lunes, 28 de febrero de 2011

TODO LO QUE SIEMPRE QUISO SABER SOBRE EL SEXO Y NO SE ATREVIÓ A PREGUNTAR

Cuando uno pretende hacer algo diferente, inevitablemente corre un riesgo, porque no exiten precedente en los que apoyarse, referencias que le puedan a uno servir de guía. Claro que si te sale bien el asunto, pasas a formar parte del mundo de los genios.
No creo que Allen haya pasado a la posteridad por este film precisamente, pero sí hay que reconocerle que no se conformó con lo que se llevaba y prefirió hacer experimentos. El riesgo que se corre con estas propuestas siempre es digno de admirar, aún en el caso de que no salga un producto redondo.
A mí no acaba de gustarme esta película, pero eso, como digo tantas veces, no quiere decir más que lo que dice y repito, que no me gusta a mí personalmente, lo cual, en determinados momentos puede significar que el producto es bueno, porque mi gusto no tiene nada especial en que apoyarse, ni tengo formación, ni he hecho películas.


El film se nos presenta a manera de historias, con el común denominador del sexo y el humor, pero totalmente independientes, aún cuando forman parte del todo que es la película en sí misma.
Este tratamiento hace que podamos optar por quedarnos con alguna de sus partes, como en los exámenes de varias preguntas y algo así sucede con la peli, que alguna de las partes nos puede parecer buena o divertida, y otras no. En fin, eso va en gustos.


A mí el tono general de la película me parece aceptable, aunque como he dicho, no es ni mucho menos de mis preferidas y si he de quedarme con alguno de sus apartados, me decanto por el primero (¿Surten efecto los afrodisíacos?), el tercero (¿Por qué algunas mujeres tienen problemas para llegar al orgasmo?) y el último (¿Qué sucede durante la eyaculación?), con esa imagen de Woody en el papel de espermatozoo, que ha pasado a los anales. Principalmente estos, me parecieron divertidísimos.



domingo, 27 de febrero de 2011

EL HOMBRE DE LA MÁSCARA DE HIERRO

Si alguien compra este libro pensando en que va a leer la novela en la que está basada la película de Randall Wallace, en la que tenían papeles estelares Leonardo DiCaprio, John Malkovich, Jeremy Irons y Gérard Depardieu, que se vaya olvidando de que va a leer algo parecido al film.
Están los mosqueteros, está Luis XIV, la época es la misma, pero por lo demás en poco se parece la acción que se nos cuenta en la novela y la que vimos en la gran pantalla.
Dumas en su libro, nos habla también de una persona prisionera en La Bastilla, que es el hermano gemelo del Rey de Francia, a quien se ha tenido a buen recaudo, primero en un lugar alejado, en el que sólo veía a sus tutores y a la gente a su servicio y que más tarde es llevado a una celda de la famosa prisión parisina, de donde es sacado con el ánimo de suplantar al monarca gobernante.
La operación sale mal y aquí se acaba la presencia del hombre al que le ponen la máscara y le llevan desterrado a una isla del mediterráneo.
Pero la novela continúa y en sus páginas vamos asistiendo a diversas aventuras protagonizadas por Athos, Porthos, Aramis, D'Artagnan, Raoul el hijo de Athos...
Conoceremos las andanzas de Luisa de La Vallière, de Colbert y Fouquet, consejeros del Rey...
Sus andanzas, darán lugar a diversas situaciones en las que se mezcla la intriga, las batallas y los lances propios de este tipo de novelas.
En realidad, Dumas se basó en un hecho real para escribir su novela. En efecto hubo un hombre al que cuando trasladaban de un lugar a otro, le cubrían la cara con una máscara de terciopelo y cuyas bisagras eran de hierro (quizá de ahí lo de la máscara de hierro). Este personaje, al parecer murió en 1703 y fue enterrado bajo el nombre supuesto de Marchiali. Nunca se ha sabido si en efecto era un hermano del rey, o un noble que sabía demasiado y no interesaba que tuviera contacto con otras personas.
A partir de ahí, se mezclan realidad y ficción y la imaginación de cada cual se echa a volar y puede suponer lo que desee.

sábado, 26 de febrero de 2011

SUEÑOS DE UN SEDUCTOR

Cuántas veces hemos visto películas en las que se incluyen referencias más o menos explícitas a clásicos del cine. Cuántas veces habremos visto escenas o diálogos casi fusilados de otro original. Cuántas veces se nos muestran situaciones que rizan el rizo en pretendido guiño a algún film que figura en los anales del cine. En cuantas ocasiones se nos quiere vender tal o cual película como un ferviente homenaje a tal o cual otra. Eso por no hablar de los remakes.
Es cierto que hay veces que se acierta de pleno y otras en que aquello no queda nada mal, pero cuántas veces no nos hemos quedado perplejos ante lo que hemos visto, o hemos maldecido la inhabilidad del guionista, del dicrector o de alguno de los actores por haber pretendido aquello que nos dicen que quisieron hacer y, en realidad, habernos ofrecido una burda parodia de algo que tenemos guardado en el sagrario de las reliquias.


Si alguien quiere ver lo que es un homenaje de verdad a un clásico, aquí lo tiene.
Y cuando acabe la peli, hará una reverencia a Herbert Ross por haber dirigido esta maravilla y a Woody Allen por haber tenido la inspiración de confeccionar un guión como este. Pero la reverencia se la haremos por haber sabido tratar como trata uno de los iconos del cine de todos los tiempos, la famosa escena de la despedida en el aeropuerto de Casablanca, por engrandecerla aún más, por rodearla del cuidado del que rodearía un amante del arte a un cuadro famoso.
Tenemos la pintura, vamos a exponerla y nos vamos a esmerar en rodearla de todo el ornato, en el mejor palacio, con la mejor decoración, con la música, la decoración y el acompañamiento adecuados. Eso es lo que vemos aquí.


