jueves, 31 de marzo de 2016

LA VÍSPERA DE CASI TODO

Germinal Ibarra es un inspector de policía trasladado a La Coruña, que a pesar de haber recibido una medalla por la resolución del crimen de una niña, vive dominado por la mala conciencia y la frustración, además de atormentado por el recuerdo de una infancia tenebrosa. Su vida personal está repleta de sombras, con un hijo dotado para la música, pero gravemente enfermo y del que Germinal no soporta el sufrimiento. De repente, es avisado de que una mujer, hospitalizada a raíz de una violenta agresión, requiere su presencia. Al principio no la reconoce, pero descubre su identidad: Eva Mahler, una rica heredera que lleva meses desaparecida, y cuyas vidas se han entrecruzado en el pasado reciente.
Alrededor de ella y del propio Germinal van a surgir una serie de personajes con distintos periplos y orígenes, pero todos ellos perseguidos por el mismo fantasma, el del pasado: Dolores, una antigua maestra de escuela y su hija Martina, que sueña con ser escultora; Mauricio, un anciano de origen argentino repleto de nostalgia y melancolía por su país; Daniel, un muchacho marcado por el desprecio, la humillación y los problemas psíquicos. Todos ellos configuran el círculo de la trama en medio de un contexto y estética paisajística que nos hace viajar a la misteriosa Costa da Morte gallega, pero también a los rincones más mágicos de la ciudad de Buenos Aires y eso desde un homenaje del autor a su cultura popular y a la tradición poética argentina; así como a algunos de los rincones de Barcelona, ciudad que tan bien conoce el autor.
Parece que, al fin, tras unos años en que los intereses comerciales y la demanda del mercado parecían haber dejado de lado otros criterios, el Premio Nadal, que siempre fue apreciado en los ambientes literarios por el prestigio que daba a quienes lo conseguían, ya que primaba la calidad literaria sobre otros condicionantes, quiere recuperar el respeto por si mismo y por su pasado.
La novela del Del Árbol tiene un punto de denuncia sobre los abusos del poder y un mucho de recordatorio de cómo nuestro pasado vuelve una vez y otra sobre nosotros mismos y que el único camino verdaderamente efectivo es el mirar hacia adelante, buscando siempre nuevas sendas que mantengan nuestra ilusión por la vida.



miércoles, 30 de marzo de 2016

1919. CRÓNICA DEL ALBA, 2ª PARTE

En un marco de enorme malestar político y decadencia social, José Garcés (Miguel Molina), un adolescente de 15 años, en esa convulsa situación va descubriendo los sinsabores pero también los placeres de la vida. De familia burguesa venida menos y arruinada, Garcés queda solo trabajando de mancebo en una farmacia, lugar por el que van pasando enigmáticos personajes. En la rebotica, Garcés despierta al sexo con Isabelita (Cristina Marsillach), una chica de su edad, criada e hijastra de un misterioso revolucionario. Para ella no existe la fidelidad y tiene la clara intención de ejercer de prostituta en Barcelona. Para ello se arrima a José, pues ve en él la posibilidad de huir de su casa y alcanzar su sueño. Sin embargo, José tiene también un platónico amor de infancia con Valentina (Emma Suárez), amor cada vez más difícil de cristalizar por razones diversas, entre las que no se esconde su mala situación económica y la de su familia, en oposición a la adinerada posición de la familia de Valentina, cuyos padres lo rechazan. De otro lado está también la pasión que siente hacia Isabelita, y su  amistad con el líder de la sublevación del momento y su afinidad por el submundo de la revolución. En medio de tantos conflictos, José Garcés se siente ahogado por su lamentable existencia, y oprimido por las dificultades; se ve impotente ante el futuro, adivinando en su interior un destino desdichado y de puertas cerradas.


La historia 1919. Crónica del alba. 2ª parte se desarrolla en Zaragoza en 1919, un año en que se producen sublevaciones anarquistas muy importantes y la revuelta del cuartel de Palafox.
El guión sigue el relato de la obra literaria de Sender, continuación de Valentina, que muestra el cambio sufrido por los personajes principales durante los acontecimientos sociales de la España de los años veinte.


Aunque la atmósfera prerrevolucionaria, los encuentros clandestinos amorosos y políticos, la juventud estudiantil, la sociedad burguesa tambaleándose y algunos ambientes concretos como el entorno familiar o el trabajo en botica al que se dedica Pepe están muy conseguidos, lo cierto es que, en general, esta segunda parte no consigue el nivel de la 1ª y ya en su momento tuvo bastante menos repercusión que Valentina. Quizá su mayor virtud es la manera intimista de contar la historia que narra.




martes, 29 de marzo de 2016

SANGRE EN EL ESPEJO DE LA REINA

Una conocida actriz, Marcia Tait, aparece muerta en un pabellón conocido como El Espejo de la Reina, que forma parte de la finca White Priory, pero se halla separado de la casa principal. El primer problema se presenta cuando alrededor del pabellón solamente se aprecian dos hileras de huellas sobre la nieve que ha caído copiosamente durante la noche, corresponden al camino ida y vuelta de Jhon Bohun, que es la persona que halló el cadáver por la mañana. Es evidente que todas las sospechas caen sobre él, pues de otra manera, si el crimen lo ha cometido otra persona ¿cómo entró y salió del pabellón sin dejar huellas visibles?
El peculiar Sir Henry Marrivale, antiguo jefe del Servicio de Contraespionaje británico, tenido por un genio de la investigación criminal, ayudará a la policía a resolver el enigma y descubrir al verdadero culpable.
Aunque en este caso se trata de huellas en la nieve, estamos ante un enigma típico de novela negra que se conoce como de "habitación cerrada", por responder al misterio de quién mató a alguien que se halla en una habitación cuyas puertas y ventanas se hallan cerradas desde dentro y sin signos aparentes de haber sido manipuladas desde el exterior.
Con ritmo pausado, incluso lento, la narración transcurre entre sospechas sobre los varios invitados que han pasado esa noche en White Priory y dando vueltas alrededor de las diversas pruebas que aparecen, de los motivos que podrían tener algunos de los personajes para acabar con la vida de Marcia y de las teorías sobre cómo pudo producirse el crimen que son enunciadas por Mr. Rainger y Maurice Bohun.
Puede que todo resulte un tanto alambicado, pero la intriga se mantiene hasta el final, desafiando al lector a tratar de anticiparse a la conclusión a la que llegará el atrabiliario Sir Henry.
Carter Dickson fue uno de los seudónimos utilizados por el escritor americano John Dickson Carter (otros fueron Carr Dickson y Roger Fairbairn) para firmar parte de su obra detectivesca, quizá su título más conocido sea Los crímenes de la viuda roja. Sus personajes más famosos fueron el Dr. Goldeon Fell y sir Henry Merrivale que protagoniza la novela de la que hoy hemos hablado, que fue publicada por primera vez en 1934, en plena época dorada de la novela de misterio.



