miércoles, 19 de octubre de 2011

EL ÚLTIMO REFUGIO

Roy Earle (Humphrey Bogart), un atracador, sale de prisión, gracias a la libertad condicional concedida por haber depositado la fianza el jefe de la banda a la que pertencía.
Earle piensa en retirarse, pero se ve en el compromiso de dar un último golpe para satisfacer la inversión hecha por su antiguo jefe.
Cuando está cruzando en automóvil los Estados Unidos para dirigirse a California, traba amistad con una familia de granjeros, cuya nieta tiene una deformación de nacimiento en un pie.
Earle desea ayudar a la joven, con la que aspira a casarse. Entre tanto sus dos compañeros de "trabajo", unos tipos tan inexpertos como inmaduros y una mujer que está con ellos, Marie Garson (Ida Lupino), complicarán todo el asunto.

Film rodado a la manera clásica, sin demasiados artificios, con todos los ingredientes del cine de gansters, pero que, a su vez, nos presenta a estos de una manera fuera de lo habitual.
Tipos corrientes, con una imagen tremendamente humana de los mismos.

Raoul Walsh despliega toda su maestria y su saber hacer, para narrarnos una historia basada en un magnífico guión de John Huston y W.R. Burnett, con unos personajes llenos de matices psicológicos, adornándose con los paisajes de Hig Sierra Mountains y algunas escenas emotivas que descargan el peso dramático del film.

Buenas interpretaciones, con una Ida Lupino que sin ser la despampanante femme fatale de este tipo de películas, da muy bien la réplica al protagonista masculino, representando su papel con solvencia, sobre todo en las dramáticas escenas del final.
Y Humphrey Bogart, en el papel que le lanzó a la fama tras un tiempo haciendo papeles secundarios. Aquí descubrimos a ese tipo que todos conocemos, socarrón, como de vuelta de todas las cosas, interpretando un papel al que sabe sacar todo el jugo debido a los diferentes matices de personalidad que presenta.

Una buena y entretenida película, con un pequeño perrito que parece un adorno a lo largo de la película, pero que tiene una decisiva intervención en el desenlace final y que era el perro que entonces tenía Bogart.
Un film que los entendidos apuntan como clave en la transición de las películas de ganster.




6 comentarios:

  1. Hola, me encanta el cine negro, pero ésta me parece que me la he perdido.
    Gracias por mostrarmela, la buscaré.

    Un abrazo.

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  2. Admiro a Bogart y a Lupino, y a Walsh que rueda un grande del género. Una peli que no envejece, con un Bogart artificialmente cargado de años como su personaje requería. Walsh se obsesiona con la historia y la repite en clave de western más tarde, también estupenda.
    Un abrazo

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  3. Es cierto Ethan, hizo una especie de remake en clave de western. Un saludo, amigo.

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  4. Para mi la mejor (cine negro) de Walsh, un cronista. La historia de este "perro rabioso" como repaso general a la delincuencia durante la depresión. Muy buena. Un saludo

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  5. Siempre es un placer, Manuel. Un saludo.

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