La película está basada en la obra de teatro homónima del propio Allen, que este había representado ya con gran éxito en Broadway y que hoy sigue siendo muy representada en EE.UU. Si abrís cualquier buscador de internet y buscáis el título de la obra en inglés, encontraréis en la primera página del mismo, alguna compañía teatral que lleva en su repertorio esta obra que es un clásico moderno y que, como digo, se sigue representando asiduamente.
Con una Diane Keaton sensacional, con una presencia que enamora y un Allen algo histriónico, con más aspavientos que de constumbre, y una sensacional comunicación entre ambos.
La película se apoya más en el gesto para arrancarnos la sonrisa, aunque algunas de las frases y diálogos, son realmente brillantes.
Al verla doblada, cual es mi caso, me perdí la, al parecer, conseguidísima imitación de la voz de Bogart, no así de sus gestos y sus poses, también muy bien imitados y es que, en general, el personaje es tratado con mucho respeto, pero no se le deja como mera figura decorativa, algo difícil de conseguir.


Ver ese comienzo, con la escena comentada de Casablanca, es una delicia para cualquier aficionado. Ver el final que nos ofrece el film, es una maravilla y si entre ambos tenemos una peli divertida e ingeniosa, con una Diane Keaton espléndida, no me extraña que algunos consideren que esta es la mejor película de Woody Allen y eso que no la dirigió.



jueves, 24 de febrero de 2011

EL ASEDIO DE CASTELNUOVO

El sultán Solimán El Magnífico estaba logrando expandir el Imperio Otomano y le había tocado el turno a la vieja Europa. Estamos en tiempos de la llamada "Santa Liga", que con Carlos V a la cabeza trataba de impedir tal avance.
La flota combinada, al mando (al menos nominalmente) de Andrea Doria, desembarca en la costa de Dalmacia y conquista la ciudad de Castelnuovo, situada en la actual República de Montenegro y de gran valor estratégico.
El veterano Maestre de Campo Francisco de Sarmiento, queda para guarnecerla al frente de un Tercio español compuesto por 3.500 hombres, más 300 jinetes griegos y albaneses, algunas piezas de artillería y un sólo barco de aprovisionamiento. La idea era que aquella plaza fuera el punto de partida de una ofensiva cristiana contra el corazón del Imperio Otomano.
Hay una curiosidad alrededor de este Tercio, que da más valor a la gesta que vamos a compartir, estaban castigados por haber protagonizado un motín en Lombardía, motivado por la falta de paga. Carlos V, envió a la mitad de los amotinados a Hungría y la otra mitad la puso bajo el mando de Francisco Sarmiento.
Los españoles comenzaron a fortificar la zona y esperaron al enemigo durante nueve meses, mientras llegaba el apoyo de la flota de Doria. Sin embargo las disensensiones en el seno de la liga habían comenzado y los refuerzos nunca iban a llegar, lo que suponía una derrota segura, pues los turcos se presentaron con un ejército que les superaba ampliamente, contando con el apoyo de 220 navíos.
El jefe del ejército musulmán, el temido Barbarroja, ofreció una rendición honrosa, ya que se comprometía a que los españoles pudieran salir hasta Italia, con sus banderas desplegadas y sin recibir castigo alguno, ni dejar rehenes. La única condición es que abandonasen los cañones y la pólvora.
Sarmiento reunió a sus capitanes y entre todos resolvieron que querían morir en servicio de Dios y de Su Majestad y que los turcos "veniesen" cuando quisiesen.
El 12 de julio de 1539, desatadas las hostilidades, los sitiados lograron repeler un primer ataque en el que derrotaron a 5.000 jenízaros (la temible tropa de élite del ejército otomano), causándoles numerosas bajas y devolviéndoles al mar.
El daño infligido a sus mejores soldados irritó a Barbarroja, que el día 18 de aquel mismo mes, ordenó el ataque definitivo al grueso de sus tropas, con orden de arrasar todo lo que encontrasen, y así fue, tras varios días de asedio, en el que murieron casi todos los defensores con su comandante a la cabeza, la plaza fue tomada y los pocos supervivientes conducidos a Constantinopla y convertidos en esclavos.
No obstante, un grupo de 25 de ellos, logró escapar de su nueva y desolada situación y llegar hasta el puerto de Messina seis años después de aquella derrota, gracias a la historia que contaron, conocemos hoy estos detalles.
Al parecer, tras la batalla, los cadáveres de aquella carnicería, alrededor de 20.000, no fueron sepultados y mucho tiempo después, los viajeros que pasaban por la zona, aún podía ver los restos.
Alguien respondió a la pregunta de qué buscaban nuestros compatriotas en aquel rincón del mundo: Tan sólo defender Europa y el honor de España
La defensa de Castelnuovo, se convirtió en una gesta, cantada por poetas y alabada por toda Europa, son famosos unos versos de Gutierre de Cetina:

Héroes gloriosos, pues el cielo
os dio más parte que os negó la tierra,
bien es que por trofeo de tanta guerra
se muestren vuestros huesos por el suelo,
Si justo es desear, si honesto celo
en valeroso corazón se encierra,
ya me parece ver, o que sea tierra
por vos la Hesperia nuestra, o se alce a vuelo.
No por vengaros, no, que no dejastes
a los vivos gozar de tanto gloria,
que envuelta en vuestra sangre la llevastes;
sino para probar que la memoria
de la dichosa muerte que alcanzastes,
se debe envidiar más que la victoria.


