rey de la casa, se ha visto usurpado por la llegada de su nueva hermanita. Él trata de llamar la atención de los demás, de la gente que habita ese mundo que le rodea formado por sus padres; la Domi (Rosario García Ortega), que se encarga de cuidar a los pequeños y sus cuatro hermanos mayores que van al colegio o al instituto.
Ese día, tras haber comenzado de maravilla de cara a los demás, porque no se ha hecho pis en la cama, se van sucediendo las travesuras, hasta que se traga un clavo, o eso le hace creer a su madre, que presa del lógico pánico, le lleva a la consulta de Emilio (Vicente Parra), el médico de la familia, para que explore al niño.
Hasta que cae rendido por la noche, asistimos a las andanzas de Quico, vislumbramos sus secretos y conocemos sus angustias y también las de esta familia, con un padre autoritario y una madre frustrada y encerrada en casa al cuidado de los hijos que a su vez delega en sus criadas/cuidadoras.


Adaptación de la novela de Miguel Delibes "El príncipe destronado", el guión es de Horacio Valcárcel, un nombre a quien muchos vinculan con el cine de Garci, pero que también colaboró de forma repetida con Antonio Mercero, incluso en televisión, en series de tanto éxito como "Verano azul" o "Farmacia de Guardia".
Si alguien ha demostrado saber trabajar con niños (algo extremadamente complicado y a lo que algunos realizadores se niegan), es Antonio Mercero, no sólo sabe llevar de la mano a los actores, sino que saca buen partido de sus posibilidades.
La novela de Delibes es un estudio psicológico de la situación de un niño que ha perdido su papel de centro de la familia, pero también el retrato de una época, la España de los años 60, con una generación que está en el poder después de haber ganado la Guerra, pero a la que empujan los nuevos vientos que vienen representados por unos jóvenes que ya no piensan como ellos y que están más por la reconciliación y el olvido de un mundo de vencedores y vencidos al que ya no encuentran sentido.
El retrato se amplía con una una crítica velada a las costumbres burguesas de la época, también al machismo y al papel exclusivo de la mujer como madre.
Todo lo que se nos narra está visto desde los ojos del niño, que muchas cosas de las que ocurren no las entiende y otras las tergiversa desde su mente limpia de prejuicios, sin embargo, la opinión del autor se adivina en la manera de orientar la historia. 


Todas estas cosas las recoge bastante bien el film, si bien el aire de comedia resta un tanto al valor de la historia original que es puro realismo, sin intrigas, ni suspenses, ni golpes de efecto.
Es una película entretenida, aunque siempre ha sido tachada de gazmoña, más por el aspecto del protagonista, un angelito de rubios cabellos y ojos azules, que por otra cosa.




martes, 19 de enero de 2016

LA GUERRA CIVIL CONTADA A LOS JÓVENES

Estructurado en capítulos breves de apenas media página, acompañado cada uno de un dibujo de Fernando Vicente, Arturo Pérez-Reverte avanza de manera cronológica por los antecedentes inmediatos, el desarrollo y algunas de las consecuencias posteriores a la Guerra Civil Española.
Lo hace de manera escueta, casi telegráfica, que no es suficiente, ni mucho menos, para quien ya tenga cierto conocimiento sobre el tema y que da la impresión de estar pensado para lectores poco atraídos por la lectura, valga el aparente contrasentido.
Repito, porque es la impresión que queda, que todo está tratado de manera brevísima, aunque el recorrido es bastante completo. Trata de situarse en la equidistancia, sin esconder que en ambos bandos se cometieron barbaridades y que en los dos se combatió con bravura, si bien aduce que en uno de ellos fueron grupos incontrolados los que cometieron los desmanes y en el otro estuvieron planificados o, cuando menos, consentidos por las autoridades militares a fin de aterrorizar y someter a la población de las zonas ocupadas.
La idea central es que aquello fue un levantamiento militar contra un gobierno legítimo y que la represión posterior de los vencedores fue cruel y alargada en el tiempo.
Para tener una idea general del conflicto, no está mal, pero desde luego, quien esté interesado en alguno de sus episodios o en el conjunto del mismo, aunque sea de manera poco profunda,  ha de acudir a otras fuentes.



