lunes, 30 de septiembre de 2019

INSTINTO BÁSICO

Johnny Boz (Bill Cable), antiguo cantante de rock y propietario de un nightclub de San Francisco, aparece brutalmente asesinado en su cama con un punzón para picar hielo. La policía encarga del caso al detective Nick Curran (Michael Douglas), que comienza a investigar la implicación de la principal sospechosa, la novia del cantante, Catherine Tramell (Sharon Stone), una atractiva escritora de novelas de intriga. Catherine es psicóloga y tiempo atrás publicó una novela en la que describe un caso similar.
Tras acudir a su casa para interrogarla, Nick se siente inmediatamente atraído por la mujer. Ella es una persona muy inteligente que logra sortear sus preguntas utilizando su atractivo físico y su gran poder de seducción.
En el pasado Nick ha tenido problemas con el alcohol, por lo que ha estado en tratamiento con una psicóloga, la doctora Beth Garner (Jeanne Tripplehorn), su antigua novia.
Aunque Catherine mantiene una relación romántica con otra mujer, eso parece no ser obstáculo para Nick, que cada día parece estar más interesado en ella, aunque la atracción sexual que siente y el hecho de acabar convirtiéndose en su amante, amenazan con dificultar la investigación, incluso ponen en peligro la propia vida de Nick que descubre una sexualidad salvaje nunca antes experimentada. Él está convencido de la inocencia de Catherine, aunque tal vez el amor y el sexo le estén cegando impidiéndole ver la verdad de las circunstancias.


Quizá podría escribirse todo un tratado sobre cómo conjugar las formas con el fondo alrededor de este film del que todo el mundo, aunque no lo haya visto, ha oído hablar.
Desde la puesta en escena y toda la parafernalia técnica y artística que acompaña a una buena película, aspectos en los que incluímos la música de Jerry Goldsmith que ya se manifiesta de alta calidad cuando acompaña a los títulos de crédito iniciales, también muy logrados, hasta los muchos planos de gran calidad técnica y de un nivel artístico a la altura de las grandes producciones de Hollywood.
Secuencias prodigiosas que valen casi por toda una película, como la del interrogatorio, planificada al milímetro, con las cámara colocada en el lugar justo y ofreciendo en unas pocas imágenes una lección magistral de cómo una mujer controla a una jauría de hombres, un grupo de fieras que se convierten en gatitos y que son conscientes de haberse convertido en títeres en manos de ella y les gusta, se ve que experimentan una especie de placer al sentirse dominados.
Al tiempo, el discurrir del film está también repleto de situaciones, giros de guión y pequeñas (o grandes) trampas que nos da la impresión de que van a precipitar hacia el abismo a la película. Sin embargo, Paul Verhoeven, sabe jugar con el riesgo y logra salir, cada vez (y son varias), con bien de ese filo de la navaja en el que va manteniendo el equilibrio. Hay situaciones realmente sonrojantes, simplistas, de una memez absoluta, casi ridículas y, sin embargo, el realizador holandés, se las apaña en cada ocasión para remontar de nuevo y devolvernos a la parte que mantiene el pulso del film, que es la intriga.


Una historia en la que hay muchas cosas: sexo, relaciones homosexuales, intriga, violencia, investigación policial, sangre y ese famoso cruce de piernas que es una de las imágenes icónicas de la historia del cine, con una Sharon Stone que se vio catapultada al estrellato por mérito propio y es que, más allá del innegable atractivo físico, su interpretación está a gran altura.
Película que tiene mucho más de lo que aparentemente parece, bien planificada y con una historia que atrapa para llegar a un final que a más de uno le dejará alguna pregunta en el aire, lo que, para mí, es un plus más del buen guión de Joe Eszterhas que Verhoeven ha sabido trasladar con éxito a imágenes. Una prueba de que se puede hacer cine comercial sin renunciar a la calidad.




viernes, 27 de septiembre de 2019

DESPARECIDA (SPOORLOSS)

Rex Hofman (Gene Bervoets) y Saskia Wagter (Johanna ter Steege) viajan en automóvil por las carreteras de Francia donde piensan pasar sus vacaciones en bicicleta.
Se detienen en un área de descanso de la autopista para repostar gasolina y utilizar las instalaciones. Saskia entra a hacer algunas compras, vuelve al coche, pero decide ir al lavabo y comprar un par de latas de refresco, pero Rex jamás la ve regresar y aunque han mantenido una discusión seria ese mismo día, no cree que ella desapareciera por propia voluntad y está convencido de que ha sido secuestrada.
Las preguntas a algunas personas del área de servicio, proporcionan cierta información, pero Rex nunca averigua qué es lo que sucedió realmente.
Tres años después, Rex tiene un renovado afán por descubrir qué le ocurrió a Saskia, recurriendo a los medios de comunicación para solicitar al público cualquier tipo de información, viéndose además apoyado por su novia actual, Lieneke (Gwen Eckhaus).
La búsqueda de Rex se ve reavivada al recibir una postal de una persona desconocida que le cita en una cafetería de Nimes en la que nunca aparece, aunque finalmente se muestra ante Rex, se trata de Raymond Lemorne (Bernard-Pierre Donnadieu), un profesor de química, casado y con dos hijas, que admite que, en el pasado, utilizó rudimentarias artimañas, sin éxito, para atraer a mujeres a su automóvil, con el propósito de dejarlas inconscientes con cloroformo. Raymond promete contarle a Rex toda la historia solo con la condición de que Rex experimente exactamente lo que Saskia experimentó. Sin pruebas contundentes que relacionen a Raymond con la desaparición de Saskia, Rex tiene que decidir si aceptará las condiciones de Raymond para averiguar qué le sucedió a Saskia.


Basada en el libro "El huevo dorado", de Tim Krabbé, también guionista del film. El libro fue publicado en España con el título de "La desaparecida".


