sábado, 29 de septiembre de 2012

LA CANCIÓN DE TROYA

La novela narra los antecedentes, el largo asedio y la posterior caída de Troya a manos de los aliado griegos. La autora ha tomado como base los relatos de la Odisea y (cómo no) de la Iliada, pero también bebe en otras fuentes, aunque estas traten el asunto de forma fragmentaria, como son los escritos de Eurípides, Píndaro, Higinio, Hesiodo, Virgilio, Apolodoro de Atenas, Tzetzes, Diodoro Sículo, Dionisio de Alicarnaso, Sófocles, Herodoto y algunos más.
La característica más destacada de la novela es que son los personajes quienes narran la historia, cada capítulo es puesto en boca de uno de ellos, algunos repiten y otros no, pero son ellos quienes, desde su perspectiva, van haciendo avanzar la narración. Este peculiar recurso nos permite apreciar, además de los hechos, en los que se da una perfecta mezcla entre historia y leyenda, los odios, desencuentros, envidias, desconfianza, amores o admiración entre unos y otros. No diremos el protagonista, pues protagonistas son, en algún instante de la novela, todos ellos y más que nadie el propio hecho histórico, pero sí que la autora pone en el centro, como personaje destacado en momentos cruciales a Ulises.
Aunque la leyenda nos habla del rapto de Helena por Paris como origen de la contienda, el libro queda claro que el motivo principal fue ecómico. Algo así debió ser en realidad, pues las pruebas arqueológicas y los textos, nos indican que de los varios saqueos que sufrió Troya en el transcurrir de su existencia, hubo uno muy importante alrededor del 1.184 a.C. y que el enfrentamiento entre los griegos aqueos y los habitantes de Troya, debió entablarse para dominar los Dardanelos (el Helesponto), el estrecho que comunica los mares Negro (Ponto Euxino) y Mediterráneo (Egeo), porque su control implicaba el monopolio del comercio entre los dos mares, con algunos productos de vital necesidad, difíciles de conseguir, entre ellos el estaño, sin el cual el cobre no podía ser transformado en bronce.
Si en la serie sobre Roma, muchos echaban en falta mayor detenimiento de la autora a la hora de narrar las batallas, algo que va haciendo hacia el final de la saga, sobre todo a partir de que narra las batallas de Alesia y Farsalia, aquí los enfrentamientos armados no tienen ese lugar residual y hay pasajes en los que no se escatima el detalle por más sanguinario que pueda parecer. Es loable cómo la novela sabe captar nuestra atención, por más que conozcamos de sobra lo que allí acontenció. Colleen McCullough  sabe concitar nuestro interés y hacer que el libro se lea con agrado y en los pasajes en los que siembra incertidumbre, las páginas se nos van de las manos sin que nos demos cuenta.
 
 
 

viernes, 28 de septiembre de 2012

EL BARRIO CONTRA MI (KING CREOLE)

Danny Fisher (Elvis Presley) es un joven que vive en un barrio humilde de Nueva Orleans, su madre murió y desde entonces su padre, ha ido perdiendo, primero la farmacia que tenía y después todos los trabajos en los que ha probado suerte, así que son su hermana y él los que tratan de mantener la casa a flote.
Danny trabaja antes de las horas de clase y debido a su caracter pendenciero tiene problemas con una de las profesoras, de forma que siempre encuentra algún obstáculo para poder graduarse, algo que su padre considera necesario para que puede salir del ambiente que le rodea en el barrio. Sin embargo Danny, tras el enésimo fracaso, tiene otros planes, ya que Charlie LeGrand (Paul Stewart), le ha oído cantar y le ofrece un modesto contrato en su local, el King Creole.
Un mafioso local, Maxie Fields (Walter Matthau), en uno de cuyos locales trabajó Danny como chico de la limpieza, tratará de hacerse con los servicios de la estrella en ciernes y meterá en problemas a Danny.