lunes, 28 de marzo de 2016

BEARN O LA SALA DE LAS MUÑECAS

Estamos en la segunda mitad del siglo XIX, Juan Mayol (Imanol Arias), capellán de los Bearn, una familia de rancia nobleza mallorquina, cuyos orígenes se remontan a la época de Jaime I, rememora la historia de los últimos señores de Bearn, representantes de un mundo en decadencia, cuyas tradiciones tocan a su fin.
Basado en la novela homónima de Llorenç Villalonga, que es tenido por uno de los máximos exponentes de la literatura en catalán, aunque hay que decir que hay una curiosa controversia alrededor de la novela, sobre si fue escrita primero en castellano o en catalán, una controversia que puede que fuera alimentada por el propio autor, a quien gustaban los equívocos, en cualquier caso, era un debate alejado de los posicionamientos políticos que hoy tiene el asunto del idioma catalán, ya que Villalonga, escribió indistintamente en las dos lenguas.
En su pasado hay más cosas curiosas, era hijo de militar y en 1936, estuvo afiliado a Falange, fue Lorenzo durante el tiempo que dirigió el psiquiátrico de Palma y pasó a ser Llorenç cuando cambiaron los aires.
Uno de los atractivos de la película es la ambientación, con un trabajo de dirección artística y vestuario por parte de profesionales tan acreditados, como Gil Parrondo e Yvonne Blake y las espléndidas localizaciones mallorquinas, con la finca de La Raixa como escenario central. La finca , de origen árabe, perteneció en el s. XVIII a una de las familias con más poder en Mallorca en aquel entonces, los Condes de Montenegro. Uno de sus miembros, Antoni Despuig fue un conocido erudito. Hombre culto y viajero, pasó gran parte de su vida en Italia (murió precisamente en Lucca en 1813). Transformó la antigua finca rural en un palacio al estilo italiano e introdujo en sus jardines el estilo neoclásico. Una de la escenas más evocadoras de la película es aquella en la que Ángela Molina, interpretando a Xima, baja con su vestido blanco y su falda de inabarcable volumen, por la escalera central de la finca.



Por temática, escenarios y época en que se desarrolla, es inevitable la comparación con El Gatopardo, pero está claro que la película de Chávarri, no soporta la comparación con la obra del maestro Visconti.
Rodada con holgura de medios económicos, Bearn tiene un guión un tanto rígido a la hora de trasladar a imágenes la novela y además abusa del subrayado, dejando meridianamente claras cosas que en la novela se intuyen, pero que es suficiente para que el lector, en este caso, el espectador, a poco despierto que sea, concluya por sí mismo. Por no faltar, en el final se muestra con riqueza de detalles el contenido de la famosa sala de las muñecas, sobre el que la novela pasa de puntillas.
No es solo problema del guion, claro, sino también de una realización que no compensa sus lagunas: se tiene la impresión de que Jaime Chávarri descarga la mayor parte del trabajo en los actores y en la dirección artística, contentándose con obsequiarnos cada dos por tres con una serie de envolventes panorámicas a lo largo de los magníficos escenarios que acaban cansando y que no sé si pretenden traer un aire viscontiniano a la película.


Si Bearn, pese a todo, se deja ver es porque la historia sigue interesando pero, también, por las espléndidas interpretaciones de Fernando Rey y Amparo Soler Leal. Si el primero era una apuesta segura, la segunda entrañaba cierto riesgo, pero ella realiza una interpretación maravillosa de la que incluso podría haberse sacado más partido.
En el polo opuesto, Ángela Molina, con esa voz tan poco expresiva y de la que sigo preguntándome por qué el cine español de la época estaba fascinado con ella. Continúo buscando su carisma erótico, incluso su atractivo físico y la verdad es que no lo encuentro. La actriz destroza el adorable personaje de la Xima literaria, convirtiéndola en un monigote que es incomprensible que tiente a nadie.
Un film a ratos agradable, con una puesta en escena llena de distinción, que arranca bien para ir decayendo hasta terminar casi agotando.




sábado, 26 de marzo de 2016

FORTUNATA Y JACINTA

Juanito Santa Cruz (François-Eric Gendron), hijo de una acomodada familia, inicia sus estudios universitarios en Madrid. Por decisión familiar, se prepara para casarse con Jacinta (Maribel Martín), pero a la vuelta de un viaje a París, conoce a Fortunata (Ana Belén), una huérfana de extracción humilde con la que inicia una relación secreta.
Al regresar del viaje de novios, Jacinta comienza a colaborar en obras benéficas, se inquieta ante la falta de síntomas de embarazo y sufre al enterarse que Juan tuvo un hijo con Fortunata y piensa que puede hacer suyo a ese niño.
Fortunata conoce a Maximiliano Rubín (Mario Pardo), un estudiante de farmacia de carácter apocado y físicamente débil y enfermizo, que se enamora de ella y le paga una casa. Maximiliano quiere casarse con Fortunata, pero la familia le convence de que antes de dar tal paso, Fortunata ha de ingresar en el convento de las Micaelas durante un tiempo para demostrar que está arrepentida de su pasado. Juan la requiere y alquila un piso para ella, hasta que pasado un tiempo, sus relaciones se enfrían. Fortunata, sola de nuevo, conoce a un hombre mayor, el coronel retirado Evaristo Feijoo (Fernando Fernán Gómez).
Fortunata y Juan vuelven a reencontrarse y retoman su clandestina relación.
Para muchos, Fortunata y Jacinta es la novela cumbre de Benito Pérez Galdós y la colocan en esa élite en la que se codea con títulos como El Quijote o La Regenta.
La novela de Galdós, que nada entre el melodrama y el folletín, nos habla sobre la diferencia de clases, socialmente aceptada en la época y también sobre la maternidad. Además, como en casi toda la obra de Galdós, está ese otro personaje que es la ciudad de Madrid, un mosaico de mercados, barrios, calles, casas, corralas y los tipos vairopintos que la pueblan y que tan bien retrata el canario.
Junto a los personajes principales, hay una pléyade de secundarios que toman protagonismo en momentos concretos, algo que recoge muy bien la serie dirigida por Mario Camus, autor también del guión en el que contó con la ayuda de Ricardo López Aranda.
Con una estupenda ambientación y música del maestro Antón García Abril, en ella se dan cita un ramillete de lo más escogido de la escena española: Ana Belén, Maribel Martín, Fernando Fernán Gómez, Mario Pardo, Charo López, Francisco Rabal, Berta Riaza, Francisco Algora, Luis Ciges, Mauel Zarzo, Manuel Alexandre, Mary Carrillo, Maria Luisa Ponte y muchos otros, a los que acompañan François Eric Gendron y Jean Marc Thibault. Camus, un magnífico director de actores, saca partido de estos grandes intérpretes de los que poco se puede decir como no sea para alabar su trabajo y animar a quien se decida a verles, que disfrute de unas interpretaciones que son verdaderas lecciones de arte escénico.
Hace poco escuchaba en la radio a todo un clásico de la realización televisiva, Fernando Navarrete, reflexionar sobre aquella televisión de los 70 y 80 y la actual, lo hacía de manera ecuánime, sin entrar en el tema manido de si era mejor o peor y decía que entonces, lo que se trataba de conseguir con un programa era calidad y entretenimiento, hoy ambos conceptos han sido sustituidos por uno nuevo: el "share".
Este es un producto de calidad, una auténtica obra de arte, una adaptación fiel de la obra galdosiana y una verdadera joya que seguramente hoy sería impensable realizar.