En todo momento la película cuenta con esa frescura propia de las películas del llamado cine independiente, sin grandes artificios y con una narración que resulta bastante natural, incluso con un lejano aire documental.
Gran parte de la película, más de la primera mitad de la misma, transcurre con un ritmo calmado en el que no ocurren grandes cosas y se pasa el tiempo presentando a los personajes y sus circunstancias de manera incluso detallada y, por momentos, algo tediosa, para entrar en la última media hora del film en que, de forma también lenta pero más intensa, vamos asistiendo a la revelación del misterio que nos ha tenido atrapados durante toda la película. Porque al contrario de lo que ocurre con otras películas de este tipo, en que se nos oculta la identidad del villano, aquí la intriga se centra un poco en el porqué, pero sobre todo en el cómo y no en el quién.
Por más increíble que pudiera parecernos la historia, no lo es, los archivos policiales así lo atestiguan, pues en ellos figuran miles de casos de personas desaparecidas de las que jamás se volvió a saber nada y los que, antes o después, hallan una solución, vienen a demostrar, casi siempre, que los culpables son personas que no levantaban ningún tipo de sospecha y que llevaban una vida bastante normal.
El interés del film se mantiene por esta intriga de qué es lo que le ocurrió a Saskia y un poco, cómo se produjo el secuestro. El caso es que con esos pocos ingredientes, con gran sencillez y economía, sin giros inesperados, el espectador se ve atrapado por una historia que nos lleva a uno de los finales más terroríficos que puedan imaginarse.




jueves, 26 de septiembre de 2019

MARKÉTA LAZAROVÁ

Mikolás (Frantisek Velecký) y su hermano Adam (Ivan Palúch), apodado "El manco", pues su padre le cortó el brazo izquierdo por haber cometido una impureza con su hermana, se dedican a robar a los viajeros entregando los frutos de sus delitos a su padre Kozlík (Josef Kemr), conocido también como "El Chivo".
Durante uno de sus "trabajos", capturan a un joven rehén que viaja desde Sajonia, cuyo padre consigue huír para comunicar al rey las noticias sobre el robo, el secuestro y lo que él cree firmemente que ha sido el asesinato de su hijo, que no es otro que el nuevo arzobispo de Hennau que, a pesar de la certeza de su padre, continúa vivo, pues una hija de Kozlik, Alexandria (Pavla Polaskova), se ha convertido en su valedora.
Kozlík se prepara porque sabe que la ira del soberano caerá sobre él y envía a Mikolás con la misión de presionar a su vecino Lazar (Michal Kozuch) para que se una a él en la guerra que previsiblemente se avecina. Ambas familias están enfrentadas y forman parte de una antigua nobleza venida a menos y que está empobrecida.
Mikolás fracasa en su intento de persuasión y, en venganza, secuestra a la hija de Lazar, Marketa (Magda Vásáryová), una joven virgen prometida a Dios que está a punto de ingresar en un convento y que vivirá un brutal y apasionado amor con el apuesto e implacable bandolero.
En tanto, el rey, reúne un ejército porque desea que los caminos de la región de Mladá Boleslav, queden a salvo de los nobles, que se comportaron literalmente como ladrones, y lo que es peor, que derraman sangre en sus fechorías.
Esta película fue considerada como la mejor película checa de todos los tiempos según una encuesta realizada en 1998 a cineastas y críticos de la República Checa y de Eslovaquia.


Historia ambientada en el Reino Checo durante la Edad Media, basada en la novela homónima de Vladislav Vancura, autor que formó parte de la resistencia comunista durante la Segunda Guerra Mundial, siendo asesinado por la Gestapo en 1942. A pesar de haber ingresado en el Partido Comunista en 1921, Vancura fue expulsado ocho años después por firmar una carta de protesta contra los nuevos líderes estalinistas del partido.
En la película, la acción se sitúa en el siglo XIII, a diferencia de la novela que elude precisar fechas, para colocarse en una época no determinada de la Edad Media.
La película, en algunos pasajes no es fácil de entender, con multitud de personajes cuyas vidas se entrecruzan e historias paralelas que pueden resultar, por momentos, confusas. Sus imágenes son cautivadoras y el simbolismo que encierran algunas te obliga a permanecer atento aunque no siempre es sencillo captar su significado.


La película es como una epopeya cargada de poesía y simbolismo. Un film que no podría haber sido filmado en la época en ningún país occidental por su larga planificación, los actores, a disposición del realizador durante largo tiempo y algún que otro desnudo bastante difícil de presenciar en las películas que se hacían en este lado del telón de acero.
Es la historia en imágenes de un periodo oscuro en la historia de Chequia, con la llegada del cristianismo y una nobleza rural que se ha visto empobrecida y se dedica a la rapiña habiéndose convertido en verdaderos bandoleros.
En su estructura narrativa va mezclando el tiempo presente con algunos pasajes oníricos y otros del pasado que explican la situación y el devenir de los personajes y de la misma historia.
Tiempos duros y violentos, despiadados, sobre todo con los de siempre, las mujeres y los niños, despojados de cualquier derecho, sometidos al capricho de los hombres y víctimas últimas de los enfrentamientos, el hambre y la miseria.
Un film que no se ajusta a los cánones comerciales y una historia de gran potencia visual y artística, tremendamente sugestiva y que, al final acaba cobrando sentido a pesar de esa estructura casi filosófica de la narración.




