viernes, 29 de septiembre de 2017

OLIVER TWIST

Oliver Twist (Barney Clark), así como el resto de los chicos del orfanato en el que vive, se están muriendo de hambre y deciden jugarse quién de ellos pedirá más comida. Oliver es el elegido. Durante la cena de esa noche, tras recibir su raquítica ración, Oliver se dirige al director del orfanato y le pide más comida. Tachado de ser problemático por el Sr. Bumble (Jeremy Swift), el bedel y por el director, Oliver es ofrecido como aprendiz a cualquiera que lo quiera contratar. Tras librarse de milagro de ejercer el penoso trabajo de limpiar chimeneas, Oliver se convierte en aprendiz en la empresa de pompas fúnebres del señor Sowerberry (Michael Heath). Pero Oliver se pelea con el otro muchacho que trabaja allí, y decide escapar e irse a Londres. En las afueras de la ciudad, cansado y hambriento, Oliver conoce a Artful Dodger, conocido por el apodo de Truhán (Harry Eden), quien le ofrece un lugar donde hospedarse en Londres. Lleno de inocencia, Oliver se ve inmerso en el mundo del hampa de Londres e ignorando sus tareas reales, se encuentra en medio de una banda de chicos carteristas dirigida por el malvado Fagin (Ben Kingsley).
Roman Polanski adapta para el cine, nuevamente, el clásico de Charles Dickens. Cuenta con una inspirada banda sonora de Rachel Portman.
La película supuso un estrepitoso fracaso en taquilla, sobre todo en EE.UU. y aunque en Europa le fue algo mejor, tampoco alcanzó los resultados esperados.


A pesar de todos los pesares, de las críticas y de ese escaso resultado económico, lo cierto es que Polanski nos ofrece un ejercicio formal de primer nivel. Es cierto que juega sobre seguro, pues el relato de Dickens es una obra consagrada en la literatura universal, pero también se arriesga al fracaso con un original que ya contaba con brillantes adaptaciones. El realizador logra trasladar la historia al espectador en todo su esplendor y con los matices de crítica social, a las instituciones de caridad o a la propia justicia que contiene la novela. Supongo que Polanski, víctima de los campos de exterminio nazis, de los que escapó en una penosa huída, en cierto modo lava sus propias heridas de infancia a través del pequeño Oliver.
Tonos oscuros para resaltar el penoso entorno de la vida del protagonista y excelente actuación de Ben Kingsley, creando un genial Fagin. Muy bien asimismo, el joven Barney Clark encarnando al tierno y encantador protagonista.
Interesante película y buena adaptación de la inmortal obra de Dickens.




martes, 26 de septiembre de 2017

NORTHUMBRIA, EL ÚLTIMO REINO

Primer libro de la saga Sajones, Vikingos y Normandos, es la historia de Uhtred, el hijo de Uhtred, que era hijo de Uhtred y cuyo padre también se llamaba Uhtred, un muchacho de apenas 9 años que ve como su padre, Señor de Bebbanburg, muere a manos de los invasores daneses. El muchacho es raptado por el Jarl Ragnar, uno de los líderes vikingos, que lo educa como a un hijo hasta convertirlo en un auténtico guerrero.
Pero el libro es también la historia de Alfredo, el único monarca en la historia inglesa al que se le ha concedido el honor de ser llamado «el Grande». Alfredo fue responsable de salvar Wessex y, a la larga, a la sociedad inglesa de los asaltos daneses, y su hijo Eduardo, su hija, Etelfleda, y su nieto Etelstano terminaron lo que él empezó a crear, que fue, por vez primera, una entidad política a la que llamaron Englaland.
El mayor desafío al que se enfrentó Alfredo fue la invasión de Inglaterra por los daneses, a los que rara vez los escritores ingleses de la época llamaban vikingos, palabra que, en cualquier caso, describe más una actividad que un pueblo o una tribu. Salir como vikingos significaba salir a asaltar, y los daneses que lucharon contra Inglaterra en el siglo IX, aunque sin duda asaltaban, eran ante todo invasores y colonos.
Por último, el libro es la historia del enfrentamiento entre dos culturas, pero sobre todo entre dos religiones, los paganos del norte, adoradores de Odín y Thor y los seguidores del Dios cristiano.
El autor mezcla personajes reales y ficticios, con hechos que están recogidos en las crónicas y otros sobre los que especula, y así, en la medida de lo posible, la novela está basada en hechos reales, pero no ahorra en introducir generosamente esos elementos especulativos.
Cornwell nos ofrece una magnífica recreación de los dos espacios en que se mueve la novela, los campamentos y asentamientos daneses, por un lado y las aldeas y poblaciones inglesas, por otro, trasladándonos a cómo era su vida diaria, con diversiones sencillas y primitivas y unas jornadas duras en las que el frío, el agua o el calor, dependiendo de la época del año, así como los peligros constantes, las enfermedades, el hambre o los abusos de los poderosos,  formaban parte del día a día en aquel penúltimo siglo del primer milenio, si a ello unimos las excelentes descripciones de las batallas, algo que el autor domina, uno siente aquello como si realmente lo estuviera viviendo.
Magnífico libro, cuya lectura he ido posponiendo en el tiempo y a la cual seguramente, seguirán las de las sucesivas novelas de la serie.