miércoles, 23 de febrero de 2011

BANANAS

Muchas maneras hay de hacer crítica o reflexión sobre los acontecimientos que rodean la vida diaria del ser humano.
Uno de ellos es el humor. Y no precisamente el más sencillo, por cuanto hay que tener mucho dominio y habilidad en la utilización del lenguaje, sea este verbal, escrito o visual, para no dar la impresión de que uno trata de manera vacua aquellos temas que son más bien trágicos, por no decir que son, sencillamente, auténticos atentados y delitos contra las personas.
Esta película trata de algunos de esos asuntos. Cierto es que no son los únicos, pues los mezcla con otros que podríamos calificas como más personales, o menos trascendentes para el colectivo, aunque lo tengan para una determinada persona en algún instante de su vida son, en cualquier caso, menos sangrantes, cuales pueden ser los relativos al amor, a las relaciones personales, al trabajo, etc.


Pero hay un par de asuntos de los que nos habla Allen en este film que son realmente preocupantes y recurrentes en la historia de la humanidad, bueno, casi todos los asuntos son recurrentes, porque parece que siempre nos las arreglamos para meternos en problemas por más que progresemos.
Esos dos asuntos son el poder y la justicia.
El poder de quienes nos mandan, a los que algunas veces hemos colocado nosotros mismos donde están y que, con el paso del tiempo, nos dan gato por liebre, eso si tenemos suerte, porque pueden disponer incluso de nuestras propias vidas.
Y eso lo parodia de maravilla el director de Manhattann, cuando nos retrata su estancia en la bananera república de San Marcos, donde unos y otros, otros y unos, al final lo que hacen es pisotear al pueblo y agarrarse a la poltrona. Esto me suena.
Y la justicia de Norteamérica, de la que hace escarnio y mofa. Tan pulcra y respetando todos los derechos, pero al final, siempre al servicio del poderoso.


Woody Allen sigue adoptando algunas de las formas del cine mudo, y lo hace conscientemente, porque admira esa forma de hacer, continúa apoyándose en los gags, aunque los juegos de palabras y los diálogos hilarantes tengan su buena parte de protagonismo.
Todo es un continuo disparate, que ayuda a transmitirnos la idea de lo cretinas que son algunas personas e instituciones.
Ahora mismo, con la de cosas que están sucediendo bien cerca de nosotros, lo tenemos al alcance de la vista, con la tele metiéndonos a todos estos tiranos de pacotilla en el salón. Y hemos de reconocer que Allen tiene toda la razón, son patéticos. Sólo que él ha podido arrancarnos unas risas con las caricaturas que hace y estos otros son de verdad; en la peli, los muertos son de mentirijillas, estos del norte de África tenían nombre, familía y futuro.
De ahí mi comentario del principio de que hay que tener talento para mofarse de esta gentuza con sentido del humor.


Película bastante desigual, en la que el cambio de unas situaciones a otras está como cogido con alfileres, con algunas frases realmente geniales y otras no tanto, lo mismo que ocurre con las escenas de humor, que algunas de ellas son realmente graciosas y otras no están conseguidas.
Woody sigue aprendiendo y aquí tenemos otra ocasión de ver cómo fueron sus inicios.




martes, 22 de febrero de 2011

JOHN DE LOS MONOS



















A principios de los años 90 del pasado siglo, cerca de la aldea ugandesa de Kabonge, situada a unos 30 Km. de la capital, Kampala, una mujer llamada Milly Sebba, creyó ver entre un grupo de monos vervet, a un niño.
Cuando, junto a otros miembros de la aldea, rodearon al grupo de monos, se dieron cuenta de que estos trataban de proteger a uno de ellos, que era precísamente el joven humano.
Consiguieron llevarle al poblado y allí se dieron cuenta de que el crío, de unos seis o siete años, estaba sucio, lleno de heridas y costras y con el cabello y las uñas muy largas. No hablaba, caminaba gateando y seguramente estaba totalmente confuso. En la aldea le dieron de comer una sopa caliente que le hizo daño: estuvo enfermo durante tres días. Debido a la diarrea expulsó una solitaria de unos 122 centímetros de largo.
Uno de los aldeanos lo identificó como John Ssebunya, que había desaparecido y al que se le creía muerto, después de que su padre asesinara a su madre en 1988, cuando él tendría unos tres o cuatro años.
Como quiera que cuando huyó a la selva, atemorizado por lo que había presenciado, John ya sabía hablar, pudo contar cómo había sido su encuentro y posterior convivencia con los monos.
John dice recordar vagamente que un grupo de monos se le acercó con curiosidad. Eran tímidos y precavidos. Poco a poco se fueron acostumbrando al niño y le ofrecieron comida: raíces, frutas, bayas, nueces, etc. A las dos semanas parecía que lo habían aceptado como miembro periférico de su grupo y John viajaba con ellos en busca de alimento.






