miércoles, 25 de septiembre de 2019

ATRACCIÓN FATAL

Dan Gallagher (Michael Douglas), un abogado de Nueva York y su esposa Beth (Anne Archer), forman una matrimonio felizmente casado, con una hija de seis años llamada Ellen (Ellen Latzen). Tienen preparado un viaje de fin de semana porque van a ver una casa en el campo cerca de donde viven los padres de ella, con el objetivo de comprarla si les gusta. Sin embargo, a última hora, Dan habrá de quedarse en la ciudad para asistir a una reunión de trabajo, por lo que Beth y Ellen harán solas el viaje. Dan acaba teniendo un encuentro sexual con Alex Forrest (Glenn Close), una mujer a la que acaba de conocer que resulta ser una nueva editora asociada en una de las agencias de clientes para las que trabaja la firma Dan.
Como quiera que Alex conoce la situación personal de Dan, este da por hecho que aquello no va a tener otras consecuencias posteriores más allá de las de una simple aventura que terminará cuando Beth y Ellen regresen a casa.
Pero a medida que se acerca el final del fin de semana, Dan observa cada vez con más claridad que Alex no está dispuesta a dar por acabada su relación, usando diferentes métodos para lograr su objetivo, entre ellos, el chantaje emocional.
Por contra, Dan quiere proteger la estabilidad de su vida con Beth y Ellen, lo que significa procurar por todos los medios que Beth no se entere siquiera de la existencia de Alex. Pero mientras Dan hace todo lo posible para alejar a Alex de su vida, ésta idea nuevas situaciones extremas para mantenerlo cerca de ella, incluyendo las autolesiones, mostrándose dispuesta a hacer daño a Dan e incluso, llegado el caso, a Beth y a Ellen, para conseguir su objetivo de no resultar ignorada.


Cuidado con quién te lías. Poco esperaba el protagonista de la historia, un tipo que parece la encarnación del triunfador en su vida laboral y familiar y que se sabe atractivo para las mujeres, que el fácil ligue de una noche le iba a pasar tan tremenda factura.
Alex es una mujer sexy y aparentemente liberada y dueña de su vida, pero eso es solo la fachada tras la que se esconde un ser débil, atormentado, seguramente con un pasado de abusos y mentalmente desequilibrada.
El cóctel está servido y la acción se desliza por un tobogán que parece no tener fin, en el que las mentiras acaban saliendo a la luz con consecuencias trágicas.


A pesar de que entre la crítica no hubo unanimidad, sí la hubo entre los espectadores que convirtieron el film en el más taquillero de 1987, el año de sus estreno y es que la película sabe crear el clima propicio para atraparnos.
Magnífica actuación de Glenn Close que pasa de ser una persona desenvuelta, atractiva y elegante a una desequilibrada peligrosa, con absoluta facilidad, lo que demuestra, una vez más, la versatilidad de esta gran actriz para enfrentarse a un amplio abanico de personajes.
La película abrió una vía para historias de este tipo protagonizadas por una especie de femme fatale que se vuelve peligrosa y que fueron tan populares entre los 80 y 90, pero creo que, al menos en algunos aspectos, ninguna fue capaz de superar esta terrorífica y perturbadora historia cargada de tensión.




martes, 24 de septiembre de 2019

TELETRANSPORTE

Lo que más me molesta de los viajes es precisamente eso, el viaje en sí. No en los viajes relativamente cortos, en los que uno puede disfrutar del paisaje y todo eso, pero en los viajes largos, solo de pensarlo, ya me canso, debe ser cosa de la edad. El caso es que a veces sueño con la teletransportación que me permitiera viajar a lugares remotos sin soportar el cansancio del viaje.
Tengo un amigo que tiene cierto respeto a los viajes en avión, no es pánico, ni mucho menos, pero lo pasa mal, siempre dice que de pequeño aprendió a andar y le enseñaron a nadar, pero nadie le enseñó a volar y cuando lo hace se agarra a todo asidero posible y es de los que aplaude, y de forma sincera y entusiasta, cuando el avión toma tierra.
El caso es que yo le comentaba que a él también le vendría bien lo del teletransporte para evitarse esos malos tragos.
Él, que tiene gracejo, me comentaba que lo malo es que si algún día esto fuera factible, al final lo acabarían haciendo empresas que tendrían los medios y los pondrían a tu disposición a cambio de dinero, vamos como ahora, pero con otra forma de viajar.
Ya supongo, le decía yo, pero no veo qué tenga esto de malo, a no ser porque fuera demasiado caro.
Y para rematar sus argumentos, me aclaraba: Al parecer, el teletransporte consiste en que las células se trasladan una a una de un lugar a otro, así que me imagino metido en una especie de cabina aquí y que de repente puedan ir apareciendo partes de mi cuerpo en la otra punta del mundo, primero una oreja, la nariz... hasta quedar completo otra vez.
Y eso te asusta, claro, le dije.
No es que me asuste, es que si los que van a gestionar y manejar lo del teletransporte son los mismos que ahora lo hacen con los viajes aéreos, ya sabes cómo funcionan y me veo en un mostrador de Melbourne, por ejemplo, tratando de explicarle a quien me está atendiendo que yo estaba hace un momento en Madrid y que tenía dos piernas, pero que ahora una de ellas no aparece.



lunes, 23 de septiembre de 2019

TERCIOPELO AZUL (BLUE VELVET)

El señor Beaumont (Jack Harvey) ha de ser hospitalizado tras sufrir un grave ataque mientra regaba las plantas de su jardín. Su hijo, Jeffrey Beaumont (Kyle MacLachlan) regresa de la universidad a su idílica ciudad natal de Lamberton con el fin de ponerse al frente de la ferretería familiar. Un día, cuando vuelve del hospital de visitar a su padre, encuentra una oreja humana entre la hierba y los desperdicios de un prado cercano a su casa.
Jeffrey se dirige a la comisaría de policía para hablar con su vecino, el detective John Williams (George Dickerson) que, tras una investigación preliminar, le aconseja que no hable con nadie del asunto mientras profundizan en la investigación y le comunica que no le puede revelar nada de lo que sabe la policía, algo de lo que se entera por lo que le cuenta la hija del detective, Sandy (Laura Dern), tras haber escuchado conversaciones privadas de su padre. Algo que tiene que ver con una cantante de club llamada Dorothy Vallens (Isabella Rossellini), que vive en un antiguo edificio de apartamentos cerca de la casa de los Beaumont.
Así que Jeffrey, con la ayuda de Sandy Williams, decide averiguar algo más sobre esa mujer irrumpiendo en su apartamento mientras sabe que está trabajando.
Jeffrey se verá inmerso en un mundo desconocido para él, un mundo que realmente no entiende pero que le atrae a pesar de los peligros de hallarse asociado a un posible asesinato. Se encuentra dividido entre el atractivo de ese mundo y la perspectiva de una relación con Sally, ya que ambos están enamorados, a pesar de que ella mantiene una relación con Mike (Ken Stovitz), la estrella del equipo de fútbol de la escuela.