lunes, 18 de enero de 2016

EL PUENTE

Juan (Alfredo Landa) trabaja como jefe de taller en un garaje, entre bromas y veras, presume de sus conquistas con los compañeros y no quiere saber nada de cuestiones políticas, ni de demandas sindicales, su tiempo lo llena con el trabajo y la diversión.
Ante él se presenta un puente de tres días y está deseoso de que el reloj marque la una del mediodía para irse con Pepi (Mabel Escaño), su amigo Venancio (Paco Algora) y su novia. A última hora, un hombre que se va de vacaciones, llega al taller con su seiscientos averiado y toda la familia a bordo, pero Juan no quiere saber nada y en cuanto acaba la jornada, tras asearse y cambiarse de ropa, coge su moto "La Poderosa" (una Montesa Impala) y sale pitando en busca de la Pepi.
Sin embargo sus planes comienzan a torcerse, Pepi le deja plantado y prefiere irse con unos amigos estudiantes.
Juan se encuentra solo en Madrid, en pleno verano, con tres días por delante y sin ningún plan en perspectiva. Cuando circula por las calles de la ciudad, en un atasco, queda a la altura de un descapotable en el que viajan dos turistas que le preguntan qué camino han de seguir para salir de Madrid y seguir viaje a Torremolinos. Juan decide que él irá hasta la ciudad malagueña a bordo de su moto, en busca del mar y de las suecas.
En su viaje, recorriendo las carreteras de La Mancha y de Andalucía, va descubriendo esa otra España que no aparece en las guías turísticas ni en la propaganda oficial. La conciencia social de Juan irá desperezándose y tomando cuerpo tras una serie de encuentros que le esperan en su viaje.


El guión de Juan Antonio Bardem, Javier Palmero y Daniel Sueiro, se basa en algunos relatos contenidos en el libro de este último "El cuidado de las manos". Sueiro, Premio Nacional de Literatura en 1959, era uno de esos escritores llamados comprometidos, de hecho alguna de sus publicaciones estuvo prohibida durante el franquismo y también era conocido por su labor periodística que le llevó a trabajar en las redacciones de "Pueblo" y "Arriba".


El film se plantea como una película de carretera, lo que los cinéfilos llaman una road movie, un tipo de filmes al que mitad homenajea y mitad parodia Bardem con esta película.
Lo cierto es que es una de esas películas que resultan muy interesantes vistas hoy en día, porque hay perspectiva suficiente para valorar ciertas cosas de ella, alguna de las cuales era difícil de ver o preveer en su momento. Supone el fin del "landismo", aquel cine casposo (después reivindicado por algunos) que llenó las pantallas españolas de los 60 y primeros 70 y tanto el film, como el hecho de que el protagonista sea el propio Alfredo Landa, retratan esa transición que el protagonista remataría en años posteriores interpretando al detective de El crack o al inolvidable Paco el Bajo de Los santos inocentes.
En la película se va viendo esta transformación que se inicia a la puerta del taller con todos los mecánicos mirando el culo y lanzando piropos subidos de tono a una chica y va transformándose poco a poco hasta acabar con un Juan que, a su regreso a Madrid, es otra persona completamente diferente. Un cambio que es un símil del que está sufriendo el propio país, recién salido de una dictadura de cuarenta años que ha dejado huella en toda la población.
Bardem retrata la sempiterna presencia de la Guardia Civil a la vuelta de cualquier recodo y el miedo que aún produce encontrarlos. Juan dice en una de las secuencias: Que me multen, pero que dejen de meterme miedo.
Con un reparto que cuenta con breves apariciones de actores muy conocidos en España como Paco Algora, Josele Román, Mabel Escaño, Joaquín Roa, Pilar Bardem, Estanis González, Antonio Gamero, Manuel Alexandre, Germán Cobos, Álvaro de Luna, Chiro Bermejo, José Ruiz Lifante, Fernando Sánchez Polack, Simón Andreu o una jovencita Victoria Abril que luce palmito en una brevísima aparición.
La fotografía es de José Luis Alcaine y la música de José Nieto.