viernes, 25 de marzo de 2016

ERÉNDIRA

Eréndira (Claudia Ohana) cuida a su abuela y no para de realizar tareas, de manera que cuando llega la noche se encuentra exhausta . Cuando se queda dormida, los vientos de su desgracia comienzan a soplar para la niña cuando quema por accidente la casa de la abuela. Prostituida para poder pagar la deuda, Eréndira conoce a Ulises (Oliver Wehe), el chico con olor a naranjas, y juntos traman la muerte de la abuela. El éxito del plan, que se cumple, la separará para siempre de aquel muchacho loco de amor.
Al parecer, Gabriel García Márquez concibió este relato como guión cinematográfico, pero ante las dificultades de llevarlo a la pantalla, se publicó, junto con otro cuentos, en forma de libro.
Unos cuantos años después, esta producción franco-mexicana, fue puesta en manos del realizador brasileño de origen mozambiqueño, Ruy Guerra y supuso la mayor decepción del Festival de Cannes de 1983, donde fue presentada a concurso. A pesar de la presencia en Cannes del escritor colombiano, el film ni siquiera fue mencionado a la hora de los galardones.
El reparto lo encabezan una actriz de fama internacional como es Irene Papas, que interpreta a la abuela y la entonces esposa del realizador, Cláudia Ohana, actriz brasileña bastante conocida en su país sobre todo por sus trabajos en televisión.


Para muchos críticos, la película naufraga a la hora de llevar a imágenes la riquísima prosa de García Márquez, supongo que no es tarea fácil trasladar a la pantalla la escritura del colombiano, a pesar de ser muy descriptiva, lo hace con tales metáforas que requiere un virtuosismo y una inspiración, difícil de conseguir. Quizá la parte más conseguida, o la menos mala, por decirlo claramente, sea la visual, pero los diálogos resultan pobres y, desde luego, se pierde buena parte de la magia que encierra la prosa del autor de Cien años de soledad.
El propio García Márquez no estaba muy de acuerdo con la forma de enfocar la historia por parte de Ruy Guerra. Dice Gabo: "No hay (en Eréndira) simbolismos. Es la prostitución espantosa, aterradora de una niña". Se trata de un relato que escribió después de haberlo visto ocurrir en la realidad, en 1945, en una noche de parranda en el Caribe. Fue entonces cuando conoció a esa niña de once años que era prostituida por una matrona que hubiera podido ser su abuela. "La niña", escribió. García Márquez en una de sus críticas, "era uno de los seres más escuálidos que recuerde y su actitud no tenía nada que ver con su oficio. Casi podría decirse que no tenía la menor idea de lo que estaba haciendo sino que parecía repetir una lección de memoria". García Márquez cuenta que la niña sólo permaneció tres días en aquel pueblo, pero la memoria que dejó duró mucho tiempo.
Ruy Guerra, el realizador de "Eréndira", no pareció estar muy de acuerdo con el análisis del colombiano. " Es cierto que para mí es un escritor realista y que se trata de una realidad que me afecta profundamente, muy cercana a la brasileña y a la de todo el Tercer Mundo, una manera de interpretar los códigos culturales y de transponerlos en una forma poética. Pero además, para mí, Eréndira tiene un punto fundamental, es una de las pocas historias que conozco que trata realmente de la emancipación femenina. Generalmente se concibe el amor como la última fase de la libertad y Eréndira va más lejos. El amor también puede ser una forma de esclavitud. Su amor por el niño, por el príncipe rubio del filme, también la puede esclavizar. Por eso se libra de él ".
Como se ve, las interpretaciones son bastante divergentes, pero creo que nos dan la clave del fracaso de la película.




jueves, 24 de marzo de 2016

VIAJO SOLA

Un hombre sale a pasear con su perro para recuperarse de la resaca y de sus problemas de conciencia. De repente el perro sale corriendo entre los árboles. Allí el hombre descubre a una niña que cuelga de un árbol, balanceándose sobre el suelo. Con una mochila escolar en la espalda y un cartel alrededor del cuello que dice «Viajo sola».
El inspector de policía Holger Munch se encarga del caso y no tarda en darse cuenta de que va a necesitar la ayuda de su excolega Mia Krüger. Sin embargo, Mia, que siempre había sido una chica sana, ahora está sumida en una profunda depresión, ha dejado su piso de Torshov, en la calle Vogtsgate y se ha ido a Hitra, una isla en Trøndelag con la intención de acabar con su vida, el recuerdo de su hermana gemela, Sigrid, muerta por una sobredosis, le resulta insoportable. Holger Munch acude a su casa para pedirle que vuelva al servicio activo. No tienen ni la más remota idea de lo que les espera.
En la mejor tradición del género policiaco escandinavo, es una novela compleja y turbadora y no me extrañaría que, dado su éxito, sea la primera de una serie protagonizada por los inspectores de homicidios Mia Krüger y Holger Munch. Con un impactante arranque, la historia gira en torno a la resolución de los asesinatos en serie de varias niñas de seis años, encontradas con una tétrica puesta en escena. A la vez, la novela entrelaza diversas tramas, poniendo el foco en las historias personales de Mia y Holger, que han pasado del estrellato a la decadencia y afrontan el caso como una nueva esperanza para sus carreras.
Pero ellos son tan sólo dos de los personajes, meticulosamente logrados, que se presentan en el libro, hay unos cuantos más, cuya vida constituye en sí misma una compleja historia. Mentes perturbadas, ansiosas de salvación, reunidas para lograr un texto que engancha al lector. Se trata de una novela fluida que logra una historia sólida, un thriller con alguna carencia, pero bien hilvanado en general y que siempre mantiene inquieto al lector.



miércoles, 23 de marzo de 2016

LA FUERZA DEL CARIÑO

Aurora Greenway (Shirley MacLaine) y su hija Emma (Debra Winger), viven en un constante contrasentido de amor y disputa. Aurora es una mujer dominante que lo quiere tener todo bajo control, mientras Emma quiere vivir su vida y siente la constante presión de su madre, al tiempo que piensa que es una decepción para ella.
Cuando Emma decide casarse con Flap Horton (Jeff Daniels), Aurora muestra su oposición al estar convencida de que no será feliz con él y pensar que un hombre que aspira a ser profesor ayudante de una universidad de segunda categoría, no supone un buen futuro para su hija. Con el paso de los años, Emma se muda a otro estado porque Flap ha sido contratado por otra universidad, tienen tres hijos, pero su matrimonio está muy lejos de ser perfecto (discusiones, problemas económicos y sospechas de que su marido le es infiel). Emma se acaba refugiando en los brazos de un amable banquero, Sam Burns (John Lithgow), que también está casado y, aunque de otro tipo a los de Emma, también con problemas matrimoniales. Por su parte, Aurora pasa su tiempo dejándose querer por varios pretendientes, hasta que finalmente comienza una relación con la persona más insospechada. Su vecino Garrett Breedlove (Jack Nicholson), un veterano astronauta mujeriego, con una particular visión de la vida, pero con quien experimenta sensaciones desconocidas para ella.
Tras una nueva mudanza con su marido y sus hijos, Emma se enfrentará a la situación más difícil de su vida.