lunes, 25 de septiembre de 2017

NINETTE

Murcia, 1959. En la trastienda de la librería religiosa Fuensanta, Andrés (Carlos Hipólito) y sus amigos hablan de Francia y de la libertad que allí se vive, mientras juegan a las cartas admirados de que, hasta el poco agraciado Armando (Enrique Villén) tenga una vida sentimental de lo más ajetreada.
Poco después Andrés viaja a París, instalándose en casa de monsieur Pierre (Fernando Delgado), un exiliado que trabaja en la Citroën y de su mujer, madame Bernarda (Beatriz Carvajal), verdulera en el mercado.
Pero la casa no le gusta y le pide a Armando que le busque otro alojamiento y que busque a varias chicas para salir a conocer todas las maravillas de París.
Pero mientras este sale a buscar a las chicas, llega Ninette (Elsa Pataky), la hija de sus caseros, y empleada de las Galerías Lafayette, una joven de la que Andrés se queda prendado de inmediato y que se muestra como él cree que es una parisina moderna.
El plantón se repetirá los siguientes días ya que ella tiene vacaciones y se las pasará en la cama con Andrés, que no sale a conocer la ciudad, simulando diversas enfermedades ante los padres de ella, aunque acaba un tanto cansado de comer cocidos, paellas y fabadas.
Finalmente le confesará lo ocurrido a Armando, el cual debe reconocer que las francesas no son como las pintan y que él sigue sin ligar.
Un año más tarde, casados, Andrés y Ninette viven en Murcia con los padres de ella, que es la sensación de los amigos de Andrés.
El film es la refundición y adaptación cinematográfica de las dos obras ("Ninette y un señor de Murcia" y "Ninette, modas de París") que Miguel Mihura  dedicó a este personaje emblemático de su obra, la inteligente, sexy, graciosa y espontánea muchacha parisina que trabaja en las Galerías Lafayette. La película "Ninette" es el homenaje que Garci ofrece en el centenario de su nacimiento al genial dramaturgo, en el mismo año, 2005, que a la postre sería el de su fallecimiento.


Supongo que a Garci le apetecía hacer este homenaje a Miura y lo llevó a cabo a su manera con una película que no aporta nada nuevo a las adaptaciones anteriores, incluso está por debajo de alguna de ellas a mi particular juicio.
Además, viendo la película, uno se da cuenta de que buena parte de la juventud actual se puede perder el significado de alguna de las frases ingeniosas y de los gags, por haber perdido las referencias históricas. La España de 1959-60, queda muy lejos y entre que no saben muy bien cómo era aquella sociedad y que ni Francia en general, ni París en particular son para los españoles lo que eran entonces, la comedia de Mihura ha perdido parte de su gracia y buena parte de su frescura.
En cuanto a los actores, Elsa Pataky luciendo palmito y los demás pues cumplen, quizá destacar a Enrique Villén y a Beatriz Carvajal, en papeles secundarios a los que sacan buen provecho.




viernes, 22 de septiembre de 2017

MEMORIAS DE UNA GEISHA

Japón, 1929. Chiyo, una niña de nueve años, perteneciente a una familia muy humilde, es vendida por sus padres para trabajar en la casa de Geishas de Nitta Okiya. Su hermana mayor Satsu (Samantha Futerman) no es aceptada y es enviada a un prostíbulo. En la casa Chiyo (Suzuka Ohgo) conoce a Calabaza (Zoe Weizenbaum), otra niña que va a ser instruida para ser geisha, así como a las famosas geishas Hatsumomo (Gong Li) y su rival Mameha (Michelle Yeoh).
Al principio es una simple sirvienta que no recibe nada a cambio de su trabajo, hasta que quienes regentan la casa decidan si tiene calidad suficiente para servir a la clientela, los hombres que pagan por la conversación, la danza y la canción de estas mujeres.
Desde el primer momento, Hatsumomo se revela como una rival traicionera que casi consigue quebrar su entereza. Tras años de riguroso entrenamiento, aquella niña se convierte en la legendaria geisha Sayuri (Zhang Ziyi). Hermosa y dotada de un gran talento, Sayuri cautiva a los hombres más poderosos, pero sobre ella se cierne la sombra de un amor secreto, un hombre al que ella no puede aspirar que se convierte en el amor de su vida, todo el mundo le conoce como el Presidente (Ken Watanabe), y hará que desde ese momento sólo desee convertirse en una famosa geisha para estar más cerca de él.


Adaptación del famoso best-seller de Arthur Golden.
Cambian algunos detalles respecto a la novela, por ejemplo, en el libro se nos habla de lo que le ocurrió a la hermana de Chiyo cuando logró huir del prostíbulo en que estaba y también del futuro de la protagonista tras declararse mutuamente su amor con el Presidente; pero en general, el espíritu de la obra literaria, se mantiene en el film.


Esta es una historia romántica aderezada con sus buenas dosis de drama ya desde el inicio, cuando las niñas se ven arrancadas de su casa en plena noche y bajo un aguacero de los que hacen época.
Es cierto que, para mi gusto, la película se hace un poco larga, media hora menos le hubiera venido al pelo para que no lo pareciera, pero el realizador, Rob Marshall, opta por la pausa y por recrearse en escenas muy plásticas pero que nada aportan a la narración, aunque es cierto que contribuyen, en algún caso, no en todos, a esa belleza que envuelve al film, con escenarios muy logrados y de una innegable hermosura (las estampas de los jardines son auténticas maravillas), a la que contribuyen una exquisita fotografía y una estupenda banda sonora que firma el maestro John Williams, junto a un guión que contiene no pocos pensamientos profundos y diálogos cargados de intención.
Magníficas también las interpretaciones de las cinco mujeres que tienen roles más importantes: Gong Li, Kaori Momoi, Yûki Kudô, Zhang Ziyi y Michelle Yeoh y también de la niña Suzuka Ohgo, el resto de los actores también lo hacen muy bien, pero ellas nos embelesan con su trabajo.
Película de gran belleza formal y con un argumento que la hace muy amena e interesante para el espectador gracias al partido que saca de la rivalidad entre Sayuri y Hatsumomo.
La curiosidad más llamativa de la película es que son actrices chinas las que interpretan a personajes japoneses y que ninguna de ellas tiene como idioma materno el inglés, lengua en la que está rodado el film.