Desde "obra maestra" a "tomadura de pelo", de todo he leído a la hora de referirse a este film. Yo creo que calificarla de obra maestra es rebajar el listón a la hora de asignar este calificativo y lo de tomadura de pelo, solo entiendo que lo diga alguien que se haya fiado de lo anterior y espere ver realmente una obra maestra, para encontrarse con un film que tiene algunas carencias dentro de su buen tono general.
Aparte de eso, están los que lo quieren todo frito y migado, cuando lo que hace el realizador con algunas historias paralelas, es dejar algo a la inteligencia que se presupone del espectador medio tras haberle dado pistas suficientes para que extraiga conclusiones.


Casi lo mejor de la película es la escena de apertura que reúne en unos pocos planos sin palabras y con el fondo musical de "Blue velvet", la canción que popularizó en su día Bobby Vinton, los dos mundos antagónicos pero que conviven y que son el asunto central sobre el que reflexiona el film. El mundo alegre, colorista, pacífico, sencillo y agradable de la ciudad con sus amables vecinos, su transcurrir plácido que vemos en el camión de bomberos con uno de ellos agitando la mano en señal de saludo o los jardines que son antesala de las casas del típico barrio residencial y, por contra, el mundo de insectos que se esconde bajo el césped, o la basura y las malas hierbas del prado cercano a la casa de los Beaumont en el que Jeffrey encuentra la oreja.
Los dos mundos que representan también las dos mujeres, la sordidez del ambiente en que se desenvuelve la vida de la cantante y el mundo color pastel en el que vive Sandy.
Jeffrey es un buen chico, un chico formal, pero ese ambiente raro, misterioso y peligroso, tira de él como un imán y se vera atrapado en medio de perversiones, sexo morboso y violencia salvaje.
La intriga no es poderosa y hay altibajos en la tensión y el suspense, sin embargo, es cierto que estamos ante una película bastante conseguida y entretenida de visionar.




viernes, 20 de septiembre de 2019

DOBLE CUERPO

Durante la filmación de una escena en un ataúd para una película erótica sobre vampiros, el actor Jake Scully (Craig Wasson), descubre que padece claustrofobia. A pesar de que está determinado a superarla, no solo para esta película, sino también para su vida cotidiana, Rubin (Dennis Franz), el director del film, lo despide, argumentando que no puede permitirse los retrasos que la recuperación de Jake ocasionaría.
Pero la mala suerte del actor no acaba ahí, pues ese mismo día, descubre que su novia, Carol (Barbara Crampton), le está engañando, sin que el hubiera sospechado nada al respecto. Debido a ello, tiene que trasladarse de domicilio, yendo a casa de un amigo que le ofrece temporalmente el sofá de su salón. Durante una prueba para interpretar personajes de Shakespeare, un antiguo compañero de profesión le presenta a otro actor, Sam (Gregg Henry) que, al enterarse de la situación de Jake, le ofrece ocupar la lujosa mansión en que vive y que, a su vez, es propiedad de otro amigo, con la única obligación de cuidar y regar las plantas diariamente, ya que él estará cinco semanas ausente de la ciudad para participar en un rodaje. Mientras le enseña la casa, le muestra a través del objetivo de un telescopio a su hermosa vecina del otro lado del valle, en cuya no menos lujosa casa realiza un sensual striptease todas las noches a la misma hora.
Jake acaba por obsesionarse con la chica, primero en sentido romántico, pero más tarde se despierta en él un sentimiento de protección desde que observa que tiene algunos problemas en su vida que incluyen a un hombre que la somete a malos tratos y a otro que la acecha, probablemente para robar.
Gloria (Deborah Shelton) que así se llama esta mujer, acabará siendo asesinada, con Jake como único testigo, por lo que se verá involucrado en la investigación criminal, que se complica aún más con su claustrofobia.


De nuevo Brian De Palma, jugando a ser Hitchcock o, tal vez, emulando, copiando u homenajeando al maestro. Elijan el término que prefieran, porque opiniones sobre este tipo de filmes de De Palma, hay para todos los gustos.
Referencias claras al rey del misterio las hay por doquier. Todo el mundo se refiere a las más evidentes: La ventana indiscreta o Vértigo, pero esas son únicamente la fachada, porque en las que verdaderamente se inspira son, a mi modo de ver Con la muerte en los talones o El hombre que sabía demasiado.


La verdad es que algunos momentos, la historia parece bastante tontorrona y el protagonista de este "sexpenser", como llaman los americanos a este tipo de películas, da la imagen de un ingenuo desesperante por su propia candidez que le hace parecer tonto. Es cierto que algunos personajes de Hitchcock también daban una imagen semejante, pero claro, hablamos de verdaderos mitos que con su presencia y la brillantez de sus interpretaciones, llenaban la pantalla y este no es el caso.
De cualquier forma, parece que a Brian de Palma no le importa demasiado concederse ciertas licencias y acudir descaradamente al señuelo del erotismo para ofrecernos un film con bastantes altibajos, con secuencias un tanto sonrojantes mezcladas con otras de innegable calidad técnica y de gran altura artística y que logra atraparte con la intriga de saber qué pasa y en qué acabará todo.




jueves, 19 de septiembre de 2019

EL MÁS ALLÁ (KAIDAN)