Basado en la novela del mismo título de Larry McMurtry, autor de otras novelas trasladadas con éxito al cine y ganador del Oscar por el guión de “Brokeback Mountain”. El éxito de “La fuerza del cariño”, un melodrama con tintes cómicos, sobrepasó todo lo previsible. Triunfó en taquilla, arrasó en la temporada de premios y se erigió como la gran triunfadora de la gala de los Oscar celebrada en 1984 con cinco estatuillas. Tres para Brooks (película, director y guión), actriz principal para Shirley MacLaine (en su sexta nominación) y actor secundario para Jack Nicholson (su segundo Oscar).



La película es tremendamente emotiva, difícil no echar una lagrimilla con su conmovedor final, pero tienen muchos momentos divertidos y unas actuaciones de esas que enamoran, al punto de que sus más de dos horas de duración, se pasan en un suspiro.
Otro gran acierto de la película es la banda sonora de Michael Gore, el tema principal de "La Fuerza del cariño", posee uno de esos momentos de crescendo musical verdaderamente emocionante, es ya todo un clásico y una de las melodías más reconocibles de la música cinematográfica.
Hay quien detesta este tipo de films, quien les cuelga la etiqueta de lacrimógenos y de ahí no se mueve, pero tengo que decir que, aún reconociendo que la cantidad de nominaciones a los Oscar que tiene, me parece excesiva, creo que es un buen film, muy bien realizado y de esos que te dejan un agradable recuerdo.





martes, 22 de marzo de 2016

BARCOS ESPAÑOLES EN EL MEDITERRANEO AL SERVICIO DE ALEMANIA

Es de sobra sabida la ambigua actitud del gobierno español durante la II Guerra Mundial, primero como país neutral y, más tarde, como no beligerante, alambicado juego de palabras que en el fondo escondía el delicado equilibrio para evitar, por un lado, la animadversión de los aliados y, por ende, la prohibición de importaciones, sobre todo petróleo norteamericano, del que tan necesitado estaba el depauperado país y, por otro, evitar el peligro real de una invasión en toda regla de los teóricamente amigos alemanes.
Es claro también que, por cercanía ideológica y por agradecimiento a su decisiva ayuda durante la contienda civil, los paises del Eje, contaban con la simpatía de las autoridades españolas que en 1941, ante la incesante necesidad de suministros de Rommel en su campaña africana, permitieron que, bajo la tapadera de una compañía marítima llamada COMERCIAL MARITIMA DE TRANSPORTES, mas conocida como TRANSCOMAR, cuyos socios eran hombres de paja españoles, pero el verdadero capital era alemán, comprara una serie de barcos para transportar material destinado al Afrika Korps.
Un primer grupo de diez barcos (Ostia, San Isidro Labrador, San Eduardo, Isora, Vicente, Adeje, Reamur, San Juan II, María Amalia y Celsius), transportaron para los alemanes, solo en su primer año de servicio, más o menos, unas 125.000 toneladas de suministros. Todos ellos acabaron hundidos o inútiles para navegar por mor de los barcos de guerra ingleses, ataques de la RAF, o víctimas de alguna mina, excepto el Celsius, que sobrevivió a la contienda.
En 1942, la necesidad de mercantes en el Mediterráneo, siguió en aumento, por lo que los alemanes decidieron seguir utilizando buques españoles. Los británicos alertados por todas estas operaciones presentaron fuertes protestas diplomáticas amenazando con retirar los navicerts (los documentos que expedían las autoridades británicas y que certificaban que aquella nave que los llevaba transportaba productos que no iban destinados al enemigo) a la totalidad de la flota española. Ante esta situación las autoridades españolas y frente a la ilegalidad de las operaciones realizadas, las fuertes protestas diplomáticas británicas y la merma que representaba la pérdida de estos buques a la menguada flota mercante española, tomaron la decisión de finalizar estas operaciones, pero aún se ofreció a los alemanes la posibilidad de adquirir, mediante testaferros, a la naviera bilbaína BACHI, seis buques de su propiedad: Bartolo, Juan de Astigarraga, Bachi, Kaudi, Manuchi y Tom, cuatro de estos buques pasaron a operar en el Mediterráneo navegando al servicio de los alemanes bajo bandera española donde dos ellos resultaron hundidos: el Juan de Astigarraga, torpedeado por el submarino británico HMS Torbay a una milla de cabo Mele cerca de Génova con 4 muertos y 22 supervivientes, llevaba un cargamento de naranjas desde Valencia a Génova y el Bartolo, torpedeado y hundido por el submarino británico HMS Taurus . En un primer ataque, el submarino disparó cuatro torpedos que fallaron. Dos horas después lanzó dos torpedos, uno de los cuales dio en el blanco y hundió al vapor español, con el resultado de 8 muertos y 22 supervivientes.
Los más perjudicados en el asunto, fueron los marinos españoles que, simplemente realizando su trabajo en los barcos teóricamente neutrales de su país, se vieron envueltos en la guerra sin ser participes de la misma, lo que costó la vida a unos cuantos.



lunes, 21 de marzo de 2016

AULLIDOS

Karen White (Dee Wallace) es una popular presentadora de televisión que forma parte de una operación encubierta destinada a capturar a un asesino en serie. El asesino, que ha sido bautizado como "Eddie la trituradora" por la prensa, ha desarrollado una obsesión con Karen, le envía mensajes y hace llamadas telefónicas. Bajo vigilancia policial, Karen acepta reunirse con Eddie a pesar de la preocupación de su marido, Bill (Christopher Stone). Karen utilizará un micrófono oculto en el lugar de encuentro designado, que resulta ser un sex-shop. Siguiendo las instrucciones recibidas, se dirige a las cabinas privadas en la parte posterior y se mete en la que se halla Eddie. Mientras tanto, el transmisor de Karen ha dejado de funcionar, y sin saberlo ella, está aislada de la policía que intenta frenéticamente no perder su rastro.
Karen habla con Eddie sentada de espaldas a él , que no la permite darse la vuelta y mirarle. Su obsesión sexual con ella se hace evidente, y algo en él parece cambiar. Le dice a Karen que se de la vuelta y ve algo en él que la aterroriza. La policía llega, rodea la cabina de vídeo y abre fuego, matando a Eddie. En el exterior, se reunirá con Bill y sus colegas de la televisión, Karen no puede recordar nada de lo sucedido dentro de la cabina, y aunque intenta volver al trabajo después de su encuentro con Eddie, descubre que se bloquea al salir al aire tras sufrir un lapsus embarazoso durante la transmisión en directo. En un esfuerzo por recuperarse de su trauma, Karen visita a su psiquiatra, el Dr. George Waggner (Patrick Macnee). Waggner es un autor conocido y ha escrito un libro de psicología que compara al hombre moderno a los animales salvajes. Waggner decide enviar a Karen a "La Colonia", un refugio rural en el que pacientes seleccionados van a relajarse y a participar en sesiones de terapia de grupo. Karen y Bill llegan a "La Colonia" y descubren que es un pintoresco lugar, pero los habitantes son muy extraños.