jueves, 21 de septiembre de 2017

REGRESO AL INFIERNO

Es la historia de unos soldados norteamericanos que están a punto de terminar su misión en Irak. Poco después de enterarse de que su unidad está a punto de regresar a casa, son enviados a una última misión humanitaria de transporte de provisiones médicas a un pueblo iraquí. La unidad es víctima de una emboscada y sufre graves pérdidas. Los supervivientes se verán sometidos a crueles situaciones físicas y psicológicas. Ya de regreso a Estados Unidos, los antiguo combatientes deberán enfrentarse a los recuerdos del pasado, a la vez que deben poner la vista en el futuro y volver a la vida civil.
Seguimos a cuatro de ellos, el cirujano Will Marsh (Samuel L. Jackson) que vio demasiadas cosas horribles y cómo los soldados morían en la mesa de operaciones sin que pudiera hacer nada; Vanessa Price (Jessica Biel) una profesora de educación física, divorciada y madre de una niña, que perdió una mano en la emboscada; y dos soldados de infantería, Tommy Yates (Brian Presley) que perdió a su mejor amigo ese día, y Jamal Aiken (Curtis Jackson), que sigue reviviendo el momento en el que mató a una mujer civil. Cada uno de los cuatro ha vuelto a casa cambiado, cada uno se siente trastornado. La terapia de grupo, los servicios de apoyo a los veteranos, los gestos de la familia y los colegas y los flashbacks regulares, mantienen el frente de guerra dentro de sus mentes. Están enojados, sensibles y explosivos: ¿puede un guerrero encontrar la paz en casa?


La acción se centra en la actuación de las tropas estadounidenses en Irak una vez acabado el conflicto, aunque, como sabemos, la situación sigue como si de una guerra no declarada se tratase.
Los estadounidenses consideran que están allí haciendo un servicio a su patria, pero al regreso a sus hogares, se encuentran con la incompresión de muchos compatriotas, cuando no con una absoluta ignorancia sobre una guerra que no es demasiado popular y que les pilla demasiado lejos como para interesarse por ella.
La película se rodó en localizaciones de EE.UU. y Marruecos.


Es cierto que se han rodado muchas películas sobre las dificultades del soldado cuando regresa a casa, moviéndose entre la indiferencia y la incomprensión y sin encontrar, salvo excepciones, el reconocimiento a su sacrificio más que con palabras huecas.
Esta película plantea la situación sin recurrir a algunos estereotipos del género, simplemente se les ve combatir, sufrir y regresar y una vez de vuelta, se plantean situaciones diferentes que responden a algunos de los problemas con que se enfrenta el veterano, incluída la de tener que soportar a quienes le ven como pieza de una acción injusta, en este caso, la participación en una guerra en la que está claro que los intereses comerciales (léase petróleo) fue lo que movió la actuación estadounidense y no el espíritu humanitario.
El soldado Yates, comenta que ha estado viendo el canal historia, y que presenciaba imágenes en la que se veían pequeños pueblecitos franceses de la zona de Normandía, en los que había placas y monumentos en que se recuerda y agradece la intervención de las tropas americanas a las que se les reconoce su papel de libertadoras y le comenta a su antigua compañera Price: ¿Crees que cuando pasen los años, en Irak también habrá placas que recuerden nuestra presencia allí?
La respuesta la sabemos y el pensamiento que expresa el soldado, quizá es un buen resumen de lo que la película intenta trasladarnos.
Creo que es un film pensando primordialmente para el público estadounidense que quizá no se entienda del todo desde la mentalidad europea y aunque nada nuevo nos cuenta, la película resulta entretenida.




miércoles, 20 de septiembre de 2017

LAS CRÓNICAS DE NARNIA: EL LEÓN, LA BRUJA Y EL ARMARIO

Los cuatro hermanos Pevensie: Lucy (Georgie Henley), Edmund (Skandar Keynes), Susan (Anna Popplewell) y Peter (William Moseley), han de abandonar Londres, al igual que cientos de niños como ellos, debido a los demoledores bombardeos diarios de la Luftwaffe alemana que, durante la Segunda Guerra Mundial, sufrió la capital británica.
Aunque ellos no quieren, comprenden la razones de su madre que desea ponerlos a salvo y viajan a una zona rural, un pueblecito llamado Coombe Halt, donde son recogidos por el profesor Digory Kirke (Jim Broadbent) y su ama de llaves, la señora Macready (Elizabeth Hawthorne) que los alojan en su gran casa que domina una vasta propiedad, en la que descubrirán el mundo de Narnia, al que acceden a través de un armario mágico mientras juegan al escondite en la casa de campo del viejo profesor.
En Narnia descubrirán un mundo increíble habitado por animales que hablan, duendes, faunos, centauros y gigantes al que la Bruja Blanca, Jadis (Tilda Swinton) ha condenado al invierno eterno.
Con la ayuda del león Aslan, el noble soberano, los niños lucharán para vencer el poder que la Bruja Blanca ejerce sobre Narnia en una espectacular batalla y conseguir así liberarle de la maldición del frío.