El film es un retrato, desde el punto de vista de Juan Antonio Bardem, cuya militancia política queda patente en el desarrollo de la misma, de una España que despierta, pero a la que aún quedan secuelas de un mundo  de represión, atraso y caciquismo, que está presente en el día a día de sus habitantes.
La película caricaturiza la mogigatería, el reaccionarismo, la invasión de turistas, la emigración... y echa una mirada llena de buenismo hacia los presos llamados políticos, los sindicalistas, los jóvenes rebeldes...
Quizá el carácter un tanto panfletario de la misma, sea su peor lastre.
El film recibió el Gran Premio en el Festival de Moscú de 1977.





sábado, 16 de enero de 2016

MAIGRET SE ENFADA

Bernadette Amorelle, una anciana de buena posición, se ha "escapado" sin que se enteren sus hijos, acompañada del mozo del jardinero, para ir a visitar al comisario Maigret, que está ya jubilado, pero quiere que investigue la muerte de su nieta Monita, porque ella piensa que no ha sido accidental como consta en el informe oficial.
El comisario se encuentra con la sorpresa de que el tío de la fallecida, Ernest Malik, fue compañero suyo de estudios, hijo de un recaudador de impuestos que había de soportar las bromas de sus compañeros por la profesión de su padre.
Maigret se da cuenta de que su antiguo compañero le trata con una superioridad humillante. Le tacha de ignorante y paleto y le abruma con una hospitalidad que no tiene otra intención que herir su orgullo y su sensibilidad.
Lo peor llega cuando Maigret avanza un poco en su investigación y Malik se esfuerza lo indecible para que la abandone. Intenta convencerle incluso con dinero. Y esto ya no lo puede consentir Maigret. Ahora su intención de seguir con la investigación y averiguar lo ocurrido, es mas firme que nunca. Maigret está molesto, se ha enfadado y esto puede ser peligroso para los malos.
Al final, lo más mísero del comportamiento humano acabara saliendo a flote, demostrando que tras la muerte de Monita, hay sucios intereses monetarios y una relación oculta entre Ernest Malik y su cuñada.
Esta es la vigésimo sexta novela de la serie.



viernes, 15 de enero de 2016

LA ISLA DEL DOCTOR MOREAU

Andrew Braddock (Michael York), oficial de máquinas de un barco que ha naufragado, navega en un bote junto a otro compañero superviviente. Cuando están a punto de desfallecer avistan tierra y logran alcanzar las playas de una isla desconocida. Mientras Braddock busca agua, su compañero es atacado y muerto por un animal y Braddock socorrido en última instancia por un personaje que habita en la isla y que dice llamarse Doctor Paul Moreau (Burt Lancaster).
Braddock despierta en una cama a la que le han trasladado mientras se repone y allí conoce a Montgomery (Nigel Davenport), ayudante del doctor y a una bella mujer, María (Barbara Carrera), que según le informa Montgomery, fue rescatada de una vida de miseria y abusos cuando era apenas una niña, por el doctor Moreau, que desde entonces la tiene a su lado.
Hay una serie de cosas que empiezan a llamar la atención de Braddock, como los sirvientes de la casa, que parecen seres deformes y los extraños gritos que provienen del pabellón donde el doctor tiene su laboratorio. Más adelante se entera de que el doctor fue expulsado de la comunidad científica por sus métodos.
Braddock descubre entre sorprendido y horrorizado, que Moreau lleva a cabo experimentos con animales a los que pretende transformar en humanos.



Basada en la novela homónima de Herbert George Wells, publicada en 1896, el guión presenta algunos cambios sobre la misma, en especial la introducción del personaje de Barbara Carrera, aunque hay que señalar que el fondo y bastante de la forma del original literario, se mantiene.
Con unas buenas interpretaciones, hay que señalar el despliegue de especialistas y su buena labor, sobre todo en los enfrentamientos con los animales.


Wells, junto a Julio Verne, es considerado como el precursor de la novela de ciencia ficción, muchos de sus relatos han pasado a la posteridad y han sido editados y adaptados en multitud de ocasiones. Hay que recordar que en la época en que escribió su relato, había un gran debate, sobre todo en el mundo científico británico sobre la experimentación con animales vivos y en ese entorno es donde Wells escribe esta novela que va más allá de un simple relato de ficción, porque plantea un problema que entronca con la moralidad. En el film, hay una secuencia que resume bastante bien el espíritu de lo que Wells escribió y Don Taylor traslada a la pantalla:

- ¿Qué es lo que empuja a una célula a unirse a un organismo de por vida? -le pregunta Moreau de forma retórica a su invitado-
- ¿Podríamos alterar esta situación? -añade-
Y Braddock le replica: - ¿Deberíamos intentarlo?