Hay que señalar que los vervet son un tipo de monos que viven relativamente bastante tiempo en el suelo y que en ocasiones roban comida a los humanos y están acostumbrados a estos hasta tal punto que en algunos lugares, a la menor ocasión se comen las cosechas y merodean e incluso se introducen en las casas, costando mucho trabajo ahuyentarlos. Además, como su dieta está compuesta básicamente de frutas, pueden sobrevivir sin apenas agua.
Vamos que, dentro de todo, se daban las condiciones más idóneas para que adoptaran a un humano.
Paul y Molly Wassuna, que dirigen un orfanato en Masaka, adoptaron a John y fue estando con ellos cuando entraron en su vida dos personas, Douglas Candland, psicólogo estadounidense de la Universidad de Buckneell (Pensilvania), famoso por sus estudios sobre el comportamiento de los animales y Debbie Cox, directora de un centro especializado en devolver a su entorno a los primates sacados ilegalmente de la selva.
Para Candland, aquello era como la culminación de su carrera dedicada a analizar la mente humana y las reacciones del mundo animal.
Para estar seguros de que John había convivido realmente con monos le iban a someter a la prueba definitiva: Devolverle con ellos.
Ya estaban bastante convencidos, pues John había conseguido identificar a los monos con los que había vivido en un libro en el que se mostraban imágenes de todos los simios imaginables.
Cuando llegó el día, el chico les dejó boquiabiertos, se había acercado a una familia de vervet que estaba comiendo sentada en el suelo. Sin mirarles a los ojos, para que no creyeran que iba a atacarles, abría la mano, que estaba vacía. Luego se puso a jugar con ellos a algo parecido al pilla pilla de los niños en la escuela. Paul y Molly Wassuna sonreían y John parecía en su elemento. Junto a ellos, Candland y Cox creían haber despejado por fin sus dudas: "Ha estado entre monos, seguro. No les mira de frente para evitar que se revuelvan contra él o huyan. En cuanto a la mano, les muestra que no tienen nada que temer. Son dos trucos que cuesta años de observación adquirir, y él lo ha hecho de forma espontánea. Supongo que lo único que no sabremos nunca es cuánto tiempo pasó en la selva", concluyeron los científicos, ganados por la sencillez de un muchacho tímido.
Decíamos al principio que los monos le aceptaron como miembro periférico, porque nunca le hicieron partícipe de algunos de sus comportamientos sociales, como es el despiojamiento, John no recordaba ni habérselo hecho a los otros monos, ni que se lo hubieran hecho a él. El recuerdo que más vivo tenía en su mente de niño era que se pasaban el día jugando y buscando comida, esto se imponía a los recuerdos desagradables, como el frío o la incomodidad para dormir, por los que también pasó, pero que dejaron menos huella en él.
Y esto es lo que les cuenta a los niños del orfanato que quieren escuchar su relato en las noches a la luz del fuego. Como si les estuviera leyendo un libro de Kipling o de William Burroughs. Pero lo que John cuenta es una historia real, su propia historia.


lunes, 21 de febrero de 2011

TOMA EL DINERO Y CORRE

Para mucha gente esta es la primera película como director de Woody Allen, algunos por desconocimiento de su anterior trabajo y otros porque consideran que es la primera ocasión ocasión en la que puede trabajar sin trabas o imposiciones externas.
El caso es que, tras el experimento de "¿Qué tal, Pussycat?", es cierto que "Toma el dinero y corre" o "Robó, huyó y lo pescaron", como también ha sido traducido, puede ser considerada como la ópera prima del director de "Annie Hall"
Y aquí sí que empezamos ya a vislumbrar al Woody Allen que será, el que tomará su lugar en la historia del cine para irse asentando, con sus altibajos, en su puesto entre los mejores.
Y, añado, para ser su debut, no está nada mal, ya quisiera más de uno haber debutado con la mitad, pues aunque resulte evidente que todavía está aprendiendo, desembarca con una propuesta con la que marca territorio y que nos hace atisbar que estamos ante alguien que, como mínimo, apunta maneras y de qué forma.


Aunque hay ya algunos diálogos y frases ingeniosas, el film se asienta más en los gags que en la palabra, pues aunque esta tiene su parte, no cobra la importancia que tendrá en algunos de sus trabajos posteriores, con esos monólogos largos y llenos de ingenio y de citas cultas.


El planteamiento también resulta novedoso, por su remedo de documental, como si en un programa tipo informe televisivo, se nos narrase la vida de este atracador, en el que ya vemos dibujado el personaje alter ego del propio Allen, frágil, fracasado, inútil y un tanto patético, que a pesar de todo ello tiene éxito con las mujeres. En definitiva, Virgil es el antihéroe que tantas veces veremos retratado en posteriores trabajos.


Una película entretenida, divertida y con un ritmo que en algunos pasajes parece tomado de las pelis mudas, a las que hace constantes guiños.
Por quedarme con una secuencia de las muchas que podría entresacar, tomo precisamente una que parece un homenaje a Chaplin, cuando tras colocar con esmero los platos de cartón y las servilletas de papel sobre la mesa de un merendero vacio, al lado del mar, saca del billetero una loncha de mortadela que parte en dos, para compartirla con su esposa. Una escena de esas made in Charlot que mostraban esa especie de dignidad que algunos conservan en medio de la más absoluta pobreza.