El guión se basa en la obra de C.S. Lewis.
Las semejanzas que más de uno encuentra con El señor de los anillos de J.R.R. Tolkien, no son meras coincidencias, ambos eran miembros de un grupo de discusión literario conocido como Inklings. En sus reuniones mantenían discusiones filosóficas y literarias, o leían y se criticaban mutuamente fragmentos inéditos de sus obras.
Aunque el libro en que se basa es el primero de la serie que escribió, en realidad cronológicamente es el segundo tras "El sobrino del mago".


La verdad es que el film no alcanzó las expectativas depositadas en él por los productores. Mucho se ha discutido sobre el relativo fracaso de la saga de Narnia, de la que este film es la primera entrega. Para algunos, la distancia temporal entre los estrenos de una película y las siguientes, impidió el nacimiento del fenómeno de los seguidores que han tenido otras obras de este tipo.
Lo cierto es que la película tiene unos maravillosos escenarios que recrean bastante bien ese mundo onírico que concibió Lewis. Cuenta con una partitura musical, de Harry Gregson-Williams, muy alabada por crítica y público entendido.
Quizá lo demás está a menor altura, resultando bastante previsible todo el desarrollo de la historia.


Al final, uno tiene la sensación de que aquello solo puede funcionar como película infantil, hasta los toques de humor resultan infantiles. Creo que para disfrutarla de veras, hay que verla con mentalidad de niño.


Una curiosidad para terminar, En las versiónes francesa e italiana, Aslan fue doblado por Omar Sharif.




martes, 19 de septiembre de 2017

NUNCA ES TARDE PARA MORIR

Nickolái, Louis, Harry, Johann y Travis, cinco personas que rebasan los sesenta, amigos desde hace años, fueron agentes de los servicios secretos de sus respectivos países y se reúnen de cuando en cuando para jugar al póker y ponerse al día de sus vidas.
Louis conoce a una joven cuya belleza y sus llamativos ojos verdes consiguen cautivarle, se llama Kayden Fox y cambiará totalmente su vida y la de sus compañeros metiéndoles en una espiral de intriga, violencia y asesinatos. Uno a uno, los cinco amigos irán desapareciendo de forma aparentemente explicable, pero si se araña un poco la superficie, se encuentran extrañas coincidencias que traerán de cabeza a la teniente Marian Bennet y a su ayudante Christian Willocks.
Estamos ante una átipica novela negra escrita, por momentos a ritmo trepidante, en otros, no tanto, pues hay pasajes que se hacen un tanto lentos y monótonos. El argumento es muy interesante y atractivo y se ve que el autor, Pablo Palazuelo, se ha documentado mucho y bien en bastantes campos, pero he de decir que, en ocasiones peca de exceso de información al lector, al menos en la manera en que nos la transmite. Ejemplo: Se ve que Palazuelo, bien por conocerla directamente, bien por ese gran trabajo documental a que hacía referencia, domina la geografía neoyorkina, ciudad en la que transcurre la intriga, pero cuando habla de que uno de los protagonistas se va a tomar una copa, comienza diciendo algo así como pensó en ir a tal o cual local (y cita cinco o seis), pero al final se decidió por dirigirse al... (no recuerdo el nombre del elegido, ni maldita falta que me hace). Vamos a ver, estimado Pablo, ya hemos visto que dominas, que sabes mucho y que te conoces todos los after hours de Nueva York, pero la cosa queda como si quisieras decirnos "Mira cuánto sé". Creo que así no se escribe, a mí no se me ocurre decir "no subí al cuarto, ni al quinto, ni al sexto. Subí al segundo piso". De estas cosas tiene varias y a veces se enreda y su estilo se hace un poco cansino. Además cuando nos relata un partido de baloncesto callejero, en el que uno de los abueletes juega con unos chicos de la calle, dice: "el árbitro lanza el balón al aire y fulanito (no sé quién de ellos era), gana el salto y sale botando con el balón a la canasta contraria". En el salto entre dos de baloncesto, ninguno de los que salta se queda con el balón, lo palmea a un compañero, lo que me hace pensar que con otras informaciones que nos de, puede estar cometiendo errores parecidos, pero como yo no domino esas materias, me las estoy tragando por buenas.
En fin, un buen argumento, interesante, bien documentado, pero demasiado larga, con golpes de efecto rebuscados, haciendo ir a los personajes por donde le conviene para que los acontecimientos cuadren, con mucho gore (qué afición por las amputaciones y cosas parecidas) y me parece que ha estirado mucho la historia que al final, se hace un poco pesada, aparte de que abusa un poco de esas típicas escenas, que tanto nos rechinan, sobre todo en algunos films, en los que víctima y verdugo dialogan interminablemente, tanto que te hacen exclamar ¡Pero vas a disparar, o estás esperando a que llegue el séptimo de caballería! Y, claro, con tanta cháchara, a los buenos les da tiempo a llegar al rescate.
Entretenida, pero demasiado larga y un poquito pesada.