El guión se basó en el primer libro de la trilogía The Howling (1977), de Gary Brandner. Unos libros que rompieron esquemas en el asunto de la licantropía, al dotar a sus personajes de consciencia sobre su naturaleza, de la que no están avergonzados, ni intentan escapar, únicamente pretende adaptar sus vidas al mundo que les rodea para seguir sobreviviendo con sus propias costumbres.


La película se ha convertido con el paso del tiempo en un film de culto, en buena parte por los sensacionales efectos logrados por Rob Botin, que apenas contaba 21 años entonces y que logró un trabajo magistral que aún hoy día sigue sorprendiendo. Las increíbles transformaciones, para las que Botin utilizó látex, máscaras hinchables y toda clase de prótesis. La espectacular transformación completa de Eddie frente a Karen dura ¡varios minutos! durante los cuales las uñas crecen, las manos se estiran, asoman los colmillos y la piel se cubre de pelo frente a los ojos del espectador como si se tratara de un brillante truco de magia. El film acabó para siempre con la vieja técnica del encadenado de imágenes que se utilizaba hasta entonces.
El film de Joe Dante, plantea una reflexión sobre el comportamiento humano, pero lo más interesante es lo que hemos señalado al hablar de la novela de Brandner, que se trata de la primera versión en la que sus protagonistas eran conscientes de que eran licántropos y plantean el asesinato como medio de subsistencia en la mayoría de los casos.
El argumento tampoco es que sea nada del otro mundo, pero sí es de agradecer que sin necesidad de recurrir a grandes muestras de carnicería, la película consigue crear, a base sobre todo de la sensación de desamparo, aislamiento y soledad que se respira en el bosque y su entorno, el clima de miedo y tensión que el aficionado espera de este tipo de films.




sábado, 19 de marzo de 2016

EL ASESINATO DE ROGER ACKROYD

Protagonizada por el detective belga Hércules Poirot, la novela significó el lanzamiento definitivo hacia el éxito de la escritora británica Agatha Christie, la reina del suspense, y dio a su autora fama internacional.
Roger Ackroyd, viudo y terrateniente, aparece con una daga tunecina clavada en la espalda. Es la tercera muerte sospechosa en poco más de un año. En King's Abbot se respira inquietud y sospecha. Por suerte, el nuevo vecino -un apacible jubilado de origen belga y espectacular bigote- abandona el relajante cultivo de calabacines para resolver el caso.
La autora conduce al lector a través de una serie de sendas que nos hacen sospechar de unos y otros para acabar siempre equivocados, porque el asesino o la asesina, resultará ser la persona que menos podemos imaginar, es más, ni siquiera llegamos a imaginarlo. Al final de la novela, se advierte al lector que no ha sido engañado, porque siempre se ha dicho lo que el culpable o la culpable hizo, incluso cuando cometió el asesinato, pero se nos ha transmitido a base de eufemismos.
Todo esto invita al lector a la relectura, para acabar reconociendo que si hubiéramos sido suficientemente perspicaces, habríamos podido descubrir al asesino o asesina. En ese sentido, la novela establece con el lector una posibilidad de doble lectura, una ingenua y otra crítica, e invita al lector ingenuo, al final de su lectura ingenua, a emprender la lectura crítica.
Agatha Christie consideraba esta novela como el más conocido de sus libros (fue uno de los primeros que escribió, tal vez el quinto o sexto) y estaba segura de que su éxito se debió a su idea central, idea que sólo podía ser utilizada una vez.
Algunos lectores la tacharon de tramposa, acusación que ella rechazó con gusto, llamando la atención sobre varias frases y expresiones cuidadas.
El libro fue adaptado a la escena con el título de "Coartada" y la autora sintió dolor en su corazón, porque uno de los personajes trazados con mayor placer, Caroline, la hermana de doctor Sheppard, de carácter inquisitivo, dominante y solterona, pereció en el arreglo sustituida por por una joven encantadora, de buena presencia y sin mal genio.
En 2013, la Asociación de Escritores del Crimen (CWA) de Reino Unido reveló los resultados de una encuesta que realizó para conmemorar su 60 aniversario, en ella, Agatha Christie fue reconocida como la mejor escritora de novela negra, mientras que su obra «El asesinato de Roger Ackroyd» resultó elegida como su mejor novela de ese género.



viernes, 18 de marzo de 2016

RELATOS SALVAJES

- Una modelo y un crítico musical coinciden en un vuelo y comienzan a hablar de sus vidas, hasta que descubren que el antiguo novio de ella, un tal Gabriel Pasternak, es la misma persona a la que él examinó formando parte de un tribunal y con el que, de algún modo, se ensañaron, pues su trabajo era muy malo a su juicio. Otra de las pasajeras, una maestra jubilada, se introduce en la conversación, no ha podido evitar oírles y comenta sorprendida ante la casualidad, que Pasternak estuvo en su clase cuando era niño. Ante los comentarios de alguno más de los pasajeros que también conoció a este personaje, el crítico pregunta si alguien más conoce a Pasternak, las manos de todos ellos se van levantando y el desasosiego les domina cuando se dan cuenta que ninguno de ellos ha sacado billetes para aquel vuelo; o les ha tocado en un concurso, o se los han proporcionado a través de la empresa o una agencia.

- Una camarera reconoce en el cliente que acaba de entrar en el establecimiento en que trabaja, al usurero que causó una tragedia en su familia. La cocinera sugiere mezclar veneno para ratas con su comida, pero la camarera se niega.

- Dos conductores en una carretera con poco tráfico tienen una discusión con trágicas consecuencias.

- La grúa se lleva el coche de un ingeniero experto en demoliciones, mientras él mantiene que no estaba bien señalizada la prohibición de aparcar y tiene una discusión con el empleado de la compañía de remolque. El asunto destruye su vida privada y profesional, y proyecta la venganza contra la compañía de remolque y el ayuntamiento.


- El hijo de una familia rica tiene un accidente en el que atropella, con resultado de muerte, a una mujer embarazada. Los padres, junto al abogado de la familia, tratarán de evitar las consecuencias comprando al jardinero de su mansión para que declare que él conducía el automóvil.

- Durante el banquete de boda, la novia descubre que quien ya es su marido, ha estado engañándola con una de las invitadas. Decide vengarse pagándole con la misma moneda.


Así están planteadas la seis historias que conforman esta película que no es un film al uso, sino una suerte de amalgama de cortos que no tienen entre si relación alguna. Sí les une su espíritu de cierta crítica social, la violencia mayor o menor que contienen y el humor negro con que están contadas las historias, todas ellas muy bien elegidas y con un guión acertado.
Con un amplio elenco de actores que, en general, están bastante bien, destacan algunas actuaciones, entre las que más me han llamado la atención, Darín en su papel de ingeniero "Bombita", Rita Cortese como la cocinera de Las ratas o Erica Rivas, la novia del último de los relatos.