domingo, 20 de febrero de 2011

EL MILAGRO DE EMPEL

Aunque seguramente alguien estará enredando para que deje de ser así, desde hace más de 400 años, la Inmaculada Concepción es patrona de la infantería española.
En realidad, este patronazgo se consolidó a finales del siglo XIX, cuarenta años después de que en 1854, Pío IX proclamase el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen en la bula Ineffabilis Deus.
Pero este patronazgo de la Virgen sobre el arma de infantería, viene de mucho antes.
El 7 de diciembre de 1585, el Tercio Viejo, que combatía en Holanda, había quedado bloqueado por completo en la isla de Bommel, situada entre los ríos Mosa y Waal.
Alejandro Farnesio, gobernador de los Países Bajos, envía unos refuerzos que jamás llegaron por la imposibilidad de romper el bloqueo.
El almirante Holak, que mandaba las tropas sitiadoras, ordena abrir los canales (vieja e infalible táctica holandesa) y como el Mosa discurría por un canal más alto que el terreno que ocupaba el campamento del Tercio, los españoles se ven empujados hacía la única tierra firme que quedaba, el montículo de Empel.
Mientras cababa una trinchera, para dilatar en algo la llegada de la muerte segura que les aguardaba, un soldado tropezó con un trozo de madera enterrado. Era una tabla en la que estaba pintada la Inmaculada Concepción.
El Maestre de Campo Francisco de Bobadilla, arengó a las tropas bajo su mando: ¡Soldados! El hambre y el frío nos llevan a la derrota, pero la Virgen Inmaculada viene a salvarnos.
Un viento muy frío se levantó aquella tarde helando las aguas del Mosa, algo completamente inusual que permitió a los españoles caminar sobre el hielo durante la noche, atacar por sorpresa a la escuadra holandesa y alcanzar, en la mañana del día 8, una completa victoria.
Naturalmente los españoles (y puede que también los holandeses), atribuyeron aquello a un milagro y aquel mismo día y por aclamación, la Inmaculada Concepción fue proclamada patrona de los Tercios de Flandes e Italia, la flor y nata del ejército español.
Quiero añadir algo que forma parte de la manera de pensar y sentir de aquellas tropas que se sentían vencedoras, aún en los momentos más difíciles.
Antes de abrir los diques, pero cuando ya la suerte del Tercio era totalmente adversa, Hollak propuso una rendición honrosa.
La respuesta de Bobadilla, fruto de ese orgullo y chulería (en el mejor sentido) de quien se sabe parte del mejor ejército del mundo: Los infantes españoles prefieren la muerte a la deshonra. Ya hablaremos de capitulación después de muertos.

sábado, 19 de febrero de 2011

CASINO ROYALE

Si alguien quiere darse una vuelta por un producto de lo más kistch, al menos en su acepción original de copia inferior de un estilo ya existente, que vea esta peli. Si no quiere perder dos horas, que se de por conforme con que las haya perdido yo.
Creo que el cartel de la peli, ha quedado de buen tamaño para que se vea la relación de actores y actrices muy conocidos, para que uno quede alucinado de que estemos hablando de una película mediocre, por no darle otro calificativo peor. Y más alucinado si os añado algún nombre más de personajes conocidos: Jean Paul Belmondo, Charles Boyer, Jacqueline Bisset, Peter O'Toole y algún otro.
Un proyecto fallido de parodia de los films de James Bond, rodado bajo la dirección de cinco realizadores diferentes (John Huston, Kenneth Hughes, Val Guest, Robert Parrish y Joseph McGrath) y que, como digo, no da para mucho.


Por salvar algo, alguno de los chistes y de los gags que se suceden, pero vamos que tampoco es que haya nada del otro mundo y, eso si, alguna de las melodías de Burt Bacharach.
Ni siquiera la estética de la peli, con algunos decorados psicodélicos y otros muy en línea de los sesenta se salva, aunque están muy trabajados, por culpa de que uno aborrece del pestiño que está viendo y ya cualquier cosa te repele.
Así que, a mi juicio particular, prescindible del todo.




jueves, 17 de febrero de 2011

LOS CRÁNEOS DE CRISTAL

En 1927 de forma absolutamente casual, justo el día de su diecisiete cumpleaños, Anna Mitchell-Hedges, hija adoptiva del intrépido y polifacético explorador Frederick A. Mitchell-Hedges, descubre entre las ruinas de un templo maya, la más famosa de las supuestas 13 Calavera de Cristal, que existen en el mundo.
De absoluta perfección en su pulido y elaboración, este cráneo realizado sobre una roca de cristal de cuarzo de gran pureza deja atónitos a los expertos. El objeto fue hallado en una antigua ciudad maya (Lubaantún, que en lengua maya significa “piedras caídas”), y Anna Mitchell-Hedges, declaró: "Fui yo quien lo rescató porque mis manos eran más pequeñas que las de los demás y se lo enseñé a mi padre. Él se resistía a creer en el descubrimiento de aquel craneo de cristal…”. Este fue el hallazgo de la parte superior de la calavera. Meses después se encontró la segunda parte articulada.
Estas dos piezas, el cráneo y la mandíbula inferior, pesan 5 kilos y forman una réplica exacta de un cráneo humano, posiblemente la representación de un cráneo femenino debido a su pequeño tamaño, (12,7 cm. de altura). El origen de la manufactura es completamente desconocido, aunque expertos del British Museum hacen remontar la calavera a la civilización azteca, fechando el origen (con muchas dudas) alrededor del 1300/1400 después de Cristo.
En 1970 la familia Mitchell-Hedges entregó el cráneo a los laboratorios de Hewlett Packard para su estudio, pudiendo comprobarse que el cristal fue tallado en contra del eje natural del cristal, a pesar de que los modernos escultores no lo harían. Esto provocaría la rotura de la pieza de cuarzo incluso utilizando la tecnología láser. Otro de los hallazgos sorprendentes consistió en que no encontraron evidencia ni rastros de haberse utilizado herramientas metálicas.
Existen muchas hipótesis acerca del origen real de las calaveras, llegando algunos a pensar que puedan ser el legado de inteligencias superiores o extraterrestres. La respuesta más obvia sería que los nativos de Centroamérica, aztecas y mayas, las tallaron por sí mismos; pero esta hipótesis no explica los medios con que fueron creadas, ya que ninguna de estas culturas, al menos hasta donde sabemos, poseían la tecnología o el conocimiento necesarios para completar esta labor.
El misterio de las calaveras es enriquecido también por una leyenda que se remontaría a los mayas. Tal leyenda cuenta que en el mundo existen 13 calaveras de cristal a tamaño natural y cuando todas sean redescubiertas y asociadas, les transmitirán a los hombres todo su conocimiento. La leyenda, en cambio, nos advierte que eso ocurrirá solamente cuando los hombres sean íntegros moralmente.
Hasta ahora se han descubierto varios cráneos en distintos lugares del mundo, estos son algunos:

- MAYAN:

Esta calavera está tallada en cuarzo. Tiene 20,48 cm de largo, 12,54 cm de ancho, 10,79 cm de alto y pesa 3,95 kg. Pertenece a un supuesto “Monje maya”. Dicen que fue descubierta en la finca San Agustín, Departamento De Zacapa, en Guatemala, en 1912 por un tal Héctor Montano.