Cuatro historias diferentes son las que componen el total de la película, sin que entre ellas exista relación alguna más allá del fondo sobrenatural de cada relato.
"Cabello negro" es la primera: En el antiguo Kioto, un samurai que se ve sumido en la pobreza debido a la ruina de su señor, decide ponerse al servicio del gobernador local. Para ello, se divorcia de su esposa. El hombre no ha sabido ver el valor del verdadero amor y llevado por su juventud e inexperiencia, se casa con la hija de una familia acomodada en busca de conseguir una posición en la sociedad. Su nuevo matrimonio resulta desastroso, su mujer es egoísta e insensible y, al cabo de los años, cuando su contrato finaliza, acaba regresando junto a su antiguo amor. Tras su regreso descubrirá algo misterioso y terrible sobre ella.
El segundo relato es "La mujer en la nieve", en él, dos leñadores, un anciano y su joven aprendiz, se ven atrapados por una tormenta de nieve y cuando llegan al río que han de franquear, descubren que la barca está en la orilla contraria, por lo que se refugian en la cabaña del barquero. Les visita una especie de espíritu con forma de mujer, que exhala su aliento sobre el anciano y, como si le robara su sangre cálida, se lleva su alma, sin embargo, perdona la vida al joven, ordenándole que jamás revele nada de lo que ha visto. Una década más tarde, su promesa caerá en el olvido y le cuenta el secreto a su esposa.
"Hoichi, el hombre sin orejas" es el título del tercer relato que responde al nombre de un músico ciego que vive en un monasterio donde le cuidan los monjes. El fantasma de un samurai le pide que le acompañe para cantar la balada épica sobre la batalla naval de Dan-no-ura en la que él y su señor encontraron la muerte. El joven músico imagina que lo está haciendo ante la corte de un gran señor, cuando en realidad lo hace ante su tumba. Los espíritus no le dejan en paz y todos los días, el samurai va a recogerlo al monasterio para repetir el ritual. Los monjes escriben un mantra sagrado sobre su cuerpo para protegerlo y hacerlo invisible a los fantasmas. Sin embargo, parece que olvidaron algo.
El último relato lleva por título "En una taza de té", en el que se relata el miedo que ha de soportar un guerrero al ver reflejada una misteriosa cara en el agua que contiene su taza.


Adaptación cinematográfica de cuatro historias del libro "Kwaidan: Historias y estudios de cosas extrañas" de Lafcadio Hearn, publicado en 1904, que contiene en total, diecisiete historias sobre fantasmas tomadas de varias fuentes japonesas e incluso chinas. Los cuatro relatos de la película fueron elegidos para representar las cuatro estaciones del año y su director, Masaki Kobayashi, pasó cinco años preparándo la película.
Kaidan se puede traducir como "cuento espeluznante" o "historia de fantasmas".


Las películas que reúnen varias historias empujan al espectador a mantener cierta prevención, sin embargo, en esta ocasión funcionan bastante bien, su realizador, el japonés Masaki Kobayashi, sabe elegir bien los temas para que haya cierta unidad entre ellos que, aunque son diferentes, nos hablan de los sobrenatural, de los fantasmas o espíritus que siguen vagando por el mundo real y su repercusión entre los vivos.
No es una película de terror, no hay sobresaltos, porque todo se narra con naturalidad, como si estuviéramos en un sueño mas que un mundo irreal. La película se toma su tiempo, el ritmo es pausado, pero no exactamente lento. Técnicamente la película es una maravilla, con encuadres y movimientos de cámara bien estudiados, las descripciones visuales de los entornos, los escenarios y los personajes están bien retratados y se acompañan de una partitura sugerente que, con base en acordes tradicionales, resulta innovadora y discordante. Sobre todo al inicio de los episodios se hace uso de la voz en off de un narrador que nos introduce en la historia y los diálogos, aunque no son escasos, tampoco abundan, con muchos tramos en que lo visual acapara toda la narración.
Aunque hay muchas imágenes relevantes, me llamaron la atención las puramente descriptivas, el tratamiento delicado que les da, como cuando nos muestra la casa en que viven el samurai y su esposa en la primera historia o el plano de la rodaja de sandía en medio de la habitación en la historia de "Hoichi".
Todos y cada uno de los relatos son atractivos, aunque quizá el que más llame la atención es el de "Hoichi", por su duración, una hora, en un película que dura tres y que casi hace que sea un film por sí mismo, además en este segmento están las secuencias con ambientación teatral de la batalla, casi una coreografía operística y las imágenes más emblemáticas, perturbadoras y artísticas del film: el cuerpo y el rostro del músico ciego, caligrafiados con los textos sagrados.
A todo esto se añade que las historias, son algo más que un relato de fantasmas y nos traen lecciones de vida con un fondo moral.
Muy interesante, atractiva y fascinante, digna de verse y de ser disfrutada.




miércoles, 18 de septiembre de 2019

VESTIDA PARA MATAR

Mientras se ducha, Kate Miller (Angie Dickinson), una ama de casa de mediana edad y sexualmente frustrada de la ciudad de Nueva York, tiene una fantasía en la que resulta violada, mientras su esposo está de pie afeitándose sobre el lavabo. Más tarde, ese día, después de lamentarse ante su psiquiatra, un terapeuta muy conocido en Manhattan, el Dr. Robert Elliott (Michael Caine), sobre el patético desempeño de su esposo en la cama, conoce a un hombre extraño en un museo y va con él a su apartamento, donde continúan un encuentro adúltero que comenzó en el taxi. Antes de abandonar el apartamento, encuentra documentos que certifican que el hombre tiene una enfermedad venérea. Presa del pánico, Kate entra corriendo en el ascensor, pero tiene que regresar al apartamento cuando se da cuenta de que ha olvidado su anillo de bodas. Cuando las puertas del ascensor se abren, una mujer rubia alta con gafas de sol oscuras la mata brutalmente. Liz Blake (Nancy Allen), una prostituta de alto standing, es la única testigo del asesinato y se convierte en la principal sospechosa y en el próximo objetivo del asesino. Liz es salvada de ser asesinada por el hijo de Kate, Peter (Keith Gordon), quien solicita la ayuda de Liz para atrapar al asesino de su madre, ya que el detective Marino (Dennis Franz), quien está a cargo del caso, no coopera en la investigación.
Mientras, el Dr. Elliot, se enfrenta al momento más aterrador de su vida, pues el arma del crimen fue robada de su oficina. Además, cuando fue llamado por la policía, no les ha dicho que sospecha de uno de sus pacientes. Desesperado por encontrar al asesino antes de que alguien más resulte herido, Elliott pronto se ve inmerso en un mundo oscuro y perturbador de deseos escalofriantes. Y a medida que el médico se acerca a la terrible verdad, se encuentra perdido en un laberinto provocador y mortal de obsesión, desviación y engaño, donde las fantasías eróticas más inofensivas pueden convertirse en las pesadillas sexuales más mortales.