lunes, 18 de septiembre de 2017

LA VIDA PERRA DE JUANITA NARBONI

Juanita Narboni (Mariola Fuentes), hija de padre llanito (así se conoce a los naturales de la colonia británica de Gibraltar) y madre andaluza, llegó a Tánger de pequeña junto a sus padres y hermana. Juanita va viendo cómo todo lo que conocía empieza a cambiar irremediablemente. En los últimos coletazos del colonialismo español en África, la gente empieza a abandonar la ciudad para volver a la Península. Solo unos pocos siguen queriendo vivir en Tánger.
Juanita, decidida a continuar, contempla en soledad los cambios que la historia hace con la ciudad mientras recrea las desventuras de las personas que compartieron su tiempo con ella: su hermana Helena (Lou Doillon), una chica culta educada en el Liceo francés, que marchó de la ciudad para buscar más libertad; Esther (Nabila Baraka) una amiga sefardita de Juanita, que sacrificó todo lo que tenía por un amor imposible con un marroquí y Hamruch (Salima Benmoumen), la fiel criada de su familia y compañera íntima, que un día desaparece sin dejar rastro.
En el trasfondo de estas vidas: la guerra civil española con la entrada de las tropas Jalifeñas en Tánger y la II Guerra Mundial con la llegada de refugiados de Europa. Juanita, último testigo de ese "paraíso" que fue el Tánger internacional donde convivían culturas y religiones, a la vez que último vestigio del "colonialismo", se va quedando sola en su ciudad que, tras la independencia de Marruecos en 1956, va retornando a sus orígenes árabes.
El guión se basa en la novela del mismo título de Ángel Vázquez, considerado "autor maldito" de la literatura contemporánea en castellano.
Coproducción hispano-marroquí, algo no muy usual en el cine español.


La novela de Ángel Vázquez está llena de anécdotas, algunas de las cuales se pierden en la adaptación de la marroquí nacida en Tánger, Farida Benlyazid, sería muy difícil por no decir imposible haber metido todo en los 100 minutos de metraje.
Igual que ocurre en el texto literario, hay un cierto tono de humor en la manera en que Juanita va contando sus experiencias y la estupefacción que siente cuando se da cuenta de que la vida ha pasado por delante de sus narices sin apenas enterarse.
Es una lástima que los escenarios naturales tengan tan poco protagonismo con tantas imágenes de interiores, creo que la bella ciudad marroquí ofrecía un sin fin de posibilidades para haber dado más presencia al entorno.
Tampoco queda demasiado explícita la crítica que subyace a la involución que sufrió Tánger, como otras ciudades árabes, sobre todo de las antiguas colonias europeas, que perdieron parte de su cosmopolitismo y el ambiente de convivencia entre religiones con la llegada de la independencia de estos países.




viernes, 15 de septiembre de 2017

HORMIGAS EN LA BOCA

Martín (Eduard Fernández), un español de mediana edad, con un pasado de compromiso político a sus espaldas, sale de la cárcel tras cumplir ocho años de condena, después de ser sorprendido por la policía en pleno asalto a un banco. Cuando recupera su libertad, viaja a La Habana para buscar a Julia (Ariadna Gil), que fue su compañera ideológica y sentimental y consiguió escapar de la policía con el botín de aquel atraco. Encontrar a Julia ocho años después no es tarea fácil para Martín, y mucho menos recuperar el botín desaparecido. La Habana en 1958 es una ciudad en plena convulsión política: los adeptos al régimen del General Batista se resisten desesperadamente a perder su poder. En su intento, chocan frontalmente con los guerrilleros que tejen en las sombras una red de colaboradores capaz de desestabilizar una sociedad en plena decadencia. El momento y el lugar son los idóneos para que todo tipo de gangsters y vividores se den cita en busca de su pedazo de tarta. La ciudad vive un tiempo de esperanza y de contradicción. De renovación, de pérdida y de confusión. Un tiempo de revolución en el que lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer. En La Habana y en su búsqueda, Martín encuentra el reflejo inesperado de su propio momento vital.
El guión se basa en la novela "Amanecer con hormigas en la boca", de Miguel Barroso, hermano del realizador del film.


Esta película brilla más por el envoltorio que por el contenido y es que, aunque la historia no está mal, el guión no ha logrado explotar su potencial e incluso en algunos aspectos a mí me parece un poco embarullado.
Otra cosa son los apartados técnicos y artísticos, con una conseguida ambientación que, por un lado se beneficia de haber sido rodada en gran parte en La Habana, con lo que la recreación de los ambientes de finales de los 50 resulta más sencilla que en otras localizaciones, al haber conservado Cuba (en buena parte contra su voluntad), la esencia de aquella época en sus calles, edificios, automóviles... Pero por otro lado, esta ambientación, maravillosa, en algunos aspectos también la consigue el film por la especial atención de Mariano Barroso a la hora de cuidar los detalles, incluso con mimo: lo que se escucha en la radio o se ve en la televisión, el vestuario (a cargo de Sonia Grande), etc., todo ello nos transporta a La Habana de la época y nos hace sentir que nos movemos por sus calles y plazas.
Estupenda también la fotografía de Javier Aguirresarobe, en colores cálidos que consigue captar la atmósfera de la isla caribeña y también a destacar la llamativa banda sonora de Xabier Capellas que incluye sones populares cubanos.
En cuanto al argumento en sí y a la historia que nos narra, ya digo que me parece un poco endeble, lo mejor, los actores y el final, que está bastante conseguido.