- ET:

Descubierta en 1906 también en Guatemala. Es de cuarzo ahumado. Se caracteriza por la forma puntiaguda del cráneo y mandibula pronunciada. Tiene cierto aire no humano. En la actualidad pertenece a un coleccionista norteamericano.

-CRÁNEO DE PARÍS:

Esta calavera está tallada en cuarzo. Probablemente pertenece a la cultura Azteca del siglo XV. Representa a Mictlantecuhtli, el “Dios de la Muerte”. Tiene un conducto cavado en forma vertical, por lo cual se supone que se llevaba en el extremo de un bastón. Pertenece al Musèe de L'Homme en París.

-CRÁNEO DE LONDRES:

Esta calavera de cristal pertenece al Museum of Mankind, del British Museum en Londres. El museo lo compró en Tiffany’s de Nueva York en 1898 por 120 libras. Se considera gemela de la de Mitchell-Hedges, salvo por un detalle. La calavera de Mitchell-Hedges tiene la mandíbula articulada.

Así que supongo que alguien debió pensar que esto era una historia de película y se le ocurrió lo de Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal.



miércoles, 16 de febrero de 2011

LILY, LA TIGRESA (EL NÚMERO UNO)

Más que una película, un experimento de Woody Allen que, como ocurriera con ¿Qué tal, Pussycat?, le sirvió para ir espabilando un poco y darse cuenta de que como no dejara todo bien atado, le podían meter alguna morcilla en la peli sin su consentimiento.
En esta se estrena como director, por así decirlo, porque para el que no conozca el film, le diré que en realidad Woody lo que hace es coger una peli "de chinos", como decimos aquí (en realidad es japonesa), titulada "Kokusai himitsu keisatsu: Kagi no kagi" ("International secret police: Key of key"), doblarla al inglés con unos diálogos que no tienen que ver con la acción e ir combinando las escenas de diferente forma a como estaban en el film original.
¿Resultado?, pues que de una peli de esas típicas de acción del cine oriental, con un guión patético, peleas, mafias, chicas explosivas, etc., todo pasa a ser una historia delirante, con una fórmula culinaria de por medio, que todos quieren robar y que en algunos momentos tiene diálogos que parecen de película de Chiquito de la Calzada.


Esto ahora lo tenemos más que visto, desde los programas de La hora Chanante, hasta multitud de vídeos colgados en internet que le cambian los diálogos a escenas de películas conocidas o menos conocidas, para hacer con ellos una "tontada" que nos haga reír un rato. De ahí a que la tontada dure casi hora y media, va un abismo, porque lo que resulta gracioso, deja de serlo.
A tener en cuenta que lo que aquí puede no hacer tanta gracia, en EE.UU. toma otro cariz, allí no hay cultura de cine doblado (ni falta que les hace, casi todas las pelis son en inglés), por lo que ver un film en el que actores de otro país, son doblados al inglés, con la consiguiente disfunción entre el movimiento labial y la expresión oral, al parecer les hace gracia.


Una peli curiosa, por ver cómo empezó Allen en esto del cine, pero que no tiene nada especial, salvo este experimento que acrecienta la leyenda del punto gamberro del director americano.
Si no fuera de Woody Allen, supongo que dormiría tranquilamente en alguna estantería olvidada.




martes, 15 de febrero de 2011

PROHIBIDO REENCARNARSE

En su espiral por ejercer el control sobre todo lo humano, algunos gobiernos no se contentan con eso y quieren también extender su dominio a lo divino.
Hay noticias que si no fuera por el peligro evidente que demuestran, serían para tomárselas a chanza, pero no es así. Que nuestras vidas estén en manos de tontos es como poner al zorro a guardar las gallinas, o peor.
Esto está sacado de los periódicos del día 13 de este mes:

Marga Zambrana

Pekín, 13 feb (EFE).- A punto de retirarse de su cargo como líder espiritual tibetano en el exilio, el Dalai Lama, de 75 años, exige reencarnarse en un país libre y pide votaciones democráticas para la elección de su sucesor, mientras que el régimen comunista chino insiste en prohibir cualquier reencarnación sin su permiso.
Calificada por los expertos como el acto de autoritarismo más absurdo de la historia, a la prohibición de Pekín se suman obstáculos como las acusaciones de espiar para China contra el joven Karmapa, de 25 años, tercero en la jerarquía del Budismo tibetano y figura clave en el proceso de sucesión del carismático lama.

.../...

Ante su inminente muerte, el gobierno aconfesional chino defiende desde 2008 una "reencarnación con su permiso" antes que cualquiera de los intentos del lama por democratizar la elección de su sucesor.
"Los procedimientos de reencarnación tienen que cumplir las convenciones religiosas e históricas. Además, debe ser aprobada por el gobierno central", señalaba en un medio oficial Shingtsa Tenzinchodrak, uno de los budas vivientes en territorio tibetano adeptos al régimen chino.