Lo cierto es que Elvis no fue que digamos un gran actor, sin embargo tenía eso que se llama carisma y como cantante, ¡qué podemos decir de él! Su sueño en cuanto al cine era convertirse en un actor como Marlon Brando, sabemos que es más que probable que no lo hubiera conseguido, pero hubiera intentado hacer papeles que tuvieran cierta calidad.
Su manager, el coronel Tom Parker, sin embargo, tenía otros planes, este hombre diseñó todo un plan de marketing para Presley, desde jugadas maestras, como enviarle a la mili hasta otras cosas que se demostraron menos brillantes y, yo creo, que su carrera cinematográfica fue una de ellas, porque buscó películas que no se caracterizan precisamente por su calidad.
Sin embargo, King Creole nos muestra un intento serio de hacer un film de calidad, con un gran director, Michael Curtiz, buenos actores y un guión muy interesante. Por desgracia, esta no fue la senda a seguir en los planes del coronel.


Con una buena fotografía en blanco y negro y una escena inicial, en una desolada calle de Nueva Orleans que es una maravilla, Curtiz logra sacar de Elvis una interpretación bastante decente y, desde luego, los actores que le rodean, son una maravilla, desde un joven Walter Matthau hasta una maravillosa Carolyn Jones, que logra una actuación sensacional.


La peli está basada en una novela del famoso autor de best sellers Harold Robbins y aunque está hecha a mayor gloria del Rey del Rock, se nota la mano de Curtiz, que logra una sólida historia y sabe sacar partido a los aspectos dramáticos del guión. Si además, de vez en cuando, escuchamos alguna de las míticas canciones en la maravillosa voz de Elvis, al final nos encontraremos con que ha merecido la pena disfrutar de la que es, seguramente, la mejor peli de las que interpretó.




jueves, 27 de septiembre de 2012

LA CURVA DE LAFFER

A cuenta del chaparrón (y no de agua) que nos está cayendo encima, más de uno (yo el primero) llevamos un tiempo descubriendo los intríngulis de la economía que, por lo que se ve, nos va a llevar más de dos tardes comenzar, sólo comenzar, a entender. Y cuando creamos que ya sabemos algo, vendrá alguien a explicarnos un nuevo enfoque de la situación y nos iremos dando cuenta de que no sabemos demasiado del asunto en plan teórico, y nos limitaremos a lo de siempre, que es lo que de verdad nos interesa, que cada vez nos llega para menos el dinero que tenemos.
En fin, que de lo que quería hablar hoy es de una de esas cosas con las que nos bombardean últimamente y de la que seguro habéis oído hablar, la famosa "Curva de Laffer". Encontraréis muchas explicaciones y controversias varias, basadas en este asunto, pero en resumen, lo que viene a representar el famoso dibujito, es cómo varía la recaudación fiscal al modificar los tipos impositivos. Si el tipo impositivo es cero, los ingresos fiscales son claramente también nulos, ya que el 0% de cualquier cosa es cero. Si por el contrario los impuestos son del 100% los ingresos fiscales también serán cero, ya que nadie querrá trabajar o vender un producto para darle todo lo ganado al estado. Así, dado que en los dos extremos la recaudación del estado es cero, se supone que existe un punto en algún lugar de la curva, en el que el estado tendrá unos ingresos máximos. La característica más importante de la curva de Laffer es que muestra que el incremento de los tipos impositivos no siempre conlleva un aumento de la recaudación fiscal.




















Cuando el tipo impositivo es suficientemente alto (por ejemplo el punto t3 en la gráfica de arriba), si se sube aún más, los ingresos recaudados disminuirán y viceversa, una bajada de impuestos producirá una recaudación más alta, hasta llegar a un punto de recaudación óptima (t2* en la figura).
El principal problema de esta teoría es que no se sabe dónde está ese punto, porque depende de muchas variables y no sólo de las puramente tangibles, por así decirlo, sino de otras.
Por ejemplo, es relativamente fácil que yo esté dispuesto a pagar más impuestos si confío en que los gobernantes van a emplear bien el dinero, pero si mi percepción es que son unos irresponsables, unos chorizos o que actúan con criterios partidistas, seguramente me incomodará cualquier subida de impuestos por pequeña que sea.
Arthur Laffer es un reputado economista norteamericano. Un buen día, allá por la década de los 70 del pasado siglo, compartía mesa y mantel en el restaurante Two Continents de Washington, con Dick Cheney, a la sazón Jefe de Gabinete del Presidente Gerald Ford y para ilustrar la teoría que estaba exponiendo sobre la conveniencia de bajar los tipos impositivos para aumentar los ingresos fiscales, dibujó en una servilleta la curva que lleva su nombre. Sus postulados eran  contrarios a la opinión extendida en aquella época, pero al final, convenció al asesor de la Casa Blanca para que cambiaran la política fiscal que se estaba aplicando en aquel momento.
¿Qué fue de la servilleta? Pues está depositada en una vitrina del Bookings Institution de Washington.