jueves, 14 de septiembre de 2017

OBJETIVO PATTON

La acción comienza semanas después del fin de la guerra, en 1945. Un tren fuertemente custodiado por tropas norteamericanas que transportaba las reservas de oro alemanas del Reichsbank es asaltado, desapareciendo su cargamento valorado en 250 millones de dólares. Como el robo ha ocurrido en la zona controlada por el ejército del general Patton (George Kennedy), este decide supervisar personalmente la investigación para encontrar a los culpables, sobre todo después de una tensa entrevista con el general ruso Ostranov (Reinhold Olszewski), que le afea que se hayan dejado robar, que muriera un buen número de soldados norteamericanos y que todavía no sepan nada de los culpables, lo que les hace sospechar, además, que todo es un subterfugio para quedarse con todo el dinero y no repartirlo, como botín de guerra que es, con los soviéticos. El que Patton se involucre personalmente, pone nerviosos a los ladrones que maquinan un plan para asesinarle. Paralelamente, el Mayor Joe De Lucca (John Cassavetes) un oficial de inteligencia encargado del caso intentará, con la ayuda de su antigua amante Mara (Sophia Loren), esclarecer los hechos a la vez que proteger la vida del general Patton. Sin embargo, siempre se encuentran con que alguien les lleva la delantera, pues el coronel Donald Rogers (Robert Vaughn), uno de los implicados en el robo, está enterado de todos sus movimientos.


Basada en el best seller de Frederick Nolan titulado “The Algonquin Project”, que especulaba con la posibilidad de que la muerte del general Patton hubiera sido debida en realidad a un complot para acabar con su vida.
Está claro que los productores quisieron aprovechar el tirón del éxito que había tenido el anterior film sobre el famoso general.


He leído por ahí todo tipo de críticas sobre el film y me sorprende que muchas de ellas sean demoledoras. Hombre, no es que la película sea una obra maestra, ni mucho menos, pero a mí me ha parecido un film bastante entretenido, partiendo de la base de que resuelve algunas cosas, como el asesinato de Patton, de una manera un tanto increíble, pero eso ya estaba así en la novela.
Creo que mantiene bastante bien la intriga, si bien es cierto que en algunos tramos le falta tensión y que quizá no explota todo el potencial del argumento, pero ya digo que, creo que como producto de entretenimiento, no está mal.




martes, 12 de septiembre de 2017

POR EL VALLE DE LAS SOMBRAS

El Doctor Corydon M. Wassell (Gary Cooper), un médico rural, viajó a China tras ver una foto de Madeleine (Laraine Day), un bella enfermera. Cuando estalla la Segunda Guerra Mundial se incorpora al ejército, en el cuerpo médico de la marina de los EEUU, que combate duramente a los japoneses en el Pacífico. En marzo de 1942 es destinado a Tjilatjap, en la isla de Java, coincidiendo con la batalla del estrecho de Maccasar. Allí se hará cargo de un grupo de soldados heridos a los que se les impide embarcarse con rumbo a casa.
Mientras los japoneses barren las Indias Orientales, con la única oposición de un puñado de barcos holandeses y norteamericanos que hacen frente desesperadamente a la marina japonesa, el Dr. Wassell está decidido a escapar de Java con algunos tripulantes del Marblehead, un pequeño crucero, llevándose con ellos a esos heridos que quedaron atrás y cuya suerte depende totalmente del arrojo del médico y de los tripulantes del barco, desoyendo incluso las órdenes que reciben del mando. En su desesperada travesía, el Marblehead quedará medio destrozado, una hazaña que será comentada incluso por Radio Tokyo. El increíble esfuerzo de oficiales y marineros, inmortalizó su nombre.


Basado en una historia real de cómo el Dr. Wassell salvó a una docena de marinos heridos que fueron dejados atrás cuando los hombres capaces fueron evacuados a Australia.
Sus acciones fueron más tarde reconocidas en una emisión de radio dada por el presidente Roosevelt en abril de 1942.


Entre los cientos de miles de norteamericanos que escucharon aquella emisión radiofónica en la que su presidente expresaba su reconocimiento a este hombre, estaba Cecil B. DeMille que, inmediatamente, vio que allí había una historia para contar y animar al resto de compatriotas en una guerra en la que acababan de entrar oficialmente y que no era demasiado popular por los altos costes en vidas humanas que estaba suponiendo para el país.
Y básicamente, eso es la película, un canto al valor y un intento de elevar la moral de sus compatriotas.
Lo demás, resulta bastante artificial, con un hospital que parece una verbena de lo bien que se lo pasan los chicos, aunque estén malheridos y una historia de amor paralela a la trama bélica, narrada mediante flashbacks, que nos cuenta la vida pasada del doctor Wassell como médico misionero en China.
Existe un libro de James Hilton, titulado “Historia del Dr. Wassell” y aunque el propio Hilton fue consultado cuando escribieron el guión, la película no está basada en su libro directamente, sino en algunos datos del mismo, en la entrevista con el protagonista y en el testimonio de algunos de los marinos que le conocieron.




TIERRA DE CAMPOS

Un cantante con cierta fama llamado Daniel Campos, de nombre artístico Dani Mosca, traslada el cadáver de su padre a su pueblo natal, un lugar que el autor denomina Garrafal de Campos, en la comarca castellano-leonesa del mismo nombre. En realidad no se trata de cumplir el último deseo de su padre, fallecido un año atrás, sino que Dani recuerda que en alguna ocasión, él le habló de que le gustaría ser enterrado en su pueblo y ese recuerdo impulsa a su hijo a afrontar el traslado del cadáver, que realiza en un coche fúnebre conducido por un ecuatoriano, Jairo, que le da más conversación que la deseada. Aunque Dani apenas pasó algunas días sueltos y un verano completo en el pueblo, allí se reencuentra con algunos personajes de su infancia y durante el viaje en el coche fúnebre irá rememorando su propia andadura vital, desde sus tiempos en un colegio religioso, donde surgió el grupo musical Los Moscas, del que formaban parte sus amigos Gus y Animal, pasando por sus experiencias amorosas, incluída su convivencia con Kei, una chelista japonesa, con la que ha tenido dos hijos, Maya y Ryo, que le acompañarán en una parte de su estancia en Garrafal y durante el viaje de regreso a Madrid.
Al final el libro se convierte en una narración con reflexiones del autor sobre la identidad y los sentimientos, con referencias, sobre todo en el plano musical, pero también en otros aspectos como la cultura o la política, a los últimos años en España.
Se lee bien, está salpicado de cierto sentido del humor, y contiene descripciones sobre los excesos de algunos de los llamados rockeros o de la vida en la ciudad y en el campo, sin enfrentar una con otra, simplemente anotando diferencias y conjugando bastante bien ambos mundos dentro de la novela.