El texto y su mensaje, se comentan por sí mismos.


lunes, 14 de febrero de 2011

¿QUÉ TAL, PUSSYCAT?

Película alabada por muchos, denostada por otros, yo creo que a Woody Allen le esperaban mejores tiempos, si bien hay que tener en cuenta que es su debut en la gran pantalla, en esta ocasión como guionista y actor en un papel menor.
Y para ser la primera, no está mal del todo, aunque a mí no me gustara, pero eso quizá quiera decir que la peli es buena, porque mis gustos poco cuentan, salvo para mí.
A lo largo del disparatado guión, con elementos de humor absurdo, ya quedan perfilados algunos de los asuntos que se convertirán casi en monotemas del cine de Allen, por ejemplo los psiquiatras (o los psicoanalistas) y las mujeres, o mejor, las relaciones de un hombre con las mujeres, vamos las relaciones de pareja y las conducentes al sexo.
La peli, en su momento, supuso que en nuestro país hubiera incluso peticiones por escrito para que la dejaran estrenar, pues la habían prohibido.
La verdad es que tampoco era para tanto, aunque en aquel momento supusiera la oportunidad de ver algo distinto, nadie hubiera perdido mucho con no verla, claro que lo que de verdad no era para tanto, era prohibirla. Cosas de la época, que afortunadamente quedaron atrás.


A destacar, por un lado la encantadora estética sesentera, casi psicodélica (o sin casi); los nombres del reparto, entre los que se incluyen , Peter O'Toole, Peter Sellers, Romy Schneider, Woody Allen, Ursula Andress, Capucine, Paula Prentiss, Françoise Hardy o Richard Burton; y, cómo no, la canción que suena a lo largo de la peli, que lleva el mismo título que la película, interpretada por el "Tigre de Gales", grande Tom Jones.




domingo, 13 de febrero de 2011

LA INVERSIÓN MUSICAL






















Para las mentes palaciegas parece algo banal hablar de rentabilidad en referencia a la cultura. La cultura parece que no es rentable o no debería ser rentable y en un estricto sentido contable raramente llega a serlo. Decía Norman Lebrecht que una orquesta como la Sinfónica de Londres con todas las butacas del Barbican vendidas a un alto precio pierde dinero... qué menos que cualquiera de nuestras formaciones orquestales lo haga. Casi todas las orquestas sinfónicas del mundo se sostienen - de una manera o de otra - gracias a las ayudas de los gobiernos o de mecenas privados, sin embargo, la rentabilidad en la cultura se basa en muchos otros parámetros.


EL MODELO AUSTRIACO


La segunda partida más elevada de gastos del gobierno austriaco se dedica a la música. Con ello se sostienen la Filarmónica de Viena, la Sinfónica de Viena, el Festival de Salzburgo, el Musikverein -donde se celebra, entre otros eventos, el Concierto de Año Nuevo- y la Ópera de Viena. Sin embargo, los ciudadanos no consideran esta partida como un gasto sino como una inversión. En efecto, la mayor parte de los ingresos del país centroeuropeo giran en torno al turismo musical que hace que las grandes fortunas mundiales acudan todos los años al país dejando a su paso grandes sumas de dinero.
Por otro lado, esta inversión extendida en el tiempo, ha creado dos grandes ventajas:

1) Los artistas quieren actuar en este país - por el prestigio, por la tradición, por el ambiente - y aceptan cobrar unos honorarios ridículos con tal de estar cada año actuando en Viena o Salzburgo.
2) La tradición ha creado la marca Austria, Viena, Salzburgo que hace que todo lo que se relaciona con esto es sinónimo de calidad. Es curioso observar cómo han proliferado numerosos grupos y orquestas que buscan cobijo al amparo de estos nombres.


EL MODELO RUSO

El modelo ruso es uno de los ejemplos más interesantes de cómo el arte puede llegar a convertirse en poco tiempo, en el símbolo de un país. Si la explosión de Viena como metrópoli musical se produce alrededor de 1800, San Petersburgo se convertirá en un centro de primer nivel a partir de 1850/1860 sobre todo gracias al tándem Chaikovsky/Petipa. Unos años más tarde, será el tandem Stravinsky/Diaghilev quien enamorará al mundo entero a través de sus ballets rusos en París. Sin embargo, fue el régimen soviético quien utilizó la música como arma propagandística para defender su régimen frente al mundo capitalista.
El modelo ruso se basó desde el principio en una sistema educativo muy eficiente hasta el punto que casi todos los grandes docentes de hoy en día tienen o han tenido alguna relación con la escuela rusa. Hoy en día, esa gran ventaja se ha convertido en un gran problema ya que, la situación económica, ha obligado a emigrar a muchos profesores rusos y los mejores están ahora en las grandes escuelas americanas y europeas.


EL MODELO AMERICANO

Estados Unidos ha aportado al sistema de financiación cultural el sistema de mecenazgo. Este sistema lleva muchos años funcionando en el país y ya desde finales del siglo XIX las grandes fortunas americanas hicieron posible que compositores como Mahler o Dvorak fuera a Estados Unidos a dirigir sus propias obras.
Estados Unidos tiene un sistema por el que las grandes fortunas deducen gran cantidades de impuestos por la financiación de estructuras culturales. De esta manera, no hay casi una gran orquesta americana que no cuente con un grupo de empresarios que financien su expansión. Este tipo de financiación de las orquestas tiene una ventaja y un inconveniente que emanan de la misma causa: El inversor quiere obtener réditos de su inversión y a menudo el control que pueda ejercer sobre las actividades de la orquesta puede ser benificioso o perjudicial.