Sobre todo en su juventud, Brian de Palma expresó su absoluta admiración por Hitchcock y, aunque no se quiera, es obvio que el film hay unas cuantas secuencias que recuerdan al maestro, aunque es cierto que De Palma lleva la película a su terreno en el que lo visual tiene suma importancia, con planos estudiados y en cierto modo arriesgado, otros llamativos de pantalla partida o los brevísimos flashbacks en los que Angie Dickinson recuerda situaciones y objetos olvidados y, aunque no sea una constante en el film, alguna que otra secuencia macabra.
Magnífica la música de Pino Donaggio y unos actores que no están mal, estamos hablando de nombres muy conocidos en la escena y no se espera menos de ellos.


El film profundiza en el aspecto psicológico de los personajes y, aunque es cierto que tiene altibajos y que los más avisados espectadores sabrán quién es el asesino antes de llegar al final, la película tiene intensidad, sabe jugar con la intriga y consigue atraer nuestra atención, resultando bastante entretenida.
Por cierto, he leído más de una alabanza al cuerpazo que luce Angie Dickinson, con casi 50 años cuando se rodó el film, en la impactante escena inicial, totalmente desnuda mientras se ducha y se acaricia abandonada a sus fantasías. Lamento desilusionar a quien no lo sepa, pero para estas escenas fue utilizada lo que en el lenguaje de Hollywood se conoce como una "body double", una doble de cuerpo. Si tienen curiosidad y se fijan, en ningún momento, aparece de cuerpo entero, siempre se nos muestran primeros planos del rostro o del cuerpo por separado.




martes, 17 de septiembre de 2019

LA MUJER EN LA VENTANA

Anna Fox, es una psicóloga infantil que se encuentra recluida en su casa de Nueva York, sin atreverse a salir. Su temor obsesivo a los espacios abiertos, conocido como agorafobia, la ha llevado a perder a su familia y mantenerse cautiva en su propio domicilio, donde dedica sus días a aprender francés, ayudar a pacientes psiquiátricos a través de foros de internet, beber merlot, ver películas de antaño (especialmente si son en blanco y negro) y espiar a sus vecinos desde su ventana a través del objetivo de su Nikon. Su rutina se verá interrumpida después de que cree haber presenciado el asesinato de Jane Russell, su nueva vecina del otro lado del patio, con la que apenas comenzaba a relacionarse.
La novela tiene muchas referencias cinematográficas, la protagonista va citando títulos, secuencias y diálogos de algunas de las películas que ve, en especial de Hitchcock, pero también otras y su modo de narración, se asemeja a un guión cinematográfico, con capítulos muy cortos y cierta preponderancia de párrafos de una sola oración.
Esta influencia cinematográfica, que en todo momento se reconoce, es evidente respecto a La ventana indiscreta, pues Anna ha convertido su enfermedad en pretexto para ser una voyeur casi desvergonzada, no solo observa a la vecina adúltera, sino los lunares que pueblan su espalda.
Al igual que Otra vuelta de tuerca, de Henry James, hace uso de la narradora femenina poco fiable que presencia acontecimientos que no puede explicar o hacer creíbles a los demás.
En la novela se mezclan el misterio propio del género negro y el de la persona de la propia protagonista, un ser del que vamos descubriendo poco a poco cosas que la convierten en un ser dudosamente fiable a la hora de creer que lo que nos cuenta no es pura imaginación.
El autor consigue transmitirnos la sensación gradual de temor, paranoia y suspense que se va filtrando en cada página, con varios giros, unos más impactantes que otros y particularmente, uno final que no se ve venir más que cuando resulta explícito.
La historia personal del editor y autor del libro, Dan Mallory (nombre real de A.J. Finn), es aún más llamativa que la novela, pues está plagada de tantos giros, vueltas, mentiras intrigantes y descaradas que, en cierto modo, eclipsa el propio argumento de la novela.
En 2020 se estrenará en nuestro país la adaptación cinematográfica dirigida por Joe Wright y protagonizada por Amy Adams, con Julianne Moore y Gary Oldman, entre otros, en el reparto.




lunes, 16 de septiembre de 2019

LA VIUDA INDOMABLE

Comitini 1922. Angelo Paternó es asesinado a sangre fría, en su propio domicilio y en presencia de su esposa embarazada, por orden de Vito Acicatena (Turi Ferro). En la ciudad todos lo saben, sin embargo, nadie tiene el coraje de testificar contra Acicatena en el juicio y el tribunal decreta que Angelo Paternó fue asesinado por unos desconocidos y se cierra el caso.
La joven viuda, Titina Paternó (Sophia Loren), pierde el hijo que esperaba y vive consumida por su sed de venganza contra el asesino de su esposo. Meses después, Rosario Maria Spallone (Marcello Mastroianni), un abogado socialista, que ha regresado a su pueblo natal desde Roma, quiere convencerla para que solicite la reapertura del juicio. En uno de sus paseos por el campo, el abogado sorprende a Acicatena intentado violar a la bella Titina, interviniendo en su defensa y resultando magullado en la lucha. La joven le lleva a casa, le cura y, agradecida por su intervención, cede a los impulsos del abogado y le deja acostarse con ella, dejándole claro que no le ama.
También regresa al pueblo Nick (Giancarlo Giannini), un ganster, primo de Angelo, que acaba de llegar de Norteamérica, donde se ha enriquecido y con el que Titina comienza una relación.
Para acabar de complicar la situación, entra en juego la política y tras la Marcha sobre Roma, Vito se convierte en jefe de los fascistas locales, mientras Rosario Maria intenta ocupar las tierras, resultando golpeado y obligado a tragar aceite de ricino por del escuadrón fascista de Acicatena.
A Nick, por su parte, le gustaría vengar a su primo y escapar con Titina, pero Rosario María acaba involucrándole en la batalla política en que está envuelta toda Italia en aquellos momentos.