miércoles, 26 de septiembre de 2012

GIGI

Desde que comenzó su pubertad, Gigi (Leslie Caron) ha sido educada por su abuela y su tía Alicia para ser una cortesana de lujo en el colorista Paris de 1900.
Gaston (Louis Jourdan), es un joven millonario que se aburre a pesar de ser el soltero más perseguido de toda la ciudad.
Gigi es casi una niña y se divierte a todas horas aunque todavia no tenga edad para bailes y amorios. Pero Gaston es amigo de la familia de Gigi y la visita con frecuencia.
Así que la abuelita y la tía de Gigi, piensan que quizá Gastón sería el candidato ideal para sus pretensiones sobre su joven pariente y le hacen a Gastón la proposición formal para que se haga cargo de Gigi como su mantenida.
Ella al principio se niega, pero acaba aceptando, le dice que para ser infeliz con otro, prefiere serlo con él.



Basado en una novela de la autora francesa Colette, aunque respeta la historia que se nos cuenta en el libro, la edulcora un tanto, tratando de encajar ese relato de amores libertinos establecidos en la alta sociedad francesa, con el pensamiento que pudiera tener la sociedad norteamericana de mediados del siglo XX.


La película obtuvo nada menos que nueve premios Oscar, algo que desde la perspectiva actual puede parecer exagerado, pues el film no ha envejecido bien en todos sus aspectos, entre otros en la narración que resulta cursi y hasta empalagosa. Precisamente quien no se llevó ningún premio fue Leslie Caron (ni siquiera fue nominada) en la que quizá fue su mejor interpretación en las pantallas.


Sin embargo en otros aspectos la película sí que tiene un gran valor, con una magnífica ambientación y un vestuario de lujo. Los decorados también de gran calidad y la banda sonora, de bastante nivel, aunque no tenga ninguna de esas canciones que salimos silbando después de verla. Técnicamente está muy bien, con algunos detalles dignos de destacar, por ejemplo, que Minelli rodó la parte dramática y la parte musical por separado, para ensamblarlas después en un prodigio de montaje.


El film nos traslada al ambiente del París de principios del XX, tal como lo puede imaginar el público norteamericano, pero además tiene muchos guiños artísticos que pueden pasar desapercibidos al espectador no avezado, pero en los que Minelli puso mucho cuidado y todo su saber hacer, desde la decoración de las casas, con detalles de art nouveau o las impresionantes y maravillosas láminas de los títulos de crédito con dibujos de Georges Goursat "Sem".


Una película con personajes entrañables, con una historia que se nos hace simpática, una magnífica ambientación y un Maurice Chevalier, interpretando al tío del protagonista, que nos transmite alegría de vivir.




martes, 25 de septiembre de 2012

EL REY DE LAS PERLAS

Amali es considerado por los pescadores de perlas de Ceilán como su rey.
Aunque este es un título honorífico que le convierte en rey sin reino, él desciende de una dinastía de reyes que, en su día, fueron desposeidos del trono. Ahora está empeñado en saldar la deuda de sangre que tiene con el maharajá y pretende matar a toda su familia excepto a su hermana, la bella Mysora a la que ha capturado y la mantiene retenida, primero en su barco, el Bangalore y más tarde en su refugio-palacio.
La historia es bastante predecible y tampoco es que esté demasiado bien contada. Pero eso ocurre con buena parte de la literatura de Salgari, unas lecturas que de niño las vemos de una manera y de adultos nos decepcionan un tanto.
Eso sí, aquí hay mucha acción, aunque sea llena de tópicos de buenos y malos, venganzas, odios, amores, batallas, animales terribles... En fin, todas esas cosas que de niños nos encandilaban y nos hacían estas lecturas donde no hay mucho que pensar, muy amenas y entretenidas.



lunes, 24 de septiembre de 2012

EL ÚLTIMO CUPLÉ

Maria Luján (Sara Montiel), es una veterana cupletista que, en su momento, tuvo gran éxito. Por avatares de la vida, ahora está actuando en El Molino, en el Paralelo barcelonés, en un espectáculo de segunda categoría. 
Recibe la visita de un antiguo amigo, el empresario Juan Contreras (Armando Calvo) que tiempo atrás la ayudó a alcanzar la fama. Con él y sus acompañantes, María hace un repaso de su vida, sus comienzos como chica de coro; el primer novio, al que abandonó para dedicarse al espectáculo; los primeros éxitos en Madrid; su gira por España y su lanzamiento internacional, primero en París y después por toda América.