Situaciones que cualquiera de nosotros podría vivir, llevadas al límite, en las que el lado salvaje de la persona aflora tomando el camino extremo. Ese humor del que hablábamos, sirve en alguno de los relatos para suavizar el final que, de otro modo resultaría un tanto espeluznante. El hecho de que sean historias cortas, hace que el ritmo de la película sea ágil y que al espectador le resulte la mar de entretenida.
Quizá una de las frases de la cocinera, expresa el fondo que anima las historias: Todo el mundo quiere que alguien le de su merecido a estos personajes, pero nadie se atreve a mover un dedo.




jueves, 17 de marzo de 2016

MOTA Y MARÍN

En una entrada pasada, hablábamos de los voluntarios portugueses en la Guerra Civil Española, hay una caso, más anecdótico que otra cosa, que fue la intervención en el bando franquista de voluntarios rumanos, pertenecientes a la Guardia de Hierro, una organización que se definía como socialista con el campesinado, nacionalista y patriota, cristiano ortodoxa, republicana, anticomunista, anticapitalista y antisemita.
Cuando se produjo el levantamiento contra la República en 1936, desde Rumanía la Guardia de Hierro no tardó en pedir voluntarios para la Guerra de España a favor de los rebeldes, en pro de la defensa de los valores tradicionales, el cristianismo y el antibolchevismo. Un total de siete voluntarios rumanos partieron hacia España (más tarde cifra incrementada a los 16), entre ellos el lugarteniente del líder de la formación Corneliu Zelea Codreanu, Ion Mota, como legionarios del movimiento que se integraron en la Legión Española, concretamente en la Sexta Bandera del Tercio. El 13 de Enero de 1937, los voluntarios rumanos se estacionaron en el Asedio de Madrid sobre el Frente de Majadahonda, donde recibieron un contraataque republicano con artillería e infantería. En los duros combates que tuvieron lugar murieron dos de los legionarios, Ion Mota y Vasile Marin. Los cuerpos de ambos voluntarios fueron trasladados a Rumanía. La muerte de Mota, el favorito y segundo de Codreanu, causó una profunda y solidaria tristeza en los seguidores de la Guardia de Hierro, especialmente en su jefe. El funeral fue espectacular, más de 300.000 personas marcharon tras los féretros de Mota y Marin por las calles de Bucarest, Bukovina y Transilvania.
Al final de la guerra, las autoridades franquistas levantaron un monumento en el lugar en el que habían caído Mota y Marin, alrededor del cual, durante muchos años (ignoro si en la actualidad sigue siendo así), se celebraba un acto en su honor, organizado por Falange Española, al que acudía un grupo de rumanos y al final del cual, como en el ritual falangista, se pronunciaban los nombre de los dos legionarios Ion Mota, Vasile Marin, respondiendo los asistentes con el grito de ¡¡¡PRESENTES!!!
Por cierto que el ayuntamiento de Majadahonda, quiere derribar el monumento amparándose en la Ley de Memoria Histórica, por estar vinculado a grupos fascistas. Un pleno de la corporación municipal, con los votos de Ciudadanos, PSOE, Somos Majadahonda e IU, y la abstención de PP y Centristas, aprobó una moción en la que se insta al derribo. Con lo que no contaban es con que el monumento, al parecer, se encuentra en terreno privado, propiedad de la Asociación para la Custodia del Monumento a los Legionarios Rumanos caídos en Majadahonda, que está al corriente de pago de los correspondientes tributos. La cosa se enreda porque, al parecer, los votantes de la moción eran conscientes de que el terreno no era público, según indican los concejales populares que argumentan que por eso se abstuvieron en la votación.



miércoles, 16 de marzo de 2016

EL NIÑO

Jesús (Luis Tosar) y Eva (Bárbara Lennie) son dos agentes de policía que llevan dos años persiguiendo la pista de un importante narcotraficante británico (Ian McShane) que opera en el Estrecho de Gibraltar. Cuando parece que no conseguirán cerrar el cerco, aparecen El Niño (Jesús Castro) y El Compi (Jesús Carroza), dos narcos menores, de hecho llegan a este mundillo porque, como tantos otros, desean hacerse con un dinero rápido y están dispuestos a transportar droga de un lado a otro del Estrecho. Por medio de Halil (Saed Chatiby), un joven hispano-marroquí de su edad al que El Compi ha conocido en una discoteca, entran en contacto con Rachid (Moussa Maaskri), un narco que controla una de las rutas entre África y Europa que les propone que hagan un trabajo para él. El helicóptero de la policía les localiza y persigue la lancha en que llevan el alijo, hasta que deciden dar la vuelta y cuando llegan a las playas de Marruecos descubren que en realidad, lo fardos contienen arena: han sido utilizados como cebo.
Estos jóvenes, al final, acercarán a la policía, de forma involuntaria, a su objetivo de interceptar un gran alijo.
El guión se inspira en el caso real de Ahmed Ouazzani, uno de los mayores traficantes de costo en el Estrecho. Junto a él, la película también dibuja un trazo de Mounir Remach, otro narcotraficante que subía a YouTube vídeos de sus logros tras atravesar el Estrecho con moto acuática.


Interesante planteamiento el de Daniel Monzón que nos relata una historia de narcotráfico desde los dos lados, el de la policía y el de los traficantes, poniendo el acento en la acción y dejando de lado las historias paralelas que solo son tratadas de manera esquemática, sin profundizar en ellas (las relaciones de amor, ajustes de cuentas, corrupción, dificultades de los jóvenes para trabajar...)
Con algunas escenas muy conseguidas, ya es casi mítica la persecución de la lanzadera por el helicóptero.
Creo que es un retrato acertado y cercano de una realidad que la gente de La Línea, Algeciras y otras poblaciones de uno y otro lado del Estrecho, vive de manera cotidiana.
Monzón siempre dice que él hace películas para el público y este film, desde luego, entretenido es.




martes, 15 de marzo de 2016

CAROL

Therese quiere dedicarse profesionalmente al diseño de escenarios teatrales, pero mientras se abre paso en el difícil mundo de Broadway, trabaja temporalmente en unos grandes almacenes durante la campaña de Navidad. Un día atiende a una elegante mujer que le llama poderosamente la atención, hasta el punto de que Therese le envía una felicitación junto al pedido que ha hecho, será el principio de una amistad que se convertirá en algo mucho más profundo.
Carol, que así se llama aquella mujer, está en trámites de divorcio y su marido aprovecha el viaje que ella y Therese realizan a través de EE.UU., para poner un detective a seguir sus pasos y conseguir pruebas que desacrediten a Carol como madre, a fin de que no obtenga la custodia de la hija que tienen en común.
Cuando ya había escrito "Extraños en un tren", pero aún no había sido publicado, Patricia Highsmith escribió este libro que hubo de publicar bajo seudónimo (Claire Morgan) y titular "The Price of Salt" (El precio de la sal). Su editor se negó a publicarlo y hubo de buscar otra editorial distinta.
Therese, es en realidad un trasunto de la autora, quien en una navidad neoyorquina, trabajando como dependienta en los grandes almacenes Bloomingsdale’s, se vio subyugada por la aparición de una clienta. Acabada la jornada llegó a casa, tomó la pluma y escribió el argumento de Carol de un tirón. Pensar que ese trabajo ocasional le permitió pagarse el psicoanálisis que le llevó a no casarse con su novio de entonces, hace la historia de la gestación de la novela aún más genial.
La propia Patricia Higsmith, al hablar de su libro, nos dice: Mi joven protagonista, Therese, puede parecer ahora demasiado timorata, pero en aquellos tiempos los bares gays eran sitios secretos y recónditos de alguna parte de Manhattan, y la gente que quería ir cogía el metro y bajaba en una estación antes o una después, para no aparecer como sospechosa de homosexualidad. El atractivo de "The Price of Salt" era que tenía un final feliz para sus dos personajes principales, o al menos que al final las dos intentaban compartir un futuro juntas. Antes de este libro, en las novelas estadounidenses, los hombres y las mujeres homosexuales tenían que pagar por su desviación cortándose las venas, ahogándose en una piscina, abandonando su homosexualidad (al menos, así lo afirmaban), o cayendo en una depresión infernal.
Aunque al principio el libro tuvo una ventas discretas, cuando salió la edición de bolsillo, vendió cerca de un millón de ejemplares y seguro que fue leído por muchas más personas.
La historia que narra, totalmente exenta de morbo, es la de una mujer que despierta al mundo del amor homosexual y la de una casada infeliz en su matrimonio, mayor que ella y que ya ha tenido alguna experiencia en esos ámbitos.
Es una historia de lucha contra las convenciones sociales, pero sobre todo, es un relato lleno de ternura, en el que la naturalidad prima sobre cualquier atisbo de sensacionalismo.