Es una especie de drama erótico-político, que desemboca en una tragedia al modo griego que, en todo momento pretende imitar, con esos maquillajes deliberadamente hiperealistas y exagerados. Sin embargo, la película falla, los personajes resultan poco creíbles, el elemento folclórico es estereotipado y la trama política simplista.
El gancho que supone la presencia de la pareja por antonomasia del cine italiano (Loren/Mastroianni), no es suficiente para elevar el nivel y, aunque siempre es un placer verles en pantalla, no es esta su mejor película ni de lejos y eso que Sofía pone empeño en su papel.
Comentar que, un par de años después, su realizadora, Lina Wertmüller, pudo haberse convertido en la primera mujer en ganar un Oscar a la mejor dirección por el film Pasqualino Settebellezze, protagonizada por su actor fetiche, también protagonista de esta que hoy comentamos, Giancarlo Giannini y en la que intervenía Fernando Rey. Curiosamente fue una directora italiana y no una estadounidense la que pudo optar a ese galardón por vez primera, de todos modos no lo ganó y habría que esperar a 2009 cuando Kathryn Bigelow se lo llevó por En tierra hostil.


Existe una curiosidad alrededor del título de la película, su directora, Lina Wertmüller, nacida en Roma en 1928 como Arcangela Felice Assunta Wertmüller von Elgg Spañol von Braueich, no se si influída por su larguísimo nombre y apellidos, le puso al film un título no menos largo, "Fatto di sangue fra due uomini per causa di una vedova (Si sospettano moventi politici)", que es el que figura en el original italiano, incluso tiene una versión aún más larga: "Un fatto di sangue nel comune di Siculiana fra due uomini per causa di una vedova. Si sospettano moventi politici. Amore-Morte-Shimmy. Lugano belle. Tarantelle. Tarallucci e vino", lo que la hizo aparecer en el Libro Guinness como la película con el título más largo.
En los países anglosajones, el título fue, simplemente, "Venganza".




viernes, 13 de septiembre de 2019

TAXI DRIVER

Travis Bickle (Robert De Niro), es un hombre insociable que apenas tiene contacto con los demás, se pasa los días en el cine viendo películas porno y vive prendado de Betsy (Cybill Shepherd), una atractiva rubia que trabaja como voluntaria en la campaña política del senador Charles Palantine (Leonard Harris) que busca su nominación para las presidenciales. Para sobrellevar el insomnio crónico que sufre desde su regreso de la guerra de Vietnam, donde sirvió como marine, busca un empleo como taxista nocturno en Nueva York. Pero el contacto con las calles de la gran ciudad le acaba transmutando en un psicópata, un hombre violento que no ve más forma de solucionar los males de la sociedad que poniendo en práctica su propia justicia que no deja de ser una venganza contra lo que considera una sociedad viciada y enferma. Recorriendo las noches neoyorquinas, Travis se encuentra con un mundo lleno de traficantes, rateros, rameras, drogadictos, pandilleros, y la más variopinta fauna nocturna. En su penosa existencia, Travis opta por sublevarse contra todo aquello que le rodea, llevándole a una situación límite. Tratando de encontrar ayuda para escapar de su psicosis, pide consejo a Wizard, “El Brujo” (Peter Boyle), un veterano taxista que hace las veces de oráculo para todos los colegas de profesión, encontrando como única respuesta una serie de tópicos (todo se arreglará, diviértete...), por lo que Travis decidirá optar por lo drástico. Un singular contrabandista y traficante, que resultaría cómico si no fuera repugnante, es quien surte a Travis de todo un arsenal de armas de fuego, con las que empezará a entrenarse para matar.


Además de varias nominaciones para los Oscar (no consiguió ninguno), fue galardonada con la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 1976.


Scorsese nos pinta un tipo de hombre que, en cierto modo, responde al estereotipo que desde fuera, tenemos del norteamericano del Medio Oeste, con una cultura básica y, en este caso, algo torpe para las relaciones sociales.
Desinteresado por la política y convencido de que el mundo que le rodea en la gran ciudad en que vive, está podrido y que ni las leyes, ni quienes están a su servicio, sirven para enderezarlo. En una de las escenas, hay una frase que retrata su forma de pensar respecto a esta sociedad, algo así como "Un día caerá una lluvia de verdad y barrerá toda la inmundicia de las calles". En cierto sentido es un fundamentalista, un justiciero que se autoconvence de que aquello lo tiene que arreglar por sí mismo y no tiene inconveniente en llegar a autoinmolarse si fuera preciso.


La narración discurre entre la luminosidad, el orden y la pulcritud de la oficina electoral en que trabaja Betsy, que hace su aparición en el film de blanco inmaculado y la sordidez, la suciedad y la oscuridad del mundo en que trabaja Travis, incluso cuando no está trabajando, su cuarto da la impresión de destartalado y descuidado y no digamos la oscuridad y la mugre del garaje de la compañía de taxis.
El dilema moral que plantea el film queda ahí para que cada tome partido, algo que no resulta sencillo, porque no se trata simplemente de ponerse del lado de las normas que muchas veces, lo que hacen es dejar que la vida fluya con todas sus miserias, o apostar por este "redentor" que se autoconvence de que el mundo hay que limpiarlo cueste lo que cueste. Y es que las cosas, una vez más, no son blancas o negras y los matices de gris abundan por doquier.
A mi modo de ver, Paul Schrader firma un guión de gran fuerza, que Scorsese adorna con largos planos, tomas a cámara lenta y secuencias arriesgadas y Robert de Niro redondea con una gran interpretación de esta especie de mártir salvador en vigilia perpetua.