lunes, 11 de septiembre de 2017

GUÍA DEL AUTOESTOPISTA GALÁCTICO

Una mañana, mientras desayuna, Arthur Dent (Martin Freeman) descubre que su casa está a punto de ser demolida pues se encuentra en medio del trazado de una nueva carretera de circunvalación. Sin haberse recuperado de la noticia y cuando está tumbado delante de la excavadora para impedir las obras, aparece su amigo Ford Prefect (Mos Def) que le dice que eso no importa en absoluto y que deben ir a tomar unas pintas mientras les quede tiempo. Ya en el pub, Ford le explica que él es de un planeta cerca de Betelgeuse y que es un investigador de campo que trabaja en la “Guía del autoestopista galáctico”, un libro guía universal que recoge todo el conocimiento y sabiduría de la galaxia.
También le informa que La Tierra va a ser destruida en breves minutos por una raza llamada Vogons, para construir una nueva autopista intergaláctica, los dos consiguen ser teletrasportados a una nave vogon, instantes antes de que La Tierra sea destruida. Después de verse obligados a escuchar poesía vogonica, son expulsados al espacio y recogidos por la nave Heart of gold en la que viajan Zaphod Beeblebrox (Sam Rockwell), medio hermano de Ford y Presidente de la galaxia, Trillian McMillan (Zooey Deschanel), una chica que Arthur conoció la noche anterior y Marvin, un androide pesimista y paranoico. Todos juntos vivirán una serie de aventuras absolutamente alocadas y extravagantes.


The Hitchhiker's Guide to the Galaxy (Guía del autoestopista galáctico) es una radio-comedia escrita por Douglas Adams comenzada a transmitir por la BBC en 1978; ya que su éxito fue alto, le siguieron varios libros, una serie de televisión, un juego de ordenador, un espectáculo teatral, un cómic y esta versión para el cine estrenada en 2005.
La productora que tenía los derechos sobre la historia había ido posponiendo su traslado a la pantalla, cuando decidió hacerlo, tenía proyectado llevar más de una novela de Adams al cine, pero a la vista de los discretos resultados obtenidos tanto de crítica como de público, decidieron detener la producción.
Como anécdota, recordar que desde 2001, como recordatorio a Douglas Adams y por iniciativa de sus lectores más devotos, todos los 25 de mayo (Adams murió el 11 de mayo de ese año) se conmemora el Towel Day (“Día de la toalla”), donde llevar este adminículo contigo a todas partes se convierte en todo un tributo a sus historias.


La película tiene un gran arranque, tanto las escenas de los delfines, como la del derribo de la casa del protagonista o las secuencias del pub con su amigo Prefect, le hacen a uno pensar que vamos a ver una divertida comedia, pero después la cosa va decayendo, al menos esa impresión tenia yo.
Lo cierto es que la película no está a la altura de las novelas. Es un quiero y no puedo, por momentos te ríes, o al menos te sonríes, porque Adams era capaz de imaginar lo más divertido e insólito con naturalidad y un humor genial y al fin y al cabo, el guión se basa en su primer libro, pero el conjunto deja bastante qué desear. La chispa de las novelas queda deslucida en el film.
Por cierto, la escena inicial de la danza de los delfines fue filmada en el Zoológico "Loro Parque", en Puerto de la Cruz, en la española isla de Tenerife.




viernes, 8 de septiembre de 2017

EL MÉTODO

Siete aspirantes a un alto puesto ejecutivo se presentan a una prueba de selección de personal, para una empresa multinacional, en un rascacielos de oficinas del complejo Azca. Entre ellos, las personalidades más dispares: el triunfador, el agresivo, la insegura, el crítico, el indeciso...
Tras un laberinto de formularios, acreditaciones y demás burocracia empresarial, los siete participantes se encuentran juntos en una fría sala a la que los ha conducido una secretaria, esperando a que de comienzo el proceso de selección. Desde ese instante, y en un clima de tensa competitividad, la inseguridad de los participantes se convertirá en miedo y dudas y éstos, a su vez, en un estado de paranoia general.
Tras presentarse con recelo los unos a los otros, se preguntarán si están siendo observados por cámaras y por qué la Compañía ha infiltrado un psicólogo entre ellos. A partir de ese momento, los siete aspirantes al puesto serán sometidos a una serie de pruebas psicológicas con las que se pretende deducir cuál de ellos posee el perfil que mejor encaja con los requisitos del voraz mundo empresarial.
A lo largo de un día, los aspirantes pasarán de las bromas y el juego inocente a las agitadas discusiones y a las situaciones en las que se pondrá a prueba la personalidad de cada uno y la manera en que se relacionan con los demás. En este claustrofóbico clima de máxima desconfianza y absoluta falta de escrúpulos, se crearán alianzas, se producirán disputas, se revelarán secretos y se destaparán pasados.