Producción española de 1957 dirigida por Juan de Orduña que pretende aprovechar la fama que cobró Sara Montiel tras su periplo en Hollywood.


Al final la peli se queda en un quiero y no puedo, en parte por las limitaciones conocidas del director, pero también porque el presupuesto del film daba para poco más y toda la película se mantiene alrededor de la figura de la protagonista, a pesar de estaba rodeada por un elenco de secundarios con sobrado oficio y experiencia en la escena española.


La peli supuso todo un éxito de taquilla y aún en muchos cines (eso sí, ya desparecidos la mayoría) sigue ostentando el record de permanencia en la cartelera. Algunos lo consideran como un éxito inesperado, yo creo que si se analizan los antecedentes y todo lo que envuelve a la peli, su éxito no es tan sorprendente. Yo me quedo con la parte que tiene de homenaje al cuplé y, por supuesto con la belleza de Sara, en todo su esplendor en aquel momento, su poder interpretativo, que nada tenía que ver con que cantara mejor o peor. Todos sabemos que su voz no era nada del otro mundo, daba lo suficiente para no tener que rebajarse a que la doblaran, pero sobre todo sabía transmitir emociones.


Yo creo que es un error juzgar el film con los parámetros actuales, además forma parte de esa especie de memoria sentimental, que es su mayor atractivo y que si es cierto que su argumento está lleno de tópicos, no podemos ponernos en ese plan tan nuestro de criticar todo lo español, porque anda que no se pasan cien pueblos muchos de los musicales norteamericanos en ese aspecto. Otra cosa es que la manera de tratar esos temas no se haga de manera adecuada.


Me pregunto qué podría haber sido de este film en manos de otro director y, sobre todo, con un presupuesto en condiciones y con un guión que hubiera profundizado más en lo que va apuntando el argumento, casi siempre deprisa y corriendo y saltando de mala manera de un asunto a otro en la línea del tiempo.
El espectáculo es endeble, pero muy entrañable y, a pesar de sus evidentes limitaciones, tiene sus momentos, sobre todo ese final trágico que tantas lágrimas hizo derramar.




domingo, 23 de septiembre de 2012

EL TREN VOLADOR

A manos de un comerciante árabe que vive en un país Africano, llega por casualidad un mensaje que un nativo encontró en una bolsita prendida al cuerno de un antílope.
En él un explorador inglés, de apellido Kambert, pide socorro, pues se halla prisionero de una sanguinaria tribu. El inglés estaba explorando los alrededores del gran lago Tanganyka cuando cayó en manos de los nativos y promete como recompensa a quien le ayude, revelarle el lugar en el que se encuentra una montaña de polvo de oro.
El comerciante se pone en contacto con su amigo Mateo, un griego que, a su vez, convence al alemán Otto para que, con un dirigible que ha construído, se pongan en camino a la busqueda del explorador cautivo.
Como en otras novelas de Salgari, los protagonistas habrán de salvar mil y una aventuras y peligros durante el viaje.
 
 
 

sábado, 22 de septiembre de 2012

UNA CARA CON ÁNGEL

Maggie Prescott (Kay Thompson) es la directora una de las revistas más influyentes en el panorama de la moda mundial. El siguiente número que su publicación está preparando, le parece falto de calidad, por lo que decide cambiarlo de arriba a abajo, centrándolo en una de esas ideas brillantes que encanta a los (y las) seguidores de la moda y que el común de los mortales no entendemos, la idea tiene forma de color: El rosa pálido.
La señorita Prescott está decida a usar su influencia como gurú de la moda para que la mujer americana utilice el rosa pálido en todos los vestidos y complementos de que se rodea diariamente, para lo cual va a iniciar una campaña por medio de la revista que dirige. Encarga al fotógrafo Dick Avery (Fred Astaire) (para los entendidos el personaje homenajea al fotógrafo de moda Richard Avendon), que haga las fotos de la campaña.
Avery desea que la modelo tenga un aire intelectual y para ayudar a ello, van a tomar unas instantáneas a una librería del Village neoyorkino. Cuando revela las fotos se da cuenta de que la cara que busca no es la de la modelo, sino la de la dependienta de la librería, una tal Jo Stockton (Audrey Hepburn), una chica que durante la sesión de fotos no paró de hablar de enfaticalismo, una nueva corriente filosófica venida de Francia.