jueves, 12 de septiembre de 2019

AVARICIA (GREED)

John McTeague (Gibson Gowland) es un minero que trabaja en una mina de oro del Condado de Placer, California. Un dentista ambulante que se hace llamar Dr. "Sin Dolores" Potter visita el pueblo y la madre de McTeague le ruega a Potter para que se lleve a su hijo como aprendiz. Potter se compromete y eventualmente McTeague se convierte en dentista, estableciendo consulta en Polk Street en San Francisco.
Marcus Schouler (Jean Hersholt), amigo de McTeague, lleva a su prima, que también es su prometida, Trina Sieppe (Zasu Pitts) a la consulta para ser examinada. La chica ha de acudir durante varias semanas y McTeague se acaba enamorando de la joven, pidiendo permiso a Marcus para cortejarla. Marcus se hace a un lado y cuando celebran la fiesta de compromiso, Trina se entera de que acaba de resultar agraciada con un importante premio de la lotería.
Marcus acaba denunciando a su antiguo amigo por ejercer sin licencia, lo que lleva al matrimonio a la ruina, tras verse McTeague obligado a cerrar su consultorio.
Han vendido todas sus posesiones y, a pesar de la precariedad en que viven, Trina no está dispuesta a gastar su dinero y se vuelve cada día más codiciosa, mientras su esposo cae en la trampa del consumo de alcohol.
Las disputas entre la pareja van cada día a peor y la desconfianza se cierne sobre el matrimonio. Las peleas, las discusiones, los celos y la avaricia, parece que que les van llevando inevitablemente por el camino de la tragedia.


El guión se basa en la novela "McTeague", de Frank Norris, publicada en 1899.
Con el tiempo se ha ido tejiendo una especie de leyenda alrededor de este film, ya que Erich von Stroheim trabajó sin guión, simplemente cogió la novela de Norris y la pasó a imágenes casi letra por letra, con lo que al final, tenía preparada una película de 4 horas y media (rodó más de 85 horas de película), pero el estudio ordenó recortarla a la mitad y, no solo eso, también quemó los carretes de película no utilizados para extraer el costoso nitrato de plata con el objetivo de reutilizarlo. Desde entonces, de cuando en cuando, se oyen noticias de que ha aparecido alguno de los carretes, aunque nunca es así. El hecho es que los rollos perdidos, que ya decimos que fueron quemados, con lo cual no es probable que aparezca alguna copia desconocida, se han convertido en una especie de Santo Grial para los arqueólogos del cine.


Película muy especial, de tremenda calidad técnica y con una cuidadosa planificación que tiene como resultado que cada uno de sus planos tenga gran valor por sí mismo. Von Stroheim nos va conduciendo por algunas de las miserias de la condición humana a través de unos personajes magníficamente dibujados en este film que es también un retrato de algunos de los aspectos sociales, urbanos y de la vida en general de los EE.UU. a principios del pasado siglo.
La película contiene escenas de gran valor artístico, como la de la boda con el entierro al fondo, o todo el tramo final en el Valle de la Muerte.
Para muchos, este film es la antesala del realismo, diez años antes de que Jean Renoir marcara el camino que seguirían más tarde la Nouvelle Vague o el neorrealismo italiano.




miércoles, 11 de septiembre de 2019

ROJO OSCURO (PROFONDO ROSSO)

Durante una conferencia sobre lo paranormal que tiene lugar en la capital de Italia, la medium Helga Ulmann (Macha Meril), que tiene gran renombre en los círculos especializados, recibe un extraño mensaje que revela la presencia de un asesino entre la audiencia. De regreso a su apartamento resulta brutalmente asesinada por un asaltante desconocido que le asesta varias puñaladas.
Marcus Daly (David Hemmings), un británico, pianista de jazz que vive en el mismo edificio, es testigo involuntario del sangriento suceso y acabará uniéndose a una fotoperiodista local, Gianna Brezzi (Daria Nicolodi), para investigar la muerte violenta. La periodista y el músico tienen conceptos distintos sobre algunos aspectos, sobre todo el papel de la mujer en la sociedad, mientras Marcus la sigue contemplando como un ser frágil e intelectualmente inferior al hombre, Gianna se muestra como una persona liberada y, aunque no descuida sus armas de mujer, está absolutamente convencida de la necesidad de considerar equiparables a ambos géneros. Estas concepciones diferentes, les distancian, sin embargo, tras llegar ambos a callejones sin salida con sus respectivas investigaciones, dejan de lado sus diferencias y deciden tratar de resolverlo juntos.
Siguen una gran variedad de pistas que parecen no tener conexión entre sí, pero descubren que el asesino los ha estado atacando. Mientras continúan investigando, un amigo hace una contribución importante y armados con esta nueva pista, comienzan a ensamblar el resto de lo que han ido consiguiendo y se apresuran para detener al asesino antes de que vuelva a atacar.


Película que responde en muchos aspectos a los arquetipos que caracterizan el subgénero conocido como "giallo", con escenas que incluyen misterio, asesinatos, ficción detestivesca, horror, música discordante y sangre, mucha sangre producto en ocasiones de espeluznantes y desagradables heridas.
Ello combinado con elegantes movimientos de cámara, una atmósfera que se vuelve opresiva y crea desasosiego, decorados art nouveau y góticos y un par de homenajes al pintor norteamericano Edward Hopper, uno de ellos, que recrea el famoso cuadro "Nighthawks", aparece de forma recurrente a lo largo del film.


Film muy alabado entre los amantes del género, pero que se me antoja bastante insustancial para el público en general e incluso, bastante pobre para quien no guste de esos excesos que caracterizan las películas de Dario Argento, con sus colores chillones, su atmósfera que pasa de lo tenebroso a la luz sin transiciones y un guión que no duda en dar giros inesperados sin que a su realizador le importe demasiado que no tengan base sólida.
Recomendable para los amantes de este tipo de cine, para los demás, curiosa de ver.