Esa es la cuestión de fondo, los límites de la experimentación, empezando por si esta debe tenerlos y si así fuere, ¿donde poner la línea?
Estas cuestiones, no sólo siguen pendientes de resolver, sino que están de plena actualidad.
El film refleja bastante bien este asunto y esa especie de parábola que hace Wells comparando a Moreau con el Creador.
La película resulta entretenida, manteniendo un punto de misterio durante buena parte de la misma, aunque es cierto que a partir de cierto momento, pasado el ecuador de la misma, decae un tanto.
El final pudo haber sido más perturbador si se hubieran atrevido a mostrar una transformación completa de María, que sólo dejan atisbar.




jueves, 14 de enero de 2016

EL CASO SAINT-FIACRE

«Les comunico que se cometerá un crimen en la iglesia de Saint-Fiacre durante la primera misa del día de difuntos.»
Este anónimo enviado por la Policía Municipal de Moulins, ha llegado hasta la mesa del comisario Maigret, tras recorrer durante varios días los despachos del Quai des Orfèvres.
Saint-Fiacre, cerca de Matignon, es el lugar de nacimiento del comisario, su padre había sido administrador del castillo de la localidad durante treinta años, y eso fue lo que le impulsó a dirigir sus pasos hacia allí, donde se hospedará en la única fonda del pueblo, la de Marie Tatin, una antigua compañera de escuela, que no le reconoce.
La presencia en la iglesia de la condesa de Saint-Fiacre, que desde el fallecimiento de su esposo ha ido coleccionando amantes (jóvenes gigolós, cuya presencia escandaliza a los vecinos) y a la que vio por última vez cuando ella tenía unos veinticinco años y él era un crío que la admiraba en la distancia, los desayunos en la rectoría, las vidrieras, el ritual de la misa, todo contribuye a llevarle a su infancia y demostrarle que todo ha cambiado.
Cuando acaba la misa, descubre que la condesa está muerta, aparentemente de un ataque al corazón.
Simenon nos va presentado a los personajes, posibles sospechosos, que interactuan entre sí, pero también nos trae a un Maigret nostálgico, inmerso en sus recuerdos de infancia, sus juegos en el patio del castillo o como monaguillo de la iglesia en que se comete el crimen.
Al final serán las circunstancias más que sus propias averiguaciones las que le lleven a establecer cómo se cometió el crimen contra la condesa, utilizando un arma muy original que no deja rastro de culpabilidad.
Esta es la decimocuarta novela de la serie.



miércoles, 13 de enero de 2016

EL PRÍNCIPE Y EL MENDIGO

Transcurren los años centrales del siglo XVI, en Inglaterra reina Enrique VIII (Charlton Heston) ya en plena decadencia física y con todas las esperanzas puestas en su hijo y sucesor, el príncipe Eduardo (Mark Lester).
Un día en que Eduardo está preparándose para un baile de disfraces, tras rechazar todos los que le han presentado sus sirvientes, cae por el hueco de la chimenea de su habitación, un pillastre que huía de la guardia de palacio, se trata de Tom Canty (Mark Lester) y ambos quedan maravillados del gran parecido que tienen.
Al príncipe se le ocurre disfrazarse de mendigo para el baile y le pide a Tom que intercambie sus ropas con él. El problema es que al salir a los pasillos de palacio, el Duque de Norfolk (Rex Harrison), cuando le ve, tomándole por Tom, ordena a los guardias que le echen a la calle para evitar que se entere el Rey de su presencia allí, librándole del posterior y más que seguro castigo.
Eduardo se verá abandonado por las calles de Londres, a merced de unos otros que le toman por loco cuando proclama que es el verdadero Príncipe de Gales. En su defensa saldrá un soldado de fortuna llamado Miles Hendon (Oliver Reed), que le sacará de más de un apuro y con quien llega a tener una relación de auténtico camarada.
Mientras tanto, Tom también está pasando malos momentos en palacio, ya que también creen que ha perdido el juicio cuando dice que todo aquello es un error y que él es un simple ratero.
Cuando el rey fallece, comienzan los preparativos para la coronación de nuevo monarca.


Adaptación de la novela del mismo nombre del norteamericano Mark Twain.
El film cuenta con un reparto de grandes figuras y otros que, sin serlo, eran muy conocidos (Oliver Reed, Charlton Heston, Mark Lester, Raquel Welch, George C. Scott, Rex Harrison, David Hemmings, Ernest Borgnine...) y una banda sonora del no menos famoso Maurice Jarre.
Pero a pesar de esta apuesta y de contar con los últimos avances técnicos, la película resultó un auténtico fracaso, del que la crítica culpabilizó en buena parte a la pobre actuación de Mark Lester en su doble papel. Fuera o no así, lo cierto es que Lester abandonó su carrera de actor.