 
La película toma el título (y sólo eso) de un musical de Broadway de George Gershwin.
El proyecto nació rodeado de problemas, nada menos que tres grandes productoras pugnaban por llevarse su tajada debido a que cada una tenía derechos sobre alguna parte del producto (actores, músicos, guionistas...) Al final se pusieron de acuerdo y cada cual se llevó su porción de pastel.

 
Para contratar a los dos protagonistas, a cada uno de ellos le contaron que ya tenían firmado al otro, cuando no era cierto. Audrey aceptó contra los consejos de su representante, pero ella admiraba a Fred y había soñado con bailar con él desde que, cuando era niña, había visto sus películas.
Él, con sus 60 años a cuestas, ya un personaje consagrado, también la admiraba, aún cuando a su lado era una recién llegada, pero que ya había rodado Vacaciones en Roma, Sabrina, y acababa de finalizar Guerra y Paz. Al parecer la convivencia entre los dos no fue muy pacífica, el ego de Astaire no soportaba demasiado bien las simpatías y admiración que despertaba esta aspirante a estrella, con su afán de superación, su entrega y exquisitos modales.

 
El guión del film es bastante mediocre, pretende ser una crítica al mundo de la moda y su vaciedad, pero al tiempo rendirle un homenaje, con un retorcido reconocimiento de que el dinero, la vanidad y la fama lo pueden todo.
También lanza sus dardos contra el existencialismo, la doctrina de moda en Europa, haciendo burla de la filosofía de salón, aunque hay que reconocer que lo hace con cierta gracia, pero también de un modo un tanto retorcido, pintando al profeta de turno como un don Juan que pretende aprovechar su ascendiente intelectual entre las discípulas que se le ponen a tiro.

 
El constante ir y venir de los protagonistas (a veces sin ton ni son), las imágenes siempre efectivas y efectistas de París y alguno de los bailes, hacen que la película conserve cierto dinamismo y no aburra. Para muchos será todo un descubrimiento ver a la Hepburn cantando y bailando, no porque lo haga, sino por lo bien que lo hace, sobre todo el baile, es muy bueno el número que hace en el café parisino. No en vano, ella había estado muchos años estudiando danza y piano y probablemente hubiera sido bailarina de no ser porque su familia no andaba muy sobrada de dinero y en el mundo del cine se ganaba más.
 
 
Para los fashionistas, señalar el despliegue de vestuario del film. Aquí hay otro choque de egos, que venía ya del rodaje de Sabrina, pues nuevamente la diseñadora de vestuario vuelve a ser Edith Head, pero los vestidos de Audrey son, como no podía ser menos, de su admirado amigo Hubert de Givenchy.
También cabe destacar las innovaciones fotográficas que podemos observar, eso le valió a la película diversos premios en este campo.
Asimismo, sobre todo al principio, podemos ver algunos decorados que van apuntado al pop, movimiento ya nacido en Estados Unidos, pero que cobraría todo su vigor en la década siguiente (la peli es de 1957).
Muy destacables los títulos de crédito, que nos sumergen en un mundo mágico, propio de los cánones que regían en el mundo del diseño y de la alta costura en los años 50. Tienen ya más de cincuenta años, pero no pueden ser más modernos.
Y no quiero dejar de mencionar el gran trabajo de Kay Thompson. ¿Por qué esta mujer no tiene más protagonismo y más presencia en otros musicales hollywoodiense con lo bien que actua y lo bien que baila? Ese es uno de tantos misterios del cine. Descubrir a esta polifacética mujer (escritora, compositora, actriz, cantante, bailarina) es uno de los mejores argumentos para ver este film.
 
