La semilla de la literatura universal, como alguien dijo.
Yo no voy tan lejos, pero sí está claro que algo tiene este libro cuando después de tantos siglos, sigue siendo consideraro como una joya de la literatura y sigue ejerciendo fascinación sobre intelectuales y estudiosos, pero también atrae a gente de un nivel muy popular.
Y es que en Las mil y una noches hay toda posibilidad de lecturas.
Su origen se remonta a la península indostánica y a persia y son relatos orales que luego fueron puestos por escrito, pero se desconocen sus autores, no hay autores como tales, porque lo que cuenta es el relato, es una cadena de transmisores, adaptadores, oyentes, narradores...Y al no haber autoría, no hay autoridad, esta es la maravilla de Las mil y una noches.
En esta galaxia de relatos que van desde la India y China a Persia y Bagdad, se mezclan enseñanzas, ejemplos morales y sobre todo, fantasías.
Fantasías que son, casi siempre, masculinas y el punto de vista predominante es del hombre, si bien, como ocurre en nuestra novela picaresca, hay relatos en los que las mujeres son las guerreras, o las que gobiernan; otros en las que la mujer pone en ridículo al varón y algún otro en el que se nos relata a qué hombre prefieren para hacer el amor (jóvencitos, o vigorosos, o bien afeitados...).
No se puede establecer un paralelismo con la actualidad, en cuanto a la concepción de la mujer, no olvidemos cómo era también en nuestro mundo hasta bien entrado el siglo XIX y no olvidemos que, finalmente, es una mujer culta, Shahrazad o Scheherazade o Shahrazad (en persa شهرزاد), la que pone fin a la brutalidad del rey Shahriar (شهريار)
Un libro que, además de su belleza literaria, con esa prosa que desborda adjetivos en sus descripciones, hasta hacerla exuberante como las bellezas, paisajes, casas, vestidos... que nos describe, digo que además de esa belleza, es una buena pista para conocer cómo era la vida en ese medio oriente, porque una vez que despojamos a los relatos de esa pátina de excesos, descubrimos, los zocos, las calles y plazas, las gentes que las pueblan, comerciantes, artesanos, pescadores, panaderos, aguadores. Sus pobres casas y los ricos palacios, sus costumbres, rutinas, dichas y desgracias.
Además de las conocidísimas historias de Aladino, de Alí Babá y los cuarenta ladrones, podremos seguir las andanzas del más famoso califa de la dinastía abasí de Bagdad, Harún al-Rashid (en árabe هارون الرشيد), de su visir Giafar el Barmesida, de su porta-alfanje Massrur, ejecutor de su justicia, protagonistas de muchas de las historias que se nos cuentan, junto a su bella esposa y prima Sett Zobeida, a la que amaba con un amor extremado.
Como dice uno de sus pasajes, Un armario de libros es el más hermoso de los jardines. ¡Y un paseo por sus estantes es el más dulce y el más encantador de los paseos!
Y este es un libro muy especial: La pequeña Doniazada, hermana de Scheherezade, se levantó de la alfombra en que estaba acurrucada, y dijo: ¡Oh hermana mía! ¿Cuándo vas a empezar la Historia del libro mágico?
No ha cambiado mucho la historia, tal vez los personajes, pero siempre nos acurrucaremos, para escuchar cuentos, que nos alejen y al mismo tiempo, tengan presente, la realidad.
ResponderEliminarLa mujer sigue siendo, la que al no dejarla participar activamente, tiene que buscar mil triquiñuelas, para hacerlo entre bastidores.
Un abrazo.
La verdad es que son una delicia.
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