La historia de Twain es magnífica, con muchas connotaciones que van más allá del simple cambio de roles entre un rey y un desheredado de la fortuna, pues en ella se lanza una mordaz y acertada crítica contra las desigualdades sociales.
Esta adaptación, aunque es interesante y está muy bien ambientada, con ese elenco de actores tan llamativo, sin embargo carece de fuerza y le falta dinamismo y, aunque resulta entretenida, el espectador acaba un tanto decepcionado ante lo que pudo haber sido y se queda en un mero intento.




martes, 12 de enero de 2016

EL ZAHIR

Un reconocido escritor de fama mundial (que casualmente escribió El peregrino, El alquimista y otras obras similares y habla de los guerreros de la luz), se encuentra de pronto con que su mujer desapareció. Como ella es corresponsal de guerra surgen muchas hipótesis: secuestro, asesinato, que lo haya dejado... Entonces comienza esta búsqueda, en que Esther se convierte en el "Zahir" de ese escritor. Este es un concepto proveniente de la tradición islámica que significa siempre presente, incapaz de pasar desapercibido; algo o alguien que acaba ocupando todo nuestro pensamiento, y es lo que le pasa al protagonista con Esther y lo que le lleva a replantearse toda su vida y a desentrañar los verdaderos caminos del amor.
El libro quiere representar un viaje existencial, no en vano el autor comienza con el famoso poema de Kavafis "Viaje a Ítaca" y como si de Ulises en busca de su Penélope se tratara, Coelho narra su aventura en la que aprende sobre la vida misma a lo largo del camino.
El estilo Coelho es el que conocemos, de fácil lectura, redundante a veces, entretiene pero, asimismo, esa búsqueda constante y mística de la fuerza del amor, como lo llama el autor, por momentos se vuelve algo tediosa.
Los lectores fieles del brasileño, seguirán encontrando en él unas cuantas frases bonitas, pero quizá no sea el libro más recomendable para quienes se acercan por primera vez a él, entre otras cosas porque es muy autorreferente, se defiende de los ataques de siempre de la crítica, de su supuesta simpleza para escribir, en fin, parece que esta obra estuviera pensada como vehículo exculpatorio de su creación literaria, dándole al lector la palabra final sobre la bondad de una obra.



lunes, 11 de enero de 2016

LA LOZANA ANDALUZA

Lozana (Maria Rosaria Omaggio), una española oriunda de Andalucía, llega a Roma, una ciudad que se ha convertido, aparte de cabeza de la cristiandad, en un mundo de bullicio y de cierto libertinaje, con casas de citas que abundan en la ciudad y de las que los cardenales y clérigos en general, no son precisamente los clientes menos importantes.
Napolitana (Diana Lorys) y su sobrino Rampin (Enzo Cerusico), se encargan de acoger a Lozana y explotar su belleza para convertirla en la cortesana de más éxito en Roma. El negocio marcha viento en popa, hasta que aparece el noble toledano don Sancho Villafáñez (Carlos Ballesteros), que se enamora de Lozana y pretende que le siga en su viaje de regreso a España.
La película, dirigida por Vicente Escrivá, adapta de manera libre la obra del Vicario del Valle de Cabezuela, padre Francisco Delicado y, como indican los títulos de crédito, toma algunas ideas de textos del bachiller Fernando de Rojas, Salas Barbadillo y el Arcipreste de Talavera.
En realidad el libro de Francisco Delicado, nos habla de la vida de la vida de Lozana, desde su infancia, en la que atendía al nombre de Aldonza, hasta su retiro en 1527, el año en que Roma fue saqueada brutalmente por las tropas del Emperador Carlos V. El guión de la película se centra en esta parte que trascurre en Roma, sin citar nada de la vida de Lozana en España.