 
El otro ya lo conocen o se lo imaginan quienes no la hayan visto. Pues aunque Fred está muy bien, con esa elegancia que le caracteriza y que es capaz de regalarnos alguno de sus maravillosos bailes, quien llena la pantalla en ella.
El encanto magnético de Audrey, esa fragilidad, su elegancia innata hacen que, simplemente por verla, merezca la pena ver la película.

 
 
 

viernes, 21 de septiembre de 2012

EL CORSARIO NEGRO

En 1625, Francia e Inglaterra intentaban, con batallas, ataques y actos de piratería incesantes, suplantar el innegable dominio español en los mares y las tierras de América. En este contexto es donde se situa el noble italiano Emilio de Ventigimilia, señor de Roccabruna y Valpenta, que se hace a la mar con la única intención de vengar a sus dos hermanos muertos, “El Corsario Verde” y el “Corsario Rojo”. Para ello recurre a la piratería, y a bordo de su fabuloso navío “El Rayo”, se dirige a Maracaibo, ciudad gobernada por su enemigo el flamenco Wan Guld. Antes, “El Rayo”, mientras navega por el Mar del Caribe, se topa con un navío español al que decide abordar. Entre los prisioneros se halla una bella dama de la que el corsario se enamora perdidamente; para su desgracia, es la hija del gobernador Wan Guld.
El Corsario Negro se muestra como un pirata romántico, honrado y justo, algo que se aleja mucho de la concepción que uno puede tener acerca del término. Aunque leída ahora, la historia demuestra bastantes carencia, pues Salgari nos presenta a un personaje "demasiado correcto", es imposible no evocar los recuerdos de estas lecturas en otras épocas en las que teníamos menos años a cuestas y que eran capaces de sumergirnos en un mundo de aventuras y tensiones, con párrafos como este:
"Sobre la cubierta apareció el Corsario. Vestía su fúnebre traje; pero se había ceñido una espada muy larga, y puesto en el cinto un par de grandes pistolas y un puñal de los que llamaban los españoles de misericordia. El Corsario Negro se prepara para la venganza".



jueves, 20 de septiembre de 2012

EL BUFÓN DE LA CORTE

El rey Roderick (Cecil Parker), ha usurpado el trono de Inglaterra asesinando a toda la familia real. Sólo ha escapado un bebé, el legítimo heredero, que ha sido escondido por un personaje conocido como El Zorro Negro (Edward Ashley), que junto a su banda, mantiene custodiado al niño en el bosque.
Ante la proximidad de las tropas del rey, deciden llevar a la criatura a la abadía de Dover, encargo del que se ocupan un comediante de fería llamado Hubert Hawkins (Danny Kaye) y Jean, una bella capitana de los rebeldes, papel interpretado por una encantadora Glynis Johns.
Mientras pasan la noche refugiados en una cabaña, aparece allí Giacomo (John Carradine), el bufón recién contratado que se dirige a la corte. Jean y Hubert, deciden que éste último se haga pasar por el bufón con el fin de hacerse con la llave de un pasadizo secreto que da acceso al palacio.



El bufon de la corte es una comedia de ambiente medieval, interpretada por un elenco de talento, al frente del cual están Danny Kaye y Glynis Johns, pero también algunos nombres tan conocidos como Basil Rathbone, Angela Lansbury, Mildred Natwick o John Carradine.


El eje de la película son las complicaciones y enredos del argumento que se van haciendo cada vez más divertidos, resueltos con una simplicidad que puede resultar chocante a una mente exigente, pero que vista con ojos más complacientes, resulta muy divertida por el efectivo nivel de su humor visual y por la capacidad cómica del protagonista.


Tiene algunas secuencias llenas de chispa, como la de Hubert cantando la canción de cuna al niño, o la del torneo, tratando de recordar en qué copa está la pastilla con el veneno.