¿Y ESPAÑA?

El caso español es único en el mundo. España ha pasado en veinte años, de no tener apenas infraestructuras musicales a tener modernos auditorios. Ha pasado de no tener apenas orquestas a tener veintinueve. Las causas de este boom musical se deben principalmente al flujo de ayudas europeas para la inversión (los fondos FEDER), la buena situación económica y las políticas territoriales que han favorecido el nacimiento de muchas orquestas regionales.
Con la coyuntura actual, el sistema está en riesgo y el problema es que algunas de las maravillosas infraestructuras que se han creado en estos últimos años pueden estar en peligro y echarse a perder. Hay muchos auditorios erigidos a golpe de talonario en ciudades pequeñas y sin tradición musical y que amenazan quiebra. Hay comunidades que han erigido grandes teatros con inversiones faraónicas pero que no tienen ahora dinero para hacer programas decentes en ellas. El espíritu español - a pesar de la transición, a pesar de la Unión Europea- sigue imbuído por el "caballo grande, ande o no ande..." y no tenemos esa paciencia que otros tienen para ir levantando edificios estables poco a poco.
Esta crisis puede ser una oportunidad histórica para reflexionar sobre nuestras estructuras y sobre nuestras capacidades. Deberíamos aprender de los austriacos a crear una imagen de calidad e intentar establecer referencias a nivel internacional, deberíamos aprender de los rusos y crear una buena base en la enseñanza musical, deberíamos aprender de los americanos y crear una ley de mecenazgo lo suficientemente atractiva para atraer a inversores a nuestras orquestas, pero me da que aquí, el sentimiento de megalomanía de tanto gobernante nacional, regional, municipal, etc., hace que cada uno vaya a su aire, tirando el dinero de todos y olvidándose de lo importante.


sábado, 12 de febrero de 2011

LA BATALLA DE ARGEL

Si hay un tipo de cine controvertido y que se presta a opiniones encontradas, incluso a debates enconados que pueden acabar como el rosario de la aurora, es ese que se ha llamado cine de compromiso.
Ahí tenemos, por citar a alguien que está en el calendero, lo que ocurre en las épocas más recientes con los trabajos de Michael Moore. Se le ha llamado de todo, para bien y para mal, dependiendo de la manera de pensar de cada uno.
A ese tipo de peliculas responde esta "La batalla de Argel", del italiano Gillo Pontecorvo, realizada sobre la base de un guión de él mismo y de Franco Solinas y con dos apartados que hay que citar, uno por el nombre de quien lo encabeza, el musical, a cargo de Ennio Morricone y otro, la fotografía, por la importancia que cobra en la película y que lleva la firma de Marcello Gatti.



El film es una coproducción italo-argelina y, entre otros (aparte de varias nominaciones a los óscar), consiguió el León de Oro del festival de cine de Venecia en 1966.



La película obedece a un encargo del gobierno argelino, así que no podemos llamarnos a engaño sobre lo que vamos a ver, por más que Pontecorvo trata de conseguir cierta distancia sobre los acontecimientos narrados y ponerles un punto de neutralidad, lo cierto es que los argelinos son los buenos y los franceses los malos. Sin entrar en quién tuvo la razón o quien la tuvo más que el contrincante, esto es así, me refiero que así es como nos lo pinta la película. Supongo que el director lo veía así y supongo, también que si lo hubiera visto de una manera más equidistante, es probable que la película no se hubiera hecho, pues la pasta como queda dicho la ponían los argelinos.



Pontecorvo era comunista, un tipo convencido de su militancia y algo que no debe resultarnos extraño en un país como Italia que tuvo al partido comunista más fuerte de toda la Europa occidental y que jamás llegó a estar en el gobierno por el estrangulamiento al que le tenía sometido la democracia cristiana.
Sin embargo hay que señalar que en esta época, el director italiano, sin renunciar a sus convicciones, estaba un tanto decepcionado, sobre todo tras los sucesos de Hungría, cuando los intentos de renovación del partido comunista húngaro y del pueblo en general, fueron cortados de raíz por los tanques soviéticos.



Así pues, mucho que discutir sobre este apartado del film, en el que las diversas visiones del conflicto harían, seguramente, imposible acercar los puntos de vista divergentes, así que no voy a ahondar en este asunto, porque como ocurre en la mayoría de los conflictos, los contendientes tienen su poco de razón cada cual, pero cuando las cosas llegan a cierto punto, se enturbian de tal manera que no hay modo de reconciliar posturas y menos cuando hay muertos de por medio.



En lo puramente cinematográfico, la peli toma un formato de documental tan bien conseguido que Pontecorvo logra, a veces, que nos olvidemos de que estamos viendo una película y nos de la sensación de que son tomas en directo del conflicto.



Algo que no fue así, ya que el film se rodó varios años después de acabado el conflicto, sin embargo, la magnífica fotografía en blanco y negro de Gatti, el rodaje de algunas escenas con la cámara al hombro, el empleo de una multitud de figurantes en los planos generales, los escenarios reales de la propia Casbah argelina, esa cierta frialdad y lejanía con la que se nos presentan algunas de las escenas, hacen que nos de la sensación de estar asistiendo a uno de esos programas de televisión en los que retransmiten en directo desde el escenario de los acontecimientos.



Película partidista (porque toma partido), pero de gran nivel como obra visual e impagable como documento de aquellos años y para ver unos escenarios, una forma de vida, de vestir, de divertirse, de luchar, que retrata muy de cerca en el tiempo y que ya no es así, su valía tesmonial de la época es innegable y, además, resulta entretenida.