Estamos ante una adaptación bastante mediocre y una película que basó el momentáneo éxito que tuvo en mostrar las bellezas corporales de la protagonista, en una época en la que España se estaba liberando de las ataduras de la dictadura y en que gracias a esta y otras películas por el estilo, algunos españoles pudieron ahorrarse el viaje a Perpignan.
Es una coproducción hispano-italiana, cuyas imágenes de exteriores se rodaron en Roma, Toledo, Cáceres y Alcalá de Henares. Quizá lo más destacable sea la música de Antón García Abril, el resto, bastante mediocre.




sábado, 9 de enero de 2016

LA SAGA DE LOS RÍUS

En noviembre de 1977, TVE emitió un programa de presentación de la que iba a ser una ambiciosa serie de trece capítulos (el DVD que se puede encontrar ahora es una refundición que los ha reducido a 10 sin perder prácticamente nada de la versión original) titulada "La saga de los Ríus", basada en tres novelas del escritor catalán Ignacio Agustí, que formaban parte de una pentalogía, "La ceniza fue árbol", que tardó en completar treinta años.
Los guiones, de Juan Felipe Vila San Juan, toman como base las tres primeras novelas del ciclo: "Mariona Rebull", "El viudo Ríus" y "Desiderio", abarcando un periodo que va desde 1880 a 1916. En ellas se narran los inicios de la empresa textil Joaquín Ríus; los amores de su hijo, también llamado Joaquín (Fernando Guillén), con Mariona Rebull (Maribel Martín); la muerte de esta en un atentado que tuvo lugar en el barcelonés Teatro del Liceo; la lucha de Joaquín por mantener a flote la empresa familiar con la difícil situación creada por la pérdida de las colonias, los levantamientos sociales en la Barcelona de principios del siglo XX y algunos apuntes sobre la vida del heredero de la empresa, el joven Desiderio Ríus (Emilio Gutiérrez Caba), sus devaneos amorosos y el matrimonio final con otra miembro de la sociedad acomodada barcelonesa, la joven Crista Fernández Torra (Victoria Vera).
La serie podemos dividirla en tres partes que se corresponden, a grandes rasgos, con las tres novelas en que se basa. La primera, es una historia romántica, los amores de Joaquín y Mariona y el final trágico de esta en el atentado anarquista del Liceo. La segunda, la lucha de Joaquín Ríus por mantener y aumentar la capacidad de la empresa textil y los enfrentamientos sociales que se vivieron con los primeros movimientos obreros en los albores del siglo XX. Por último, entra en escena el joven Desiderio, hijo de Joaquín y Mariona, un chico que se ha encontrado todo hecho y que no está demasiado preocupado por la empresa familiar, prefiriendo dedicar su tiempo al juego, las pasiones amorosas y la equitación, aunque al final entrará por el aro y se casará con una joven de su misma clase social.
Ignacio Agustí, el autor de las novelas, un hombre que había sido militante de la Lliga Regionalista de Cambó, hubo de huir de Barcelona con el estallido de la Guerra Civil, ante la certeza de que su vida corría peligro, como la de tantos otros regionalistas no separatistas que estaban señalados por los partidos del Frente Popular, con Esquerra a la cabeza. A través de Portugal, entró en la llamada Zona Nacional, instalándose en Burgos, junto a otros intelectuales que formaron el llamado grupo catalán. Se afilió a Falange en 1937, aunque nunca le fue mucho la parafernalia de sus camaradas, con los que tuvo algún enfrentamiento, sobre todo durante la II Guerra Mundial, ya que Agustí era abiertamente pro-británico.
Partidario de una Cataluña muy catalana y muy española, había escrito siempre en catalán, pero las obras a que nos referimos, fueron escritas en castellano y, principalmente "Mariona Rebull", fue todo un éxito de ventas, el personaje se hizo archifamoso en la España del momento, hasta el punto de que mucha gente llegó a tener la certeza de que había existido realmente y que había muerto a consecuencia de la bomba que el anarquista Santiago Salvador Franch hizo estallar el 7 de noviembre de 1893, en la apertura de la temporada de invierno del Gran Teatro del Liceo de Barcelona.
La serie, que contaba con actores muy conocidos de la escena española (algunos lo serían con el tiempo) como Fernando Guillén, Maribel Martín, José María Caffarel, Emilio Gutiérrez Caba, Victoria Vera, Mari Carmen Prendes, Ramiro Oliveros, Ágata Lys, Rafael Anglada, Montserrat Carulla, Teresa Gimpera, Enric Arredondo, Alejandro Ulloa o Montserrat García Sagués, había comenzado a gestarse en 1973, pero como pasa con estos proyectos en más de una ocasión, fue pasando de un cajón a otro de los directivos de TVE, hasta que en el verano de 1975, comenzó el rodaje, que duraría casi un año, en el que se invirtieron unos 5 millones de pesetas por episodio, con decorados de plató en los estudios Miramar de Barcelona, los antiguos telares de las sederías Balcells de Manresa, la fábrica Godoy-Trías de L'Hospitalet y exteriores localizados en las provincias de Madrid, Barcelona, Sevilla y Granada.
Magníficamente ambientada, con un inusitado despliegue de coches de caballos y automóviles de época y un espléndido vestuario, la música fue encargada a Augusto Algueró, no es nada del otro mundo, salvo el leivmotiv que incluye aires de sardana.
Los títulos de crédito se presentaban sobre unas estupendas acuarelas de Sergio Bigas, que reproducen estampas de lugares emblemáticos y situaciones cotidianas de la Barcelona de la época.
La serie fue dirigida por un clásico de televisión, Pedro Amalio López, y supone un trabajo de gran calidad que retrata, con realismo y un toque viscontiano, un periodo emblemático de la historia reciente de Cataluña desde el punto de vista de la sociedad burguesa acomodada.



