martes, 19 de marzo de 2024

EL TURISTA

 

Milo Weaver era un “turista” de la CIA, un agente encubierto sin hogar ni identidad, pero desde su retirada como agente de campo para convertirse en gerente de nivel medio en la sede de la CIA en Nueva York, se ha casado, tiene una hija y una casa de piedra rojiza en Brooklyn, y ha tratado de dejar atrás su antigua vida de secretos y mentiras. Cuando un asesino largamente buscado se suicida tras entrevistarse con Milo, se desencadena una investigación sobre uno de los colegas más antiguos de Milo y deja al descubierto nuevas capas de intriga de sus viejos casos, no tiene más remedio que volver de incógnito y descubrir quién controla los hilos de una vez por todas.
Olen Steinhauer, comparado con John Le Carré desde las páginas de Los Ángeles Times, nos acerca esta historia en la que hay mucha trama, a veces algo confusa y siempre compleja, con un argumento prometedor que implica cortar las fuentes de suministro de petróleo para China, desestabilizando a ciertos gobiernos africanos, principalmente Sudán.
En un mundo poblado por agentes dobles o independientes que se venden al mejor postor y en el que los bandos clásicos se han difuminado, Milo no encuentra verdades que defender, ni valores que preservar, ni civilización que valga la pena salvar. En este vacío, no encuentra mayor tesoro que su propia familia, pues como Milo sabe, el engaño y la traición prosperan en un clima tan amoral. Ya no puedes confiar en nadie, excepto, tal vez, en tu peor enemigo, y sólo si está en su lecho de muerte y quiere un favor. “Era una verdad básica de Turismo”, recuerda Milo, “que no confiaras en nadie. Sin embargo, si tuvieras que confiar en alguien, sería mejor que no fuera otro turista”. 
Este es el tipo de pensamiento que surge cada vez que Steinhauer llega a lo que realmente le interesa: la desilusión paralizante y la paranoia desgarradora que se generan en culturas cerradas donde la confianza está ausente y la intriga interna desenfrenada. La novela resulta muy entretenida a pesar de que acude a algunos giros que resultan truculentos y ventajistas que quizá el lector poco avezado no capte bien ante tanta acción trepidante, pero que el aficionado a este tipo de novelas descubrirá enseguida y resultan un tanto decepcionantes. 
Desde hace más de diez años se viene hablando de llevar este personaje al cine, primero que si George Clooney había adquirido los derechos y deseaba interpretarlo y, últimamente, se ha publicado que el argentino Pablo Trapero, ha sido contratado por 20th Century para dirigir una versión cinematográfica. 



lunes, 18 de marzo de 2024

ALGO QUE HACER EN DENVER CUANDO ESTÁS MUERTO

 


Jimmy (Andy Garcia) es un gángster retirado apodado "El Santo" porque nunca mató a un hombre; las palabras y la elegancia eran sus armas. Jimmy vive una existencia tranquila en la ciudad de Denver, su negocio ahora es grabar en vídeo a los enfermos terminales, para que estén presentes y puedan dar "consejos sobre la vida futura" a sus supervivientes. Últimamente no le ha ido muy bien y ha tenido que recurrir a usureros para tratar de seguir con su negocio en quiebra, así como con sus costosos gustos personales. Hasta que un buen día su antiguo jefe, que es el dueño de su deuda, le manda llamar y exige algo a cambio. Éste, apodado "El hombre con un plan", le propone un último trabajo: dar un susto a un chico que mantiene relaciones con la ex-novia de su hijo. Para llevar a cabo su tarea, Jimmy reúne a sus viejos compinches. Pero uno de ellos, pierde los nervios y la cosa acaba mal.


Seguramente lo más destacado de la película sea el reparto, no solo por la presencia de Andy Garcia en un papel que le va muy bien, sino por el elenco de secundarios, nombres y rostros reconocibles para los aficionados y que arropan de maravilla al protagonista.


Una historia que repite algunos clichés del género (historia de amor paralela, integrantes de la banda que van muriendo uno a uno por venganza...), con una historia que, dependiendo de los gustos y exigencias de cada cual, unos alabarán por lo que pueden considerar originalidad e ingenio del guionista (el norteamericano Scott Rosenberg) y otros que pensarán que echa manos de trucos y habilidad de veterano experto, para conducirnos a un final con el que ganarse a ese público al que no le gusta que muera el protagonista, llevándonos a una especie de valhalla de los gánsters.




viernes, 15 de marzo de 2024

LAS SEÑORITAS DE ROCHEFORT

 


Delphine y Solange Garnier son dos hermanas que viven en Rochefort. Delphine (Catherine Deneuve) es profesora de baile y Solange (Françoise Dorléac) compone y enseña piano. Maxence (Jacques Perrin), poeta y pintor, está haciendo su servicio militar, Simon Dame (Michel Piccoli) es el dueño de una tienda de música que dejó París hace un mes para regresar al lugar donde se enamoró hace 10 años y su amigo Andy Miller (Gene Kelly), que le visita tras diez años sin verse, se ha convertido en un artista de éxito recién llegado de América para una gira por Europa. Todos ellos buscan el amor sin ser conscientes de que su pareja ideal está muy cerca.