Una comedia divertida, con mucho ritmo y de la que quien tenga un buen conocimiento de inglés disfrutará todavía más, por los trabalenguas y las canciones con letras ingeniosas.
- "Get it?"
- "Got it."
- "Good!"




martes, 18 de septiembre de 2012

EL CAPITÁN TORMENTA

Durante casi cinco siglos las hordas mahometanas atacaron a las naciones cristianas de la cuenca del Mediterráneo, saqueando ciudades, hundiendo navios y raptando jóvenes.
Venecia y los Caballeros de la Orden de Malta les combatían con ímpetu constante.
En este contexto, Salgari nos traslada hasta la ciudad de Famagusta, la segunda en importancia de Chipre, tras su capital, Nicosia. En aquellos momentos, la isla era territorio veneciano.
El escenario de la novela resalta el sitio y la toma de ciudad por parte de los hombres del sultán de Contastinopla. Entre los heroicos capitanes que resisten, se halla el capitán Tormenta, en realidad la condesa de Éboli, quien se incorpora a la lucha por motivos sentimentales y demuestra su valor, dominio de las armas y humanidad al vencer al más famoso guerrero turco: El León de Damasco.


lunes, 17 de septiembre de 2012

CAROUSEL

Billy Bigelow (Gordon MacRae), está empleado en un carrusel de una feria, es un tipo fanfarrón, algo pagado de sí mismo y muy torpe a la hora de expresar sentimientos. Julie Jordan (Shirley Jones) es una chica de pueblo, ingenua y dulce, que cae rendida ante los encantos del feriante,  y a pesar de las advertencias en contra de amigos y conocidos acaban casándose.
Despedido de su trabajo, Billy vive a partir de entonces a costa de la familia de su mujer, sin oficio ni beneficio, y a pesar de enterarse de que va a ser padre.
Intenta con un amigo atracar al dueño de una fábrica en la que trabajó su mujer, y muere accidentalmente durante el atraco, al clavarse el cuchillo que llevaba. Años más tarde, le es concedido el privilegio de poder regresar al mundo de los vivos durante un sólo día, comprueba lo dura que le resulta la vida a la hija que no llegó a conocer, pues algunos de los niños de su edad, le recuerdan que su padre fue un delincuente. Billy, entrega a su hija una estrella como símbolo de la fe en uno mismo.



El musical de Broadway del que proviene la peli, se basa en una obra de teatro de Fred Moinar titulada "Lilion". Es inevitable al contemplar el film, acordarse de OKLAHOMA!, el anterior musical de la Fox, pues a mi juicio, este vuelve a caer en los mismos defectos: Excesiva duración para lo que cuenta; falta de credibilidad; cierta endeblez en los actores (sobre todo el protagonista, canta muy bien, pero su actuación deja qué desear); ritmo muy lento en muchos momentos... La fotografía, sin embargo, es espléndida, beneficiándose de los paisajes exteriores de Boothbay Harbour, un pueblecito marinero del estado de Maine donde se rodaron las imágenes al aire libre que salpican el filme. Las secuencias con el mar de fondo, los contraluces, los veleros navegando... son de auténtica postal.
De toda la parte musical, destaco tres cosas: La melodía "The carousel Waltz"; la coreografía que sirve como punto central del film, con la canción “June is Bustin' Out All Over”, un pegadizo homenaje al mes de junio, para el que la producción tira la casa por la ventana y nos encontramos con la escena más espectacular de todo el film (coros y bailarines entrecruzan la melodía con un bellísimo mar azul plagado de barcos); y por último, la canción ”You'll Never Walk Alone”, que interpretan la protagonista y Claramae Turner, una composición que ha tenido el privilegio de trascender al ámbito para el que fue creada y convertirse en todo un himno que los aficionados del Liverpool cantan en cada partido de su equipo.


Un film correcto, pero muy poco convincente en las interpretaciones, como ya he dicho. Me habría gustado ver a Sinatra, que en principio iba a hacer el papel protagonista, encarnando a Billy Bigelow, estoy convencido de que con ese aire canalla que sabía dar a sus personajes, hubiera resultado menos teatral.