lunes, 14 de marzo de 2016

EN LOS LÍMITES DE LA REALIDAD

Dividida en cuatro partes totalmente independientes con el nexo común de lo fantástico, la película nos adentra en un mundo imaginario, como dice la presentación, una puerta se abre hacia otras dimensiones.
En la primera de las historias, Bill Connor (Vic Morrow), un perfecto racista que despotrica contra negros, asiáticos y judíos porque el puesto que él anhelaba se lo han dado a un judío, al salir del bar en el que está con sus amigos, se encuentre transportado en el tiempo y en el espacio y aparece en la Francia ocupada por los nazis confundido con un judío; también se halla en Alabama, como negro asediado por el Klan y en la guerra de Vietnam, donde sus compatriotas le disparan a mansalva como si fuera un viet cong.
En la segunda parte, un tal Sr. Bloom (Scatman Crothers), residente en un asilo de ancianos, hace que sus compañeros recuperen el espíritu de la infancia.
La tercera historia nos lleva a una fantástica y terrorífica casa en la que un niño de diez años, que tiene el poder de hacer que se cumpla todo lo que imagina, tiene secuestrada a su supuesta familia.
Por último, John Valentine (John Lithgow), pasajero de un avión que vuela a través de una imponente tormenta con mucho aparato eléctrico, es presa de un ataque de ansiedad ante la situación que se vive en el avión, pero eso no será nada comparado con lo que siente cuando ve a una extraña figura humanoide sobre una de las alas del aparato, que está intentando destruir uno de los motores. Cuando avisa a la tripulación, nadie le cree y piensan que todo es producto de su estado de nervios.


Cada uno de los episodios fue encargado a un realizador diferente, incluso tuvieron sus propios equipos de rodaje. Los mediometrajes fueron dirigidos por John Landis, Steven Spielberg, Joe Dante y George Miller en el orden en que los hemos presentado en la sinopsis, con resultados desiguales. Para la crítica y buena parte de los aficionados, el episodio de Spielberg es el más flojo, pero a mí me parece que son cuatro piezas magníficas ya que ofrecen un recorrido bastante completo por el cine de terror y fantasía que se hacía en EE.UU. un par de décadas antes de que se hiciera la película.
Es cierto que tanto el episodio de Joe Dante, como, sobre todo, el de George Miller (el director de Mad Max), están algo por encima y en este último, contamos con la gran actuación de John Lithgow que le valió estar nominado en varios importante premios, pero repito que todos los episodios tienen un gran nivel, lo que ocurre es que a muchos aficionados al género, las historias que llevan la etiqueta de edulcoradas o moralizantes, no les gustan demasiado, pero el relato de Spielberg, por ejemplo, tiene mucho de cuento de hadas y más lecturas de las que a simple vista pueda parecer.


El film se concibió como un homenaje a una de las mejores series televisivas jamás realizadas, The Twilight Zone. En ella, la ciencia-ficción y el terror se aunaban para componer pequeñas perlas de menos de media hora de duración. La calidad de los guiones, basados algunos en relatos de autores como Ray Bradbury, Richard Matheson o Ambrose Bierce, era muy alta, y la serie pronto se convirtió en un verdadero objeto de culto. La serie se prolongó durante cinco temporadas y 156 episodios, entre 1959 y 1964.
El film comienza con un fantástico prólogo de John Landis. Dos personajes, un coche y una carretera oscura definirán el territorio por el que nos moveremos de aquí en adelante, lo extraño irrumpe en el mundo real hasta confundirse con él.
Muy entretenida, bien realizada y agradable de ver, con el añadido de que al estar divida en episodios, la narración se hace mucho más ágil ahuyentando cualquier atisbo de aburrimiento.




sábado, 12 de marzo de 2016

RAZONES PARA SER FELIZ

La novela es una crónica negra, la historia de un niño, Carlos, al que le suceden una serie de desdichas que resultan un poco excesivas, pero el libro es así, excesivo en algunos momentos.
Carlos se entera un mal día que su padre, al que vio cómo se llevaba la policía, es un destripador, un desalmado que descuartizaba a sus víctimas tras haberlas violado y de ahí en adelante las desgracias familiares, en forma de muerte de los seres más allegados (madre y abuelos), desquiciados por lo que aquel hombre hizo, se irán sucediendo, hasta que Carlos quede sólo en el mundo.
Rubén, un mago cuya hermana fue la primera víctima del violador, localiza al niño y trata de vengarse en él de lo que le ocurrió, hasta que recapacita y se da cuenta de que el muchacho no tiene culpa alguna y no sólo eso, sino que Carlos acaba refugiándose en casa de Rubén, en quien cree haber encontrado al padre que tanto admiró antes de saber quién era en realidad. Sin embargo, algo ocurre en la relación entre Rubén y Carlos que llevará a este a tomar una decisión trágica.
Carlos Pérez Merinero es un icono dentro del género negro español, escritor y guionista, escribió muchas novelas y unos cuantos guiones cinematográficos y televisivos (Amantes de Vicente Aranda, o algunos guiones de La huella del crimen para TV, entre otros muchos).
Alejado del famoseo, nunca buscó los premios o el abrigo editorial para conseguirlos, él se dedicaba a escribir y sus historias, descarnadas y con finales nada complacientes, eran lo importante.
Es verdad que sus novelas no son de relumbrón, pero sí con historias atractivas, muchas veces cercanas al hard-boiled (personajes rudos y con actitud de duros), hechas para pasar el rato, al más puro estilo Pulp, pero no exentas de calidad.