Según el realizador y guionista del film Jacques Demy, el escenario es mucho menos importante que el sentimiento de euforia de esta película que es todo un homenaje a los grandes musicales de la época dorada de Hollywood y en la que Damien Chazelle reconoce una inspiración clave para su película de 2016 La ciudad de las estrellas (La La Land).


Entre otras curiosidades que la hacen diferente de los musicales al uso, en los que en medio de la narración, de repente aparece súbitamente una canción, una coreografía o ambas a un tiempo, Demy, en su búsqueda de originalidad, a menudo coloca atrevidamente en la pantalla números narrativos y musicales simultáneamente, mezclándolos de diversas maneras y en diferentes proporciones. Una de las estrellas puede estar caminando por la calle, por ejemplo, pero los peatones a su alrededor de repente están bailando y ella entra y sale momentáneamente de su coreografía.
La película sigue la estela de aquellos grandes musicales de Hollywood (sobre todo de los 50), con una historia edulcorada y pastelosa, ambientada en un mundo ideal, en el que los hechos cotidianos rezuman felicidad y optimismo, sensación a la que contribuye no poco el colorido con que se adorna.
Demy demuestra que ha estudiado muy bien el cine en que se inspira, con buenas tomas y encuadres y algunos planos cenitales que realzan las coreografías.
No es una gran película, pero es un buen film y un aceptable musical.




jueves, 14 de marzo de 2024

AMANECE (AL DESPERTAR EL DÍA)

 


Perseguido por la policía, François (Jean Gabin), trabajador de una fábrica, se refugia en su habitación. Mientras está rodeado, va recordando cómo los conflictivos hechos de los últimos días lo han conducido hasta la apurada situación en la que se encuentra; su pasión por la florista Françoise (Jacqueline Laurent), su compleja relación con Clara (Arletty) y el asesinato de Valentin (Jules Berry), un extraño personaje relacionado con ambas mujeres.


El intenso monólogo que dirige Jean Gabin al público que está en la calle, hacia el final de la película, lo pronunció con tanta vehemencia que, al parecer, no pudo reprimir el llanto al regresar a su camerino.


A modo de capítulos, los flashback que se suceden en la película, nos van relatando la historia que ha desembocado en el trágico final que tiene a François atrapado en el ático de una sola habitación donde vive, esperando el desenlace que se presume fatal. 
Como en otros films de Marcel Carné, no hay héroes, los personajes son gente humilde o individuos que viven en el límite, todo cercano a la vida real, con unas vidas que les llevan a soñar poder escapar de ellas algún día. La película tiene algunos planos memorables, como el picado en que vemos a Valentin tratando de zafarse de François con medio cuerpo en el vacío o los travelling verticales que siguen a los personajes subiendo y bajando la escalera del edificio. Probablemente el guion, aún a pesar de venir firmado por el gran Jacques Prévert, resulte algo irregular para una historia en que el final ya está escrito y sus personajes no podrán escapar de su destino.




miércoles, 13 de marzo de 2024

EL SOL TAMBIÉN SALE DE NOCHE

 


El joven barón Sergio Giuramondo (Julian Sands), perteneciente a la baja nobleza de la Basilicata italiana, se hace soldado, llega a ser cortesano y, finalmente, tras descubrir que su futura esposa era la amante del rey, abandona Nápoles disgustado para convertirse en monje. Pero su búsqueda de la soledad perfecta se ve constantemente interrumpida por visitantes que dan crédito a los rumores de que Sergio posee poderes milagrosos y por mujeres que apuestan a que podrán seducirlo con éxito.


El guion, de Tonino Guerra en colaboración con los realizadores del film, Paolo y Vittorio Taviani, adapta la pequeña novela de León Tolstoi "El padre Sergio", trasladando la acción desde la Rusia zarista al reino de Nápoles.


Tolstoi era un escritor que tenía algo de espiritual en sus obras y esta, desde luego, lo es. El protagonista, desengañado y herido al enterarse de que su futura esposa ha sido amante del rey, decide dejarlo todo y, como dice su madre, lo hace, en parte y aunque parezca contradictorio, por orgullo, para demostrar a los demás que está por encima de ellos y que es capaz de dar un cambio radical a su vida abandonando el éxito seguro que le deparaba la vida como cortesano y militar e ingresar en el seno de la Iglesia. Esa contradicción entre orgullo y humildad, se mantiene durante toda la película y está bastante bien reflejada, quizá no tanto el desenlace que se cambia con respecto a la novela, en el sentido de que algún personaje varía con respecto a ella y se deja un poco a la inteligencia del espectador que el padre Sergio al fin encuentra sentido a su vida, lo que siempre ha estado buscando: Servir a los hombres para así poder servir a Dios y no al contrario.