sábado, 15 de septiembre de 2012

EL CAPITÁN DEL DJUMNA

El joven teniente Oliverio Powell y su criado Harry, estaban cazando en los alrededores del golfo de Bengala, cuando descubren que una de las ocas abatidas, lleva adosado un mensaje bajo su ala. Curiosos lo leen y descubren que ha sido escrito por Alí Meddel, capitán del Djumna, abandonado por su tripulación que se amotinó, cerca de las costas de la India. Los culpables han sido dos antiguos Sanyassis (falsos brahmanes) quienes convencieron a los marineros de apoderarse del buque y robar su cargamento , entre ellos un cofre con 100.000 rupias en oro que el Presidente de la "Joven India" (una especie de compañía mercantil), le había encomendado a Meddel para que los entregara a un tal Robert Fulton.
El teniente se pone en contacto con el presidente de la Joven India y de inmediato la poderosa organización prepara un barco para rescatar a Alí Meddel, no sin antes atrapar a Garrovi, el hombre que se había quedado con el dinero y abandonado al capitán Meddel, obligándole a confesar su delito. En el viaje se llevan a Garrovi en previsión de que pueda serles de ayuda. También embarca el joven Eduardo Meddel, hermano de Alí. La nave zarpa inmediatamente y, tras navegar varios días, llega a la isla donde presumiblemente puede estar el Djumna, pero envuelta en una fuerte tempestad y con la arboladura incendiada, pues Garrovi había conseguido, sin que nadie se enterara, que su hija Narsinga también se embarcara para ayudarlo a escapar. La niña de unos 11 años había sido recogida de las calles, cuando apenas tenía dos añosy había encontrado en Garrovi un padre. Narsinga, astutamente, incendió el barco que al final acaba encallando. Solo nueve hombres han podido salvarse.
 
 

viernes, 14 de septiembre de 2012

INVITACIÓN A LA DANZA

El film está conformado por tres historias sin conexión entre sí, ocupando cada una, aproximadamente, un tercio del metraje.
La primera, una trágica historia sobre un triángulo amoroso, con un espléndido y triste final, ambientada en el mundo del circo (al que rinde un pequeño homenaje), de una indefinida época postmedieval.
La segunda, una historia circular, sobre amores clandestinos, infidelidades, amores fugaces, reencuentros, olvidos y perdón, que recorre desde el glamouroso ambiente de la alta sociedad, hasta llegar a los escenarios sórdidos de la noche, con una pulsera que pasa de mano en mano, como nexo recurrente.
La tercera es una adaptación del imperecedero clásico de Las Mil y una noches, Simbad el marino, mezclando dibujos animados y personajes reales.
La película está dirigida por Gene Kelly y cuenta con algunos personajes de cierto renombre en el mundo de la danza (Igor Youskevitch, Tamara Toumanova, Claire Sombert...) o de la composición e interpretación, como André Previn, que no necesariamente intervienen en las tres partes.



La película es una apuesta arriesgada y valiente de la Metro, con desigual resultado. La música, el lenguaje corporal y los decorados, toman todo el protagonismo en ausencia de la palabra. La cinta es arte visual con fondo musical por encima de todo. Quizá Kelly pecó de absorvente a la hora de dirigir el film, pues las carencias que apreciamos para sacar partido de las ideas que va desarrollando, tal vez (sólo tal vez, siempre quedará la duda), hubieran podido ser subsanadas por alguno de los directores que hacían musicales en aquellos años dorados del género.


Aunque algunos fans se quejan de que el filme es corto, yo creo que tiene el metraje adecuado, hora y media está perfecto, no te aburre para nada y si alguno se queda con ganas de algo más, para mí eso no es un defecto, sino una virtud.
Muchos prefieren la segunda de las historias, pero, reconociendo que está muy bien y que la primera, con ese payaso que llora para adentro (la típica historia del clown que hace reír a los demás y él se muere de pena), tampoco está nada mal, yo particularmente prefiero la última. Sí, se que hay un niño un tanto repelentillo (David Kasday) haciendo el papel de genio, pero ese recurso de mezclar dibujos animados con personajes reales, me parece muy logrado y además, creo que es donde mejor quedan los números de baile, donde Kelly (por fin) llega a mostrar de verdad su estilo característico. Si encima los dibujos se deben a las manos de los maestros William Hanna y Joseph Barbera y los arreglos musicales toman como base una composición de Nikolai Rimsky-Korsakov, pues ¡qué quieren que les diga!


La película es una pequeña delicatessen, una joyita visual con fondo musical, en la que los decorados, coreografías y la expresión corporal son el todo ante la ausencia de la palabra, de la que se prescinde de forma acertada, a mi juicio, dado el tipo de trabajo que se desea hacer y con algún número concreto, como el del cantante cuya voz se sustituye por el sonido de la trompeta (segunda historia), o el baile de Kelly con la princesa de dibujos animados, que son muy buenos.