El guión, de Mateo Gil, está inspirado en la obra teatral El método Grönholm de Jordi Galcerán. El autor mostró públicamente su discrepancia con la adaptación, pues según comentaba, su obra iba más enfocada hacia la comedia que hacia el drama que parece ser el tono que toma el film, aunque sea salpicado con gotas de humor.


La competición que preside nuestra sociedad, glorificada por el espíritu que imponen las multinacionales de encumbrar a los mejores y menospreciar a los más débiles, se encuentra expuesta en este film en el que un grupo de aspirantes a un único puesto disputan entre ellos. Representan estereotipos que se ven embarcados en una especie de método darwiniano para resolver quien se quedará con el premio.
Quedan patentes las estrategias empresariales de selección de personal, en ocasiones totalmente delirantes, cuando no directamente vejatorias y a las que el aspirante debe someterse para seguir adelante, llegando incluso a perder la dignidad, para , al final, en la mayoría de las ocasiones, verse excluído.


La película se apoya sobre todo en los actores, cosa lógica si se piensa que prácticamente todo el film transcurre en el interior de una habitación donde los actores interactúan. En general hacen un buen trabajo, aunque lógicamente, algunos están más brillantes que otros, pero todos ellos resultan muy conocidos del público (Pablo Echarri, Eduardo Noriega, Ernesto Alterio, Eduard Fernández, Najwa Nimri, Adriana Ozores, Carmelo Gómez y Natalia Verbeke).
Como anécdota, decirles que no hagan caso si buscan por ahí y encuentran largas explicaciones sobre el Método Grönholm y eso de que lo pusieron en práctica en el ejército alemán de entreguerras. Esa es una explicación que se da en la película, pero en realidad todo es un genial invento de Jordi Galcerán que explica que varios de los libros que había leído hablaban del método de tal, el método de cual. Así que le puso El método, y como la empresa que había inspirado esto era sueca, buscó un apellido sueco. De ahí salió Grönholm.
El guión, la verdad es que deja un tanto que desear, uno tiene la impresión de que podía haber dado mucho más de sí, porque la idea es realmente buena y creo que la película, que resulta entretenida, dicho sea de paso, podría haber dado mucho, pero que mucho más de sí.




jueves, 7 de septiembre de 2017

HASTA EL ÚLTIMO HOMBRE

Tom Doss (Hugo Weaving), un veterano de la I Guerra Mundial, se lamenta amargamente ante las lápidas de los camaradas de su compañía muertos en combate. Cuando regresa a casa, pide a sus hijos que eviten las armas.
Durante una pelea infantil, Desmond Doss (Darcy Bryce y de adulto Andrew Garfield), golpea a su hermano Hal (Roman Guerriero y de adulto Nathaniel Buzolic) con un ladrillo, causándole una grave herida en la cara. Tras meditar sobre lo ocurrido, Desmond promete que a partir de entonces, no dañará a otro ser humano en su vida.
Tras la entrada en guerra de los Estados Unidos, ambos hermanos se alistan, teniendo que soportar la ira del padre que se opone a esa decisión. El entrenamiento en el ejército requiere que Desmond se adiestre en el uso de armas de fuego, pero el joven se niega a empuñar un arma y tras diversos avatares, al final es admitido para servir como médico en las fuerzas armadas, siendo destinado a Hacksaw Ridge, en la isla de Okinawa, donde será recibido con cierto recelo por sus compañeros, ya que tras su negativa a utilizar armas, más de uno sospecha que se esconde una actitud de cobardía.
Una victoria en Okinawa es muy importante, ya que se piensa que aseguraría que el Imperio de Japón se rinda a las Fuerzas Aliadas.


El film narra, con bastante fidelidad, por cierto, el caso del soldado Desmond Doss, tenido por el primer objetor de conciencia del Ejército norteamericano, que recibió la Medalla de Honor de manos del presidente Truman, como premio a su valor.
Una de esas películas en las que el que no sepa que aquello ocurrió de verdad, se pensará que a Mel Gibson se le fue la cabeza y nos está contando una historia que no se la cree ni él.
Pues bien, Doss no solo existió sino que lo que se narra en el film, salvo algunas licencias cinematográficas que no empañan la realidad, ocurrió más o menos tal como se cuenta.


Las escenas bélicas son, seguramente, lo que distingue a la película, narradas sin reparar en medios, retratando brutalmente la realidad del combate, con abundancia de sangre y carne rota, tan del gusto de Gibson por otra parte.
Pero más allá de todo esto, de la increíble historia y del verismo de la batalla, está el planteamiento moral que la decisión del protagonista nos traslada, es lo que descoloca a muchos de sus compañeros y trae de cabeza a sus jefes. ¿Qué interés tiene un tipo que se niega a empuñar un fusil en servir en el ejército? ¿Quién nos defenderá entonces de la tiranía de quienes nos atacan con las armas? De siempre, la inmensa mayoría de las religiones y las creencias, por más antibelicistas que sean sus planteamientos, defienden el derecho a la legítima defensa, llegando a la eliminación física del oponente si ello fuera necesario.
Cada cual sacará sus propias conclusiones, pero ahí está el testimonio real de Desmond Doss que demostró su valor más hallá del límite de lo exigible sin disparar un sólo tiro, sin llegar a empuñar un arma y Gibson nos lo narra muy bien, de manera que la película y el personaje nos arrebatan y nos subyugan.
Muy entretenida.