martes, 12 de marzo de 2024

RUSIA, MI PADRE Y YO (VEINTE CARTAS A UN AMIGO)

 

A pesar de no ser un personaje de especial relevancia, el hecho de ser hija  de quien fue, uno de los protagonistas de la historia del siglo pasado, convierte a Svetlana Stalin en una figura a tener en cuenta como testigo de primera fila en la vida de Iósif Stalin. 
Nacida el 26 de febrero de 1926, era la menor de los hijos de Stalin y la única mujer entre ellos y por la que su padre sentía debilidad, la llamaba "pequeño gorrión" o "pequeña mariposa". "La única persona que podía suavizar a Stalin era Svetlana", contó una amiga de Nadya, la madre de Svetlana, que se suicidó cuando su hija tenía seis años. 
En un impulso, la noche del 6 de marzo de 1967, ingresó al edificio de la embajada estadounidense en Nueva Delhi y anunció su intención de desertar. Algo que descolocó a las autoridades norteamericanas, que ni siquiera sabían que Stalin tuviera una hija. El hecho de que fuera un momento de distensión entre los dos países que estaban negociando abrir delegaciones consulares en ambos territorios, hizo que la decisión a tomar no resultara fácil para los norteamericanos que, en otro momento de la Guerra Fría, lo habrían tomado como un regalo propagandístico de primera magnitud. 
Svetlana llegó a Estados Unidos el 21 de abril de 1967, y allí se convirtió en escritora. Al poco tiempo, las ganancias por la publicación del libro que comentamos, la convirtieron en millonaria, aunque donó gran parte de su fortuna a diferentes organizaciones, incluido un hospital en India. 
Del libro, muy interesante en su conjunto, cobran especial relevancia los pasajes referidos a la muerte de su padre, aparte de demostrar el cariño hacia él, a pesar de reconocer lo controvertido de su figura, hace un repaso por los sentimientos y los juicios que despertaban a sus ojos algunos de los hombres que formaban el círculo más cercano del dictador, con palabras de reconocimiento a algunos de ellos (Voroshilov, Kaganovich, Malienkov, Bulganin o Jruschov) y demostrando, una vez más, el desprecio que sentía por Beria a quien califica de "monstruo único en su género" y añade: "Era un magnífico tipo moderno de cortesano, encarnación de la perfidia oriental, de la lisonja y de la hipocresía; llegó a confundir incluso a mi padre, a quien en general resultaba difícil engañar". 
Con ello, Svetlana insinúa la pugna por la herencia política de su padre entre los principales dirigentes soviéticos e intenta reivindicar la figura del dictador fallecido, denigrada posteriormente por sus herederos, cargando la responsabilidad de las "purgas" políticas sobre las espaldas de Beria, director de la policía política. 
Svetlana, de quien alguien dijo que tenía la inteligencia de su padre, pero carecía de su maldad, decía de sí misma que siempre sería una prisionera política del nombre de su padre. Una mujer que, pese a todo, quienes la conocieron, califican como una luchadora, poco antes de morir en 2011, criticó al actual presidente ruso Vladimir Putin porque, según ella, estaba reviviendo la práctica de su padre del culto a la personalidad. 



lunes, 11 de marzo de 2024

EL MUELLE DE LAS BRUMAS

 


Jean (Jean Gabin), un desertor del ejército francés, llega a Le Havre ―una ciudad permanentemente envuelta en la niebla―, para huir en barco hacia América. Conoce a Nelly (Michèle Morgan) en Casa Panamá, un garito del muelle, y simpatizan de inmediato; ella es una joven de 17 años que creció demasiado rápido, tiranizada por su tutor, Zabel (Michele Simon), un hombre extraño que mantiene tratos con un grupo de jóvenes que juegan a ser mafiosos. Uno de ellos acosa a Nelly, y Jean lo humilla. El suicidio de un pintor, que frecuenta Casa Panamá, permite al desertor asumir una nueva identidad.


El guion, de Jacques Prévert, adapta la novela del mismo título del escritor francés Pierre Mac Orlan (seudónimo de Pierre Dumarchais), publicada en 1927.


La Casa Panamá, una taberna situada en un solitario paisaje a la orilla del mar, se convierte, en las escenas del film, en una especie de refugio de personas que huyen de la vida, allí se despiden de ella, recuerdan otros tiempos o, sencillamente, buscan una nueva. 
Personajes atractivos, cada uno con sus esperanzas y sus miserias que Marcel Carnè retrata entre brumas con escenas que van desde la tensión hasta el romanticismo, pasando por la ternura, como aquellas en que interviene el perro que sigue al protagonista después de que éste le salvara la vida en la carretera. Un mundo de granujas con interesantes diálogos y algunos momentos que le dan un cierto toque poético.