viernes, 11 de marzo de 2016

DE CAMISA VIEJA A CHAQUETA NUEVA

Basada en un libro de Fernando Vizcaíno Casas con guión del propio autor de la novela, la película narra las andanzas de Manolo Vivar de Alda (José Luis López Vázquez), un trepa que se las arregla para medrar sin importar el viento que sople, de falangista pro-nazi a demócrata de toda la vida, el film hace un recorrido por las diversas etapas del franquismo (el periodo de autarquía, la entrada en la ONU, los acuerdos con EE.UU., la tecnocracia, el aperturismo, la época de Carrero, las asociaciones políticas) y la primera época de la Transición, en los que vemos a un Manolo que no tiene empacho alguno en en ir pasando de Falange a supernumerario del Opus y, al final en dirigente destacado de la Plataforma Democrática.
Vizcaíno Casas fue un autor peculiar, encontró su filón a partir de la muerte de Franco y con un estilo irónico y mordaz, se dedicó a retratar, bajo su particular punto de vista a la clase política emergente, haciendo hincapié en el hecho de que eran o herederos de los viejos franquistas o, directamente, estos mismos convenientemente reconvertidos.
En esta y en otras novelas de corte similar que escribió y que le convirtieron en uno de los autores de habla hispana más leídos del siglo XX, no esconde su crítica a las corruptelas que se dieron durante el Régimen, pero las contrapone con el candoroso aprecio que demuestra por los idealistas, esas personas que renunciaron a prebendas y vivieron siempre en una oscura jefatura de negociado, renunciando a ascensos y trapicheos porque su conciencia se lo impedía.


Rafael Gil era amigo de Fernando Vizcaíno Casas y dirigió todas las películas que se hicieron basadas en los libros de su amigo (excepto la primera "Niñas... ¡al salón!", que dirigió Vicente Escrivá).
La película traduce mediante imágenes y diálogos, de manera muy sencilla aquella desconfianza que se vivió por una parte de la sociedad (el llamado franquismo sociológico) hacia el cambio que se estaba produciendo y lo hace de una manera divertida, lo que ocurre es que el film tiene un barniz rancio que hace que la empatía que sientes por la historia que te está contando, quede empañada.
De cualquier manera, no deja de ser cierto lo que narra, porque todos podríamos citar, no a una, sino a varias personas que, a grandes rasgos, responden al perfil.
Al final del film hay una escena que resume bien el espíritu de la película: Manolo se va de manifestación, se ha dejado barba y el pelo crecido, su esposa le dice que el pantalón vaquero le sienta bien, que la camisa de cuadros sin corbata, también , pero que la chaqueta, oscura y de corte clásico, no le pega. Entonces él le pregunta ¿y qué hago? y ella le responde: "cámbiate de chaqueta".




jueves, 10 de marzo de 2016

OYE, MORENA, ¿TÚ QUÉ MIRAS?

Hola, soy Coral. Siempre fui una romántica empedernida, hasta que el género masculino me rompió el corazón. Después de varios desengaños, os juro que me dije a mí misma que no permitiría que nadie más me hiciera daño. ¡Qué bonito es el amor, pero menuda mierdecilla es sufrir por él! Hoy por hoy me considero una mujer relativamente feliz. Trabajo como repostera, tengo unas amigas increíbles y una preciosa hija a la que adoro. Con respecto al tema de los hombres, lo único que pretendo es disfrutar de un sexo divertido con ellos y poco más. Sin embargo, debo confesar que hay uno que hace que se acelere mi aturdido corazón cada vez que lo veo. Se llama Andrew y es el jefe de seguridad de las giras musicales de mi amiga Yanira. Andrew es un bomboncito alto, de ojos oscuros, moreno y terriblemente atractivo. Y si a eso le sumas que conduce una moto y que tiene ese puntito canalla en su mirada que me vuelve loca, ¡ni te cuento!
Estas palabras de la protagonista de la novela, me parecen más que adecuadas para que quien no haya leído nada de esta autora, se haga una idea de por dónde va la novela.
El texto responde a los cánones de lo que ha dado en llamarse Chick lit o novelas románticas post-feministas, pensadas para mujeres jóvenes e independientes entre 20 y 40 años, pero que, lógicamente, pueden interesar a cualquier otro tipo de público.
Aunque la autora trata de presentarnos a Coral como una chica normal, nacida en Tenerife y que ha emigrado a EE.UU. en busca de un futuro mejor, en realidad, lo que nos va contando hace que no sea tan normal: Es amiga íntima de una estrella de la canción; vive en un barrio residencial que no es barato (según sus propias palabras), en un apartamento con vistas al mar; tiene unas amigas superestilosas que, como ella misma, aunque sea de vez en cuando, se pueden permitir ropa y complementos de diseño y, para colmo, se acuesta con tipos guapetes, ¡vamos, como cualquier chica normal! ¡Ja!
Megan Maxwell, es el seudónimo de María del Carmen Rodríguez del Álamo Lázaro, una española de madre toledana y padre norteamericano, que nació hace 51 años en Núremberg (Alemania). Actualmente vive en Madrid y ha alcanzado cierto éxito y muchas seguidoras con este tipo de novelas que tienen un lenguaje fresco, que hablan de sexo sin tabúes y que cambian al príncipe azul por un hombre actual, guapo, romántico, que se cuida físicamente y que tiene éxito profesional.



miércoles, 9 de marzo de 2016

VALENTINA. CRÓNICA DEL ALBA, 1ª PARTE

Adaptación a la gran pantalla de la primera parte de los varios cuardernos que componen "Crónica del Alba", en los que Ramón José Sender narra las vicisitudes de José Garcés, un excombatiente republicano muerto en el campo de Argelès-sur-Mer.
En la película, un personaje interpretado por Eusebio Poncela, que ha conocido a Garcés en el campo de concentración, le lleva a Valentina, las notas que Garcés escribió allí y que suponen una suerte de autobiografía. Desde este momento, la película retorna desde el tiempo presente a la infancia de Pepe Garcés (Jorge Sanz) y Valentina (Paloma Gómez) en un pequeño pueblo aragonés. Aunque Sender retrata paisajes, lugares, personajes y recuerdos de su infancia, en realidad no es una obra autobiográfica como tal, en todo caso el autor nos lo hace creer, logrando de este modo mayor complicidad con el lector.
La película, estupendamente fotografiada y con una delicada banda sonora de Riz Ortolani que incorpora un inolvidable leivmotiv, nos traslada de manera sugestiva no exenta de un cierto tono poético, a la infancia del protagonista, reflejando la vida rural en los pueblos de la España del momento desde ese punto de vista del despreocupado niño que disfruta de un mundo incontaminado y vive su primer amor, una relación que tiene mucho de platónica y desde luego, tierna e inocente.


Además de un Jorge Sanz aún niño (yo creo que ha perdido con el tiempo, aquí incluso vocalizaba mejor), interpretando el papel de Mosen Joaquín, podemos disfrutar de la presencia de Anthony Quinn que en cualquiera de sus intervenciones llena la pantalla con ese poderío interpretativo que siempre ha tenido y su delicioso acento mexicano, totalmente fuera de lugar, es verdad, pero me parece un acierto que no se recurriera al doblaje.
No exenta de un punto de humor, Valentina destila un aroma de romanticismo elegante y de producto bien acabado y agradable de ver.
Como curiosidad, decir que veinte años después, los dos protagonistas infantiles, volvieron a cruzar sus vidas y aunque acabaron separándose,  Paloma Gómez y Jorge Sanz, tienen un hijo en común en la vida real.