viernes, 8 de enero de 2016

PASCUAL DUARTE

Pascual Duarte (José Luis Gómez), vive en un pueblo de Extremadura en la casa familiar, junto a su padre, Esteban Duarte (Héctor Alterio), su madre y su hermana Rosario (Diana Pérez de Guzmán). El padre, un hombre dado a la bebida, maltrata a su esposa y a su hijo, mientras Pacual, que acude a la escuela donde el cura del pueblo le enseña a leer junto a otros niños, escapa siempre que tiene ocasión para vagar por los campos de los alrededores en compañía de otros arrapiezos.
Rosario se marcha a la ciudad junto a Paco López "El Estirao" (Joaquín Hinojosa), una especie de proxeneta al que Pascual odia y con el que tiene algún enfrentamiento que acabará en tragedia como tantas otras cosas en la vida del protagonista, que le llevarán más de una vez a cumplir penas de cárcel.
Siempre regresa al pueblo y a casa, con su madre, con la que mantiene una relación tirante, como de violencia contenida, manteniendo una actitud reservada, silenciosa y enigmática.
Pascual se casa con Lola (Maribel Ferrero), tras haberla dejado embarazada, se van a Trujillo de luna de miel y allí viven unos días de relativa felicidad, que aprovechan para visitar a Rosario.
Al regreso, Lola pierde al niño que espera y Pascual, resentido con la mula a la que culpa de la tragedia de su esposa, mata a navajazos al animal.


Adaptación de la novela "La familia de Pascual Duarte", de Camilo José Cela, tenida por una de las mejores obras del autor y de la literatura española contemporánea. El guión, firmado por Ricardo Franco, Emilio Martínez Lázaro y Elías Querejeta, opta por despojar del protagonismo que en el mismo tiene la familia del personaje principal, para centrarse en éste. De hecho, personajes como el hermano de Pascual, ni siquiera aparecen en el film, la influencia negativa de la madre no es explicada, y se trata de pasada sus estancias en la cárcel, mientras otras situaciones claves en la novela de Cela, quedan en manos de que el espectador sepa interpretarlas o deducirlas tras algunas somera referencias.


El resultado es un film que se aparta de la literalidad del relato primigenio, construyendo una historia propia, aunque no siempre consigue transmitir lo que pretende. Ricardo Franco, su realizador, nos ofrece unas cuantas escenas planificadas como fotogramas estáticos, de cierta belleza plástica pero que al repetirse una y otra vez, en nada ayudan a la fluidez del relato que, por contra se vuelve lento, incluso pesado, por momentos.
El origen del particular carácter del protagonista, pienso que queda mal explicado y las metáforas y símbolos con que lo intenta explicar, creo que son difíciles de entender.


El resultado es un film plagado de silencios en el que las imágenes toman protagonismo, contraponiendo los amplios y luminosos paisajes extremeños con la opresión de la cárcel y de la oscura casa familiar. Hay una imagen recurrente que resume este lenguaje de imágenes: Pascual saliendo al exterior de la casa, plantando una silla en el suelo y sentándose en ella de espaldas a la fachada, parece que allí alcanza sus momentos de paz.
El Festival de Cannes premió a José Luis Gómez como mejor actor.